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CONFERENCIAS

 

MODELOS DE INTERVENCION CON MENORES EN CENTROS DE REFORMA

 

David JIMENEZ GARCIA

Director del Gabinete Psicopedagógico del ARES


ANTECEDENTES

TRES MODELOS DE INTERVENCION EXISTENTES EN LA ACTUALIDAD

Centro de L'Aizina:

Centro Altamira:

NOTAS SOBRE ASPECTOS EDUCATIVOS ESPECIFICOS DE UN CENTRO DE REFORMA CERRADO, COMO RENASCO

INVENTARIO DE BENEFICIOS EDUCATIVOS QUE SE PUEDEN OBTENER EN RENASCO

INVENTARIO DE ACTIVIDADES

DATOS DE SEGUIMIENTO. MATERIAL UTILIZADO

OBSERVACIONES SOBRE LOS MECANISMOS DE EVALUACION

CONSIDERACION FINAL


ANTECEDENTES

Hasta 1980, el Organismo encargado de dar una solución a la problemática de los Menores de reforma en España, era el Consejo Superior de Protección de Menores.

Abundaban las macroinstituciones donde predominaba el carácter de guarda y custodia sobre el tratamiento. Eran percibidos socialmente como ghettos, etiquetaban al menor y cubrían todo el ciclo vital de éste, aumentando así su inadaptación social. Todo ello, favorecía un deterioro progresivo de su conducta y generaba su inadaptación social, ya que provocaban: dependencia institucional e inhabilidad social .

En 1980, cuando aún existían cárceles de menores en nuestro país, una iniciativa que se generó desde el Ministerio del Interior, en el primer congreso sobre fenomenología de la delincuencia, propició la aparición del Primer Centro de Seguridad para el tratamiento de menores de reforma correctivo, se llamó R.ETO. (Residencia Especial de Tratamiento y Orientación). Su finalidad era acoger a los "menores muy conflictivos" y llevar a cabo un tratamiento basado en el sistema progresivo de fases.

R.E.T.O. es ubicado en un ala del colegio Sagrado Corazón y depende del C.S. de P. de M. (Ente Autónomo del Ministerio de Justicia).

Su estructura física la conforman: siete celdas de seguridad, un pequeño patio, tres salas de talleres, una sala de ocio, un hall al lado de las celdas, un despacho de educadores y un despacho de Dirección.

El proyecto de tratamiento se diseñó, basándose en el sistema progresivo y constaba de tres fases: cerrada, semicerrada y abierta.

Durante los primeros años sólo funcionó una fase -la cerrada- debido a que se estaba construyendo la segunda.

Todo el proyecto giraba en torno al sistema de puntos, con el que, a través de reforzadores generalizados, se pretendía hacer desaparecer (extinguir) las conductas asociales y sustituirlas por otras consideradas adaptativas o prosociales.

La generalización, de la extinción y de la adquisición, al medio ambiente, se conseguiría tras un acercamiento al medio externo en las dos últimas fases.

Los puntos servían, además, como potente reforzador, pues el menor necesitaba un número determinado para poder progresar de fase. Este número era desconocido por los menores y por el equipo, pues se alargaba o acortaba dependiendo de las características personales del menor, así como de su "peligrosidad social".

Era el tutor el que planteaba la "madurez" del menor para progresar, si se aceptaba se llevaba a cabo un "juicio", en el que el tutor era el defensor del menor y el director, subdirector y equipo técnico-educativo formaban el tribunal y ejercían de fiscales. En este juicio, se le planteaban cuestiones de su historia personal, fuera y dentro del Centro. Si superaba la prueba, pasaba a la segunda fase.

Por todo ello, la duración de las fases suponía dar una continuidad a la indeterminación de la medida, tal y como se recoge la Ley de 1948. La duración media de la primera fase estaba en unos siete meses y unos seis la segunda fase.

En la segunda fase, a partir de los tres meses, el menor iniciaba las salidas acompañado de un educador. Durante esta fase se mantenía vigente el sistema de puntos.

Se utilizaban las técnicas siguientes: Dinámica de grupos dirigida, cine-forum, yudo, y la revisión autobiográfica (cognitiva).

La tercera fase no llegó a funcionar con este sistema. En febrero de 1984 se produce un cambio en la Dirección del Centro y se modifica el proyecto educativo. A los dos meses se inauguró la tercera fase y pasó a llamarse RENASCO (Residencia Nacional Socio-terapéutica).

El nuevo Proyecto Educativo modificó sustancialmente el funcionamiento del Centro. Los cambios más significativos fueron:

- Aunque se mantiene el sistema de fichas, el objetivo de su empleo cambia, utilizándose como elementos favorecedor de la convivencia en los grupos de menores y como limitador de las medidas indeterminadas de internamiento. Así se calculó el número de puntos que necesitaba un menor para un mes y medio (tiempo que estimábamos suficiente para la primera fase) y dos meses para la segunda fase.

- El menor conocía el número de puntos que necesitaba para pasar de fase.

- El paso era automático, se suprimió el juicio.

- Se introdujeron las conductas adaptativas. Así, a la que conseguía puntos, se le exigía un número de conductas adaptativas diarias, que, además, le daban acceso a reforzadores positivos, y un número total para pasar de fase.

- En la segunda fase, las últimas tres semanas dejaban de contabilizarse los puntos y se pedían sólo conductas adaptativas. Dado que empezaba sus salidas al exterior se pretendía generalizar esas conductas a la calle.

- En la tercera fase, llamada de residencia, el menor salía a la calle en los períodos fuera de las actividades programadas. Los fines de semana podía ir a su casa.

- Se llevó a cabo una revisión total de las normas de régimen interno. En ella participaron los menores internos junto al equipo técnico educativo. Todas las medidas sancionadoras de carácter grave, muy grave o especiales eran revisadas por la Dirección.

- Se creó un equipo de cuatro coordinadores a los que se les encargó el control de la seguridad y de la puesta en marcha del proyecto educativo.

Todos estos cambios motivaron una revolución interna, que generó un clima social dentro de la institución realmente conflictivo. A pesar de ello y a base de retomar permanentemente los problemas durante un año, el Centro empezó a funcionar.

En 1987, siendo Directora General de Protección Jurídica del Menor Dolors Renau, empezamos a cuestionaros el modelo de intervención debido a una serie de cuestiones que, desde nuestro punto de vista, lo hacían inviable. Algunas de ellas:

- El Sistema progresivo dentro de un mismo marco físico no funcionaba. No era posible la separación total de los grupos de menores y valores tan arraigados en la subcultura marginal, como la "libertad", el "colegueo"... generaba situaciones de descontrol que deterioraban gravemente la convivencia y, en algunos casos, aumentaban el deterioro de los menores.

- El plantearse como objetivo la reinserción total desde una institución era utópico y falaz.

- Al no existir otros recursos comunitarios que acogieran a menores fracasados en nuestro Centro, debían reiniciar el proceso en él. Esto, en la mayoría de las veces provocaba un deterioro personal del menor y de la convivencia en grupo.

Al ser un Centro de carácter Nacional, donde la mayor parte de la población era de provincias alejadas de Madrid, imposibilitaba llevar a cabo la reinserción, ya que en muchas ocasiones, el Juez de Menores de su provincia prohibía su vuelta a casa hasta que finalizaba su tiempo de internamiento.

Ante esta situación, y viendo que el problema de los menores de reforma en España no estaba siendo abordado por las Comunidades Autónomas, a pesar de tener las competencias en esta materia, la Dirección General de Protección Jurídica del Menor consideró que era misión suya elaborar una metodología educativa en reforma o un modelo de intervención que pudiera ser "exportado" a las diferentes Comunidades Autónomas. De fondo estaba la futura Ley Penal del Menor (iba por el cuarto borrador), para la que había que tener preparados los medios para su aplicación.

El 31 de julio de 1987, se cierra el Centro y se traslada el equipo educativo al Centro de Estudios del Menor. El objetivo: "diseñar un nuevo modelo de intervención para un Centro de Menores de régimen cerrado".

Durante cuatro meses trabajamos en equipo, mientras se reformaba arquitectónicamente el Centro, para hacerle más funcional y dotarle de medidas de seguridad.

El debate fue abierto y en él participaron técnicos ajenos a la plantilla. El resultado final fue un nuevo proyecto educativo aún vigente en la actualidad.

Las principales innovaciones fueron:

- Desaparición del sistema progresivo.

- El centro pasa a ser exclusivamente cerrado.

- Supresión total del sistema de fichas y de las conductas adaptativas.

- Control de la convivencia a través de la normativa interna.

- Límite de edad de los menores de 13 a 18 años.

- La reinserción total deja de ser un objetivo.

- El Centro deja de ser terminal.

- Internamiento corto.

- Internamientos no directos, sino a través de la unidad técnica de la D. G. de P. J. del M.

- Asunción por parte de las Comunidades Autónomas del seguimiento durante y después del internamiento.

- La salida del menor del Centro sería planteada por el equipo técnico-educativo y supervisada por la unidad técnica de la D. G.

- Individualización del tratamiento, con la elaboración de un Plan de Intervención Global (P.LG.) para cada menor.

- Después de elaborado el P.I.G., el menor conocería el tiempo máximo de internamiento.

- Se iniciaba la preparación del desinternamiento desde el momento mismo de su ingreso.

- La D. G. de P. J. del M. asume públicamente la necesidad de tener Centros cerrados para menores de reforma y aporta los dos únicos objetivos generales del nuevo Proyecto educativo:

- Que se cumpla la medida impuesta por el Juez de Menores.

- Favorecer el desarrollo integral de los menores internos.

En los casi cuatro años de funcionamiento con este nuevo modelo, las estadísticas que tenemos dan clara muestra de la consecución de esos objetivos.

La auténtica asignatura pendiente en el campo de la reforma es la existencia de una red coordinada, lo suficientemente amplia, que nos permita llevar a cabo un proceso de reinserción total en el propio medio al que debe volver el menor. En este aspecto no existe una conciencia clara de la Administración (CC.AA.) para abordar la problemática de los menores de reforma, por lo que la mayoría de las veces los tratamientos son, en parte, ineficaces.

Por último, decir que en la actualidad, Comunidades Autónomas como Canarias, Andalucía, País Vasco, Galicia... están planificando sus futuros Centros de reforma cerrados, para lo que han visitado nuestra institución y han recabado información y documentación.

La ineficacia de las macroinstituciones ha quedado clara, y han sido cerradas o van a cerrarse en breve plazo. Aún así, hay que hacer constar que siguen existiendo macroinstituciones que cobijan a menores de protección (por abandono, orfandad, explotación, malos tratos...), se mantienen por criterios económicos, hecho este que es una falacia, ya que resultan extremadamente caras, y, desde mi punto de vista, también deberían desaparecer, pues son responsables de infinidad de procesos de inadaptación y marginación, que suelen finalizar en su paso a Centros de Reforma.

 

TRES MODELOS DE INTERVENCION EXISTENTES EN LA ACTUALIDAD

 

Centro de L'Aizina:

La finalidad del Centro se fundamenta en la admisión de menores sometidos a la jurisdicción de los Juzgados de Menores, en su facultad de reforma, que dada su peculiar conflictividad, requieran una atención individualizada intensa, en un marco físico de contención, con una configuración organizativa y dinámica muy estructurada.

Utiliza el sistema progresivo y tiene tres grupos:

- Grupo de Aclimatación: con un tratamiento más individualizado y que tiene como objetivos: el conocimiento en profundidad del menor y su habituación al Centro. Su duración es de tres a seis semanas.

- Grupo progreso: con tratamiento en grupo pequeño. Tiene como objetivos:

- Trabajar el proceso de socialización.

- Iniciar el tratamiento específico.

- Aumentar el nivel cultural.

- Adquirir habilidades básicas y hábitos laborales.

- Adquisición de autocontrol.

- Inicio de terapia individual.

Su duración está entre tres y cinco meses.

- Grupo finalista: con tratamiento en grupo más numeroso. Tiene como objetivos:

- Perfeccionar y profundizar el proceso de socialización.

- Iniciar los contactos con el exterior.

- Potenciar las capacidades individuales de los menores.

- Reforzar los objetivos iniciados en el grupo progreso.

Su duración es variable. Para que el menor finalice su estancia en el Centro debe:

- Haber cumplido mínimamente los objetivos marcados en el grupo finalista

- Tener una evaluación global satisfactoria de su proceso.

- No tener una oposición por parte del Juez para que continúe la medida en el Centro semiabierto que se haya propuesto.

Como vemos la medida es indeterminada. A pesar de tener un sistema progresivo, la mayoría de los menores deben continuar su tratamiento en medio semiabierto, lo que no es congruente con que el grupo finalista sea de régimen abierto.

Sistema terapéutíco:

- Se basa en los profesionales que están en contacto con el menor como los factores generadores del cambio,

- No aplican una sistemática terapéutica enmarcada en las técnicas de modificación de conducta, pero ponen en práctica algunos postulados de ella, como el uso de:

- Refuerzos positivos y negativos para favorecer conductas deseadas.

- Procedimientos de extinción y castigo para suprimir conductas inadecuadas.

- Técnicas de modelado y contrato conductual.

- Consideran que el proyecto pedagógico es al mismo tiempo terapéutico.

- Es básica la colaboración entre profesionales cuando la situación del menor lo exige, así el psicólogo informa y solicita información a quien crea conveniente para favorecer el tratamiento.

- Se tiene como norma las entrevistas individuales con el psicólogo.

- En caso de que el menor sea drogodependiente, el psicólogo hará:

- Una primera evaluación del estado mental en que el menor se encuentra.

- Recogida de datos de la historia toxicológica.

- Participará en el diseño de programa de actuación a desarrollar en los primeros días.

 

Funciones del psicólogo:

- Comunicarse con el equipo responsable de la observación previa del menor.

- Hacer propuestas terapéuticas al Consejo asesor antes del paso del menor al grupo progreso.

- Planificar el proceso terapéutico con los otros miembros del equipo.

- Estar a disposición del Consejo Asesor y de los educadores en cuestiones que le sean propias.

- Mantener entrevistas periódicas con los menores.

- Hacer un seguimiento del proceso terapéutico.

- Incidir en las familias a nivel terapéutico, orientado hacia la restauración de la dinámica familiar.

- Colaborar en el trabajo de evaluación y seguimiento de los menores y en la orientación global del Centro.

 

Centro Altamira:

Es un Centro de la CAM que acoge a menores ingresados por orden judicial o porque así lo determine la comisión de reforma a propuesta del Centro de Primera Acogida o por criterios de la propia CAM.

Objetivos:

- Parar el proceso delincuencias en el que el menor está inmerso.

- Continuar el proceso de socialización.

- Iniciarle en las primeras experiencias laborales o prelaborales.

Plan de intervención:

El menor llega al Centro, se le da habitación y realiza la primera entrevista con su educador que le explica el proceso que llevará durante su estancia allí. 

Durante 15 días se mantiene en un período de observación, en ellos se elabora el Proyecto Educativo Individual (P. E. I.).

El P.E.I. es la adaptación de los objetivos generales del Centro a la realidad individual del menor. Una vez elaborado se establecen los objetivos a trabajar con el menor durante su estancia en el Centro, se lleva a cabo en la Comisión de Orientación.

Estos objetivos se hacen en cuatro áreas:

- Familiar.

- Escolar-prelaboral.

- De desarrollo personal.

- Higiénico sanitaria.

 

Papel y funciones del psicólogo:

- Es un componente más del equipo y su trabajo se engloba dentro del plan de trabajo del Centro, para ello:

· Colabora en la puesta en marcha de los principios educativos generales del Centro.

· Aporta su punto de vista profesional para la adecuación progresiva de los mecanismos de traba o a la realidad cotidiana.

· Participa en los órganos colegiados estatutariamente establecidos.

- Pone en marcha el P.E.I. del niño junto con el grupo de educadores, para ello:

.Trabaja directamente con el educador para plantear los objetivos individuales del menor.

. Pone en marcha las fichas de registro individual que usará el educador, revisándolas y adaptándolas a los menores.

· Hace un seguimiento con el educador de cada P.E.I.

- Participa en las programaciones y seguimiento del funcionamiento del grupo, mediante:

. El análisis del funcionamiento del grupo.

· Aportación de observaciones sobre las relaciones de que se establezcan, indicando las actuaciones a llevar a cabo.

- Relación individual con el niño:

. Conocimiento de los informes psicológicos previos y contacto con el colega de Primera Acogida.

 

NOTAS SOBRE ASPECTOS EDUCATIVOS ESPECIFICOS DE UN CENTRO DE REFORMA CERRADO, COMO RENASCO

 

1. CONSIDERACION PREVIA:

Lo expuesto en el proyecto educativo es tan general, que puede considerarse objetivo de cualquier Centro dedicado a la educación, sin tener en cuenta las características especiales de un Centro como el nuestro.

Ello no es gratuito: en efecto, se trata de conseguir que los menores confiados a nosotros alcancen, a través de la educación, una "normalidad" que favorezca su desarrollo social y personal, del mismo modo que se plantea ese objetivo en cualquier otro Centro educativo.

Cabe pensar, sin embargo, que un Centro "especial" tenga objetivos, situaciones y métodos "especiales" De ello hemos de ocuparnos a continuación.

 

2. BOCETO DE INVENTARIO DE SITUACIONES Y ELEMENTOS "ESPECIALES" QUE CONDICIONAN LA RELACION EDUCATIVA EN EL CENTRO:

1) Características de la población.

2) Carácter cerrado del Centro.

3) Procedimiento de ingreso y salida.

4) Dificultad de acceso a la red educativa ordinaria (M.E.C.).

5) Contingencia organizativa: plantilla, marco laboral, marco administrativo.

3. COMO CONSECUENCIA DE ESAS SITUACIONES ESPECIALES, LOS OBJETIVOS GENERALES EXPUESTOS EN EL P.E. QUEDAN CONDICIONADOS, Y SE DESARROLLAN EN DOS VERTIENTES:

 

3.1. La administrativa: Que confiere al Centro su carácter cerrado encaminado a posibilitar el desarrollo de medidas judiciales. Esto hace que nos propongamos como objetivos generales para todo menor que ingresa: 

- Su acomodación al Centro.

- Su conocimiento del sistema de convivencia.

- Su participación en el mismo.

- El conocimiento de los valores en que se basa el sistema.

- Su asunción crítica.

 

3.2. La educativa: Orientada a la consecución del desarrollo personal de los menores desde una perspectiva biopsicosocial, para lo que nos fijamos como objetivos generales:

- El desarrollo de la capacidad de comunicación que mejore las relaciones interpersonales de los menores.

- Adquisición de habilidades sociales, imprescindibles para desenvolverse en nuestra sociedad.

- Desarrollo de la capacidad de autocontrol.

- Adquisición e interiorización de un sistema de valores socialmente válido.

- Mejora general de su nivel cultural.

- Mejora de su nivel de autoestima.

- Adquisición de hábitos higiénicos y alimenticios que favorezcan el desarrollo armónico del cuerpo.

3.3. Para la consecución de los objetivos generales, planificamos la acción educativa a través de la división en áreas de intervención. Cada una de ellas, a su vez, se materializa mediante un repertorio de actividades concretas. En todo caso los objetivos enunciados son perseguidos en todas las intervenciones del equipo técnico-educativo. Pero, naturalmente, en cada área nos proponemos una serie de objetivos específicos de ellas, e igual ocurre en las actividades concretas en que se desarrollan.

Por lo que se refiere a las áreas, los objetivos perseguidos son:

3.3.1. AREA CULTURAL:

- Adaptación al nivel inicial de cada menor.

- Mejora general.

- Intento de conexión con la red educativa ordinaria (M.E.C.) en casos posibles.

- Orientación para la adquisición de un título oficial. 

3.3.2. AREA PRETECNOLOGICA:

- Desarrollo de la autodisciplina.

- Desarrollo de la capacidad de organización.

- Desarrollo de la capacidad de análisis.

- Aplicación práctica de conocimientos teóricos.

- Desarrollo de la creatividad.

- Desarrollo de la destreza manual.

 

Es importante destacar que los objetivos del área no son los encaminados al aprendizaje de habilidades profesionales, sino las orientadas al desarrollo personal de los menores. En efecto, los talleres son básicamente pretextos para la creación de situaciones que actúan como "tercer elemento" en la relación educativa. 

3.3.3. AREA DE OCIO Y TIEMPO LIBRE:

3.3.3.1. Objetivos específicos de índole educativa:

- Adquisición de recursos lúdicos: ampliación de su repertorio.

- Organización del tiempo libre.

- Desarrollo personal.

- Desarrollo de la creatividad.

- Aprovechamiento de las situaciones educativas no regladas.

3.3.3.2. Objetivos relacionados con aspectos organizativos (régimen interior):

- Mantenimiento de actitudes activas.

- Organización de "tiempos muertos" que, por inercia, podrían reproducir esquemas perniciosos a los que suelen estar habituados los menores que ingresan.

3.3.4. AREA DE DESARROLLO PERSONAL:

- Desarrollo de la capacidad de comunicación (expresar sentimientos y emociones).

- Interiorización de valores sociales normalizados.

- Desarrollo de la capacidad de autocontrol.

- Apoyo terapéutico en los casos precisos.

 

3.4. Nota sobre valoración de los objetivos:

El gran objetivo general del P.E., es poner las bases para la integración del menor en la sociedad normalizada con posibilidades de éxito.

La conducta antisocial grave que origina el ingreso de los menores en nuestro Centro está motivada por causas diversas que, desde luego, inciden en la formación de los mismos. No son, sin embargo, los conocimientos teóricos estandarizados causa, sino síntoma; de otras más graves en su desarrollo personal. Esta es la razón por la que, en el desarrollo del P.E., existe una preeminencia del área de desarrollo personal sobre el resto. La educación puede ayudar a un menor a integrarse en la sociedad normalizada. No basta el castigo (incluso al contrario, se segrega). Pero no puede entenderse la educación como acumulación de conocimientos, sino como adquisición de recursos personales para resolver problemas con éxito, incluyo aquí normas y pautas de comportamiento.

 

4. METODOLOGIA:

 

También la metodología de trabajo presenta algunas peculiaridades derivadas de los condicionantes especiales de nuestro Centro aludidos en el punto 2, que ahora retomamos y matizamos.

 

4.1. Condicionantes especiales:

- Dificultad de acceso a la red educativa normalizada.

- Tipología de los chavales.

- Heterogeneidad de nivel.

- Carácter no voluntario del internamiento.

- Movilidad de los grupos.

- Incapacidad legal del equipo técnico educativo para decidir el momento y la forma del desinternamiento.

- Contingencias organizativas:

· Trabajo a turnos.

· Personal y medidas de seguridad.

 

Todos estos condicionantes suponen problemas como:

 

- Rechazo inicial del trabajo que realiza la institución. 

- Apatía, cuando no agresividad.

- Aislamiento del medio normalizado.

- Inestabilidad de los grupos, al cambiar de componentes en períodos irregulares.

- Imposibilidad de especificar a los menores las condiciones de su desinternamiento.

- Dificultades administrativas para la obtención de títulos oficiales.

- Contradicción entre los aspectos educativos y los de seguridad (voluntariedad versus obligatoriedad).

- Problemas de continuidad (Trabajo a turnos).

 

4.2. Para superar estas dificultades específicas de un Centro de régimen cerrado, concretamos los principios metodológicos expuestos en el P. E. en las siguientes líneas de actuación generales:

- Adaptación a la situación individual de cada menor. Para ello, elaboramos planes de intervención global individualizados; tras un período inicial de observación y diagnóstico de todo el equipo técnico-educativo. Estos planes tienen un seguimiento continuo y evaluaciones mensuales que puedan dar lugar a modificaciones consideradas oportunas. De los P.I.G. se hace partícipe a la COMUNIDAD AUTONOMA DE MADRID, que informa semanalmente a los jueces de las posibles incidencias y mensualmente del cumplimiento o no de los objetivos planteados.

- Agrupamientos reducidos de menores. No hay un criterio decisivo para la adscripción de un menor a un grupo. Pero, entre los posibles, predomina el de "nivel cultural" para homogeneizar el nivel de las actividades.  

- Pedagogía activa: el menor es protagonista de la tarea educativa (agente, no recipiente).

- Pedagogía del éxito: progresión en los grados de dificultad cuya superación mejora la autoestima y estimula la continuación de los procesos.

- Planificación del trabajo en áreas de intervención: cultural, pretecnológica, ocio y tiempo libre y desarrollo personal. Esta última se solapa con el resto de acuerdo con la jerarquía de objetivos generales antes enunciados.

- Inventario de actividades extenso y variable para evitar la monotonía, siempre lamentable, pero especialmente en un centro de régimen cerrado; para, además, observar actitudes y aptitudes de los menores y potenciarías; para, finalmente, adecuar la oferta educativa a la demanda variable de menores distintos en grupos diferentes.

- Trabajo en equipo. La planificación, ejecución y evaluación de todas las intervenciones con el menor y el grupo de menores se realiza en equipo. En el P. del Centro se especifican los distintos equipos en que se subdivide el equipo técnico docente, sus funciones, forma de coordinación con el resto y periodicidad ordinaria de sus reuniones.

- Polivalencia de educadores: cada educador desarrolla actividades de varias áreas. La explicitud de las programaciones permite, en caso de necesidad, que cualquier educador pueda dirigir cualquier actividad. 

- Participación activa de los menores: en todo grupo existen normas de relación explícitas o implícitas. En un Centro de régimen cerrado debe existir una normativa clara y explícita que regula la convivencia. Este hecho reviste gran importancia desde el punto de vista educativo, por cuanto facilita la acomodación del menor a la vida del centro y permite el ejercicio de pautas de conducta basadas en valores éticos y sociales de la sociedad normalizada.

El otro lado de la moneda es el derivado del carácter obligatorio, no opcional o libremente aceptado, del sistema de convivencia establecido, consecuencia de lo cual es el riesgo de que, por sí mismo, éste no produzca la interiorización por los menores de los valores en que se basa.

Pese a todo, consideramos imprescindible regular de forma precisa la convivencia interna con solidez suficiente, que no debe confundirse con rigidez apriorística. La norma se basa, de un lado, en valores éticos socialmente aceptables; de otro, en criterios pragmáticos, organizativos. En ningún caso debe existir contradicción entre ambos y, desde luego, en caso de conflicto deben prevalecer los primeros.

De cualquier modo, tanto unos como otros son criticables, y criticados. Para ello, existen asambleas semanales de internos y personal donde todos ponen en cuestión los elementos que rigen la convivencia del centro y surgen propuestas o resoluciones de modificación de los aspectos considerados negativos o inadecuados. 

El objeto de estas asambleas es, evidentemente, doble:

- De carácter organizativo: perfeccionamiento del sistema.

- De carácter educativo: mediante el ejercicio de la participación activa y la corresponsabilidad del sistema de convivencia, lo que intenta contrarrestar el efecto negativo de la obligatoriedad del mismo.

 

INVENTARIO DE BENEFICIOS EDUCATIVOS QUE SE PUEDEN OBTENER EN RENASCO

 

  1. GLOBALES (PARA TODOS LOS INTERNOS)

 

- Mejora del nivel de autoestima.

- Mejora de la capacidad de comunicación.

- Desarrollo de habilidades sociales.

- Mejora de la capacidad de autocontrol.

- Desarrollo de conocimientos teóricos y prácticos.

- Mejora de la capacidad de autodisciplina.

- Adquisición de hábitos:

· De higiene.

· De horarios (de sueño, comidas...).

· De organización del tiempo libre.

· De participación responsable.

 

2. INDIVIDUALES

 

- Variables en función de cada interno, de acuerdo con los objetivos que se marcan en los planes de intervención global individuales.

- Encaminados a la consecución de los globales.

3. Los mencionados beneficios se persiguen tanto a través de las actividades regladas como de los espacios de ocio.

 

4. ALGUNAS CONSIDERACIONES, SEGURAMENTE OBVIAS, SOBRE POSIBILIDADES Y LIMITES DE LA EDUCACION

 

- La educación, en lo que supone de desarrollo personal, en cuanto dota de recursos para resolver problemas con éxito, es imprescindible en el proceso de reinserción de los menores.

- Estos, en cuanto están en edad de crecimiento, tienen muchas posibilidades desde el punto de vista educativo: son aún flexibles.

- En nuestro centro pretendemos cubrir los objetivos en el plano educativo antes enunciados para la obtención de los beneficios arriba aludidos.

- El éxito o fracaso del P. E. debería evaluarse, en consecuencia, desde esos criterios. Sin embargo, todo programa de trabajo deberá partir de datos de evolución externa: reincidencia o rehabilitación. Hay que recordar que existen factores ajenos a lo educativo que condicionan la evolución de los menores tras su desinternamiento. De poco valen los recursos aprendidos si se vuelve a un medio que dificulta la "normalización", especialmente si el medio es el familiar. Parece ingenuo pensar que un adolescente, durante el "rodaje" de nuevos recursos, pueda modificar la realidad del entorno que lo envuelve sin apoyo externo. Hay que insistir, en consecuencia, en la necesidad de trabajar desde las instituciones sobre las condiciones delictógenas del medio. Esa es una tarea que escapa a las posibilidades de un Centro.

 

INVENTARIO DE ACTIVIDADES

 

1. INTRODUCCION

Todas las actividades que se desarrollan o pueden desarrollarse en RENASCO persiguen un doble objetivo:

- Aprendizaje del Objeto de la actividad.

- Ser utilizada, en cuanto espacio donde se produce la relación educativa, para favorecer el desarrollo personal de los menores.

Hemos dicho ya que el área básica de intervención es la de Desarrollo Personal. Los objetivos prioritarios son los que encarna el área. Todas las actividades y momentos de ocio son espacios de relación educativa donde el educador interviene para favorecer el desarrollo personal, no sólo cultural, físico, manual... de los menores.

El inventario de actividades es variable, como ya anunciamos en el apartado dedicado a metodología. Por lo tanto, el actual, que relacionamos a continuación, tiene carácter provisional.

 

2. INVENTARIO

 

2.1. Actividades del área cultural

 

 

2.2. Actividades del área pretecnológica  

 

- Marquetería

- Modelismo

- Cuero

- Cerámica

- Dibujo

- Electricidad

- Pirograbado

- Papirotlexia

- Esmaltado

- Informática

 

2.3. Actividades del área de desarrollo personal

 

 

2.4. Ocio y tiempo libre

 

- Deportes: Front-tenis, tenis, baloncesto, futbito, voleibol

- Juegos de interior y de patio

- Competiciones

 

3. OBSERVACIONES

3.1. El área de desarrollo personal se desenvuelve en el grupo de actividades relacionado. Pero, además, el equipo

responsable, elabora programas de trabajo para cada menor que deben ser desarrollados por todos los profesionales en todas las actividades.

3.2. Las actividades desarrolladas en el área de ocio y tiempo libre tienen carácter voluntario. El educador hace de animador y las propone si los internos no tienen planes previos. Los objetivos del área, aparte de la propia satisfacción que lo lúdico produce, son, como ya hemos dicho: favorecer el desarrollo espontáneo; propiciar el desarrollo de la capacidad de organización del tiempo libre; ofrecer a los menores un repertorio de posibilidades lúdicas desconocidas. Todo ello, de cara la obtención de recursos personales para su desinternamiento.

3.3. Las actividades desarrolladas en el área de manualidades, como ya hemos dicho, tienen por objeto no tanto el

aprendizaje de técnicas de trabajo, cuanto la mejora de la autoestima como consecuencia de la realización de obras

concretas de dificultad creciente, la adquisición de hábitos de trabajo; el desarrollo de la capacidad de autodisciplina.

3.4. Las actividades desarrolladas en el área cultural tienen programas cíclicos para favorecer la incorporación de los menores de nuevo ingreso al ritmo de los grupos.

En el caso de menores que se encuentren en disposición de obtener alguna titulación oficial, el programa se adapta a las necesidades concretas.

En todo caso, se parte del nivel inicial de conocimientos de los menores.

 

DATOS DE SEGUIMIENTO. MATERIAL UTILIZADO

1. La evolución de los menores durante su internamiento es seguida continuamente por los miembros del equipo técnico-educativo. La recogida de datos provenientes de las observaciones del personal está estandarizado. Relacionamos, a continuación, las fichas de observación existentes:

- Fichas de seguimiento individual para actividades. Periodicidad diaria.

- Gráfica de seguimiento de actividades por grupo. Periodicidad mensual. 

- Gráfica de seguimiento de lecturas. Periodicidad mensual.

Para las observaciones no susceptibles de homogeneización en fichas, existen los cuadernos diarios de seguimiento de cada menor. Se rellenan diariamente dos veces: una por turno.

También, informe mensual de la evolución y grado de consecución de objetivos de cada menor en cada actividad, elaborado por el educador responsable de la misma.

Para las observaciones relativas a los grupos, se rellena diariamente un parte de incidencias.

Además, existe intercambio de información en las reuniones de los distintos grupos y equipos de trabajo que figuran en el P. E. (de cambio de turno, de área, equipo técnico...).

Toda la información existente, se resume en el informe mensual global de cada menor del que se remite copia a la COMUNIDAD AUTONOMA DE MADRID. 

Por último, existen las asambleas de alumnos, de las que se levanta acta (todos los sábados).

 

OBSERVACIONES SOBRE LOS MECANISMOS DE EVALUACION

 

Se realiza de acuerdo con lo expuesto en el P. E. No obstante, conviene realizar alguna observación:

1. Los planes de intervención global, los realiza un equipo: 

- EL DIRECTOR

- EL PSICOLOGO 

- EL ASISTENTE SOCIAL

- EL EDUCADOR-TUTOR

 

Tras estudiar y valorar la información provenientes de todo el equipo técnico-educativo.

2. Existe un grupo abierto de recogida de datos para la realización de análisis institucional. En la actualidad hay un equipo de doce personas evaluando el Proyecto Educativo desde diciembre de 1987 hasta el 1 de julio del presente año.

3. Existe una evaluación permanente, realizada a través de las reuniones diarias de cambio de turno, de las semanales de coordinadores y de las asambleas semanales de alumnos que permiten realizar ajustes sobre la marcha, siempre que no supongan una modificación sustancial del sistema, lo que requeriría ser tratado en reuniones generales. Por citar algún ejemplo concreto de reajuste, se ha modificado el horario de actividades del turno de tarde ampliando el tiempo dedicado a cada una de ellas, por comprobar educadores y alumnos, que el prefijado resulta insuficiente.

 

CONSIDERACION FINAL

El Proyecto Educativo es un punto de partida. El sistema de trabajo es vivo y, en consecuencia, evoluciona, cambia, mejora en el empeño de ofrecer a los menores que ingresan recursos útiles para su vida. Por tanto, todo lo aquí expuesto es retomable y modificable con esa idea como norte.