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REUNIONES CIENTIFICAS

EL NIÑO Y LA MEDIACION FAMILIAR

Trinidad BERNAL SAMPER y Gloria MARTIN FRANCISCO

Mediadoras Familiares. Centro de Mediación APSIDE


El día 16 de octubre de 1992 tuvo lugar en París una jornada de trabajo "El niño y la Mediación Familiar", organizada por la Asociación para la Promoción de lo Mediación Familiar (A.P.M.F.). Esta jornada se inició con la intervención de la presidenta de la mencionada asociación que expuso el punto de vista de la mismo sobre la práctica de la mediación en tres momentos distintos: para prevenir la separación, para ayudar a tomar la decisión de separarse y para ayudar a la separación cuando ésta es inevitable, haciendo hincapié en la formación de los mediadores.

A continuación se presentó un debate entre distintos profesionales sobre el lugar del niño en la separación y el divorcio, desde tres puntos de vista: sociológico, psicológico y judicial.

Desde el punto de vista sociológico se planteó el divorcio como un fenómeno masivo y banalizado debido a una serie de aspectos como: la reducción de los períodos de convivencia de las parejas, e acceso de la mujer al mundo laboral, etc. Relacionando lo expuesto con el lugar del niño en la separación y el divorcio, y partiendo de la Convención de Derechos del Niño, se planteó su derecho a ser oído en las decisiones que le afecten y tomar parte en ellas.

El punto de vista psicológico fue presentado desde una perspectiva psicoanalítica y en forma de preguntas sin respuesta: ¿Qué es un- niño? ¿Qué es una pareja? ¿Cuál es el lugar del niño? etcétera, para finalizar diciendo que el objetivo de la ley debe ser prohibir el incesto.

El punto de vista jurídico fue expuesto por un Juez de Familia y dos abogados. El juez opinó que la responsabilidad parental de decidir sobre el futuro de la familia corresponde a los propios interesados, y no debe trasladarse a los jueces dicha responsabilidad, ni debe obligárseles a decidir sobre "problemas íntimos". Uno de los dos abogados mostró la conveniencia de informar a los padres sobre el contenido de la patria potestad que es conjunta, con independencia de la atribución de la guarda y custodia, así como sobre la necesidad de conseguir acuerdos duraderos, evitando el procedimiento contencioso; la otra aborda interviniente defendió la figura de abogado del niño, tanto en los supuestos de malos tratos producidos dentro del ámbito familiar, como en los casos examinados por los Tribunales de Menores.

El debate interprofesional fue seguido de un pequeño coloquio con los asistentes, concluyéndose la necesidad de una patria potestad ejercida conjuntamente en la práctica por ambos padres.

La segunda parte de la jornada comenzó con un teatro-forum sobre el lugar del niño en la mediación familiar en el que se representaron distintas situaciones relacionadas con el tema de forma satírica, ocupando esta actividad la mayor parte de la tarde.

A continuación se desarrolló una mesa redonda bajo el titulo "Experiencias Europeas", interviniendo un Mediador por cada uno de los siete países propuestos:

- Alemania: Donald Cramer

- Reino Unido: lisa Parkinson

- Francia: Bendit Demouliere

- Italia: lrene Bernardini

- Suiza: Sylvie Monnier

- España: Trinidad Bernal

- Bélgica: Hélene Van Den Steen

Estas intervenciones se centraron en una pregunta hecha a cada uno de los siete países representados debiendo responder en un tiempo de 2 minutos.

La Mesa Redonda tuvo una duración total de 40 minutos, sin posibilidad de debate acerca de las preguntas formuladas por la Asociación organizadora a los miembros de la Mesa, y sin que se diera ocasión a éstos de exponer las experiencias en el campo de la Mediación Familiar llevadas a cabo en los distintos países.

Esta Mesa Redonda Europea se concluyó apresuradamente para dar paso a un teatro leído por dos Mediadores Familiares de la Asociación organizadora, que duró más de una hora, y en el que uno de los lectores representaba a un Mediador (el otro a un niño, cuyos padres estarían separados, y que no quería ver a uno de los progenitores.

La clausura de la jornada estuvo a cargo de la Presidenta de la Asociación para la Promoción de la Mediación Familiar Muriel Laroque.

COMENTARIOS

No compartimos la posición de la A.P.M.F. so re el rol de mediador familiar en los tres niveles de intervención apuntados, puesto que consideramos que la ayuda en la toma de decisión acerca de la separación o de la evitación de ésta, corresponde más específicamente al rol de terapeuta de pareja que al de mediador.

Respecto al debate interprofesional sobre el lugar del niño en la separación, no aportó ningún conocimiento nuevo ni sirvió para aclarar las dudas presentadas desde las distintas perspectivas, sin posibilitar tampoco la participación de los asistentes.

El tiempo dedicado a las actividades teatrales dentro de la jornada -3 horas y 1/2- resultó a todas luces excesivo y desproporcionado en relación con el tiempo dedicado a los otros apartados del programa, sin que además contribuyera a otra cosa que no fuera la distracción y entretenimiento de los asistentes por parte del grupo teatral del "Centro del teatro del Oprimido"; este entretenimiento, sin embargo, no pudo evitar el disgusto de los participantes en la Jornada, que lo consideraban una pérdida de tiempo, teniendo en cuenta la larga distancia recorrida por muchos de ellos y el correspondiente gasto realizado.

El malestar de los asistentes a la jornada se agudizó al comenzar la Mesa Redonda integrada por mediadores de los distintos países europeos. Tras conseguir algo difícil, como reunir mediadores de ocho países europeos en un sólo mesa, los organizadores de la jornada perdieron la oportunidad de recabar información sobre la práctica de la Mediación Familiar en los distintos países, limitándose a formular a cada representante una sola pregunta de opinión sobre un aspecto muy concreto de la Mediación, y sin posibilidad de debate.

Las expectativas que despertó una jornada a nivel europeo sobre un tema tan de actualidad como el papel del niño en la Mediación Familiar, resultaron totalmente defraudadas por un acto que resultó ser de carácter totalmente interno de una Asociación -A.P.M.F.-, que no se limitó a organizar la jornada, sino que fue la protagonista, directora, moderadora, enjuiciadora capitalizadora de la misma, hablando sus representantes en todo momento "desde la verdad absoluta", sin atender a la presencia y opiniones del resto de los representantes y asistentes de otros países europeos.