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CRITICA DE LIBROS

LA PSICOLOGIA SOCIAL EN LA SALA DE JUSTICIA. El JURADO Y El TESTIMONIO

J. SOBRAL y R. ARCE

Barcelona: Paidós, 1990

Antonio L. MANZANERO

Departamento de Psicología Básica. Universidad Autónoma de Madrid


En Psicología Jurídica contamos con prestigiosos investigadores no sólo en el extranjero sino también en España (como quedó reflejado en la última reunión europea de ley y Psicología celebrada en Oxford). Durante años estos investigadores españoles han ido creando las bases para que poco a poco empiecen a obtenerse resultados de carácter práctico. Tanto es así que se están produciendo por vez primera intervenciones en juicios de psicólogos expertos en testimonio (Tenerife y Madrid), creándose nuevas figuras de psicólogo jurídico como por ejemplo el psicólogo forense experimental. Ello demuestra que la labor de la psicología en el campo jurídico es esencial (como lo es hace tiempo en otros países de tradición democrática anterior a la nuestra).

Sin embargo, la bibliografía existente sobre estos temas en castellano es muy escasa. Por eso es tan importante la publicación del libro La Psicología Social en la Sola de Justicia. El Jurado y el Testimonio de Jorge Sobral y Ramón Arce. En este libro se perfilan dos ejes fundamentales: El Jurado y los Testigos. Como Gonzalo Serrano afirma en el prólogo "este trabajo presenta dos características claramente diferencias ( ... ) centrarse fundamentalmente en la institución del Jurado ( ... y, por otro lado ... ) se trata de algo más que una revisión o sistematización del estado de la cuestión: es una aportación basada en la investigación empírica, sistemática y rigurosa". los autores hacen un recorrido, con vocación literaria en ocasiones, por los complicados entramados de los Jurados, para progresivamente ir pasando a analizar algunos de los procesos más relevantes que tienen lugar en la actuación de los mismos. Desde la toma de decisión y el proceso de deliberación hasta los factores asociados con los testigos presenciales, a través de los trabajos sobre la exactitud y la credibilidad. Dignos de reseñar, por la claridad y concisión con que son expuestos, haciendo fácil la comprensión incluso para legos en la materia jurídica, son los capítulos dedicados al origen, desarrollo y modalidades del Jurado, y al procedimiento y mecanismos judiciales. los diferentes autores hacen una defensa bien fundamentada, con base en estudios científicos, de los jurados y principalmente de un tipo de jurado concreto, el jurado puro- Argumentado desde una perspectiva psicológica, encontramos qué modalidades de jurado existen:

Jurados Puros o Jurados Escabinados, y cuál es más eficaz. Otro de los asuntos tratados es la diferencia entre Jueces y Jurados, donde se observa e los segundos se inclinan por el defendido en caso de duda razonable, mientras que podría hablarse de un sesgo hacia la culpabilidad por parte de los jueces, como una especie de deformación profesional. Más preguntas a las que estos autores responden, hacen referencia a cuál es el origen del Jurado, qué procedimiento se sigue en su formación, cuáles son sus competencias y qué relación guarda el tamaño del Jurado con la regla resolutoria. Nos hablan acerca de la representatividad de éste, de lo conveniente que sería hacer una selección científica de los miembros del Jurado, y presentan trabajos que argumentan a favor de que los Jurados no deben limitarse sólo a decidir la culpabilidad o inocencia del encausado sino que deben también pronunciarse por la pena a aplicar tal y como lo demuestran estudios españoles realizados por Arce (1988). Respecto a la fase de dictar sentencia, diferentes autores abogan por un jurado mixto, utilizado en varios países. Respecto al tamaño del Jurado parece ser que el ideal son nueve miembros ya que como muestra Arce (1989) a medida que aumenta el tamaño aumenta también en mayor grado el número de jurados que no participa en la deliberación, ello sin dejar de lado la representatividad del mismo.

Una segunda parte del libro cuestiona qué factores afectan a la toma de decisión del Jurado y cómo se lleva a cabo la deliberación. Respecto a las variables que afectan a la toma de decisiones judiciales apuntan que en el caso de los Jueces las variables de personalidad no influyen sobre la sentencia; mientras que los antecedentes políticos o sociales sí afectan a las decisiones judiciales; el sexo del acusado y de la víctima, la raza, el estatus socioeconómico, los antecedentes del acusado y la atracción sexual influyen en las sentencias. Y desde el punto de vista del Jurado, las variables demográficas -sexo, raza, edad, estado civil, educación...-, variables de personalidad -autoritarismo, acritudes hacia la delincuencia, locus de control... -, y experiencia en juicios, entre otras, ejercen influencia sobre las decisiones adoptadas.

Finalmente Prieto, Diges y Bernal nos muestran qué procesos intervienen en los testigos, qué exactitud puede esperarse de éstos y cuál es el impacto que el testigo presencial tiene sobre el Jurado. Entre los primeros cabria destacar cómo influye el tipo de delito y las circunstancias en que se produjo; el peso que las características de los testigos tienen sobre sus declaraciones; la tremenda influencia que puede tener la información anterior al suceso -distorsionando la memoria de los testigos hasta hacerles creer con toda seguridad haber presenciado algo que nunca existió-; cómo debe hacerse un buen interrogatorio y los tipos que podemos encontrarnos; y respecto a las tan traídas y llevadas ruedas de identificación, sus problemas, cuándo son válidas y cuándo no, cómo deben hacerse y qué tipos de ruedas hay. Del impacto que el testigo ejerce nos muestran cuáles son los principales factores a tener en cuenta en la asignación de credibilidad a un testigo; cuál es el papel que ejerce la seguridad que los testigos muestran en sus declaraciones y su nula relación con la exactitud -aún cuando la legislación Española considera esta variable un buen indicador de credibilidad (el testigo deberá "identificar sin ningún género de dudas" a un acusado)-; la gran importancia que un testimonio o una identificación tienen sobre el veredicto, donde una investigación española (Prieto, 1989) muestra que la percepción de culpabilidad aumenta considerablemente cuando el acusado es identificado por un testigo, incluso habiendo sido desacreditado por la defensa. Finaliza el libro con una perspectiva general de Sobral y Arce sobre el presente y futuro de los jurados en España.

La Psicología Social en la Sala de Justicia. El Jurado y el Testimonio es un libro que recomendaríamos tanto a psicólogos, fundamentalmente a aquellos relacionados con lo jurídico, como a profesionales de la Justicia. Sería de desear que este libro provocara el debate que tanto parece hacer falta en la administración de la justicia, al que sin duda aporta datos fundamentados científicamente y que don una perspectiva, psicológica, que desgraciadamente muchos y en muchas ocasiones dejan de lado. Desde luego queda patente que la Psicología tiene y tendrá mucho que decir en campos donde se ha acotado la participación y donde sin ninguna duda lo más indicado sería la interdisciplinariedad.