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ESTUDIOS

 

PERSPECTIVAS ACTUALES EN LA DELINCUENCIA SEXUAL

(Análisis Previo a un programa evaluativo, tratamental y de predicción del riesgo de reincidencia sobre una muestra penitenciaria de agresores sexuales penados españoles.)

 

Cándido SANCHEZ

Psicólogo. Cuerpo Técnico de II.PP.


INTRODUCCION

EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO DEL DELINCUENTE SEXUAL:

Examen de los resultados de investigación.

EVALUACION DEL RIESGO RELATIVO A LA COMISION DE LA AGRESION SEXUAL.

TRATAMIENTO ORGANICO DE LAS INCLINACIONES SEXUALES DESVIADAS.

TRATAMIENTO PSICOLOGICO DE LAS PREFERENCIAS SEXUALES DESVIADAS.

TRATAMIENTO Y REINCIDENCIA.

CONSIDERACIONES FINALES SOBRE ELABORACION DE PROGRAMAS DE TRATAMIENTO.

REFERENCIAS


INTRODUCCION

Las infracciones de naturaleza sexual constituyen un fenómeno muy complejo para el que no existe una solución milagrosa. Aunque numerosas cuestiones en cuanto a la etiología, la evaluación, la tipología y la eficacia del tratamiento permanecen aún sin respuesta. Contamos con una cantidad considerable de conocimientos e investigaciones que permiten establecer una política socio/jurídico/penitenciaria y unos programas al respecto.

Los delitos de naturaleza sexual no tienen una causa única, numerosos factores contribuyen a empujar a un individuo a cometer tal agresión y existen métodos de tratamiento de los que se sabe que pueden ayudar a regular o a reducir ciertos problemas. Ningún método es una garantía de éxito total, pero bastantes han permitido obtener prometedores resultados. Los especialistas no pretenden poder lo curar" a los delincuentes sexuales más bien se trata de reducir el riesgo de recidivas o prevención de reincidencias.

 

EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO DEL DELINCUENTE SEXUAL:

Examen de los resultados de investigación.

El examen de los trabajos publicados sobre la comisión de la agresión sexual no permite extraer ninguna conclusión clara y neta que pueda fácilmente orientar nuestra concepción de los tratamientos penitenciarios. Lo que realmente conduce a estos individuos a cometer este tipo de delitos queda todavía en el terreno de la especulación, lo mismo que las formas de tratarlos (en especial a aquellos que representan los mayores riesgos). 

Desde el punto de vista de la seguridad ciudadana y de la validez de las intervenciones, la gestión y el tratamiento de los delincuentes sexuales debería encaminarse a reducir el riesgo de recidivas. La evaluación debería descubrir los factores de riesgo conexos a la agresión sexual y el tratamiento debería incidir sobre los factores de riesgo susceptibles de ser modificados.

 

TABLA 1. Factores de Riesgo que pueden justificar una intervención.

1) Factores de motivación deseo sexual.
  • Deseo sexual desviado.
  • Alteraciones de las estructuras cerebrales del placer sexual.
  • Necesidades efectivas y conflictos emocionales (P.ej. dominancia odio. agresión. dependencia... ).

2) Dificultades para la satisfacción del deseo normal:

  • C.I. débil.
  • Personalidad poco atractiva
  • Débil afirmación del yo.
  • Habilidades sociales deficitarias
  • Rigidez de opinión sexual.
  • Falta de conocimiento sexual.
  • Disfunciones sexuales.
  • Ausencia de pareja.
  • Dificultades conyugales.

3) Factores desinhibidores:

  • Toxicomanía.
  • Uso de pornografía
  • Modelado (victimización en la infancia).
  • Distorsiones cognitivo/sexuales
  • (mitos sobre la violación traslado de la censura a la víctima)
  • Actitudes potenciadoras de la violencia.
  • Forma de vida antisocial
  • Psicopatía,
  • Psicosis.
  • Lesión patológica cerebral.

4) Factores inhibidores:

  • Valores morales.
  • Empatía por la Víctima.
  • Aversión hacia la violencia.
  • Miedo a las consecuencias.
  • Penas previstas por la ley.
  • (Encarcelamiento)
  • Ausencia de posibles víctimas.
  • Resistencia de la víctima.

 

EVALUACION DEL RIESGO RELATIVO A LA COMISION DE LA AGRESION SEXUAL.

Los delincuentes sexuales no son un grupo homogéneo. Esto es un hecho que los especialistas en la materia subrayan en todas sus discusiones sobre el tratamiento o sobre la previsión del riesgo de reincidencia. Como factores de riesgo se han designado diferentes características de los delincuentes y de las infracciones, así como cierto número de circunstancias o de variables situacionales (Kalichman, 1991; Duthie, 1990; Erickson, 1987; Smith, 1987; Quinsey, 1986; Finkelhor, 1984; Langevin, 1983; Howells, 1981), no habiéndose encontrado ningún factor de riesgo que sea subyacente, causal o inherente a todos los tipos de agresión sexual.

Los factores de riesgo para los que el soporte empírico es más sólido, son los que se refieren a: infracciones anteriores, desviaciones sexuales múltiples, uso de la fuerza, exhibicionismo y tipología de la víctima (menores masculinos, jóvenes, personas desconocidas). Dichos factores habrá que tenerlos en cuenta cuando se establecen las prioridades de intervención, la concepción de las estrategias de tratamiento y el nivel de control necesario para reducir lo más posible los riesgos después del tratamiento.

Los factores de riesgo susceptibles de ser tratados por los regímenes particulares del tratamiento no están todavía claramente definidos. En la TABLA 1 se expone una lista parcial de estos factores, los cuales quedarían agrupados como sigue: 1) Disposiciones individuales que pueden motivar una agresión sexual, 2) Factores que pueden bloquear la posibilidad de gratificación sexual "normal", 3) Factores desinhibidores que permiten la actualización de fantasías sexuales desviantes, 4) Factores que pueden inhibir una excitación sexual desviada.

Por otra parte, las tendencias sexualmente desviadas se evalúan generalmente por medio de entrevistas, historia sexual del sujeto, y falometría (medida fisiológica de la excitación sexual). Debido a que la versión del sujeto y las medidas falométricas no siempre se corresponden, la investigación recomienda reunir la información a partir de varias fuentes (Wormith, 1985).

Para la evaluación de los factores de riesgo, se dispone de diferentes medidas reconocidas, tales como habilidades sociales, actitudes respecto a la agresión sexual y a la violencia, así como otros valores y creencias que pueden estar vinculados a la agresión sexual -p.ej. culpabilizar a la víctima-. El punto esencial es que los resultados de las investigaciones parecen apoyar el principio de una evaluación exhaustiva y susceptible de cubrir toda una gama de factores de riesgo y de necesidades tratables.

Así, los programas de tratamiento deben ser lo suficientemente completos para cubrir en lo posible la mayoría de los problemas o déficits que sufren la mayor parte de este tipo de internos.

Como apéndice a este apartado merecen destacarse una serie de Criterios que se han venido utilizando en la evaluación del delincuente sexual dentro del "Juvenile Sexual Offender Program" (fuente: Wayne R. Smith, University of Whasington, Seatle, 1987). Dichos criterios hacen referencia tanto al riesgo de una nueva comisión delictiva, como a la conveniencia de un tratamiento residencial versus ambulatorio. Tales criterios son:

Criterios de Bajo Riesgo: 1. Primer delito conocido sin evidencia de patrón delictivo desarrollado, 2. Delincuente receptivo en la exploración de manera no-defensiva, 3. El infractor reconoce y comprende el impacto negativo del delito sobre la víctima, ... , 15. La familia identifica problemas dentro del grupo familiar relacionados con el comportamiento sexual desviado del agresor, 16. El infractor tiene una adecuada adaptación social, con presencia de apoyo de un grupo de iguales y de participación en actividades, 17. El delincuente no posee antecedentes de problemas conductuales y/o académicos.

Criterios de Riesgo Moderado: 1. El infractor ha cometido dos o más delitos probados y evidentes, 2. Suspensión de la conducta delictiva cuan do la víctima exterioriza dolor o sufrimiento, 3. El agresor se resiste a describir y a explorar el delito, aunque desde una postura no defensiva, ..., 22. El infractor posee antecedentes de trastorno conductual que implican agresión física, 23. El delincuente muestra una adaptación social pobre, incluyendo aislamiento con respecto al grupo de iguales, 24. El agresor sexual tiene un historial de problemática adaptativo/comportamental o académica.

Criterios de alto Riesgo: 1. El infractor ha recibido tratamiento por haber cometido un delito sexual previamente, 2. El delito fue predatorio (con ensañamiento), 3. El delito fue ritualista. ... , 19. Historia de consumo crónico de tóxicos, 20. El infractor ha sido víctima de abusos físicos y/o sexuales repetitivos, 21. La unidad familiar del agresor es crónicamente disfuncional.

 

TRATAMIENTO ORGANICO DE LAS INCLINACIONES SEXUALES DESVIADAS.

Se han propuesto numerosas formas de tratamiento orgánico para corregir los impulsos sexuales desviados, sin embargo la medicación antiandrogénica parece ser la opción más interesante, ya que otras formas como pueden ser la castración y la psicocirugía han sido siempre cuestionadas no sólo desde un plano deontológico -debido a la naturaleza invasiva de las mismas-, sino también a su controvertida eficacia y a sus efectos colaterales (obesidad, osteoporosis, ginecomastia , ... ).

 

Con respecto a la medicación antiandrogénica, los dos productos principalmente empleados son el MPA (acetato de medroxiprogesterona) y el CPA (acetato de cripoterona) (Cooper, 1986). Igualmente se han realizado investigaciones utilizando el LHRH (agonista de la hormona liberadora de Luteínoestimulina). Tanto el MPA como el CPA bloquearían la actividad de los andrógenos endósenos, reduciendo la testosterona sérica (Bradford, 1988b). En las investigaciones realizadas al respecto, generalmente en estudios de caso único, los delincuentes sexuales sometidos a un tratamiento de MPA tienen pocas recidivas, sin embargo uno de los problemas principales que se plantean es, además de los efectos secundarios, la alta tasa de abandono. Con respecto al CPA, se ha demostrado (Cooper, 1986) que es un tratamiento eficaz de la hipersexualidad, aunque también se presentan efectos secundarios e incluso un efecto de rebote cuando se deja de administrar repentinamente la medicación. 

Las investigaciones generalmente no establecen nexo directo entre el nivel de testosterona y la frecuencia de la actividad sexual masculina. De hecho parece requerirse un nivel mínimo, por encima del cual la actividad sexual sería principalmente motivada por la personalidad y los factores sociales. Sin embargo existiría un reducido número de sujetos en los que un nivel de testosterona muy elevado conduciría a una hipersexualidad. En estos casos un medicamento antiandrogénico estaría totalmente indicado.

 

TRATAMIENTO PSICOLOGICO DE LAS PREFERENCIAS SEXUALES DESVIADAS.

La mayoría de los especialistas consideran que una gran parte de los factores de riesgo de la agresión sexual no pueden ser eliminados completamente pero si minimizados. En consecuencia, el tratamiento no debería centrarse en esfuerzos a corto plazo con el fin de "curar", sino que debería más bien esforzarse en elaborar estrategias permanentes para identificar y reducir el riesgo de recidivas o prevención de reincidencias.

La modificación de las actitudes y de las inclinaciones sexuales desviadas es el fin inmediato del tratamiento. La mayoría de los programas comportamentales y psicológicos que intentan efectuar cambios en estos sectores son de orientación multimodal y tratan diferentes aspectos del agresor.

Los programas generalmente se clasifican en:

1. Cognitivo/comportamentales, normalmente a corto plazo, consisten en educación sexual, entrenamiento en habilidades sociales y, técnicas de control de estímulos y fantasías desviadas.

2. Prevención de reincidencias, en los que los delincuentes identificarían los indicadores de riesgo asociados a su ciclo delictivo, aprendiendo después las técnicas que les permitirán evitar o minimizar las situaciones de riesgo.

3. Autoasistencia guiada, estos programas destacan el conocimiento de sí mismo e intentan sensibilizar al delincuente sobre las causas de su agresión. la autoexploración se realiza principalmente en el marco de terapias grupales.

4. Programas residenciales, como el de "FortSteilacoom" en Whasington, combinan la experiencia grupal intensiva con la terapia ambiental.

Uno de los fines comunes de estos Programas es la disminución de la excitación sexual desviada, utilizándose, para obtener modificaciones a corto plazo, diversas técnicas comportamentales como: sensibilización encubierta, condicionamiento aversivo, biofeedback, o saturación estimular. Otro elemento común de los programas de orientación comportamental son los ensayos para modificar algunas de las creencias y actitudes deformadas o erróneas de los agresores sexuales, como p.ej.: el pensar que un menor consiente en tener relaciones sexuales con un adulto, que los tocamientos no constituyen una agresión sexual y que las víctimas de la agresión son responsables de lo que les sucede.

 

TRATAMIENTO Y REINCIDENCIA.

La investigación sobre los resultados de los programas de tratamiento para delincuentes sexuales es una empresa difícil, a la hora de evaluar el índice de reincidencia de un grupo de agresores sexuales. De forma orientativa, los estudios sobre la recidiva de los infractores sexuales llevados a cabo en Gran Bretaña, Dinamarca y Noruega que conllevaban un seguimiento a largo plazo de 10 a 24 años de delincuentes que en general no habían recibido ninguna terapia sistemática, sobre una población de 4.347 agresores, arrojan los siguientes datos: el 13% fueron nuevamente condenados por infracciones sexuales o violentas. Los delincuentes primarios son de nuevo condenados en el 9% de los casos; para los que tenían antecedentes sexuales el índice sube hasta el 28%. Los que abusaban de menores tienden a obtener un índice inferior (14%) al de los violadores (21 %). Sin embargo los abusadores de menores que inculpaban a las víctimas alcanzaban un índice de reincidencia mas elevado (40%). De forma genérica, los reincidentes tienden a repetir la infracción por la que han sido condenados.

Con respecto a los estudios que evalúan la eficacia del tratamiento con ayuda de grupos comparativos, se obtienen resultados interesantes. Así, en relación a tres Programas Cognitivo/Comportamentales (Marshall & Barbaree, 1988; Davidson, 1984; Steffy & Cauthier, 1976), el índice medio de reincidencia del grupo tratado era de 10,2% mientras que para el grupo comparativo subía hasta el 25%. El mayor seguimiento de delincuentes sexuales tratados se ha efectuado sobre los infractores dados de alta del "Atascadero Hospital" de California -programa de admisión restringida, centrado en terapia situacional y terapéutica grupal poco estructurada- en el que el índice de recidivas medio era del 19,7% (N= 2.293).

 

Sin embargo, a la hora de la verdad, los especialistas responsables de los programas experimentan muchas dificultades para reconocer a aquellos delincuentes que pueden reincidir, por los numerosos factores personales y circunstancias socio/ambientales intervinientes. En este sentido se estiman particularmente prometedores, en el momento actual, los programas estructurados que tienen en cuenta un gran abanico de factores de riesgo y de necesidades de los agresores sexuales y que incluyen componentes de cara a la prevención de la reincidencia.

 

CONSIDERACIONES FINALES SOBRE ELABORACION DE PROGRAMAS DE TRATAMIENTO.

No existe un método de tratamiento válido para todos los infractores sexuales, sin embargo la mayoría de los especialistas están de acuerdo en una "Estructura General" del programa, susceptible de ayudar a reducir la reincidencia, y cuyas líneas directrices serían:

 

 

 

 

 

REFERENCIAS