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APRENDIENDO A CONVIVIR


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Centro Trama

Trabajo en Marginación y Desarrollo Social


RESUMEN

PALABRAS CLAVE:

ABSTRACT

KEY WORDS:

INTRODUCCION

EL COMIENZO, DISEÑO DE LA ACTUACION

LA RECEPCION, DIAGNOSTICO Y DISEÑO DE INTERVENCION DIRECTA

CARACTERISTICAS DE LOS MENORES

LA FAMILIA

TIPOS DE INFRACIONES

NUESTRA ACTUACION

FASES Y FORMAS DE LA INTERVENCION

CONCLUSIONES


RESUMEN

El artículo realiza una evaluación de la medida "Prestación de servicios en beneficio de la comunidad" y de la "reparación extrajudicial del daño" con menores con resolución judicial de la C.A. M. durante el año 1995.

Atiende también a la realización de un perfil de estos muchachos atendiendo a las características personales y familiares,

PALABRAS CLAVE:

Mediación. Conflicto social. Comunidad. Infracciones. Medidas alternativas.

ABSTRACT

The paper offers an evaluation of "service rendering to the community" ando "damage extrajudicial remedy" measures for children with a C.A. M. Court decision during 1995.

It also refers to a profile definition of these boys, regarding their personal and family characteristics.

KEY WORDS:

Mediation. Social conflict Community. Infringement. Alternative measures.

 

INTRODUCCION

Desde 1994 la Asociación Centro Trama viene desarrollando un Programa de Medidas Alternativas al Internamiento de Menores en Conflicto Social, cofinanciado entre el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el Instituto Madrileño de Atención a la Infancia (I.M.A.I.N.) de la Comunidad de Madrid.

Para esta asociación es este, seguramente, uno de los logros más importantes de su andadura que inició allá por 1984 como una cooperativa de jóvenes educadores/as con una cuota importante de ilusiones y una gran vocación de calle.

Por esas fechas esto, significaba la búsqueda de alternativas para resolver situaciones de desprotección infanto-juvenil que se hacían cada día más presentes en la sociedad y que necesitaban de unos métodos de actuación más acordes a la realidad de una población difícil de contactar.

Nuestra propuesta quería ir más allá del apoyo como educadoras y educadores de calle en lo "formal" es decir, el fracaso escolar yla la desestructuración familiar. Poco a poco fuimos creciendo en las formas y en las ideas, creando espacios de encuentro para la juventud donde además de las actividades de ocio y tiempo libre, pudieran encontrar respuestas a sus inquietudes, problemas o carencias formativas, familiares y afectivas.

Desde 1991 y ya con un bagaje importante en experiencias y aprendizaje surgimos como Asociación Centro Trama y nos propusimos ampliar nuestro campo de actuación a otros colectivos sin perder, eso sí, la idea inicial de que todo cambio social pasa por la atención prioritaria al trabajo con adolescentes y jóvenes ya que suelen ser los más afectados en situaciones de precariedad social. (Desempleo, desestructuración familiar, aumento del consumo de drogas, delincuencia, etc.).

La prevención, basada en la educación y la coparticipación activa con las instituciones y los colectivos afectados por procesos de marginación social, pasó a ser parte fundamental de nuestro trabajo y hemos desarrollado programas destinados a cubrir carencias sociales y educacionales en diferentes ámbitos comunitarios (Población Gitana, Promoción Integral para Mujeres, Actividades de apoyo a Jóvenes, etc.).

De esta forma y con la capacitación lograda en el trabajo diario por un equipo humano joven, creativo y cualificado, comenzamos nuestra participación en el Programa de Medidas Judiciales.

EL COMIENZO, DISEÑO DE LA ACTUACION

Si bien el resto de Europa ya al comienzo de los 80 se planteaban medidas judiciales alternativas al internamiento de menores, en nuestro país el marco legal vigente en la actualidad viene determinado por la Ley 4/1992 del 5 de junio.

Este es el soparte legal sobre el cual hemos diseñado una actuación educativo-social, de la cual podemos hacer una evaluación más que positiva y sacar algunas conclusiones que, a nuestro parecer, pueden aportar al funcionamiento de estas nuevas formas de actuación de cara a la delincuencia juvenil.

Especial atención dimos a las investigaciones realizadas por Peter H. Van der Laan del Comité Coordinador de Investigaciones sobre la Protección y Atención Infantiles, en Holanda, que proponía unos proyectos de sanciones alternativas:

La realización, dentro de un periodo limitado de tiempo, de ciertas tareas bien descritas, útiles a la comunidad y de carácter educativo, preferiblemente durante el tiempo libre. El impacto educativo se puede mejorar si la naturaleza del contenido de las actividades asignadas esta relacionada con el delito cometido o el daño infringido a la comunidad o al individuo.

Aprendimos, analizamos y reflexionamos de las experiencias realizadas en Reino Unido, Bélgica, Alemania, etc,, y aportamos al diseño de trabajo inicial, nuestra experiencia en el trabajo de calle con menores.

Nos centramos también en el diseño de la metodología de trabajo, no sólo en cuanto a la forma de realizar las diversas actuaciones sino que también en el cual debía ser nuestra actitud de cara a estos menores a los que nos proponíamos aportar elementos educacionales de apoyo de cara a su desarrollo personal y relacional.

Si bien los datos del Proyecto que aquí aportamos han sido evaluados en el periodo enero/noviembre de 1997, debido a cuestiones de carácter metodológico, el diseño general de actuación utilizado desde 1994. ha sido prácticamente el mismo.

LA RECEPCION, DIAGNOSTICO Y DISEÑO DE INTERVENCION DIRECTA

Una vez recibidos los expedientes con los casos de los menores destinados al proyecto, realizamos una primera entrevista con el menor y su familia. Esta entrevista, abierta, es de suma importancia como primera toma de contacto no solo con el menor sino que también con su familia. Nos permite detectar el grado de implicación de los familiares en la futura actuación y la actitud del menor en cuanto a la propuesta alternativa de sanción. Nos aporta también unos datos que configurarán un primer diagnóstico del menor y su entorno familiar. Es después de esta entrevista cuando comenzaremos a diseñar el perfil del menor que iremos construyendo poco a poco a través de la relación que establecen con el educador o la educadora

CARACTERISTICAS DE LOS MENORES

Como podemos ver el mayor número de casos se da en menores de 14 a 15 años.

Las razones de una mayor conflictividad social en estas edades, podríamos encontrarlas en la rebeldía propia de la adolescencia y por lo tanto menor diálogo y comunicación con sus familiares y mayor contacto con grupo de iguales (pandilla, grupo, líderes de influencia, imitación de modelos negativos, transmisión de conductas consumistas y violentas a través de los medios de comunicación, búsqueda de la propia identidad, etcétera.)

En cuanto a los estudios podemos comprobar a través de los datos, que esta etapa suele ir acompañada de un menor interés en los estudios reglados que suele desembocar en el comienzo del fracaso escolar. Este dato es muy importante a la hora de tener en cuenta la falta de refuerzos positivos por una parte importante del profesorado ante los primeros signos de absentismo escolar o bajo rendimiento del alumnado.

En cuanto a la actitud que demuestra el o la menor frente a la superación de la situación de conflicto y la reparación de la falta y, a pesar de que en una mayoría, se muestran dispuestos a participar y colaborar en la alternativa propuesta, en los casos que esta sea apática o negativa, será primordial la relación que establezca con el educador o educadora.

LA FAMILIA

Si bien el marco de actuación no nos permite una mayor intervención en el ámbito familiar, es importante destacar que la colaboración e implicación de estos, en el proceso educativo de mediación -reparación será un factor importante a la hora de la superación del conflicto y la prevención de futuras reincidencias ya que generalmente es el entorno familiar el espacio mediatizador de posibles influencias negativas.

La conjunción de esfuerzos entre los proyectos educativos (educadoras/educadores), profesorado y familia son la base para una actuación positiva.

Es importante destacar que la media de edad de los familiares de estos menores es de 35 a 40 años mayoritariamente, lo cual no debería representar un alto conflicto generacional. Esto indica que se podría posibilitar una mayor acercamiento y comunicación entre los menores y sus familiares. El nivel de estudios también nos indica que el desfase generacional tampoco es un impedimento a las posibilidades de contacto entre familiares y menores.

El único dato relevante a la hora de establecer alguna relación entre los tipos de delito y la situación familiar, podría derivarse de la precariedad laboral (bajo nivel de ingresos e inseguridad económica), lo cual podría relacionarse con la

actividad delictiva si los hurtos fueran de ropa o accesorios de moda, impuestos por el grupo de pertenencia y que suelen ser el comienzo de actividades delectivas en adolescentes.

 

Como podemos constatar a través de estos datos, la situación familiar mayoritaria es normalizada y no presenta graves conflictos al menos en lo formal. A pesar de ello, consideramos importante la realización de un seguimiento a medio plazo (como medida educativa-preventiva), del entorno relacional del menor ya que es prácticamente imposible detectar posibles carencias o problemas familiares en el plazo tan reducido de la actuación,

TIPOS DE INFRACIONES

El 51 % de los casos, es decir, 54 menores, los hechos que determinaron la intervención extrajudicial han consistido en daños.

Estos daños han sido realizados mayoritariamente en empresas públicas de transporte como RENFE Y METRO y han constituido generalmente en pintadas y lunas rotas porque los menores tiraban piedras a los vagones.

El resto de las intervenciones reparadoras han estado referidas a lesiones (2 casos) robo con fuerza en las cosas (9 casos), robo con intimidación (3 casos), hurto (8 caos), amenazas (2 casos), robo con violencia (5 casos) y otras (20 casos).

El 58% de los menores ha cometido la infracción en Madrid capital.

Hay una tendencia diversa entre distintos distritos de Madrid, aunque hay cierto predominio en el distrito Centro, con el 25% de los casos y el Distrito de Usera con un 8%.

Los menores que cometieron la infracción fuera del Municipio de Madrid, suman un total de 44, lo que supone el 42%. De estos menores, el 70%,(31 caos) cometieron la infracción en el Area Metropolitana, mientras que el 30% restante (13 casos) lo hicieron en pueblos.

NUESTRA ACTUACION

El inicio de la intervención directa, viene determinado por el tipo de delito o infracción cometida y la posibilidad de mediación yla reparación u otras medidas alternativas.

Si bien no siempre existe la posibilidad de mediación/reparación entre el infractor y la víctima, en los casos en que esta medida se ha puesto en práctica los resultados han sido altamente positivos. Citamos: esta medida busca, en su origen, evitar al menor las consecuencias, a menudo irreparables, de privar al menor de la libertad.

Por otra parte el hecho de conocer a la víctima, le enfrenta de forma real al hecho delictivo cometido.

La víctima se siente también recompensada y puede expresarle al infractor las consecuencias del daño cometido.

El objetivo de esta medida es la resolución del problema surgido estableciendo la concordia (Víctor Sancha Mata).

En esta actuación específica podemos resaltar como elementos positivos en la intervención:

- La buena acogida a las medidas alternativas por parte de los menores y sus familias

- La adecuada elección de las tareas

- La relación con los educadores/as

- El proceso educativo paralelo a las medidas

- La buena acogida por parte de los organismos donde se llevaron a cabo estas tareas

- El diseño metodológico y de contenido de la actuación

Si bien cada uno de estos elementos ha sido fundamental a la hora del trabajo realizado, en este apartado quisiéramos destacar nuestra propuesta metodológica en cuanto a la educación participativa.

Esta aproximación integral intenta introducir en el proceso educativo elementos que no aparecen en la ideología formativa tradicional: los sentimientos, los pensamientos y las actuaciones en el ámbito de las relaciones humanas, sociales, culturales y políticas.

En la educación participativa existe un fuerte vínculo ente el equipo formador y los menores (en este caso). Esto permite que el proceso de enseñanza responda a las necesidades y aspiraciones de los colectivos.

Intentamos, por lo tanto, a partir de la realidad de la demanda implícita o explícita de los menores, de los modelos sociales vigentes y de cómo han sido asumidos, llegar a la creación de espacios de análisis y discusión de colectivos, respetando la individualidad de cada persona.

Esta coparticipación (educador/a- menor), durante el proceso educativo nos permite verificar si nuestra actuación corresponde a la demanda y a las necesidades reales y específicas de cada menor.

La participación sirve, de esta forma, para que el propio menor vaya construyendo su propio aprendizaje y para que quienes educan vayan teniendo constancia de cómo se van desarrollando los distintos procesos, aportando elementos para que el nuevo modelo de comportamiento sea acorde a las capacidades, tiempos y ritmos de cambio de cada persona. Finalmente, de esta forma, podremos adaptar las estrategias de la intervención a los problemas que surjan.

FASES Y FORMAS DE LA INTERVENCION

En el proceso seguido desde que un menor infractor es derivado al programa desde la fiscalía a través del I.M.A.I.N., se pueden producir tres procesos de actuación diferentes:

A) Cuando la víctima es identificable y desea ser reparada (Empresas, particulares, entidades y/o instituciones con las que no hay firmado un convenio de colaboración).

Primer paso: La fiscalía remite el expediente al Programa de Menores en Conflicto Social del I.M.A.I.N.

Segundo paso: I.M.A.I.N. nos remite el expediente, el cual consta de una hoja informativa en la cual están recogidos los datos más significativos del menor, el tipo de infracción y los datos básicos de la víctima (nombre, dirección, etc.).

Tercer paso: Una vez formalizada la incorporación del menor al Programa de Medidas Alternativas al Internamiento para Menores en Dificultad Social, se procede a mantener una serie de entrevistas con el menor, la familia y la víctima. En estas entrevistas, se determina el tipo de reparación, en base a las características de la infracción, contando en todo momento con la conformidad del menor, la familia y la víctima.

El acuerdo de reparación es formalizado en un Acta de Reparación, en el cual quedan recogidos los términos en los que ha de producirse esta.

Desde el programa se informa al I.M.A.I.N. del acuerdo adoptado por las partes implicadas en la reparación.

Cuarto paso: Una vez que las partes (menor y víctima) han acordado el tipo de actividades de la que constará la reparación, y fijada la duración de la misma, el menor procede en presencia del educador a realizar las actividades o tareas acordadas.

Quinto paso: Concluida la reparación en los términos contenidos en el Acta de Reparación, se procede a la evaluación de la misma.

Algunos de los indicadores elementales para determinar el grado de cumplimiento de la reparación, son básicamente los siguientes:

Sexto paso: Remisión del "Documento para la Reparación de Daños" al I.M.A.I.N., quien a su vez, lo remite a la fiscalía de menores.

Cuando la víctima es identificable y desea ser recuperada (entidades y/o instituciones con las que hay firmado un convenio de colaboración):

Primer paso: La fiscalía remite el expediente al Programa de Menores en Conflicto Social del I.M.A.I.N.

Segundo paso: El I.M.A.I.N., nos remite el expediente, el cual consta de una hoja informativa en la cual están recogidos los datos más significativos del menor, el tipo de infracción y los datos del acuerdo tomados por las partes en la Fiscalía de Menores.

Tercer paso: Una vez formalizada la incorporación del menor al Programa, se procede a mantener una serie de entrevistas con el menor y la familia. En estas entrevistas, se explica al menor las características y contenidos de las actividades reparadoras.

Si en la fiscalía no ha sido posible firmar el Acta de Reparación, el acuerdo de reparación es formalizado desde el Programa.

Cuarto paso: Una vez que el menor es informado del tipo de actividades y contenidos de los que constará la reparación, el menor procede en presencia del educador a realizar las actividades o tareas reparadoras acordadas.

Quinto paso: Concluida la reparación en los términos contenidos en el Acta de Reparación, se procede a la evaluación de la misma.

Algunos de los indicadores elementales para determinar el grado de cumplimiento de la reparación, son básicamente los siguientes:

- Nivel de satisfación de la víctima

- Nivel de motivación e implicación del menor en la reparación

- Grado de responsabilización del menor sobre los hechos cometidos

- Grado de esfuerzo personal invertido por el menor en la resolución del conflicto

Sexto paso: Remisión del "Documento para la Reparación de Daños" al I.M.A.I.N., quien a su vez, lo remite a la fiscalía de menores.

C) Cuando la víctima no es identificable y/o no desea ser reparada:

Primer paso: La fiscalía remite el expediente al Programa de Menores en Conflicto Social del I.M.A.I.N.

Segundo paso: El I.M.A.I.N., nos remite el expediente, el cual consta de una hoja informativa en la cual están recogidos los datos más significativos del menor, el tipo de infracción y la orientación de la fiscalía de menores sobre el tipo de actividades más adecuada a las características del menor en base a la infracción cometida.

Tercer paso: Una vez formalizada la incorporación del menor al Programa, se procede a mantener una serie de entrevistas con el menor y la familia. En estas entrevistas, se explica al menor las características y contenidos de las actividades reparadoras.

Centro Trama

Si en la fiscalía no ha sido posible firmar el Acta de Reparación, el acuerdo de reparación es formalizado desde el Programa.

Cuarto paso: Una vez que el menor es informado del tipo de actividades y contenidos de los que constará la reparación, el menor procede en presencia del educador a realizar las actividades o tareas reparadoras acordadas.

Quinto paso: Concluida la reparación en los términos contenidos en el Acta de Reparación, se procede a la evaluación de la misma.

Algunos de los indicadores elementales para determinar el grado de cumplimiento de la reparación, son básicamente los siguientes:

- Nivel de satisfación de la víctima

- Nivel de motivación e implicación del menor en la reparación

- Grado de responsabilización del menor sobre los hechos cometidos

- Grado de esfuerzo personal invertido por el menor en la resolución del conflicto

Sexto paso: Remisión del "Documento para la Reparación de Daños" al I.M.A.I.N., quien a su vez, lo remite a la fiscalía de menores.

CONCLUSIONES

Quisiéramos concluir esta pequeña muestra de los que ha sido nuestro trabajo en el Programa de Medidas Alternativas, comentando alguno aspectos que no siempre son recogidos en los datos que analizamos:

- El proceso de aprendizaje que significa para el equipo de educadores/as de la Asociación Centro Trama el trabajar con estos menores y con las Instituciones y organismos colaboradores.

- El avance en cuanto a la humanización del sistema judicial que este tipo de proyectos aporta. (Como alternativa al internamiento o a otro tipo de sanciones).

- La implicación comunitaria de cara a la problemática de los menores y la asunción de la responsabilidad social que esto significa.

- El mejoramiento cualitativo de las actitudes y conductas de los menores de este tipo de actuaciones obtiene.

- La posibilidad de mediación en cuanto a la comunicación y mejora de las relaciones de los menores y sus familias de cara a la prevención.

- Y finalmente y como paso más importante, el aparte de elementos y valores como la responsabilidad, la armonía social y la solidaridad a cada uno de estos menores que participan en este tipo de proyectos alternativos

Es este, a nuestro parecer, el fundamento de la existencia de un modelo educativo integral alternativa, en el cual estamos orgullosos de participar.