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SEMBLANZAS Y RESEÑAS

 

 

Entrevista a Ch. Spielberger

J. M. PRIETO ZAMORA y C. RODRIGUEZ SUTIL

Traducción de Antonio ROMERO GONZALEZ

 


P: Queremos comenzar con una pregunta general, normal en este tipo de entrevistas, sobre su formación académica y su trayectoria profesional.

R: Bueno, empecé mi formación como graduado medio en ingeniería química, en el Instituto de Tecnología de Georgia.

P: Igual que Cattell, Cattell también era químico.

R. Sí, también era químico. Mucha gente empieza en química o ingeniería. Yo me empecé o interesar por la psicología al final de mí formación en ingeniería química. Me gradúe en la Universidad de Iowa. En aquella época el departamento estaba dirigido por Kenneth Spence, uno de los teóricos más importantes del aprendizaje hace 30 años. También estaban en el departamento otros psicólogos experimentales de relieve. Se ponía un gran énfasis en lo óptica científica. Una de los personas que tenía mayor influencia entre los estudiantes allí era Gustav Bergman, que provenía del círculo de Viena. Albert Einstein y Greg Levine lo trajeron a los Estados Unidos desde Viena.

P: ¿Eso era por el año ... ?

R: Fue a finales de los 40 cuando Bergman vino. Yo llegué a principios de los 50. Así que, aunque obtuve cierta formación en Psicología Clínica, lo más importante era la Psicología Experimental y la Teoría del Aprendizaje. Para aumentar mis conocimientos en Psicología Clínica pasé 15 meses en el Hospital Estatal de Worcester, en Massachusetts, donde fui supervisado principalmente por miembros del Instituto Psicoanalítico de Boston. Ello supuso un descubrimiento para alguien tan orientado hacia el positivismo lógico y la teoría del aprendizaje. Y en el Hospital de Worcester, uno de mis supervisores fue O. A. Parsons. Parsons se fue de allí a la Universidad de Duke y se convirtió en uno de los fundadores de la neuropsicología clínica. Pero en la época en que le conocí estaba interesado en el desarrollo de la psicología clínica. Gracias a él me invitaron o incorporarme como profesor de lo Universidad de Duke, donde el departamento era también muy importante, con uno orientación más abierto que en Iowa .

P: ¿Cuándo comenzó su interés por la ansiedad?

R: Empezó realmente en Iowa. Mi tesis versaba sobre el papel de lo ansiedad en el tartamudeo. La persona que me introdujo en este campo en se llamaba Wendall Johnson, probablemente uno de los primeros en realizar aportaciones o la comprensión del tartamudeo dentro del marco de la teoría del aprendizaje. Según sus palabras el tartamudeo era un trastorno "diagnosogénico" (causado por el propio diagnóstico). El tartamudeo tiene lugar porque cuando el niño sin fluidez trata de hablar, centra la atención de sus padres en el acto de hablar. El niño se siente ansioso a la hora de hablar. El habla es una actividad tan compleja que si tratas de formar las palabras por medio de un control volitivo de la boca, los labios, los dientes, la respiración, etc., se traba la lengua y aparece el tartamudeo. Una consecuencia fue que muchos estudiantes de psicología que estaban haciendo su tesis doctoral en Iowa se interesaron por el tartamudeo. Era un claro ejemplo de cómo el aprendizaje a una edad muy temprano podría conducir a lo que Johnson llamó "falta de fluidez en el hablar" ("non fluency in speech"). Y el problema muestra cómo la ansiedad condiciona el acto de hablar. En el momento en que la persona habla, especialmente cuando la atención está dirigido al acto de hablar, tiende a tartamudear, porque se esfuerza demasiado en hablar correctamente.

Fue en la Universidad de Duke donde desarrollé este interés por la ansiedad. Mi trabajo se dividió entre los departamentos de Psicología y de Psiquiatría. En Psiquiatría, yo era el psicólogo jefe en el servicio de psiquiatría ocupacional y muchos de los pacientes que nos enviaban eran estudiantes universitarios. Para ellos la ansiedad era un problema muy importante. Estudiamos la relación entre ansiedad e inteligencia y entre ansiedad y rendimiento académico (academic achievement) mediante la Escala de Ansiedad Manifiesta de Taylor. Esta escala había sido desarrollada por Janet Taylor, que también se había graduado en Iowa poco antes de que yo estuviera allí Creo que es importante señalar que en el departamento de Psicología de Iowa estuvimos Janet Taylor, Albert Bandura y yo. Los tres hemos llegado a ser presidentes de la American Psychological Association. No creo que ninguna otra Universidad haya generado tres presidentes de la A.P.A. en un tiempo de cinco años. Bandura, junto con Eysenck, son probablemente los psicólogos más conocidos internacionalmente.

Estudié las relaciones positivas y negativas entre ansiedad e inteligencia. Encontré que la influencia de la ansiedad en el rendimiento académico es un asunto complejo. Ello sirvió de base para lo que realmente fueron mis primeros estudios a gran escala sobre el papel de la ansiedad en la ejecución (performance). Recibí una ayuda para la investigación del Instituto Nacional para la Salud Mental para intervenir con estudiantes universitarios, ayudándoles a reducir la ansiedad y haciéndoles más fácil el éxito académico. Usamos un programa que incluía discusiones de grupo que trataban dos aspectos diferentes. Por un lodo los factores de su vida pasada que les producían ansiedad, por otro los factores situacionales. Resultó que el aspecto más importante eran los factores situacionales. los estudiantes padecen ansiedad porque tienen malos hábitos de estudio, y es lo que terminamos tratando con éxito en nuestro programa de asistencia y orientación.

P: Después usted se interesó por el estrés.

R: Eso vino mucho después. A mediados de siglo, la ansiedad era el tema que más preocupaba en la Psicología. Tenía un carácter organizativo e integrador ya que la ansiedad es un fenómeno clínico Pero se convirtió en algo central en la Teoría del Aprendizaje como una respuesta para encontrar la medida de la pulsión (drive). Es posible estudiar la motivación en los humanos seleccionando personas que sufran de un grado alto y bajo de ansiedad, bajo el supuesto formulado por el profesor Spence de que las personas con un grado alto de ansiedad están emocionalmente activadas. Se esperaba que los personas con un elevado grado de ansiedad tendrían una mayor motivación. Este supuesto jugó un papel integrador fundamental de la Teoría del Aprendizaje con la Psicología clínica y se hizo muy popular en los Estados Unidos en los años 50 y principios de los 60.

Simultáneamente, Skinner estaba teniendo un gran impacto. Su libro sobre aprendizaje verbal había dado lugar a un nuevo campo de investigación, el del Condicionamiento Verbal. Yo me interesé por el Condicionamiento Verbal como método para estudiar la personalidad. Durante un periodo de cinco a seis años, mí trabajo de investigación prioritario pasó de algún modo de la ansiedad al condicionamiento verbal, porque en el campo de la ansiedad se había llegado o un callejón sin salido. Se había fracasado al intentar distinguir entre la ansiedad como un estado emocional y la tendencia o la ansiedad como rasgo de personalidad, la distinción estado-rasgo (State-trait) fue esencial para el desarrollo de excitantes líneas de investigación. Pero las circunstancias me llevaron al condicionamiento verbal, porque se sustentaba en los enfoques del aprendizaje. Yo investigué en condicionamiento verbal, que también estaba respaldado por ayudas para lo investigación. Esto nos permitió ser cada vez más conscientes de la importancia de las cogniciones, estados y factores mediadores. Caer en lo cuenta de las contingencias en el refuerzo de las respuestas, contrariamente al punto de visto explicativo usual, era el factor crítico para cambiar el rendimiento en el aprendizaje. Sin dicha conciencia, sin el conocimiento de los contingencias del refuerzo de respuesta, no ocurre nada. Hicimos algunas investigaciones sobre la ansiedad y el condicionamiento verbal. Realmente la ansiedad tenía cierta influencia, pero sí el sujeto no era consciente de las contingencias entre la respuesta y el reforzador, el reforzamiento no tenía efecto. Y esto supuso el comienzo, en Estados Unidos, en un mayor énfasis en la Psicología Cognitiva. Ahora, por supuesto, la Psicología Cognitiva es una de las áreas más importantes dentro del campo. Pero fue en esta época, a mediados de los 60, cuando Richard Lazarus publicó un libro sobre el estrés psicológico y el afrontamiento (coping) con el que se produjo un cambio. Se pasó de centrarse en la ansiedad a centrarse en el estrés. Los conceptos de estrés y ansiedad tendían a confundirse. El marco de referencia de Lazarus ayudó a solucionar esto. La confusión había sido introducida por un trabajo de Selye. Trabajo que fue muy importante al demostrar la respuesta del cuerpo o circunstancias estresantes. Pero Selye definió el estrés como una reacción del cuerpo y tendía a ignorar las emociones. Esencialmente la investigación con animales demostraba que los factores emocionales no eran tan importantes. Pero con la concepción del estrés como una transacción (tronsaction), se hizo posible entonces reconocer que existían fuerzas y presiones estresantes en el ambiente. Existe una percepción o evaluación de los estresores y, consecuentemente, las reacciones emocionales dependen de la naturaleza del que los aprecia. Si se percibe la situación como peligrosa y amenazante, entonces el individuo responde sintiendo ansiedad. Más tarde nosotros reconoceríamos que la idea de ser maltratado o ser atacado conduciría a reacciones emocionales como la ira.

P: Mucho más tarde usted se interesó por la ira (anger).

R. El interés por la ira. Bueno, primero debería mencionar que el investigar sobre la ansiedad fue más fácil por la distinción teórica que introdujo Raymond Cattell entre ansiedad como un estado emocional y los diferencias individuales en la ansiedad como un rasgo de personalidad. Pero Cattell nunca tuvo éxito al medir los estados de ansiedad. Trató de usar un análisis factorial que requería muchos tests, y llevaba mucho tiempo, para medir casos que podían cambiar muy rápidamente. Aunque Cattell desarrolló una bueno medida de la ansiedad rasgo, el nunca midió la ansiedad estado. Por lo tanto, una de mis contribuciones fue el desarrollo de un Inventario de ansiedad. rasgo y estado, (State-Troft Anxiety Inventory) con el que comenzamos a trabajar en el 64 o 65 cuando yo estaba en la Universidad de Vanderbilt. Uno de mis colegas allí, mi colaborador en los investigaciones, era Richard Gorsuch, quien hizo su doctorado con Cattell y vino o trabajar conmigo. Y, por último, él y uno de mis estudiantes de la Universidad de Florida, Robert Lushene, me ayudaron a completar el trabajo sobre el STAI.

P: El famoso test se sigue usando ampliamente en nuestros días en todo el mundo, ¿qué piensa de la teoría y la práctica de su test en la actualidad? ¿Cómo funciona el test en nuestro tiempo?

R. El test es sencillo y abarca los conceptos de ansiedad, estado y rasgo y por eso ha sido aceptado ahora en 43 idiomas y dialectos. Por lo tanto se ha convertido en uno medida internacional estándar para evaluar la ansiedad, Se publicó inicialmente en 1970 y lo hemos revisado en 1983. La razón de que lo revisáramos es porque en el desarrollo del test habíamos usado otras medidas de la ansiedad de rasgo como criterio para seleccionar los ítems. La Taylor Manifest Anxiety Scale fue uno de los criterios y la escala de ansiedad de Cattell era el otro. Según se fue desarrollando la investigación con las escalas se nos hizo evidente que la Taylor Manifest Anxiety Scale estaba lastrada con muchos ítems de depresión y la escala de ansiedad de Cattell estaba lastrada con ítems de ira. En otras palabras, las primeros medidas de la ansiedad de rasgo tendían a estar confundidas, en el caso de la escala de Taylor con la depresión, y en el caso de la escala de Cattell con la ira. Esto ocurría, esencialmente, porque la depresión, lo ansiedad y la ira tendían o estar muy relacionadas, especialmente en personas con trastornos. En realidad, no incluíamos ítems de ira en el STAI originalmente, porque nosotros habíamos usado la escala de Taylor y la Affect Adjective Checklist de Zuckerman. Esta última prueba fue en verdad la primera escala de medida de la ansiedad de estado-rasgo. El problema con ella es que, como medida de rasgo, no tenía correlación con las medidas de Cattell y Taylor y la medida de estado también tendía a ser en alguna parte insensible, aunque la usábamos, y funcionó para nosotros. Así que desarrollamos una medida que era correlativa a las otras medidas y mucho más sensible al tener valorado cada Item sobre una escala de intensidad de cuatro puntos. Mejor que simplemente decir "me siento nervioso. sí o no", conviene decir "me siento nervioso. en absoluto, un poco, mas que un poco, mucho". Este cambio permitió que la escala fuera más sensible. Por eso razón, al desarrollar lo escala, incluimos un cierto número de ítems de depresión, porque tomamos prestados elementos de otros escalas y la de Taylor tenía muchos de depresión. Al reconocer más claramente la naturaleza de la ansiedad como un constructo pudimos ampliar los Items que estaban más próximos al núcleo (core) de este constructo. En el proceso de desarrollo de la forma revisada hemos eliminado de forma psicométrica Items que resultaron estar más cerca de la depresión que de la ansiedad. Nosotros describimos en parte el problema en términos de correlaciones entre nuestra escala, la escala original y la escala de depresión de Beck:, Mientras tanto, a finales de los 70, me empecé a interesar en los trastornos cardíacos y, trabajando en ese área, tratando de comprender la naturaleza del tipo A de personalidad, se hizo relativamente evidente que la ira y la hostilidad eran el punto principal en la tendencia a la personalidad tipo A. Comenzamos entonces, por el año 1978 o 79, a desarrollar la Escala de ira: rasgo y estado (State-Trait Anger Scale), con la que pudimos distinguir conceptualmente entre la ira como una experiencia y la expresión de la ira, gran parte de la cual se basa en la experiencia. Y eso nos llevó a elaborar la Escala de expresión de la ira (Anger Expression Scale) para complementar la Escala de ira: rasgo y estado. De esta forma, ahora tenemos un instrumento relativamente nuevo llamado el Inventario de expresión de la ira: rasgo y estado, con el que ya hay varias personas en España trabajando y desarrollando adaptaciones.

P: ¿Qué piensa sobre la investigación española sobre las escalas de ansiedad y los cuestionarios de ansiedad?

R. Bueno, una de las cosas que nosotros hicimos muy pronto fue desarrollar una adaptación española del STAI. Trabajando conmigo en esta Area estaban dos estudiantes de doctorado que, en realidad, eran originarios de Cuba. Cuando yo me encontraba en la Universidad Estatal de Florida teníamos un acuerdo con la Universidad de Puerto Rico. Nos enviaban sus mejores estudiantes para hacer el doctorado, con a idea de que cuando volvieran a Puerto Rico podrían desarrollar la Psicología allí. Resultó que los mejores estudiantes no eran nativos de Puerto Rico, sino cubanos. Dos de estos estudiantes, Fernando González Zaragoza y Angel Martínez Morucho, trabajaron conmigo cuando eran estudiantes graduados desarrollando la adaptación española del STAI y también Rogelio Díaz Guerrero, de la ciudad de Méjico. Habíamos creado una prueba que esperábamos que seria ampliamente usado en el mundo de habla española, pero no teníamos contacto con los universidades españolas. A principio de los años 70, la Psicología española brillaba por su ausencia y por eso recogíamos normas y datos en su mayor parte de Latinoamérica y publicamos la escala en la ciudad de México. Pero, más recientemente, TEA Ediciones ha desarrollado la adaptación española de lo que llamamos el IDARE, Inventario de Ansiedad. Rasgo y Estado, que también comercializo. Igualmente tienen una forma para niños que realmente no me parece muy buena, pues cambian el formato, y por ese motivo necesita que se vuelva a Trabajar sobre ella. Nosotros también hemos desarrollado adaptaciones españolas de nuestro Inventario de Ansiedad ante las Pruebas (Test Anxiety Inventory). Este fue hecho por José Badermeister, en la actualidad profesor y Decano del Instituto de Psicología en el campus de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.

 

P: Cambiemos de tema, para terminar podemos hablar sobre la A.P.A. Ahora, como presidente, se está ocupando usted de preparar el centenario de la A.P.A., que se va a hacer, cuál es el significado de la celebración desde la A.P.A.?

R. Bueno, la celebración del centenario se Inicia en el mes de agosto de 1991 en San Francisco. Para la celebración hemos creado un grupo especial de trabajo (task force) que ha funcionado durante los últimos cuatro años. Estamos trabajando en cierto número de proyectos. Uno de los proyectos llevo consigo el desarrollo de una exhibición itinerante de Psicología. En el momento de nuestra reunión el próximo año estará expuesto en el Smithsonian de Washington. Durante el año en curso me he centrado en las contribuciones de lo psicología o la educación. Como sabrás, existe una gran preocupación en América con respecto a lo calidad de la educación en las escuelas públicas, hasta la enseñanza secundario. Tenemos una formación universitaria excelente y creemos que nuestros programas paro graduados estánentre los mejores del mundo. Pero en términos de lo enseñanza primaria y secundariotenemos problemas. Dos de mis predecesorescomo presidentes de lo A.P.A. han estadode verdad muy preocupados con lo educación Para Willíam James era uno de los mofivos de mayor interés. Uno de sus libros llevapor título Conversaciones con profesores(TalR:s with teachers), y se lcentraba en cómoeducar a los niños. John Dewey, el presidente número 16 de lA.P.A. fue consíderodo uno de los más Importantes reformodores de la educación de los Estados Unidos.

Es posible que John Dewey sea más conocido en filosofía que en Psicología, pero fue presidente de lo A.P.A. No obstante, la psicología se ha especializado, nos hemos ido preocupando coda vez más por nuestras áreas de especialidad y no reconocemos que el fundamento científico para la educación radica en la psicología:. aprendizaje, psicología del desarrollo, personalidad, motivación. He estado intentando redirigir la atención de la A.P.A. hacia la educación y algunos de los proyectos en los que estamos trabajando tienen acomodo en lo Convención de Son Francisco. Por otra parte, existe mucha preocupación en América con respecto a la adecuación de las medidas tradicionales del éxito educativo, del progreso educativo. Por eso estamos reuniendo a la gente más importante de los Estados Unidos para compartir la información que se refiere a cómo se puede evaluar mejor el éxito educativo. Las así llamadas medidos efectivas, medidas que alcancen no sólo al vocabulario o quizá a la inteligencia, sino a lo que la gente realmente aprende. Por este motivo estamos poniendo en común lo que sabemos sobre aprendizaje y enseñanza y tratamos de construir un puente entre el conocimiento y su aplicación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Estas son, pues, algunas de las principales cosas que espero llevar a cabo el año que viene. Hay muchos otros proyectos, estamos estimulando el desarrollo de varios asuntos dignos de ser tenidos en cuento dentro de la historia de la Psicología en América. Habrá uno que tendrá esencialmente ese punto de vista y otro que se encargará de la historia de la A.P.A. durante los últimos 100 años. Pero no se trata sólo de hacer hincapié en la historia, sino de mirar la historia para aprender del pasado, tratar de comprender el estado actual de la psicología en América y entonces tratar de identificar los tendencias que necesitan ser apoyados y fomentadas.