SOBRE LA PRACTICA
RESUMEN
- 3.1. Aceptación de sensaciones
- 3.2. Conciencia de la piel
- 3.3. Observación del pensamiento
- 3.4. Relajación progresiva
- 3.5. Respiración
- 3.6. Conciencia del espacio interno
- 3.7. Conciencia del espacio externo
- 3.8. Microestiramiento de la columna
- 3.9. El movimiento
- 3.10. Diálogo interno
- 3.11. Efectos de la música en el humor
4. RELACION COGNICION-SENSACIONES CORPORALES DENTRO DE LA EMOCION: UN CONDICIONAMIENTO CLASICO
En este trabajo se presenta un programa de modificación del comportamiento con el propio cuerpo basado en una serie de técnicas tendentes a ampliar la concienció del cuerpo. Se describen las técnicas, sus orígenes, y las aplicaciones clínicas que les pueden dar, dentro de un enfoque conductual, Por último se plantea el marco teórico desde donde se puede entender lo efectividad de estás técnicas.
This paper presents a program to modify the behavior with the own body. The main components of the program are a series of techniques that develop body self-awareness. The paper describes in detail the techniques, their origins, and their clinical applications under a cognitive behavioral point of view. Finally the paper presents a theoretical framework to explain the techniques efficiency.
Modificación de conducta. Técnicas cognitivas. Conciencia corporal, Aplicaciones clínicas. Dolor. Relajación. Eutonía. Técnica de Alexander, Respiración.
Behavior modification. Cognitive techniques, Self-awareness. Clinical application. Pain. Relaxation. Eutonie. Alexander technique. Respiration. Body.
El cuerpo es a la vez el objeto y el sujeto de nuestro comportamiento. En todas las situaciones nuestro comportamiento se realiza a través de nuestro cuerpo, actuamos con él. A su vez actuamos sobre él, cuando le cuidamos, cuando le percibimos, cuando le mostramos, etc. La forma como le tratamos, desde este punto de vista, es decir, considerándole como objeto de nuestra acción, influye en toda nuestra conducta externa.
Para realizar un cambio que afecte a todo el comportamiento con el cuerpo es preciso modificar las conductas cognitivas, emocionales y motoras que tenemos con él.
Los métodos de relajación son técnicas que nos enseñan determinados formas de comportarnos con el cuerpo para reducir la activación. Su aplicación a la vida cotidiana (Öst, 1987) supone aprender a dar respuestas diferentes a las de activación en determinadas situaciones. Al aprender a relajarse se aprende una conducta diferente con el propio cuerpo. Sin embargo las técnicas de relajación que se usan habitualmente en la terapia de orientación conductual, la relajación progresiva de Jacobson o el entrenamiento autógeno de Schultz, no se plantean la modificación global del comportamiento con el propio cuerpo.
Existen otras técnicas, algunas de tradición oriental, yoga, meditación, etc., y otras que han surgido en Occidente, como la técnica de Alexander, el método Feldenkrais, la Eutonía, la bionergética, etc., cuyo objetivo va mas allá de la reducción de la activación. Por ejemplo se plantean modificar el "uso" del cuerpo (Alexander), o conseguir el tono adecuado en todas las situaciones (Eutonía).
En el programa que se expone se incorporan técnicas de tradición occidental tomadas de autores que las han empleado con éxito en distintos contextos. Estas técnicas se han integrado de forma que se presentan como un método coherente para la modificación del comportamiento con el propio cuerpo.
En este trabajo se plantea la idea bajo la que se han integrado las diferentes técnicas y que configura la lógica del método aplicado. Se repasan más tarde cada una de ellas incluyendo:
- Origen.
- Descripción de la técnica según su autor y la aplicación que se realiza en este trabajo.
- Aplicaciones clínicas.
Finalmente se realiza una explicación teórica de los procesos a través de los que actúa el programa sobre el cambio de comportamiento en el hombre.
El objetivo del programa es que los sujetos aumenten su conciencia corporal a través del aprendizaje y experimentación de determinadas técnicas, que se pueden aplicar a la vida cotidiana. De esta forma cambian su comportamiento con el propio cuerpo, lo cual supone, como se ha mostrado en otro trabajo, cambios en su comportamiento ante situaciones temidas.
Los cambios en el comportamiento con el propio cuerpo deben incluir los diversos aspectos, perceptivos, emocionales y motores de la conducta humana. Para el cambio se toma como punto de partida la percepción del propio cuerpo.
El cambio perceptivo induce cambios motores, puesto que los movimientos se hacen con conciencia de las sensaciones del cuerpo.
Se espera que por medio de un proceso de condicionamiento a las sensaciones que hacen el movimiento más reforzante (fácil, potente, efectivo, etc.), vaya cambiando el desempeño motor.
Las emociones tienen efectos perceptivos y motores asociados. Los motores se manifiestan en tensiones de determinadas partes del cuerpo, en la respiración y/o otros factores psico-fisiológicos (sudoración, taquicardia, etc.), que pueden ser percibidos de forma desagradable. Sin actuar directamente en las emociones, cambiando las percepciones y el desempeño motor, el comportamiento ante las emociones cambiará. En el programa se propone además un trabajo concreto en relación con las emociones, la aceptación pasiva de las sensaciones asociadas a ellas. Si se responde con pasividad y alejamiento perceptivo a las sensaciones generadas por una emoción, ésta finalmente se extinguirá junto con las sensaciones asociadas. El mecanismo básico en este trabajo es de nuevo la percepción del propio cuerpo.
En este programa, se considera la conciencia corporal como el medio fundamental para cambiar y modificar las respuestas emocionales y motoras. Aunque es preciso tener en cuenta que se entra en un proceso de realimentación, puesto que el movimiento consciente ayuda a incrementar a su vez la conciencia corporal y la relajación, que disminuye la excitación, también lo hace.
El trabajo en el grupo se orienta planteando como objetivo algo tan aparentemente sencillo como el aumento de la conciencia corporal. Es un objetivo fácilmente asumible por todos los sujetos. Es un fin que no interfiere con el comportamiento motor. No se trata de hacer, se trata de observar. Las instrucciones de "hacer" se ejecutan con el patrón perceptivo y de comportamiento existente y por ello, muchas veces, tienden a perpetuarlo en lugar de cambiarlo.
En el método expuesto se distinguen dos tipos de tareas, aquellas básicas, que necesitan realizarse satisfactoriamente, hasta un determinado nivel, para poder avanzar en el resto de los trabajos y aquellas otras que profundizan la conciencia.
Dentro de las tareas básicas se consideran:
Se supone, por ejemplo, que es preciso una mínima aceptación pasiva de las sensaciones corporales, sobre todo de aquellas que son desagradables, para poder ir aumentando la conciencia corporal.
Las distracciones y preocupaciones que llevan a los sujetos a pensar en situaciones ajenas a lo que está sucediendo en el cuerpo son normales en el trabajo en el grupo. La aceptación de estos pensamientos y en lo que sea posible su control, favorece e incluso desencadena un aumento en la conciencia corporal. Un bajo nivel de activación cognitivo es preciso para estar en el "aquí y ahora" y tomar conciencia del cuerpo. Una vez más se da un efecto circular, el trabajo en la percepción corporal lleva a reducción de la activación cognitiva y la disminución de la activación cognitiva aumente la conciencia corporal.
Se explica a los sujetos la relación existente entre el diálogo interno y las emociones y cómo lo que nos decimos a nosotros mismos determina las sensaciones que tenemos. La importancia del diálogo interno para conseguir la relajación tiene que ver con las técnicas del entrenamiento autógeno de Schultz (1969) y con aquellas que usan la sugestión para relajar.
En cada sesión que se celebraba se realiza una verbalización de las experiencias que se han tenido en los ejercicios realizados. Con ello se pretende, conocer los avances y dificultades de cada Cual; pero también que se realice un esfuerzo para Verbalizar las sensaciones y experiencias y compartirlas con los demás. De esta forma se pretende que se afiancen más y que comprendan como un mismo ejercicio puede dar lugar a experiencias diferentes, por lo que la próxima vez que realice el ejercicio no debe prejuzgar cuál va a ser el resultado o la sensación que se tenga.
Cuando los conductas básicas se llevan a cabo en un nivel mínimo, se supone que se han conseguido las condiciones imprescindibles para poder incrementar la conciencia corporal y se comienza con la aplicación de las técnicas que pretenden profundizarlo:
- Conciencia de los sensaciones de tensión a través del estiramiento espontáneo.
- Aprendizaje de la reducción del tono muscular. Se consigue con la aplicación del método de relajación progresivo de Jacobson. No se plantea una reducción drástica del tono muscular, sino que el resultado estaría más cerca del concepto de tono adecuado planteado por Gerda Alexander (1979). El estiramiento planteado en el punto anterior también conduce al tono adecuado (Brueghell-Muller, 1974).
- Conciencia de la piel (Alexander G., 1979).
- Conciencia del espacio corporal interno (Alexander G., 1979).
- Conciencia del espacio externo (Stevens, 1977).
- Modificación de la conducta motora a partir de la conciencia corporal. Se emplea la técnica que se llama en este trabajo microestiramiento de la columna vertebral.
- Movimiento. Una vez que se tiene conciencia del microestiramiento se pasa al movimiento libre. La conciencia corporal no sólo se tiene que dar en reposo. Es preciso tenerlo en movimiento. Este es también un medio poro aumentar la conciencia corporal (Feldenkrais, 1980). Además de ejercicios tomados de Feldenkrais, y que conducen a la conciencia del microestiramiento en movimiento, se plantean ejercicios de movimiento libre con acompañamiento de música del tipo de la Nueva era (New Age).
- Respiración. El microestiramiento de la columna por sí mismo suelta gran parte de los músculos que intervienen en la respiración. La Eutonía de Gerda Alexander y la técnica de Matías Alexander no incluyen ningún ejercicio especial para modificarla. Sin embargo los ejercicios de Speads (1980) pueden ayudar al microestiramiento de la parte dorsal de la columna.
En este apartado se explica en qué consisten las técnicas empleados, dando una idea de las instrucciones que se emplean y de las aplicaciones clínicas que se dan a cada técnica en particular.
Las instrucciones que se dan están tomados de Barry Stevens (Varios, 1978), con modificaciones que incluyen fundamentalmente un énfasis mucho mayor en la pasividad y en no hacer movimientos ni evitaciones de las sensaciones. A continuación se resumen las instrucciones:
"Se trata de centrarse en la sensación más desagradable que tengamos y entrar en contacto con ella. Se trata de hacernos amigos de nuestras sensaciones, de ver cómo son y cómo evolucionan por sí solas sin intervenir nosotros. Dejando que la sensación evolucione como quiera, si algo nos duele dejamos que el dolor se desarrolle, crezca o disminuya sin intervenir. Al ser una sensación desagradable tendemos de manera automática a intentar que disminuya y desaparezca, ahora hay que dejarla que crezca, si esa es su evolución natural. Vamos a observar la sensación, ver sus características, que parte del cuerpo está involucrado, si es aguda, sorda, si siempre es igual o va cambiando con el tiempo, etc. Lo mas importante es observar sin intervenir y evitar los movimientos conscientes puesto que generalmente intentan hacer desaparecer las sensaciones desagradables. Vamos a trabajar desde la pasividad. Si algún movimiento involuntario surge, dejarlo que ocurra también pasivamente. Se suele trabajar en parejas. Uno trabajando y el otro apoyado. El que ayuda debe de animarle a seguir con las sensaciones, a mantenerlas sin intentar eliminarlas.
Si alguno no encuentra ninguna sensación desagradable, que empiece a sentir las sensaciones que tiene en la cabeza y luego en el cuello y se recorra todo el cuerpo dejando que los sensaciones llenen su conciencia sin intervenir.''
Aplicaciones clínicas de la aceptación pasiva de los sensaciones
Existen algunos casos en los que es fundamental esta aceptación de las sensaciones corporales. El más claro es el de los hipocondríacos que interpretan como amenazante alguna de las sensaciones corporales que sienten e intentan evitarlas. Una labor de la terapia es la exposición a la sensación de manera que la acepte sin que dé respuestas de huida ante ella.
El objetivo de este trabajo en la terapia es la aceptación pasiva de las sensaciones corporales. La propuesta que se presenta aquí se ha realizado con hipocondríacos con resultados clínicos muy positivos. En realidad se realiza una inundación a los sensaciones corporales que son interpretadas por los pacientes como desencadenantes de un ataque al corazón, infarto, pérdidas de control, etc. Se mantiene la sensación hasta que se va diluyendo.
Clark (1986), establece la teoría de la ligazón casual entre las sensaciones corporales interpretadas de manera errónea y catastrófica y los ataques de pánico. El trabajo propuesto es una exposición a las sensaciones y un aprendizaje de otra forma de comportarse cuando se sienten. Cuando se realiza se corta la reacción automática de evitación de los sensaciones desagradables.
En el entrenamiento en relajación se han reportado reacciones paradójicas en las que al sujeto le aumenta la ansiedad (Heide, 1983). Este trabajo es también una ayuda para bregar con la ansiedad inducida por las sensaciones de relajación.
Otros marcos teóricos en los que se pueden inscribir las instrucciones que se han planteado son:
- Como ya se ha apuntado, es una técnica de inundación a la sensación más desagradable que se tiene y que con sólo mencionarla suele aparecer la que se está evitando, la que se interpreta como infarto, dolor, etc. El estímulo que se mantiene es la propia sensación y se da la consigna de eliminar todos las conductas de evitación, en concreto movimientos, manteniéndose en completa quietud y la atención en la sensación. Al sugerir que se dé solamente la respuesta de relajación, si se es capaz de darla, se elimina cualquier respuesta de evitación y se favorece el mecanismo que lleva a la extinción o inhibición de la sensación. Se ha enseñado a la persona a ser mas estoica. En vez de hacer una conducta manifiesta y de evitación de sensaciones amenazantes o desagradables se le enseña a dar una respuesta pasiva, de aceptación y de relajación, que es más adecuada en muchos casos.
- Dentro de las clasificaciones de Lazarus (1986) de las estrategias de coping se puede incluir en la de inhibición de la acción. La aceptación pasiva puede dar lugar a un fenómeno parecido a la habituación de las respuestas que se da en la inundación.
- El método coincide con la técnica que Turk llamo somatización y que demuestra que es efectivo en el tratamiento del dolor. El sujeto se fija en el cuerpo de manera lejana, sin intervenir y dándose cuenta de otras sensaciones que hay en el lugar (Burrows, 1987). En los estudios controlados para aliviar el dolor, el método de Turk se ha manifestado eficaz, con resultados positivos en todos los casos citados (Burrows 1987).
Entre las teorías que intentan explicar el proceso por el que se da el dolor crónico se encuentran aquellos que se basan en que en algunos casos la reacción al dolor da lugar a movimientos que llevan a generar más tensión en la zona dolorida que puede contribuir a aumentar el dolor, entrándose de esta forma en un círculo vicioso. Explicaciones teóricas de este tipo se pueden encontrar en Keefe (1986) al mencionar la hipótesis de estrés-dolor y ciclo " dolor-espasmo-muscular-dolor". La aceptación pasiva de los sensaciones puede ser un buen medio para romper este proceso de realimentación.
También puede ser una buena ayuda en cualquier tratamiento de exposición que se realice, puesto que en muchos cosos la evitación está asociada a sensaciones desagradables, si el sujeto acepta sus sensaciones será más fácil o corta la exposición.
En el trabajo que se plantea, la conciencia de la piel es uno de los primeros pasos para aumentar la conciencia corporal. la piel es el órgano del sentido del tacto y por tanto una fuente privilegiado de sensaciones. Existen partes de nuestro cuerpo en las que se está más acostumbrado a recibir sensaciones como la lengua y las manos.
En Eutonía distingue entre tacto y contacto, en el sentido de percibir el efecto que hace en la piel un objeto (tacto) y la percepción del objeto como un todo y de su relación con el sujeto (contacto). Cuando se habla de conciencia de la piel en este trabajo se refiere al tacto.
El tipo de ejercicios que se realizan son desde sensibilizar la piel con algunos objetos como pueden ser bambúes, pelotas de tenis o cepillos, hasta sentir el tacto de la piel con lo ropa, las duchas o el masaje. Siempre se procura que la percepción sea global e implique todo el cuerpo.
Aplicaciones clínicas de la conciencia de la piel
La conciencia de la piel tiene un efecto relajante y de situar al sujeto en "el aquí y el ahora''. Es a la vez una fuente de placer. La conciencia de la piel es una de las fuentes de datos con los que se forma la imagen corporal. Con el trabajo con la piel se trata de lograr una imagen integral del propio cuerpo, necesaria para la propia expresión, para la propia delimitación en el espacio. Si no existe una gran claridad al respecto no será posible lograr la actitud adecuada, tanto en relación con uno mismo como con el espacio exterior. (Emsy, 1985).
La importancia de un tacto agradable para el desarrollo de la persona está demostrado desde los clásicos experimentos con monos de Harlow (1958) con los madres artificiales. La comodidad del contacto de las madres de felpa no solamente es una fuente de placer, también sirve para reducir en los monitos el temor hacia objetos extraños. Es también admitida la importancia de la conciencia de la piel en la adquisición del esquema corporal.
Se han descrito los problemas que presentan algunos psicóticos con la conciencia de la piel. Se han realizado con ellos tratamientos llamados de maternaje en los que se realizaba un trabajo que puede considerarse una inundación al contacto corporal con otra persona.
La aplicación clínica concreta que se ha realizado de esta técnica ha sido como medio de relajación y de que el sujeto sienta la posibilidad de recibir placer. El método de la localización sensorial que se aplica en la terapia sexual es un medio de desensibilizar al contacto con el otro con la conducta incompatible con la ansiedad que es lo conciencia de la piel. (Kaplan, 1978).
La conciencia corporal es también un proceso cognitivo que puede estar dificultado por falta de control de lo que se piensa. La ansiedad tiene dos componentes (Bermúdez, 1985) la emocionalidad y la autopreocupación, que son pensamientos relativos al problema que pueden ser disparados por la ansiedad y que ellos a su vez disparan la ansiedad. La autopreocupación dificulta de manera notable la toma de conciencia corporal. Nuestros pensamientos nos llevan lejos de nuestro cuerpo.
Dentro de este capítulo se consideran distintos tipos de ejercicios:
- El más importante es la meditación, que intenta con uno palabra o mantra desterrar todo pensamiento.
- A veces es eficaz la instrucción de dejar la mente en blanco.
- Otro tipo de ejercicio que se ha utilizado es la simple observación del pensamiento: se toma conciencia de que se está pensando y se ve el pensamiento, después se deja que se vaya tranquilamente, es importante la aceptación de las distracciones y que los pensamientos vuelvan una y otra vez. Los ejercicios que se plantean en el programa están tomados de Stevens (1977).
El trabajo de observación del pensamiento es en cierto modo una forma de meditación. Poro el trabajo clínico con determinados pensamientos es preciso primeramente hacerlos conscientes. Después se modifican o se realiza una desensibilización a ellos.
Los efectos fisiológicos de la meditación están demostrados en innumerables trabajos (ver por ejemplo Holmes, 1983). Bajo la tasa cardíaca, eleva la resistencia de la piel, decrece la tasa respiratoria, disminuye la presión sanguínea. Se ha aplicado también en la desensibilización sistemática sustituyendo a la relajación progresiva.
Los meditadores reportan que en la meditación, experimentan un incremento en la relajación, y una disminución del Arousal cognitivo.
La meditación se ha utilizado en el tratamiento de numerosos desórdenes de origen psicológico, como hipertensión, asma, abuso de drogas, insomnio, e incluso en inflamación de encías y tartamudeo (Holmes, 1984).
El objetivo de aplicarla en el grupo es solamente controlar que la activación cognitiva no dificulte la conciencia corporal. De hecho la misma conciencia corporal se podría considerar una forma de meditación. (Naranjo y Ornstein, 1971).
Así como está demostrada la eficacia de la meditación y sus efectos fisiológicos, se discute su efectividad en comparación con otros métodos. Según algunos estudios la meditación y el descanso dejando los preocupaciones se han mostrado prácticamente equivalentes (Holmes, 1983, 1984).
Distintos autores tienen distintos conceptos de la relajación. Algunas teorizaciones se han hecho intentando incluir todas las técnicas conocidas (Smith, 1986) y por lo tanto no distinguen entre los efectos de las distintas técnicas. Muchas veces se consideran todas equivalentes y no distinguen entre los distintos elementos que se han incluido en el método que se presenta en este trabajo.
La respuesta de relajación se concibe normalmente como una respuesta pasiva e indiferenciada que reduce el estado de excitación somático y cognitivo (Smith, 1986). O como un estado alterado de conciencia autoinducido (Benson, 1974).
Las técnicas de relajación suelen incluir un conjunto de conductas previas que llevan a ella. Las conductas para relajarse pueden ser muy variadas, desde sentarse en el sillón favorito, o leer un libro, hasta los cientos de técnicas de relajación que existen actualmente y que necesitan diferentes niveles de habilidades para practicarlas. Las técnicas de relajación no son caminos hacia el mismo fin sino que cada una tiene sus propios efectos y han de adaptarse a cada individuo (Smith, 1986). En la clasificación que este último autor realiza de las técnicas ve una graduación, desde técnicas que ayudan al "darse cuenta" corporal, hasta técnicas más puramente cognitivas como meditación, visualización, etc.
En este trabajo cuando se habla de técnica de relajación se refiere a la relajación progresiva de Jacobson.
La relajación progresiva de Jacobson, se basa en la conciencia de las tensiones musculares que tenemos en el cuerpo. Se enseña a través de ejercicios que permiten distinguir entre la tensión y la distensión de los diferentes músculos. Se han hecho diferentes métodos, con la idea de que con unos cuantos ejercicios se tome conciencia de los grupos fundamentales de músculos (Cautela, 1987). El entrenamiento se realiza en vivo y no por medio de cintas, aunque en algunos tratamientos clínicos puede estar indicado la grabación de los ejercicios de relajación, se piensa que la relajación grabada es menos efectivo (Borkovec y Sides, 1979).
La mayoría de los estudios de relajación que se realizan se hacen sobre una visión pasiva del individuo. Los investigadores parecen concebir la terapia como un proceso de tratamiento, a través del que el paciente ha de pasar, y después del cual supuestamente habrán tenido lugar cambios importantes. Pero de hecho la mayoría de los pacientes no aprenden un método efectivo que sea útil cuando la ansiedad ocurre (Ost, 1987). La relajación se suele enseñar en situaciones especiales de tranquilidad que son ideales para conseguirlo. Benson, (1974) sugiere que la respuesta- de relajación se facilita por cuatro elementos básicos, (a) un objeto mental que sirve de foco de atención, (b) una actitud pasiva, (c) un tono muscular reducido, (d) un ambiente tranquilo. Este setting especial en el que se entrena a los sujetos podría explicar parte de las dificultades de generalización a la vida cotidiana que se suelen encontrar en los estudios de relajación. Sin embargo, muchas de las técnicas que se emplean en el programa que se describe en este trabajo, pueden ser utilizadas en cualquier tipo de situación, por ejemplo, en situaciones que incluyen movimiento.
Es importante por tanto que las respuestas que llevan a la relajación se incorporen a la vida cotidiana, como intentan los trabajos de Ost (1987, 1988). También es importante que envuelvan la mayor porte posible de los aspectos del comportamiento humano y no solamente el tono muscular. En los grupos se enseña a relajar las tensiones sin necesidad de hacer los ejercicios de forma abierta. Se van evocando los ejercicios de forma que la conciencia corporal va aumentando. De esta forma se puede incorporar la relajación progresiva a las distintas situaciones cotidianas.
Aplicaciones clínicas de la relajación progresiva
La relajación progresiva es el método que más se ha empleado en la psicología clínica y está asociado a la desensibilización sistemática (Wolpe, 1979). De acuerdo con Wolpe (1981), el papel de la relajación en la desensibilización sistemática es producir un cambio en el funcionamiento del sistema nervioso autónomo que inhiba la ansiedad. En numerosos experimentos se ha probado que la relajación progresiva reduce la actividad autonómica.
Además de su aplicación en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, las aplicaciones clínicas de la relajación han sido más variadas aún que las citadas en la meditación y se ha aplicado a todo tipo de trastornos físicos con origen psicológico, el dolor crónico, la hipertensión, asma, tartamudeo, miopía, etc.
Los efectos cognitivos de la relajación progresiva son mencionados desde los inicios de la técnica. Jacobson menciona a Wundt diciendo que "Las sensaciones de tensión y de relajación están siempre conectadas con el proceso de atención" (Jacobson, 1987. Reprint). Levin (1985), afirma que la relajación aumenta la viveza de los imágenes que se utilizan en la desensibilización sistemática. Los efectos de la reducción del arousal en las cogniciones positivas son mencionados por Peveler y Johnston (1986). En consecuencia el entrenamiento en relajación progresivo se considera fundamental para conseguir una mejor conciencia corporal.
Ejercicios de respiración son clásicos de las técnicas orientales como el yoga (Visnhudevananda 1979), el Qigong (Shoquing, 1986) o el Tai-Chi (Yang, 1978). Dentro de esta tradición oriental se pueden considerar dos tipos de ejercicios, los más activos y aquellos que se limitan a la observación pasiva de la respiración, como pueden ser los que se emplean en la meditación Zen (Durkheim, 1989).
En Europa se han desarrollado otras técnicas de respiración, que se han aplicado en actividades artísticas como el canto o la declamación. En ellas se pueden distinguir los dos tipos mencionados, los más pasivos o los más activos, véase por ejemplo los ejercicios de rehabilitación (Lapierre, 1978) para los más activos y para una colección interesante de ejercicios (Lodes, 1990). Existen ejercicios que se limitan a aceptar u observar la respiración sin una intervención consciente como son los planteados por Feldenkrais (1980) o por Speads (1980).
Ni la Eutonía ni la Técnica Alexander plantean ejercicios de respiración. Parten de la hipótesis de que si se consigue el tono correcto de los músculos o la posición adecuada, la respiración se hará correcta. (Alexander G., 1979).
Los ejercicios que se aplican están fundamentalmente tomados de Feldenkrais y de Speads, es decir, aquellos que parten de la premisa de la observación sin intervención de la respiración.
Speads (1980), plantea una serie de experimentos y no ejercicios en el sentido de que el ejercicio se hace con determinado fin mientras que en los experimentos se hace algo y se observan los resultados. Básicamente consiste en que, sobre la respiración que se tiene en un momento dado, se introduce un estímulo (p. ej. pronunciar una "s'' largo o una "a'', o darse palmadas o diversas posturas y movimientos) y se dejan pasivamente que ocurran consecuencias, que se observan. Los experimentos están graduados, constituyen una serie ordenada que tienen como final un experimento llamado de consciencia en el que simplemente se observa la respiración y se la deja que se ajuste a las necesidades del momento. Speads no plantea una respiración determinada como respiración ideal, sino que se debe de adoptar o la que la situación requiera. Los problemas pueden surgir cuando se mantiene un tipo de respiración, que no se adapta a la que se necesita para afrontar la situación. Finalmente afirma: "Realizando todos los experimentos descritos, se habrá entrenado en el uso de un sentido corporal y habrá adquirido experiencia de cómo aplicarlo a los ejercicios respiratorios. Habrá desarrollado un <sexto sentido> relacionado con su respiración que le permitirá realizar ya un experimento respiratorio basado fundamentalmente en la consciencia de la necesidad de un cambio y, por supuesto, de ceder a él. A diferencia de los restantes experimentos respiratorios, el Experimento de conciencia no introduce medidas externas para una mejoría respiratoria, tales como una palmada, una extensión o un sonido. Cuando realice el Experimento de la consciencia será totalmente independiente del lugar, la postura corporal y la actividad visible. Lo único que importa es su respiración; el objetivo perseguido es permitirla deliberadamente cambiar en cualquier sentido que sea necesario".
Otros ejercicios de respiración como los de Feldenkrais se han empleado para aumentar la conciencia del espacio interno, en el sentido de que es esta conciencia la que va a regular la respiración sin intervención directa sobre ella.
Como se puede comprobar la filosofía subyacente en estos ejercicios es la misma que la que está en todas las que se han planteado en este trabajo, conciencia sin intervención voluntaria.
Mención aparte y dentro de este apartado, puesto que en ella se da una gran importancia a la respiración, está la Bioenergética de Lowen. En ella a través de ejercicios físicos y de respiraciones forzados se pretende la descontracturación de la coraza muscular descrita por Reich (1963 , 1985). Al margen de la interpretación dinámica que realizan los autores de estas técnicas, con su aplicación se consigue la relajación de tensiones fuertes y la elicitación de determinadas emociones.
Aplicaciones clínicas de los ejercicios de respiración
Las sensaciones asociados a la hiperventilación producida por una respiración acelerada o/y superficial, mareosidad, hormigueo en las extremidades, etc., son interpretados por algunos pacientes como síntomas de una enfermedad, en la hipocondría o como disparadores del ataque de pánico. En estos y otros casos, en los que los pacientes están intentando huir de sus propias sensaciones, la mera conciencia de la respiración dispara la ansiedad y el clínico puede utilizar ejercicios de conciencia de la respiración como forma de realizar una inundación para extinguir las respuestas de ansiedad, causadas por las propias sensaciones de ansiedad.
Los ejercicios de respiración producen también relajación y como tales se suelen emplear, pues son sencillos de aprender, efectivos y se pueden aplicar en cualquier situación. Por ello se pueden utilizar como medio de afrontamiento para el manejo de la ansiedad de forma altamente efectiva.
En la terapia de orientación conductual, que es a la que se refiere este trabajo, la propia respiración es un objeto de intervención en algunos trastornos como la agorafobia o el ataque de pánico. Clark (1986) establece la teoría de que el pánico ocurre cuando la persona interpreta errónea y catastróficamente sus sensaciones corporales. Es una teoría similar a la de Beck y la de Ellis que también establece la relación entre los cogniciones y los síntomas aunque en este caso es el síntoma el que dispara la cognición y no a la inversa.
Las interpretaciones erróneas se dan más cuando ocurren varios síntomas simultáneamente (Rachman, 1987). Los ataques de pánico a menudo son disparados por cogniciones negativas y cambios interoceptivos muchos de los cuales aparecen relacionados con la ansiedad y la hiperventilación. La combinación de tratamientos y en particular el entrenamiento en respiración ofrece una promesa considerable para el tratamiento de los ataques de pánico y sugiere que su combinación con la exposición en vivo en el caso de agorafobia puede ser un avance significativo sobre la exposición solamente. (Franklin, 1989).
La ansiedad persistente y los ataques de pánico han sido vistos como fenómenos asociados a la hiperventilación y se ha planteado su tratamiento por medio del control respiratorio (Avia, 1987).
Speads recomienda sus experimentos para el insomnio, los mareos, el equilibrio, fumar y comer demasiado, dolores de cabeza, depresiones, sobreexcitación, miedo al público, nerviosismo de los artistas durante la espera antes de reanudar una representación, dificultades para concentrarse, mala memoria y creatividad bloqueada.
Desde la Bioenergética se afirma que la respiración está distorsionado en los adultos por tensiones musculares crónicas, resultado de conflictos emocionales no resueltos (Naranjo, 1980). Los ejercicios que plantean (Lowen y Lowen, 1977) pretenden la liberación de estas tensiones musculares. La experiencia clínica indica que, pueden contribuir a desencadenar o expresar emociones en circunstancias terapéuticas de forma que se puede ayudar al paciente a desinhibir su expresión. Estas expresiones o descargas son, algunas veces interesantes de conseguir y difíciles de lograr con lo que este tipo de ejercicios puede ser de una gran ayuda para el clínico. Se pueden aplicar para la expresión de rabia, para la sensación de pérdida de control, para desinhibir algunas expresiones sexuales (Rosemberg, 1981) o para mejorar el estado físico -en algunos depresivos. (Lowen, 1972).
En el método que se expone, la conciencia del espacio interno y de lo que contiene tiene gran importancia en la preparación del microestiramiento. Se da también el fenómeno inverso, a través del microestiramiento se mejora la conciencia de los huesos y del espacio interno.
Los ejercicios que se emplean están tomados de la Eutonía y algunos de Feldenkrais. Se basan en la toma de conciencia de que nuestro cuerpo es un volumen y en el que se encuentran partes de los que tenemos poca conciencia como las vísceras y los huesos.
La Eutonía confiere gran importancia a la conciencia de los huesos porque da al individuo una seguridad interior y una resistencia. La vivencia de esta fuerza interior, "el reflejo de enderezamiento'', libera la musculatura dinámica y permite una gran movilidad.
El enderezamiento reflejo puede ser logrado a partir del circo del pie, pasando por la tibia, el peroné, la articulación de la cadera, la cintura pelviana, y la parte superior del sacro hasta la quinta vértebra lumbar y a través de toda la columna hasta el atlas. Puede lograrse el enderezamiento no sólo a partir de los pies, sino de cualquier otra parte del cuerpo, en posición de sentado por ejemplo a partir de los isquiones. En Eutonía han llamado "transporte" a esta utilización consciente del reflejo de enderezamiento, para subrayar la diferencia con el reflejo de enderezamiento inconsciente.
Solamente cuando se experimente, "el reflejo del transporte" en todas las situaciones posibles se empieza a tomar conciencia de las formas óseas exactas. Pronto se descubrirá que esta percepción de los huesos produce un efecto regulador en el tono de todos los músculos que están en relación con los huesos realmente sentidos.
Mediante una nueva conciencia de la realidad, la respiración normal inconsciente y la -postura mejoran considerablemente. (Alexander G., 1979).
Se realizan ejercicios para tomar conciencia de los diversos espacios corporales, el espacio del cerebro, el de los ojos, la nariz, la boca, la garganta y el aparato fonador, los pulmones, el abdomen, la pelvis, las piernas y el pecho y los brazos. Se parte de la conciencia de la piel y se toma conciencia de que debajo de la piel existe un espacio corporal. En una segunda fase se llena el espacio corporal con la conciencia de los huesos. Siempre es importante tomar conciencia, no sólo de la parte del espacio sobre la que se lleva la conciencia, sino sobre todo el cuerpo. Es importante la conciencia global y por ello difusa del propio cuerpo.
Aplicaciones clínicas de lo conciencia del espacio interno
La conciencia de los huesos tiene gran importancia para conseguir un movimiento fluido y se ha aplicado con éxito a la rehabilitación de parapléjicos. (Emsy, 1985).
En algunos casos de trastornos de habla, como tartamudez, etc., se presentan problemas de ansiedad al proceso mismo de la fonación. Van Ripper plantea un programa de desensibilización al proceso de la articulación del habla. Los trabajos de conciencia del espacio de la boca y del aparato fonador ayudan de manera importante, puesto que suponen un acercamiento relajado a una parte del cuerpo temida y evitada. El autor ha empleado frecuentemente estos métodos en diversos trastornos de habla, no solamente en el tartamudeo.
En general, se pueden aplicar en algunos casos de dismorfobia. Por ejemplo, se ha hecho así en algunos casos de poliomielitis en los que los individuos después de una toma de conciencia relajada del miembro afectado, mejoran de manera clara su relación con él y su desempeño motor.
El espacio interno tiene sentido situado en el espacio total, en el espacio externo. Para tomar conciencia del cuerpo propio en toda su extensión hay que situarlo en el espacio externo.
Stevens (1977) distingue en su experiencia tres tipos o zonas de darse cuenta:
- El del mundo exterior, esto es el contacto sensorial actual con objetos y eventos en el presente: lo que en este momento veo, palpo, toco, escucho, degusto o huelo.
- El del mundo interior. Esto es el contacto sensorial actual con eventos internos en el presente.
- El de la fantasía. Esto incluye todo la actividad mental que abarca más allá de lo que transcurre en el presente.
Aplicaciones clínicas de la conciencia del espacio externo
la terapia gestáltica tiene como base el proceso del darse cuenta, en ella se aplica de manera amplia la conciencia del espacio externo.
Conductualmente se aplica como técnica de manejo de ansiedad distrayendo a la persona de los estímulos internos ansiógenos.
La tomo de conciencia del espacio externo permite a los individuos el acercamiento relajado a estímulos externos temidos.
En este trabajo se vienen mencionando técnicas de trabajo corporal que a lo largo de este siglo se han desarrollado en Occidente, (Técnica de Alexander, Eutonía, Bioenergética, Método Feldenkrais, Rolfing, etc.). Una de las conductas básicas que se mencionan en casi todas ellas es la colocación de la columna. Llamada por algún autor microestiramiento de la columna. Se describe como la sensación de una ligera separación de las vértebras a lo largo de la columna. Es este un punto de llegada y de partida de gran parte de los métodos corporales incluso orientales, recuérdense los trabajos de Kundalini en yoga (Visnhudevananda, 1979).
El término de microestiramiento de la columna intenta ser descriptivo para expresar la situación especial que se quiere alcanzar y de la que se quiere partir. En una articulación, en este caso la de la cabeza con la columna vertebral, se produce un estiramiento mínimo y a partir de este estiramiento se puede pasar a la acción con ventaja. Coloca el cuerpo en una situación en la que es difícil la tensión excesiva y el movimiento cotidiano se hace fluido y es más fácil modificar y realizar comportamientos cognitivos y emocionales no automáticos.
El microestiramiento no es algo que haya que hacer, ocurre cuando se alcanza un cierto nivel de conciencia corporal y no sólo se da en reposo, sino también y principalmente, en movimiento. Para que ocurra es necesario mantener un cierto nivel de relajación, no necesariamente profundo, conciencia de espacio interior del cuerpo y de su relación con el exterior a través de la piel. Es un reflejo que ocurre, que no se busca con movimientos voluntarios.
El darse cuenta del microestiramiento se realiza asociado con verbalizaciones internas precisas. Pueden ser ''crecer Internamente'', "dejar que la cabeza se vaya hacia arriba y hacia afuera", "dejar el cuello suelto dejando la cabeza libre", etc. Estas palabras se condicionan al microestiramiento y después ayudan a que ocurra de manera más fácil y fluida.
Aunque casi todas las técnicas de trabajo corporal incluyen el microestiramiento, conocido por otros nombres, la concepción que se emplea en este trabajo se acerca al Principio de Matías Alexander. (Barlow, 1986).
Alexander plantea junto con el microestiramiento otra técnica tan importante como él, la inhibición del movimiento. Antes de movernos hacemos la intención del movimiento y lo inhibimos dejando que se produzca el microestiramiento de la columna. La calidad del movimiento cambia de manera clara. No es una técnica pasiva, hay que dejar que se mantenga la energía que vamos a utilizar en el movimiento y que se produzca el microestiramiento para después iniciar cualquier movimiento. La inhibición interrumpe la reacción automática a determinados estímulos y mantiene el microestiramiento en la acción.
Para lograr un movimiento fluido es necesario partir del microestiramiento y de la inhibición del movimiento. La técnica de Alexander se enseña por profesores especializados. Se trata de implantar sensaciones kinestésicas nuevas, asociadas al microestiramiento. Necesita siempre la participación directa de un profesor para aprenderlo, puesto que se hace a través de manipulaciones del cuerpo del alumno. Se han planteado algunas formas de aprendizaje que no necesitan la participación directa del profesor (Barker, 1978), que son las que se han empleado en este trabajo.
Alexander (Barlow, 1986), parte de la observación de que cuando los personas hacen cualquier movimiento cotidiano como sentarse o levantarse tienden a alterar la posición de la cabeza, la echan hacia atrás mientras acortan el cuello y lo tensan, y es desde esta posición desde donde se mueven. El afirma que si se inhibe este reflejo (que, según él, tiene mucho que ver con el de defensa ante un estímulo temido) y se permite que la cabeza se vaya hacia arriba y hacia afuera, el movimiento se hace mucho más fluido y eficaz. Diseñó su técnica para enseñar a moverse desde esta posición.
Matías Alexander planteó su técnica que está basado en enseñar a las personas un uso diferente de su cuerpo. Enseñaba a través de manipulaciones que Jones (1976) describe de la siguiente forma:
''Aplicando una ligera presión con ambas manos el que demuestra la técnica cambia el balance o el equilibrio de la cabeza del sujeto de tal manera que los músculos de lo nuca y del cuello se alargan permitiendo a la cabeza girar ligeramente hacia delante como si se escapara de los hombros. Llevado a cabo adecuadamente el procedimiento se establecerá un nuevo balance dinámico entre el peso de la cabeza y el tono de los músculos de tal manera que en un rango limitado (mayor en unos sujetos que en otros) la cabeza se comporta como un sistema inercial que puede moverse o ser movida libremente en cualquier dirección sin sensación alguna de peso. El sujeto siente de esta manera una sensación de facilidad, de competencia muy diferente de la relajación".
Jones (1976) cuenta su experiencia diciendo que cuando se concentraba en el objetivo que quería conseguir, algo ocurría en su campo de atención para frustrar el intento. Después se dio cuenta de que la atención se podía expandir o estrechar y pasó a darse cuenta de la parte inhibitoria y excitadora del movimiento, de lo que hace a la vez de lo que no hace.
Expande su atención de manera que se da cuenta de sí mismo y del ambiente simultáneamente. Cuando hacía esto era capaz de seguir las instrucciones de Alexander e inhibir la respuesta al estímulo de ponerse de pie. Una vez que se realiza el movimiento de ponerse de pie inhibiendo la respuesta automática de crispar el cuello se experimenta una sensación kinestésíca del movimiento que supone una recompensa tan grande que inmediatamente intentó reproducirlo y mantenerlo. Pero no se puede conseguir tratando directamente, es el resultado de un proceso psicofísico. Lo que se aprende de las enseñanzas de Alexander es a distinguir cuando se produce un aumento de tensión en el cuello debido a un estímulo y a inhibir ese aumento.
El significado del cuello es que, según Alexander, allí empieza la tensión y desde allí se distribuye a todo el cuerpo.
Jones describe la influencia de este trabajo en las emociones. Debido a que el campo de atención no es simplemente un constructo teórico, sino un estado de tono perceptible, cualquier cambio de estado emocional le afecta inmediatamente y puede ser percibido como un cambio del tono en los músculos antes de que se dé una reacción en el sistema nervioso autónomo. Jones cuenta como en una clase con A. R. Alexander (hermano y colaborador, de M. Alexander) se enfadó y que sintió como la reacción comenzaba con el mismo patrón que cuando se ponía de pie retrayendo la cabeza. En lugar de controlar su enfado llevó su atención al cuello y se encontró con que la tensión desaparecía y con ella su enfado.
Esta descripción encaja con la teoría actitudinal de las emociones. Sin embargo otro alumno de Alexander, Barlow, critica por excesivamente conductista la teoría actitudinal de las emociones de Bull (Bull, 1951) y califica de burdo el enfoque de James-Lange.
Alexander incluía en su enseñanza una serie de mensajes como "hacia arriba y hacia afuera", de forma que condicionaba la respuesta kinestésica a estas palabras.
Aplicaciones clínicas del microestiramiento
Alexander empleó su principio a raíz de dificultades que encontró en la voz y que truncaron su carrera de actor, que representaba a Shakespeare con éxito. Por ello se ha aplicado su técnica a trastornos de voz, afirmando que se necesita un buen uso del cuerpo para poder hablar sin esfuerzo.
Se ha aplicado también a otros tipos de trastornos como reumatismo, espandilosis cervical, lumbago, artritis, enfermedades respiratorias. Barlow cita también aplicaciones en enfermedades que tienen componente de estrés, hipertensión, afecciones gastrointestinales, migrañas, problemas ginecológicos, tic, calambres musculares, tortícolis espasmódico, etc. Respecto a la salud mental Barlow hace, entre otras, las siguientes puntualizaciones:
- Ningún diagnóstico está completo mientras no se tome en cuenta el uso que hace el paciente de su cuerpo.
- Se puede obtener ayuda de la psicoterapia pero ese esclarecimiento no modificará por sí mismo los hábitos del sujeto en el uso de su cuerpo.
- En el tratamiento mental debería establecerse como primera prioridad la obtención del mejor y más equilibrado estado de reposo y del uso del cuerpo antes de embarcarse en el tratamiento.
- El éxito de cualquier tratamiento debería valorarse en función de su efecto sobre el uso general.
Como se ha mencionado, la aplicación de técnicas de relajación a la vida cotidiana presenta dificultades. Este tipo de técnicas envuelven la vida entera del individuo y son de aplicación automática a situaciones ansiógenas.
Es importante, por tanto, que las respuestas que llevan a la relajación se incorporen a la vida cotidiana, como intentan los trabajos de Ost (1987, 1988) y que envuelvan la mayor porte posible de los aspectos del comportamiento humano. El objetivo del microestiramiento es implantar un comportamiento con el cuerpo diferente en situaciones de tensión y como tal cumple con las premisas de aplicación de una respuesta incompatible con la ansiedad en situaciones cotidianas con todas las ventajas que esto puede reportar.
El movimiento mejora con la conciencia corporal y es a su vez un medio idóneo para mejorar nuestra conciencia del cuerpo. Feldenkrais (1980) afirma que el movimiento constituye la base del conocimiento de nuestro propio cuerpo. Entre otras cosas dice que:
- Es la principal ocupación del sistema nervioso.
- Su calidad es más fácil de distinguir que otros factores o sentimientos.
- La capacidad para moverse influye mucho en la propia valoración.
- Los movimientos reflejan el estado del sistema nervioso.
Feldenkrais en su método plantea movimientos dirigidos y precisos para ir aumentando la conciencia de determinadas partes, conexiones, etc., de nuestro cuerpo. Presenta dos formas de trabajo:
- Individual, en la que el profesor manipula el cuerpo del alumno, que pasivamente va tomando conciencia de su movimiento.
- En grupo en la que se trabaja a través de movimientos activos claramente determinados e incluso enseñados por medio de modelado.
Alexander plantea el paso del microestiramiento al movimiento a través de la inhibición. Se trata de hacer deliberadamente una pausa y decir "No" a una acción que previamente se había decidido llevar a cabo (Barlow, 1986), dejar que el microestiramiento ocurra y luego realizar el movimiento que se había iniciado u otro cualquiera.
En Eutonía se combina el movimiento dirigido con el libre. Otras técnicas como las de Fedora Aberstury (Rubio, 1987) el movimiento se hace evolucionando libremente ya sea individualmente o en grupo.
En el método se han empleado ejercicios de Feldenkrais o tomados de la Eutonía para desencadenar en los alumnos la sensación de microestiramiento o para concienciar determinados partes del cuerpo. Sin embargo, una vez concienciados se pasaba al movimiento libre en el espacio exterior en el que se mueven los alumnos con la conciencia del cuerpo que han adquirido en el ejercicio.
Aplicaciones clínicas del movimiento
En psicomotricidad se aplica el movimiento para favorecer o completar el desarrollo del niño (Schinca, 1980). Otros programas de movimiento se han aplicado como auxiliares en el tratamiento de obsesiones y otros trastornos (Villalobos, 1987).
El movimiento como se ha aplicado en el método que se describe es una técnica importante para aumentar la conciencia corporal. Las aplicaciones clínicas citadas constituyen programas concretos y complejos empleados en casos concretos y en los que la conciencia corporal juega sin duda un papel importante.
A los alumnos se les enseño la influencia del diálogo interno no sólo en las emociones, sino en el propio desempeño con el cuerpo: Se les enseño que si se dicen que pueden, pueden más de lo que creen. Que un péndulo se maneja mejor diciéndose en voz bajo como se quiere que se mueva que intentándolo mover conscientemente. Que si se concentran en el techo se levantan más fácilmente que si se concentran en el suelo.
Alexander utiliza órdenes en su método, como "cabeza hacía arriba y hacia afuera". Se trata de dar esas órdenes al cuerpo pero no hacer nada para llevarlas a cabo. Si se es persistente el movimiento ocurre sin que se busque conscientemente. Como contraposición en Eutonía se eliminan las órdenes y se pretende evitar las sugestiones a los alumnos. El método de relajación de Schultz incorpora sugestiones de sensaciones por medio del diálogo.
El método de Fedora Aberastury (Rubio, 1987) también incorpora palabras y frases en un sentido amplio que incluye el mencionado de Alexander, la meditación tal como la concibe Benson (1974) y el diálogo interno positivo que mejora la emoción y el bienestar del individuo.
Aplicaciones clínicas del diálogo interno
La terapia cognitiva da cuenta de la importancia del diálogo interno en el mantenimiento y modificación de nuestras conductas. Su influencia en la generación de ansiedad incluso de ataques de pánico, depresión, etc., ha sido ya mencionada. Como mas adelante se expone el diálogo interno tiene también un papel fundamental en la génesis de las emociones.
En este trabajo se une el desempeño relajado con el cuerpo a un diálogo adecuado. En clínica se ha empleado la situación de relajación para inducir cambios en la conducta por ejemplo en las técnicas de hipnosis y sofrología. Son destacables en este campo los trabajos de M. K. Erickson (Haley, 1985).
El movimiento libre se realiza con acompañamiento de música de la Nueva Era (New Age), o clásica. En Eutonía se recomiendo que se realice el movimiento sin música con objeto de no interferir ni guiar el movimiento libre que realizan los alumnos. El tipo de música que se emplea no sugiere una pauta determinada del movimiento.
El efecto de la música en el humor ha sido estudiado en la literatura, ver por ejemplo (Albersnagel, 1988). Se ha comprobado que es efectivo como método para inducir el estado de ánimo aunque no se refleje luego en cambios en la cognición.
Asociadas con las emociones se dan tres componentes principales, los cogniciones, las sensaciones corporales y las conductas emocionales. las relaciones entre ellas han sido objeto de diversas interpretaciones y teorías. Los cognitivistas consideran como hecho fundamental que las cogniciones disparan los emociones.
Para Schachter, las emociones son la interpretación cognitiva del arousal, el hombre realiza una interpretación cognitiva de sus sensaciones corporales y, al menos en el caso del arousal, esta interpretación conduce a las emociones.
Para William James las emociones son las sensaciones corporales. James decía que los cambios corporales siguen directamente la percepción del hecho excitante y nuestras sensaciones o el sentimiento de los mismos cambios en el momento que ocurren es la emoción. Para James la sensación es la esencia de la emoción sin ella el concepto de emoción está vacío. Las manifestaciones corporales deben estar interpuestas primeramente entre el suceso elicitante y la expresión emocional (citado por Zajonc, 1989).
La "Teoría de la actitud" sobre las emociones (Bull, 1951), (Referido en Adelmann, 1989) dice que lo que viene primero, antes de la emoción, no es la acción que lleva a los cambios corporales, como decía James, sino la preparación a la acción. Sentimos miedo o ira, porque estamos listos para correr o golpear no necesariamente porque realmente golpeemos o corramos.
Clark (1986) en su teoría cognitiva de los ataques de pánico da una explicación más circular, dice que lo que ocurre es que se malinterpretan las sensaciones corporales y estas malas interpretaciones conducen al ataque de pánico (Avia, 1987).
Es decir, existe un condicionamiento de la palabra o cognición que dispara determinadas sensaciones corporales asociadas a la<s emociones y también las sensaciones corporales disparan las emociones a través de su interpretación o etiquetación.
El aprendizaje necesario para la etiquetación de las sensaciones corporales se da en un proceso similar al aprendizaje del lenguaje. En la adquisición de las emociones primeramente se dan sensaciones corporales asociadas a la preparación, a la acción, sobre ellas, se dan respuestas cognitivas de etiquetación. Las respuestas cognitivas serían reforzadas o condicionadas socialmente por el mismo mecanismo por el que se aprende el lenguaje.
Las sensaciones corporales en la actitud, se etiquetan, se produce la respuesta y surge la emoción. Es similar a la teoría de Schachter con la diferencia de que en ella solo menciona el arousal, no se habla de sensaciones corporales asociadas a la preparación para la acción o a la acción misma.
La etiquetación no es necesario para que se den el resto de los componentes de la emoción. No se tiene que saber que se está enamorado para comportarse como tal, se siente miedo o ira sin ser conscientes de ello, etc. La palabra con la que se etiqueta la sensación se da, a partir del momento en que se emite, de forma simultánea a la sensación etiquetada. Se produciría entonces un proceso de condicionamiento de forma que sensaciones corporales (El) preceden por una parte a la palabra con la que se han etiquetado y por otra a la acción emocional coexistiendo la etiquetación con la sensación. Por tanto se da también el condicionamiento entre las palabras la sensación corporal.
Para explicar este hecho se puede acudir a un condicionamiento circular. En efecto, cuando la palabra sigue a las sensaciones corporales, precederá a la respuesta emocional condicionada. Ahora bien, junto con éstas, continuarán las sensaciones corporales puesto que la respuesta no se puede dar sin los cambios corporales actitudinales de preparación a la acción, con lo que las cogniciones cada vez que ocurren se condicionan a las sensaciones corporales y por tanto a la emoción. La palabra como estímulo condicionado precedería y generaría la respuesta emocional. El condicionamiento entre las palabras y las sensaciones se fortalece a través de la misma respuesta emocional, puesto que siempre que ocurren juntos se produce la respuesta emocional. Si se dan las sensaciones sin las cogniciones, o las cogniciones sin las sensaciones se debilita o se extingue el condicionamiento.
Otra visión de este condicionamiento circular que se da entre cogniciones y sensaciones, está basado en los estudios y experimentos que se están realizando en el campo del condicionamiento clásico desde puntos de vista de procesamiento de la información (Rescorla, 1988) o más cognitivistas (Krank, 1989), (Holland, 1989).
El programa que se ha expuesto en este trabajo actúa sobre los emociones. El mecanismo que explicaría el funcionamiento del método en las personas estaría basado en dos factores:
- Por una parte al variar los mecanismos perceptivos de las sensaciones corporales se interfiere con las cogniciones normales que van asociados a ellos y por lo tanto la emoción toma otro derrotero. Esto es debido a que la toma de conciencia del cuerpo incluye fenómenos cognitivos de atención que pueden ser una respuesta alternativa a las cogniciones que tienen condicionadas las sensaciones corporales. Se está entonces en disposición de cortar la cadena que lleva a la respuesta emocional, huir, pegar, etc.
- Por otro lado si la emoción surge de la interpretación de las sensaciones corporales asociadas a la actitud preparatoria a la acción, las técnicas corporales que se aplican permiten que se produzca la relajación de las tensiones más importantes y un cambio de la actitud a través del microestiramiento, dándose por tanto un cambio en las sensaciones corporales y en la emoción.
La conciencia corporal permite que el cuerpo se adapte a las circunstancias presentes. Por eso, cuando aparece, la emoción es más fluida, en el sentido de que no permanece más allá de lo que lo hacen las circunstancias externas que la dispararon.