Los autores de este artículo declaran que no tienen ningún conflicto de intereses.
Ciento veinte víctimas del terrorismo que habían sufrido un atentado como media 18 años antes y que presentaban sintomatología o trastorno de estrés postraumático (TEPT) fueron aleatorizadas a 16 sesiones de terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TCC-CT) o a lista de espera. Ninguna de las víctimas que completó el tratamiento presentaba un diagnóstico de TEPT en el postratamiento; estas víctimas mostraban niveles de sintomatología de estrés postraumático significativamente menores en el postratamiento que en el pretratamiento, con una diferencia pre-post grande (d = 1.39) y un 78.3% de ellas mostraban niveles normales en el postratamiento. Estos resultados fueron significativamente mejores que los del grupo control, siendo la diferencia tratamiento-control grande (d = 0.91). La TCC-CT es eficaz y representa actualmente el tratamiento de elección para víctimas del terrorismo que sufren TEPT o sintomatología de estrés postraumático, incluso a muy largo plazo, entre 6 y 51 años después del atentado.
One hundred and twenty victims of terrorism who had suffered a terrorist attack an average of 18 years ago and who mainly had posttraumatic stress disorder (PTSD) or posttraumatic stress symptomatology were randomized to a 16-session trauma-focused cognitive-behavioral therapy (TF-CBT) or to a waiting-list control group. No victim who completed treatment had a PTSD diagnosis at posttreatment; these victims showed significantly lower levels of posttraumatic stress symptomatology at posttreatment than at pretreatment, with a large pre-posttreatment difference (d = 1.39), and 78.3% of them showed normal levels of symptomatology at posttreatment. These results were significantly better than those of the control group, with a large treatment-control difference (d = 0.91). TF-CBT is efficacious and is currently the treatment of choice for victims of terrorism who suffer from PTSD or posttraumatic stress symptomatology, even in the very long term, between 6 and 51 years after the terrorist attack.
Aunque la mayoría de las personas que han sufrido un atentado terrorista no desarrollarán psicopatología, revisiones narrativas y metaanalíticas sobre las repercusiones psicopatológicas de haber vivido un atentado encuentran que un porcentaje significativo de víctimas sufrirán trastorno por estrés postraumático (TEPT), siendo este el trastorno más frecuente (p. ej., entre el 33% y el 39% de las víctimas directas y entre el 17% y el 29% de los familiares de heridos y fallecidos, según la revisión de
Según la revisión de
Dada esta laguna en la investigación y la escasa investigación sobre la eficacia de los tratamientos para las víctimas del terrorismo que sufren trastornos mentales derivados del atentado, en este artículo se presentan los resultados sobre el TEPT y la sintomatología de estrés postraumático que forman parte del primer estudio experimental sobre la eficacia de cualquier tipo de tratamiento psicológico o farmacológico, en este caso la TCC-CT, con víctimas del terrorismo que sufren TEPT y otros trastornos emocionales comórbidos después de haber sufrido un atentado terrorista muchos años antes, en concreto entre 6 y 51 años antes (véase
Se intentó contactar con una muestra inicial de 1.339 víctimas del terrorismo, asociadas a la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), residentes en Madrid y mayores de 18 años. Tras contactar con 1.066 víctimas y realizar una entrevista telefónica de cribado y otra diagnóstica presencial, 173 recibieron un diagnóstico de TEPT, de trastorno de ansiedad o de trastorno depresivo según los criterios del DSM-IV (
La edad de estas 120 víctimas oscilaba entre 27 y 81 años (media = 50.5) y el 67.5% eran mujeres. Un 46.7% de los participantes eran víctimas directas, 41.7% eran familiares de personas fallecidas y un 13.3% lo eran de personas heridas. Los atentados terroristas habían ocurrido entre 6 y 51 años antes de la entrevista telefónica, siendo la media de 18.4 años. En el momento de evaluación las víctimas sufrían TEPT como trastorno más prevalente (49.2%), además de una elevada sintomatología de estrés postraumático según la Lista de Verificación del Trastorno por Estrés Postraumático, versión específica (PCL-S; Weathers, Herman, Huska y Keane, 1983) (media en la PCL-S = 42.9). Además, un 9.2% de los participantes estaban recibiendo ayuda psicológica (no TCC-CT) y un 35% recibían ayuda psicofarmacológica. Comparaciones con pruebas t de Student o chi2 para medidas independientes revelaron que los grupos de tratamiento y de control no diferían significativamente en ninguna de las variables sociodemográficas o clínicas de interés recogidas en la
De las 60 víctimas pertenecientes al grupo de tratamiento, 35 aceptaron la terapia y 25 finalmente la completaron, con una tasa de abandono del 28.6%, mientras que 50 de las 60 víctimas del grupo de control completaron la evaluación postratamiento. Unos análisis con pruebas t o chi2 para medidas independientes revelaron que las personas que abandonaron la investigación tenían significativamente más edad y estaban en mayor proporción recibiendo tratamiento psicológico (no centrado en el trauma) en el momento de la evaluación.
Nota. 1Todos los valores son porcentajes salvo que se indique otra cosa. PCL-S = Lista de Verificación del Trastorno de Estrés Postraumático, versión específica.
Los participantes fueron informados de este proyecto mediante el envío de una carta y a través de la revista oficial de la AVT. Todos los participantes realizaron voluntariamente una entrevista telefónica de cribado y, tras firmar una hoja de consentimiento informado, otra presencial con un psicólogo en la que este les administró la SCID-I-VC y la PCL-S (evaluación pretratamiento). Cuando al participante, en función de los resultados de la SCID-I-VC, se le diagnosticaba TETP o un trastorno depresivo o de ansiedad relacionado con el atentado y no cumplía ningún criterio de exclusión para este estudio, se le aleatorizaba a la condición de tratamiento o de control y, tras 16 semanas, tiempo que duraba el tratamiento, se le evaluaba otra vez con la SCID-I-VC y la PCL-S (evaluación postratamiento). El tratamiento psicológico, enmarcado en la TCC-CT, estaba compuesto por 16 sesiones, de 60-90 minutos de duración, que se llevaron a cabo individual y semanalmente. El componente fundamental del tratamiento era la terapia de exposición prolongada de
En cada grupo de participantes, las diferencias entre el pretratamiento y el postratamiento en la presencia de TEPT y en las puntuaciones de la PCL-S fueron analizadas, respectivamente, con pruebas de McNemar y de t de Student, ambas para medidas repetidas. En esas dos mismas variables se analizaron las diferencias entre el grupo de tratamiento y el de control respectivamente con pruebas de chi2 y un ANOVA de medidas repetidas con el grupo de participantes (TCC-CT vs. lista de espera) como factor intersujetos y el momento de evaluación (pretratamiento vs. postratamiento) como factor intrasujetos. El tamaño de las diferencias intragrupos e intergrupos en las puntuaciones de la PCL-S se estimó mediante el estadístico d de Cohen, considerándose que valores de d de 0.20, 0.50 y 0.80 indicaban tamaños del efecto pequeños, medios y grandes, respectivamente. Para estimar la existencia de cambios clínicamente significativos se utilizó el procedimiento de
La prevalencia del TEPT en el grupo de tratamiento disminuyó significativamente del pretratamiento al postratamiento (p < .001), pasando de un 48% antes de la TCC-CT a un 0% después de la misma (ver
El grupo de tratamiento tuvo un descenso pre-post en sintomatología de estrés postraumático (de 42.6 a 25.5 en la puntuación media en la PCL-S) que fue significativo (p < .001) y grande (d = 1.39). En el grupo de control también se dio un descenso significativo en dicha sintomatología (p < .05), pero este descenso fue pequeño (d = 0.29) y el ANOVA sobre las puntuaciones en la PCL-S mostró un efecto significativo de la interacción entre el grupo de participantes y el momento de evaluación, F(1, 66) = 13.16, p < .001. Este efecto indicaba que el descenso en la sintomatología de estrés postraumático fue significativamente mayor en el grupo de tratamiento que en el de lista de espera (ver
Nota. Pre = pretratamiento. Post = postratamiento; PCL-S = Lista de Verificación del Estrés Postraumático, versión específica. Debido a datos perdidos, las medias y desviaciones típicas en la PCL-S están basadas en las puntuaciones de 23 pacientes del grupo de tratamiento y 45 del grupo de lista de espera. *** p < .001 (diferencia estadísticamente significativa con el grupo de lista de espera)
Tal y como muestra la
Nota. PCL-S = Lista de Verificación del Estrés Postraumático, versión específica; RCI = índice de cambio fiable de * p < .05, ** p < .01 (diferencia estadísticamente significativa con el grupo de lista de espera).
Dado que el 35% de la muestra inicial (N = 120) tomaban psicofármacos al inicio de la investigación, se comparó la presencia de TEPT, el nivel de sintomatología de estrés postraumático y los cambios clínicamente significativos entre las víctimas del grupo de tratamiento que consumieron psicofármacos durante el mismo y las que no (véanse las
Nota. Pre = pretratamiento; Post = postratamiento; PCL-S = Lista de Verificación del Estrés Postraumático, versión específica. Debido a datos perdidos, las medias y desviaciones típicas en la PCL-S están basadas en las puntuaciones de 17 pacientes del grupo de TCC-CT.
Nota. PCL-S = Lista de Verificación del Estrés Postraumático, versión específica; RCI = índice de cambio fiable de
La TCC-CT se reveló en este estudio como una intervención eficaz para víctimas de atentados terroristas que sufrían TEPT o sintomatología de estrés postraumático una media de 18 años después de los atentados. El 100% de las personas diagnosticadas con TEPT antes del tratamiento dejaron de estarlo tras el mismo y la sintomatología de estrés postraumático se redujo significativamente, con un tamaño del efecto pre-post grande (d = 1.39) y comparable a los obtenidos por otros estudios de eficacia en víctimas del terrorismo (d = 1.74 en
Por otro lado, un 78.3% de las personas que habían finalizado el tratamiento mostraron niveles normales de sintomatología de estrés postraumático en el postratamiento y un 56.5% había mejorado en su TEPT, porcentajes iguales o superiores a los del resto de estudios de eficacia, cuya media ponderada de mejora fue de 50.9% (véase la revisión de
Sin embargo, la principal novedad del presente estudio es confirmar la eficacia de la TCC-CT en víctimas del terrorismo cuyos atentados sucedieron hace una media de 18 años, es decir, con un estrés postraumático no solo a largo plazo, sino a muy largo plazo. Este hallazgo es muy novedoso, teniendo en cuenta que el tiempo medio transcurrido desde el atentado para el resto de estudios es muy inferior (como máximo 5.2 años de mediana en
A pesar de los buenos resultados hasta aquí descritos, la presente investigación cuenta con una serie de limitaciones. En primer lugar, un tamaño muestral pequeño y un desajuste entre el número de personas del grupo de tratamiento y el del grupo de lista de espera. No obstante, las pruebas realizadas en este estudio no reflejen diferencias esenciales de partida entre ambos grupos en las características sociodemográficas y clínicas más relevantes. Otra limitación tiene que ver con la tasa de abandono, que fue de un 28.6% para este estudio. Sin embargo, este porcentaje es similar a la tasa media de abandono en los estudios de eficacia con víctimas del terrorismo (23.5% según la revisión de
Por último, aunque no se aprecia un efecto positivo de la combinación de TCC-CT y psicofarmacología, los resultados aquí mostrados no son suficientes para juzgar apropiadamente el uso de medicación en víctimas del terrorismo. Por tanto, sería importante realizar investigaciones que, como la de
En cualquier caso, hasta que no se publiquen nuevos estudios con resultados más favorables sobre la eficacia de otras terapias psicológicas o psicofarmacológicas, los resultados de este trabajo sustentan firmemente la idea de que la TCC-CT debe ser el tratamiento de elección para víctimas del terrorismo con TEPT o con elevados niveles de sintomatología de estrés postraumático, incluso cuando ambos se presentan a muy largo plazo.
Este artículo ha sido posible en parte gracias a las ayudas del Ministerio de Ciencia e Innovación (PSI2011-26450), del Ministerio de Economía y Competitividad (PSI2014-56531-P) y de la Asociación Víctimas del Terrorismo (nº 270-2012, 283-2013, 53-2014, 100-2014, 192-2014, 40-2015 y 134-2015).
Primer premio de la XXIII edición del Premio de Psicología Aplicada “Rafael Burgaleta” 2015