EDITORIAL
En primer lugar, este Congreso pretende ser el primer hito a nivel internacional que facilite el encuentro con los profesionales y universitarios conectados con la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones procedentes de los países iberoamericanos. El hecho en sí ya es significativo por cuanto supone una toma de contacto directa, sin intermediarios y durante cuatro días tendremos la oportunidad de convivir estrechamente.
En segundo lugar, y esto parece obvio, vamos a poder intercambiar experiencias, inquietudes, problemáticas, tecnologías, etc., lo que siempre es enriquecedor, productivo y positivo. El rasgo diferenciador de este Congreso será que podremos palpar las semejanzas y diferencias que las diversas culturas representadas en el Congreso dan a las estrategias de intervención, a las formas de abordar situaciones problemáticas y los problemas en sí mismos. Con otras palabras, estaremos inmersos en un choque cultural diversificador y fecundo, de cuyo impacto es seguro que saldremos todos fortalecidos.
Pero quizás el aspecto que más concierne a esta revista, el que sin duda deberíamos cuidar más no sólo durante el Congreso sino incluso después, sería el de nuestra identidad cultural de hispanoparlantes. Este aglutinador lingüístico debe ser el punto de encuentro en torno al cual deberíamos aunar todos nuestros esfuerzos con vista a conseguir los siguientes objetivos.
1º. Potenciar la implantación de nuestra lengua como un vehículo vivo de la expresión científica de nuestras comunidades. Es decir, no sucumbir ante el dominio unidimensionalizador de otras lenguas.
2º. Desarrollar, paralelamente, una corriente de pensamiento y acción tecnológica en temas de Psicología del Trabajo que tenga la importancia que nuestros investigadores y profesionales le sepan dar.
3º. Y, consecuentemente con lo anterior, potenciar la divulgación, proyección y promoción de nuestros propios autores, de nuestros logros y de nuestros estilo de hacer.
Estos tres grandes objetivos no deben ser entendidos como una reacción excluyente o arrogante, sino como una legítima defensa de nuestra identidad científico-profesional, que será respetuosa y receptiva con lo ajeno, hecho este harto constatado ya. Por todo ello invitamos a todos los que colaboran ya con nuestra revista a que se animen a incrementar su participación en este proyecto donde lo hispanoparlante tiene un canal abierto para su expresión venga de donde venga. Consideramos que así estaremos poniendo las bases para que nuestro trabajo, nuestras líneas de investigación puedan desarrollarse de una manera más espontánea y directa; podemos en cierta forma prescindir de traducciones de trabajos cuyo único garante es estar producidos en una lengua distinta; pero sobretodo, podremos tener nuestro propio circuito de comunicación donde esta revista sea un canal más y nuestra lengua el medio aceptado.
Os esperamos en este I Congreso Iberoamericano donde sin duda, la protagonista principal será la Psicología del Trabajo de las Organizaciones de esta comunidad entrañable llamada Iberoamérica.
Víctor Miguel Pérez Velasco
EL DIRECTOR