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Resumen Resultados Dimensiones de las estrategias de afrontamiento
El estudio del estrés laboral aún no cuenta con una base de investigaciones que puedan dar cuenta de las estrategias de afrontamiento de los individuos. Las disponibles se pueden clasificar agrupándolas en dos dimensiones: Manifestaciones de afrontamiento (Cognitivo y conductual) y Focalización del afrontamiento (centrado en el problema y en la emoción). El presente estudio se ocupa de determinar las dimensiones de las estrategias de afrontamiento del estrés en una muestra de conductores de autobús y/o tranvías de la ciudad de Nuremberg. Se hallan cuatro factores bien diferenciados, que posteriormente se intenta correlacionar con medidas de enfermedades somáticas, estrés laboral, agotamiento y necesidad de tiempo de ocio. Los resultados muestran divergencias con los hallazgos de estudios previos, porque no se ha conseguido establecer prevalencias de ningún tipo concreto de afrontamiento. El afrontamiento no es una acción simple y se caracteriza por la variabilidad de los patrones de afrontamiento. La inconsistencia de las correlaciones indican que una estrategia efectiva en una situación puede no serlo en otra y viceversa. La necesidad de evaluar correctamente los patrones de afrontamiento queda inequívocamente patente.
The present study irles to find out the dimensions and strategies used by a simple of bus drivers to face stress at the city of Nuremberg. Results show four well differentiated profiles which we later intended to correlate with measures of somatic illness, work stress, exhaustion and need of measure time. The results of our research show divergences from those of previous studies. We could not establish prevalences of a certain type with stress confrontation.
Las circunstancias estresantes no actúan sobre individuos pasivos. Incluso en situaciones extremas las consecuencias de los estresores no pueden ser comprendidas simplemente en términos del evento estresante.
El individuo se esfuerza activamente para controlar y manejar sus circunstancias. Se supone que el bienestar físico y psicológico de los individuos tras un encuentro estresante es más un producto de las estrategias de afrontamiento que, simplemente, una consecuencia de la presencia de ciertos estresores (c.f. Lazarus y Launier, 1978).
Hasta donde el autor sabe, el estudio científico del afrontamiento del estrés en el trabajo ha sido relativamente estéril. Sólo unas pocas revisiones comprensivas de las estrategias personales para manejarse con el estrés ocupacional han sido publicadas (ej. Newman y Beer, 1979). Muchas de las cuales han sido relativas a poblaciones inusuales (ej. pacientes de cáncer) o con eventos poco frecuentes (ej. desastres naturales).
Además, tenemos poca información a cerca del arsenal de estrategias de afrontamiento de la gente en su trabajo diario, a cerca de cómo las estrategias juegan sus roles mediadores y aún menos a cerca de la eficacia relativa de las diferentes formas de afrontamiento.
Considerando el estado incipiente de la investigación, no es sorprendente que los esfuerzos para clasificar y operativizar las respuestas de afrontamiento tengan diferentes enfoques y énfasis. Entre otros, Folkman y Lazarus (1980); Haan (1977); Lazarus y Launier (1978); Moos y Billings (1982); Newman y Beer (1979), han desarrollado esquemas de clasificación para respuestas de afrontamiento y/o instrumentos para su medición. Ningún intento amplio y aceptado se ha producido. Una revisión de las clasificaciones sugiere que las estrategias para controlar el estrés pueden ser ubicadas a lo largo de dos dimensiones (c.f. Lazarus, 1980; Pearlin y Schooler, 1978).
1.- Manifestación del afrontamiento: Las formas de afrontamiento se pueden dividir en estrategias. cognitivas y conductuales. Las cognitivas están orientadas a salvaguardar, mediando intrapsíquicamente, entre la situación estresante y sus consecuencias. Las conductuales se componen de acciones manifiestas para manejar el estrés.
2.- Focalización del afrontamiento: De acuerdo con el objetivo de las estrategias de afrontamiento, distinguimos entre afrontamiento centrado en el problema y afrontamiento centrado en la emoción. El centrado en el problema busca, primariamente, la modificación de las relaciones estresantes persona-situación, en sí mismas. El afrontamiento centrado, en la emoción incluye los esfuerzos para controlar las alteraciones emocionales causadas por los estresores.
Ninguna de las dimensiones es mutuamente excluyente. El afrontamiento cognitivo puede incluir intentos de modificar o eliminar la fuente de estrés (ej. "intentar recordar mi experiencia en situaciones similares") así como intentar mediar entre las emociones activadas por el evento estresante (ej. "intentar ver sólo la parte positiva de la situación").
El afrontamiento conductual comprende acciones que median directamente con la situación estresante (ej. "buscar consejo") o respuestas cuya función primera es controlar las consecuencias emocionales de los estresores (ej. "fumar un cigarrillo tras otro").
En esta línea, el afrontamiento del estrés en el trabajo es definido como el conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales que se ponen en marcha para modificar el estrés que se produce en las relaciones persona-entorno, en el contexto laboral y/o intentar evitar el impacto emocional negativo en una transacción dada.
La conceptualización falla en el modelo cognitivo-fenomenológico del estrés psicológico, desarrollado por Lazarus y sus colegas (c.f. Folkman y Lazarus, 1984; Lazarus, 1966).
Aunque el estrés en el trabajo es un fenómeno general, algunas personas lo experimentan más frecuentemente, más gravemente o más sostenidamente que otras. Los conductores de autobús y tranvías, en el sistema de transporte urbano, probablemente pertenecen a este grupo. Durante la rutina de su día de trabajo están expuestos a una multiplicidad de eventos estresantes superpuestos y duraderos. Algunos de los más importantes estresores incluyen:
- Alternancias de rutinas de trabajo.
- Presión de horario debido a planificación de la ruta.
- Responsabilidad por los pasajeros y el vehículo.
- Situaciones de riesgo en el tráfico.
Frecuentemente los conductores sufren de enfermedades cardíacas y vasculares, trastornos gástricos e intestinales, alteraciones del sistema nervioso y lesiones de espalda. Casi la mitad de los conductores deben ser relevados de sus obligaciones antes de alcanzar la cincuentena.
Este estudio fue hecho como parte de un programa de investigación titulado "Mejorando el entorno laboral de los conductores de autobús y de tranvías de la ciudad de Nürnberg". El programa lo inició la "Verkehrs - Aktiengesellschaft", bajo el proyecto patrocinador "Humanisierung der Arbeitswelt". El propósito de este estudio es doble:
El primero es realizar un inventario de las formas en que los conductores afrontan los eventos estresantes cotidianos, en un sistema de transporte público. Los escasos estudios descriptivos sobre muestras "normales han evidenciado pesos divergentes en el patrón de afrontamiento del estrés en el trabajo. Mientras que Pearlin y Schooler (1978) observaron que los estresores relacionados con el trabajo están asociados con un incremento de la frecuencia del afrontamiento centrado en la emoción, Folkman y Lazarus (1980) establecieron una dominancia de las estrategias centradas en el problema.
El segundo objetivo es examinar las relaciones entre procesos de afrontamiento y resultados adaptativos tales como disminución del esfuerzo en el trabajo, enfermedades somáticas, etc. Tanto la identificación de las estrategias que moderan los efectos de los estresores como dichos efectos son importantes porque facilitan la mejora de las predicciones de los resultados de la exposición a los estresores y porque ello amplía nuestro conocimiento sobre los procesos por medio de los cuales la gente se adapta a los estresores laborales.
El progreso en el punto anterior es especialmente apremiante. Cada intervención y técnica de control del estrés, necesariamente debe establecer profundas asumpciones empíricas acerca de la naturaleza del afrontamiento y de las actividades de afrontamiento más adecuadas para reducir los costes somáticos y psíquicos del estrés. Pearlin y Schooler (1978) insinuado la hipótesis pesimista de que los problemas en el área de trabajo pueden ser resistentes a la mejora y puede, además, generar emoción más que formas de afrontamiento centradas en el problema. La cuestión es si esta asumpción puede ser generalizada a la presente muestra de conductores.
Los datos se recogieron en el "Verkehrs-Aktiengesellschaf", "Nürnberg", una autoridad de transporte público. Participaran en el estudio 99 sujetos, con edades entre 24 y 61 años (edad media: 43 años). El 43% eran conductores de autobús, el 42% de tranvías y el 16% de ambos tipos de vehículo. Todos eran hombres, con un promedio de 15 años en su puesto de trabajo actual. Los sujetos fueron seleccionados para cubrir el rango representativo de la plantilla total, que comprende alrededor de 1.000 conductores.
Además de información sociodemográfica, se recogieron datos de las cinco siguientes medidas:
(1) Formas de afrontamiento del estrés ocupacional.
(2) Experiencia de estrés relacionado con el trabajo.
(3) Enfermedades somáticas.
(4) Estado de ánimo al final de la jornada laboral.
(5) Lapso de tiempo necesario para el ocio.
El cuestionarlo de items usado para medir las variables de afrontamiento fue adaptado de Janke, Erdman y Kallus (1985). En aras de la economía de la investigación y de la mejor comprensión, los 114 items del cuestionario fueron ordenados y algunas frases fueron reformuladas. El instrumento modificado incluye 26 items de 13 dominios (ej. fatalismo, autoalivio, negación de la culpa, descarga emocional, autocompasión, etc.). Cada dominio es representado por dos items.
Con una situación estresante específica en mente, los respondientes evalúan la probabilidad de escoger las estrategias de afrontamiento listadas en una escala de cinco puntos, graduada desde " nunca" hasta "continuamente". El estrés percibido, relacionado con el trabajo, fue establecido por la evaluación de 23 estresores que cubrían la rutina del día de trabajo de los conductores. Para cada item los respondientes fueron requeridos a indicar la extensión del estrés experimentado en una escala de seis puntos. Las puntuaciones se calibraron desde "nada" hasta "extremadamente". Un índice compuesto de todos los items describió el estrés percibido, en total. Una escala de enfermedades somáticas incluyó información sobre síntomas físicos sufridos por los conductores. El formato de respuesta consistió en una escala de cuatro puntos, desde "diariamente" a "nunca". Sumando las respuestas de siete de los más frecuentes síntomas se estableció un índice general de salud.
El estado de ánimo tras la jornada de trabajo, fue medido por siete items que describían diferentes facetas de agotamiento, aburrimiento, alerta, fatiga, nerviosismo, relajación, e indiferencia. En este informe presentaremos sólo los resultados que reflejan la intensidad del agotamiento. Sobre una escala de cinco puntos, las puntuaciones varían desde "nada agotado- hasta "completamente agotado". El lapso de tiempo necesario para el ocio, tras el trabajo se estableció por un simple item que preguntó: "¿En general cuanto tiempo de relax necesita tras el trabajo?-. Las opciones de respuesta variaron desde "15 minutos" hasta "2 horas y más".
El cuestionario completo fue comprobado en un estudio previo e implementado en la presente investigación. La muestra de participantes fue contactada en las respectivas estaciones de autobús/tranvía por medio de carteles. El investigador se identificó como procedente de una universidad local. Los carteles también indicaban que los participantes serían requeridos a responder a un cuestionario, cuyas respuestas individuales serían confidenciales.
El investigador administró los cuestionarios en las estaciones de autobús/tranvía, durante los descansos de los participantes. Como compensación a su participación, los conductores recibieron tiempo libre adicional. Un estudiante ayudante, no procedente de la organización de transportes, dio las instrucciones y respondió a las preguntas cuando fue necesario.
Los patrones de estrategias de afrontamiento, medias (X) y desviaciones típicas (SD) de las formas de escalas de afrontamiento están recogidas en la Tabla 1.
Los resultados sugieren una dominancia de los intentos centrados en la solución del problema (ej. análisis de causas, búsqueda de información) así como una preferencia por diálogos mentales de tipo paliativo (ej. auto-animación, auto-apaciguamiento). Menos frecuentes son las tendencias de sometimiento fatalista al destino y a la descarga emocional. Todos los respondientes intentaron más de una forma probable de afrontamiento. La mayoría combinaron afrontamientos centrados en el problema y en la emoción, así como estrategias cognitivas y conductuales. El afrontamiento se entiende mejor como un patrón complejo que implica muchas estrategias, como Folkman y Lazarus (1980) habían planteado.
Las 26 variables que reflejaron el patrón fueron analizadas factorialmente. Se utilizó una solución con un factor principal con correlaciones múltiples como comunalidad estimada. Ocho factores tienen pesos mayores que 1.0. Colectivamente estos factores explican el 69% de la varianza total. La prueba de residuales (Cattell, 1966) apuntó hacia la extracción de cuatro factores. Además, los cuatro factores se rotaron por medio de un criterio varimax. La fiabilidad estimada (coeficiente alfa) para ellos varió desde .83 (factor 1) hasta .63 (factor IV).
Los items con los tres pesos mayores, así como la interpretación de los factores es como sigue:
Factor I
Item: |
Peso |
Me digo a mi mismo que no debo desanimarme |
(.79) |
Me digo a mi mismo que puedo manejarme con ello |
(.69) |
Me digo a mi mismo que se arreglará con el tiempo |
(.68) |
Estos items -como otros en el factor- expresan los esfuerzos mentales para animarse a si mismo (= auto-instrucciones positivas).
Factor II
Item: |
Peso |
Me inclino a encontrarlo todo absurdo |
(.82) |
Me siento un poco maltratado por el destino |
(.71) |
A veces quisiera echarlo todo por la borda |
(.67) |
Este factor parece reflejar la experiencia de resignada aceptación y compasión de si mismo. Está combinada con impulsos agresivos potenciados por descarga emocional. El factor comprende alteraciones entre control emocional y descarga emocional (= sometimiento inestable).
Factor III
Item: |
Peso |
Yo hallo soluciones con más facilidad que otros en la misma situación |
(.66) |
Logro calmarme más rápidamente que otros |
(.65) |
De algún modo diversifico las cosas |
(.51) |
Los items que correlacionan más con el factor III enfatizan la regulación afectiva cambiando la atención desde la situación estresante hacia otras situaciones (= supresión).
Factor IV
Item: |
Peso |
Pienso cómo puedo evitar tales situaciones |
(.70) |
Luego revivo la situación pensando en ella |
(.57) |
Me prevengo para que en el futuro no ocurra la misma situación |
(.50) |
En este factor se incluyen los intentos para aprender del pasado y para desarrollar planes con respecto a la repetición del evento estresante (= prevención activa).
Las cuatro dimensiones del afrontamiento fueron correlacionadas con medidas de estrés laboral, enfermedades somáticas, estado de ánimo y tiempo de ocio.
Como se ve en la Tabla 2, las relaciones entre las dimensiones del afrontamiento y las otras variables fueron bajas y no significativas para tres de, los cuatro factores.
Sólo el factor II (sometimiento inestable) mostró un patrón consistente de relaciones significativas con desenlaces adaptacionales. La preferencia por una combinación de sumisión resignada bajo el propio destino y la descarga emocional está positivamente asociado con la experiencia de fuerte estrés en el trabajo, mal estado de salud, sensación de agotamiento tras el día de trabajo y la necesidad de mucho tiempo para el ocio.
Los anteriores resultados son discutidos en términos de dos líneas principales:
(a) el patrón de estrategias de afrontamiento en una muestra de conductores de autobús urbano y tranvías.
(b) la evaluación de la efectividad del afrontamiento.
Los resultados del presente estudio no confirman los hallazgos de Pearlin y Schooler (1978) y Folkman y Lazarus (1980), con respecto a la dominancia de ciertas estrategias de afrontamiento en el contexto laboral. Nuestro análisis fue basado en una pregunta que investigó cómo los respondientes afrontan los estresores laborales.
Tanto las formas centradas en el problema y en la emoción de los afrontamientos intrapsíquicos y conductuales fueron reportados por, prácticamente, todos los respondientes. Este resultado sugiere:
(1) El afrontamiento de los estresores ocupacionales no es una acción o pensamiento simple, sino una constelación de varias actividades y/o
(2) los individuos se caracterizan más por la variabilidad que por la estabilidad de los patrones de afrontamiento. Un sujeto puede utilizar diferentes afrontamientos en diferentes ocasiones.
Estos resultados son sólo el primer paso en la identificación de los patrones de afrontamiento de los estresores en el trabajo de conductor. Futuras investigaciones sobre el afrontamiento deberán ser más específicas. Cuestiones centrales serán: ¿Cómo afrontan los conductores de autobús y tranvía situaciones estresantes específicas, en el mismo momento en que se producen? ¿Cómo cambian estos esfuerzos con el paso del tiempo, en un encuentro estresante?
Una cuestión de gran interés para los investigadores en el campo del estrés y del afrontamiento es la eficacia de las estrategias de afrontamiento.
Nuestro estudio muestra que los estresores ocupacionales pueden generar una variedad de procesos de afrontamiento.
Con la excepción de estrategias como la sumisión al propio destino y la descarga emocional impulsiva, que están negativamente relacionadas con el bienestar, ninguna estrategia puede ser consistentemente etiquetada como inherentemente "buena" o "mala"(1). Los resultados subrayan los hallazgos de Pearlin y Schooler (1978) de que los estresores en el contexto laboral son menos tratables por el afrontamiento.
La inconsistencia y bajas correlaciones indican que una estrategia efectiva en una situación puede ser ineficaz en otra y viceversa. Además, un resultado positivo en un nivel (ej. estado de ánimo) puede ser obtenido a expensas de resultados en otro nivel (ej. estado de salud). Un informe evaluativo debe ser realizado en el contexto del encuentro estresante y con respecto a los múltiples niveles de resultados.
Los resultados también sugieren que el rango y variedad de respuestas de afrontamiento que un sujeto activa durante un episodio de estrés, es más importante para la eficacia del afrontamiento, que la naturaleza de un elemento sencillo de afrontamiento. La investigación debe hacer esfuerzos para evaluar la efectividad de combinaciones de estrategias de afrontamiento. Hoy por hoy conocemos poco a cerca de los patrones de afrontamiento del estrés ocupacional en el trabajo en grupos de personas bajo ciertas circunstancias.
Hasta que estemos en mejor posición para evaluar tales patrones, en varios tipos de personas y situaciones, estaremos operando casi a ciegas en el perfeccionamiento de la prevención y tratamiento de los desajustes referidos al estrés, así como en la educación para un mejor manejo del estrés.