EXPERIENCIA
1. MOTIVO DEL ESTUDIO II. METODOLOGIA Y FASES DEL ESTUDIO
III. RESULTADOS DEL ANALISIS CUANTITATIVO
IV. RESULTADOS DEL ANÁLISIS CUALITATIVO
DESCRIPCION DE LA MUESTRA DE PARTICIPANTES
1. OPINION GENERAL SOBRE LA FORMACION DEL COLEGIO DE PSICOLOGOS
El origen de este estudio surge de un programa de intervención que la Vocalía de Psicología del Trabajo de la Delegación de Madrid se plantea durante 1990. A partir de ese año dicha Vocalía ha desarrollado planes de formación (ve Planes de Formación de la Vocalía 1990,1991 y 1992), cuyos objetivos explicamos en un anterior articulo (Cantera y otros, 1990) (1), y era una parte básica de las acciones propuestas el conocimiento de las necesidades reales de los colegiados, como continuación al estudio realizado en 1987 por Pérez Velasco y otros (1987) (2) que ha tenido un seguimiento en el reciente estudio de Díaz, R., y Quintanilla, I (1992) (3).
Los Planes de Formación desarrollados por la Vocalía han contemplado el modelo EPDOP planteado por Cantera y Artabe (1984) (4), en cuyo diseño es básico la estipulación de un diagnóstico de necesidades de formación. Este diagnóstico contempla la realización de tres estudios complementarlos para conocer la verdadera entidad de las necesidades:
a) Análisis de las expectativas de formación de los participantes potenciales.
b) Análisis de las necesidades ocupacionales de los Psicólogos.
PSICOLOGIA DEL TRABAJO
c) Análisis prospectivo de las futuras necesidades de formación.
Esta visión tridimensional (lo que quieren los psicólogos, lo que reclaman las empresas de los psicólogos y lo que el futuro va a exigir al psicólogo), posibilita desarrollar planes de formación adecuados al colegiado y cumple las tres funciones de toda formación colegial:
a) Formación especializada para cubrir las carencias formativas de los colegiados.
b) Formación polivalente para adaptar las competencias de los colegiados a los retos empresariales.
c) Formación de reciclaje para adecuar los conocimientos a los nuevos paradigmas de intervención que van surgiendo.
En este articulo vamos a exponer el primer análisis de este diagnóstico (Análisis de las Expectativas de Formación) que ha sido realizado durante el último semestre de 1991 y primer semestre de 1992, cuya validez muestral es indudable (963 cuestionarios cumplimentados correctamente). Está previsto que esta Vocalía realice los otros dos estudios durante este año (Programa de acción, 1992. Vocalía de Psicología del Trabajo).
Como indicábamos al principio, la intención es realizar este análisis solamente para Psicólogos del trabajo, siguiendo en nuestro diseño los estudios de Peiró, J. M., y otros (1990) (5) y Quijano y Cornejo (1991) (6). Pero, por interés del Colegio ampliamos nuestros objetivos, por lo menos en este primer análisis, a todas las áreas de la Psicología, principalmente para posibilitar una orientación a otros planes de formación y a la Bolsa de Trabajo siguiendo, en este sentido, los estudios sobre el desempleo y Stock de titulaciones universitarias que había realizado el Consejo de Universidades (1988 y 1989) (7).
Por tanto, el origen era diagnosticar si las necesidades que cubrimos con el Plan de Formación de la Vocalía eran verdaderamente adecuadas. Y, posteriormente se extendió a todas las áreas aplicadas de la Psicología, basándose en la adaptación de la oferta formativa a los requerimientos sociales y de trabajo (Molero y otros, 1987 (8); Sáez, F., 1991 (9); Segovia, R., y Zaccagnini, J. L., 1988 (10)).
En último lugar, indicar que los estudios sobre necesidades de formación en la Comunidad de Madrid (Villarejo y otros, 1987 (1 l); Sáez, F., 1992 (12» han servido para contextualizar los cuestionarios y elaborar los guiones de entrevista y discusión de grupo en la fase cualitativa del estudio
los métodos utilizados para realizar el análisis de las necesidades de formación de los colegiados fueron tres:
El estudio se estructuró en dos fases: una primera basada en los datos obtenidos a partir del cuestionario, y una segunda fase centrada en tomo a la matización de los datos extraídos en la etapa anterior, con un enriquecimiento y ampliación de los mismos a través de los grupos de discusión y las entrevistas individuales.
El cuestionario fue enviado a todos los colegiados en alta en el momento de comenzarse el estudio (finales de 1990), cuya población ascendía a 7.624 sujetos. El diseño de este cuestionario se realizó entorno a cinco puntos (Ministerio de Trabajo y Seguridad, 1991):
Una vez recibidos los cuestionarios, se sometieron al correspondiente análisis estadístico, cuyos resultados se expondrán más adelante en el apartado III (RESULTADOS DEL ANALISIS CUANTITATIVO).
A continuación ofrecemos una descripción de la población de Colegiados en alta en la Delegación de Madrid (Fuente: Colegio Oficial de Psicólogos Madrid).
En primer lugar, en cuanto al sexo, la tabla siguiente muestra con claridad cómo existe un predominio claro de las mujeres en la población bajo estudio; este hecho concuerda con los datos publicados por Díaz y Quintanilla (1992) (13).
A continuación, y como complemento a esta información, ofrecemos algunos datos extraídos de Díaz y Quintanilla (1992) (1).
En el siguiente cuadro se pueden apreciar las áreas de la Psicología en las que, en alguna ocasión, han trabajado los psicólogos colegiados.
Estos datos son relativos a todo el territorio español, menos Cataluña que al tener Colegio independiente, no se incluyó en dicho estudio.
En el cuadro anterior se puede observar cómo el área de Educativa, seguido por Clínica, resultan ser las áreas donde más psicólogos han trabajado en el ámbito estatal, mientras que, sin embargo, como más adelante veremos, la prioridad en cuanto al interés se invierte en este estudio, siendo Clínica el área que más interesa seguido de Educativa.
Abundando en estos datos, el estudio de Quintanilla y Díaz (1992) (1) señala la existencia de una gran movilidad entre las distintas áreas de actuación.
Es decir, los psicólogos a lo largo de su experiencia profesional ejercen en varios ámbitos de intervención y son muy pocos los que únicamente se limitan a trabajar en un área concreta a lo largo de su carrera profesional.
Tras esta primera etapa, y con la idea de matizar, ampliar y enriquecer los datos obtenidos en la misma, se pasó a la segunda fase, consistente en la creación de grupos de discusión y la realización de entrevistas individuales.
El contacto con los colegiados que posteriormente participaran en nuestro estudio se realizó mediante llamadas telefónicas, siguiendo un procedimiento cuasi azaroso, es decir, se intentó lograr cierta representatividad en variables como sexo, edad, etcétera.
Lamentablemente en variables como el área de trabajo, no se podía disponer de datos previos, de modo que se intentó controlar a posteriori.
De los 7.624 cuestionarios enviados por correo, se recibieron un total de 963 debidamente cumplimentados, lo cual significa que el estudio cuenta con un nivel de respuesta del 12,6 %.
Este dato resulta ciertamente significativo si tenemos en cuenta los índices habituales de respuesta en este tipo de estudios basados en cuestionarios por correo.
En otro orden de cosas, para una muestra como la obtenida en esta investigación, el margen teórico de error se sitúa entorno al ± 3 %, para una confianza del 95,5 %.
Los datos fueron sometidos al consiguiente análisis estadístico. En algunas ocasiones se consideró conveniente «cruzar» respuestas a distintas preguntas, de forma que pudieran arrojar más luz al estudio (Sáez, F., 1992).
A continuación, exponemos un resumen de los principales datos de este análisis.
Tras esta exposición, creemos conveniente entresacar las ideas más importantes que se desprenden de la misma.
Queremos matizar, en primer lugar, que entre los participantes en los grupos de discusión y las entrevistas, había un buen número de ellos que o no habían participado en cursos organizados por el Colegio, o hacia bastantes años que lo habían hecho. Por esto, y como ellos mismos manifestaban, existía un cierto desconocimiento de la formación que actualmente ofrece el Colegio. No obstante, se recogen aquí las opiniones más apoyadas e interesantes, aunque puedan partir de ese conocimiento no amplio de la situación actual. Además, esas opiniones pueden reflejar el sentir del colectivo de miembros del Colegio a los que éste no ha podido, o no ha sabido, atraer a la formación que el COP ofrece, o quizá no sea siquiera necesario que lo intente, al estar ya cubiertas por otros medios sus necesidades formativas.
El siguiente análisis se llevó a cabo, como hemos comentado anteriormente, mediante la realización de discusiones de grupo y entrevistas individuales, realizando una metodología similar al estudio «Los valores actuales de la Juventud Española» del Ministerio de Asuntos Sociales (1992) (15).
Cuando comenzamos la realización de esta segunda fase, intentamos conseguir que la muestra obtenida fuera lo suficientemente amplia y representativa. Consideramos que la muestra obtenida ha conseguido esta representatividad en aspectos como las áreas de interés, la Experiencia o no Experiencia laboral y el Sexo.
A continuación vamos a realizar la descripción de las dos muestras; por una parte, la de los Grupos de Discusión y, por otra parte, la de las entrevistas individuales.
Se realizaron cuatro grupos de discusión, en los cuales intervinieron tres, nueve, seis y siete personas, respectivamente, lo que suma un total de 25 personas. De éstas, 10 eran varones y 15 mujeres.
Las edades de los participantes estaban comprendidas entre 24 y 37 años. La media se situó en 28,2 años.
Su distribución, según áreas de interés principal o experiencia profesional, fue la siguiente:
En cuanto a los años de experiencia, la media total fue de 3,36 años. Diferenciando por sexos, los varones tuvieron una media de 2,2 años, mientras que en las mujeres resultó ser de 4,1 años.
En total fueron entrevistadas 24 personas, de las cuales 10 eran varones y 14 mujeres. Sus edades oscilaban entre los 24 y los 49 años. La media de edad se situó en 30,41.
Su distribución, según área principal de interés o experiencia profesional, fue la siguiente:
En cuanto a los años de experiencia laboral, la media total fue de 4,47 años. La media de los varones fue de 7,8 años, mientras que en las mujeres se situó en 2,1 años.
Como resultado de esta fase la información extraída se ha estructurado siguiendo los siguientes puntos:
Opinión general sobre la Formación del Colegio de Psicólogos.
Opinión sobre la Calidad.
Opinión sobre el Precio.
Opinión sobre el Area de Polivalencia.
Opiniones sobre otros medios de Formación como pueden ser Mesas de Trabajo, Sesiones Monográficas, Congresos, etc.
Carencias y Mejoras.
Espacio formativo a ocupar.
Exponemos en este articulo los datos referentes a la opinión sobre la formación global del Colegio particularizando únicamente en el área de Psicología del Trabajo. Para ampliar información, nos remitiremos al artículo completo que será próximamente publicado.
El sentir mayoritario recogido es la valoración positiva del hecho de que el Colegio se ocupe y preocupe de la formación de los colegiados, aunque la imagen que se tiene acerca de la calidad general de la misma no es buena. Esta opinión la vertieron tanto los colegiados que en alguna ocasión habían participado en cursos del Colegio, como otros miembros que elaboraron esa imagen basándose en informaciones recibidas de otros colegiados, u otros, que habían desarrollado «Intuitivamente» esa idea en función de inputs como el aspecto de las aulas, los precios de los cursos («si este curso es barato, no puede ser bueno»), imagen de la publicación de los anuncios («marketing») en los medios de comunicación, etc.
En conjunto, se considera positivo el hecho de que el Colegio de Psicólogos ofrezca una amplia formación, ya que dispone de una extensa y variada gama de acciones formativas (Cantera y otros, 1990).
Por lo que se refiere a algunos de los aspectos a mejorar tendríamos:
Se encuentra una opinión relativamente amplia sobre la posibilidad y viabilidad de crear dos líneas de formación diferenciadas (Quijano y Cornejo, 1991):
Es opinión común la crítica a las condiciones físicas y ambientales como las características del aula, el ruido, el calor, etc.
Algunas otras opiniones a destacar fueron:
En general, se valora de forma muy positiva la formación que se imparte en el área de Psicología del Trabajo. Dos aspectos se destacan: la variedad de la oferta y su buena organización y estructuración.
La opinión sobre el profesorado es que éste, en general, posee un buen nivel profesional y pedagógico. A este respecto, fue opinión mayoritaria que seña interesante incluir el «curriculum vitae» del profesor en la publicación de los cursos.
No obstante, si hubo cierta queja acerca de la cantidad y calidad de los apuntes que se solían facilitar
En este área es donde la opinión sobre el precio era más positiva con diferencia, sobre todo al compararlo con la oferta externa que, en esta disciplina es visiblemente más clara. Esta percepción se ve potenciada por el hecho de que, como señalaban Díaz y Quintanilla (1992), el poder adquisitivo es el más elevado de entre las diversas áreas de la Psicología.
Como hecho diferencial con los otros sectores, se observa también que es donde más se valora la línea de polivalencia, hecho lógico al ser cada vez mayor la demanda por parte de las empresas de «generalistas» en el área de Recursos Humanos. Se consideró interesante, a su vez, la línea de conocimientos de Marketing.
Se detectó igualmente una crítica generalizada a la «REVISTA DE PSICOLOGIA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES» (RPTO), al considerarla excesivamente teórica en sus artículos y poco cercana a la práctica habitual del mundo de la empresa.
En este área es especialmente visible la diferencia en necesidades formativas entre los colegiados con experiencia profesional y los que no la tienen.
Nos remitimos para ello al correspondiente cuadro temático del análisis cuantitativo, donde hemos resaltado en sombra aquellas temáticas en las que la diferencia en el interés formativo que despiertan son más palpables.
Como resultado global, nos encontramos con la opinión generalizada de mejorar la calidad de la formación.
En este sentido, podemos encontrar dos cuestiones: en primer lugar, señalan la falta de homogeneidad en la calidad de cursos, algunos de los cuales son valorados de forma muy positiva, mientras que otros los son de una forma muy negativa.
En segundo lugar, encontramos que existe una opinión divergente en cuanto a la calidad media, habiendo quienes opinan que ésta es normal y quienes consideran algo baja.
Al analizar estos datos, hay que tener en cuenta, como resaltaron diversos participantes en los grupos de discusión, que se puede estar produciendo una infravaloración «a priori» de los cursos, debido a que los precios a que se ofertan en el Colegio son bajos, sobre todo comparados con la oferta externa.
Por tanto, puede estarse desarrollando la idea de que «no pueden ser buenos si son baratos», como ya mencionamos anteriormente (Sáez, F., 1991).
Otras ideas a destacar fueron:
Hay una tendencia generalizada a considerar la formación cara o barato en función de la situación laboral (se trabaja o se está en paro) (Villarejo y otros 1987).
Aquellos que trabajan suelen considerar que los precios son asequibles e incluso bajos (este efecto es especialmente claro en el área de Trabajo). Por el contrario, para aquellos que no disfrutan de una situación de empleo. La formación les resulta cara.
Un aspecto a destacar es la frecuente demanda de realizar una diferenciación en cuanto a precios. Se encuentran al menos dos criterios para establecer esta diferenciación:
Algunas otras ideas y opiniones a destacar son:
Como formación en polivalencia entendemos que aquella que está orientada a la adquisición de conocimientos relacionados directamente con un puesto o una actuación profesional, pero no son propios de la psicología (conocimientos de informática, inglés, derecho, etc.) (Cantera y otros, 1990).
En conjunto, y con independencia de las áreas, se considera la formación en polivalencia como una línea muy valorada que conviene potenciar.
Sin embargo, y pese a este acuerdo generalizado, se producen diferencias a la hora de proponer temáticas a tratar.
No obstante, temas como informática y cuestiones legales y económicas parecen lograr un acuerdo generalizado.
Hubo una opinión mayoritaria a la hora de considerar la formación como «algo más» que cursos.
Pudimos observar que, en general, los profesionales con experiencia tendían más a apoyar los medios alternativos (mesas redondas, encuentros, jornadas, etc.), mientras que los que no poseen experiencia optan, en mayor medida, por una formación más intensiva y concreta como la que se ofrece a través de los cursos.
Algunos comentarios interesantes fueron:
Parecen evidenciarse una serie de demandas bastante extendidas como son las siguientes:
- Una formación más practica. En este sentido, algunas de las vías de solución que se ofrecen consisten en contactar con diversas entidades y empresas, con el objetivo de posibilitar la realización de prácticas, así como utilizar una metodología de casos.
- Realizar periódicamente estudios de necesidades de formación, con el fin de adecuarse lo más posible a las demandas de los colegiados.
Como se apuntó anteriormente, en el apartado 1 (OPINION GENERAL), la valoración global es positiva.
No obstante, se apuntaron diversas opiniones e ideas para optimizar esta área, entre las que destacamos:
La opinión más sostenida respalda la tesis de ocupar un doble espacio formativo:
Hay un acuerdo casi unánime a la hora de demandar un tipo de formación más práctica que la que se ofrece en la Universidad.
El Colegio, por tanto, debería complementar la que aquí se ofrece.
Otras opiniones destacables fueron:
- El Colegio debería considerar la formación de una forma más proactiva, anticipándose a las nuevas demandas que la sociedad va exigiendo a los psicólogos, y analizar los espacios de actuación que para la profesión se van generando.
- Ofrecer una especialización en temas y técnicas concretas. Se trataría de elegir una temática especifica y desarrollarla con un alto grado de Profundidad.
En un intento por resumir los datos más relevantes obtenidos de este estudio, exponemos a continuación las principales conclusiones que del mismo se derivan:
En general, se valora deformas muy positiva el hecho de que el Colegio establezca una Política de Formación para los colegiados. Cualquier esfuerzo, por tanto, en orden a mejorar éstas es bienvenido (Cantera y otros, 1990).
El tipo de formación que se demanda es eminentemente práctica, mucho más cercana a la actividad laboral diaria que al mundo de la teorización. Debe ser una formación que complemente a la recibida en la Universidad (Consejo de Universidades, 1989).
Es demanda extendida un incremento en la calidad general de los cursos, aunque se percibe que la dispersión de la misma es muy amplia, reconociéndose acciones formativas de muy buen nivel. Se incide repetidas veces en las condiciones de tipo ambiental (Molero y otros, 1987).
En general se entiende que es interesante fomentar otros medios de Formación aparte de los cursos, como son encuentros, mesas redondas, congresos, etc.
La opinión sobre el precio es un tanto dispersa, aunque hay acuerdo relativamente amplio en un aspecto: primar más al colegiado sobre el no colegiado.
Se deduce la posibilidad de establecer dos líneas fundamentales de Formación: una de tipo básica, con el objetivo de facilitar los comienzos en un área o reciclarse, y otra línea dirigida fundamentalmente a profesionales con experiencia, con el fin de profundizar en conocimientos cuyas bases ya se conocen.
El tipo de papel que se percibe que además deberá desempeñar el Colegio en este área, es el de realizar una formación proactiva, es decir, adelantarse a las demandas sociales y formar a los colegiados en técnicas que se vayan a requerir en un futuro próximo.
(1) CANTERA, J.; GALAN, F.; GARCIA, M.; GUILLEN, M. A.; MENENDEZ, C.: Proyecto de Estudio del Análisis de Formación del colectivo de psicólogos colegiados. 11 Congreso del Colegio Oficial de Psicólogos. 15-20 de abril. Valencia, 1990.
(2) PEREZ VELASCO Y OTROS: Las demandas de Psicología del Trabajo en la Comunidad de Madrid. «Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones». Vol. 3, n.º 8, págs. 169-189. Colegio Oficial de Psicólogos. Madrid, 1987.
(3) DIAZ, R., y QUINTANILLA, l.: La identidad profesional del psicólogo en el Estado español. «Papeles del Psicólogo», n.º 52,1992.
(4) CANTERA, J.; ARTABE, l.: Un modelo de elaboración de un plan de Formación. «Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones». Vol. 4, n.º 11. Colegio Oficial de Psicólogos. 1988.
(5) PEIRO, J. M.; MUNDUATE, L, y BRAVO, M.: Pasado, presente y futuro de la Psicología del Trabajo y de los Organizaciones en España. II Congreso del Colegio Oficial de Psicólogos. 15-20 abril valencia 1990
(6) QUIJANO DE D., Santiago, y CORNEJO, José Manuel: La formación de los Recursos Humanos en España. Condiciones de éxito, adecuación a la demanda y aspectos diferenciales de la oferta. Universidad de Barcelona (sin publicar). 1991
(7) CONSEJO DE UNIVERSIDADES: Las situaciones y perfil de desempleo de los titulados universitarios. Madrid. 1988
(8) MOLERO y otros: Demandas del sistema productivo español y adaptación de la oferta educativa. Ministerio de Educación y Ciencia. CIDE. 1987.
(9) SAEZ, F.: Formación Profesional y sistema productivo. FEDEA. Madrid. 1991.
(10) SEGOVIA, R., y ZACCAGNINI, J. L: Nuevas Tecnologías y Formación Ocupacional en España FUNDESCO. Colec. Estudios. Madrid. 1988.
(11) VILLAREJO, E.: Necesidades de formación profesional en Madrid. Comunidad Autónoma Madrid 1987.
(12) SAEZ, F.: Necesidades de formación en las Empresas de la Comunidad de Madrid CEIM. Comunidad de Madrid 1992
(13) R. DIAZ e l. QUINTANILLA (1992): La identidad profesional del psicólogo en el Estado Español. Papeles del Psicólogo, n.º 52.
(14) FUNDACION SANTA MARIA: Jóvenes Españoles. Madrid. 1992.
(15) MINISTERIO DE ASUNTOS SOCIALES: Los Valore sociales de la Juventud Española. Madrid. 1992.