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RESUMEN SITUACION LABORAL Y PERFIL PROFESIONAL
Este artículo resalta los hitos más significativos que han orientado la psicología del trabajo y de las organizaciones en España a la situación que actualmente estamos viviendo. A lo largo del trabajo se describen los precedentes y orígenes históricos de los psicólogos españoles del trabajo. Los siguientes apartados analizan aspectos característicos tales como formación de pregrado y postgrado existente, líneas de investigación más relevantes en distintos departamentos universitarios y empresas. Asimismo, se describe brevemente las actividades y el perfil profesional de los psicólogos del trabajo y de las organizaciones. Finalmente, se presentan algunos retos del futuro y las perspectivas ante la nueva situación de la Europa Comunitaria.
This paper highlights the most significative events that have oriented work and organizational psychology in Spain towards the current situation. Analysis mode describes the antecedents and historical origins of Spanish work psychologists. Furthermore, analysis is focused on characteristic aspects such as existing pregraduate and postgraduate formation, most relevant research topics in different university departaments and companies. Professional activities and profile are described as well. Finally, reflexion turns to some future challenges and perspectives emerging from the new European Community situation.
Psicología del trabajo y de las organizaciones, España, pasado, presente y futuro.
Work and organizational psychology. Spain, post present and future.
Es para mí un honor y una gran satisfacción tener la oportunidad, con ocasión de este Congreso Iberoamericano de Psicología, de compartir con ustedes unas breves reflexiones sobre la situación actual de la Psicología del Trabajo y de los Organizaciones en España
La situación actual es, lógicamente, el fruto maduro de unos antecedentes y contextualización que han generado la realidad de nuestra disciplina y de nuestra profesión.
No es mi intención analizar minuciosamente el desarrollo histórico de la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, existen análisis y trabajos verdaderamente interesantes y con mucha mayor y mejor documentación que la que yo puedo ofrecerles. Véanse los estudios de: Germain, Yela, Siguan, Pinillos, Mallart, y más recientes los trabajos de Carpintero, Prieto, Peiró, Munduate y el último estudio sobre la situación laboral y el perfil profesional del Psicólogo de Ricardo Díaz dirigido por Ismael Quintanilla.
No obstante, sí considero de interés resaltar aquí los hitos más significativos que han orientado nuestra disciplina a la situación que actualmente estamos viviendo.
Para un español y un navarro no resulta difícil encontrar los orígenes de la Psicología Científica del Trabajo y de las Organizaciones. Tenemos que remontarnos nada menos que al siglo XVI (1575) con la obra "Examen de ingenios para las ciencias y para las letras", de Juan Huarte de San Juan. El es, indudablemente, el padre de la Psicología diferencial y el precursor más preclaro de cuantas tareas realizamos hoy en selección y orientación profesional.
Sin embargo, y a pesar de este preclaro antecedente tenemos que esperar a las postrimerías del siglo XIX para poder encontrar, en torno a personalidades como las de Ramón y Cajal, Turró o Rodríguez Lafora los primeros resultados de la disciplina que nos ocupa.
En los albores del siglo XX se crean en Barcelona primero (1917) y en Madrid un poquito más tarde (1924) los Institutos de Orientación y Selección Profesional que con el carisma de Mira y López en Barcelona y Germain en Madrid han sido el verdadero germen de la actual Psicología del Trabajo y de las Organizaciones en nuestro país.
Lentamente, y tras el paréntesis y los descalabros de la guerra civil española se crea en 1948 en el C.S.I.C. un minúsculo departamento de Psicología Experimental.
El departamento era pequeño, pero no sé, entre todos nosotros, seremos capaces de evaluar y ponderar suficientemente la talla de las personas que lo desbordaron. Estoy pensando en Germain, Soto, Mallar, Yela, Pinillos, Pertejo, Ubeda, Secadas, Alvarez-Villar, Forteza
Ellos crearon la Escuela de Psicología para postgraduados y aun cuando ello supuso, en expresión de Yela, comenzar el edificio docente por el tejado, las escuelas de postgrado en Madrid primero (1953) y en Barcelona un poquito más tarde, suplieron las carencias de una licenciatura en Psicología que no se creó hasta 1968 en Madrid y Barcelona.
Con la instauración de la licenciatura de psicología en España podemos considerar que nuestra disciplina alcanzó su mayoría de edad. A partir de ahora cambia el perfil académico de la psicología española.
La década de los setenta puede considerarse como la etapa de desarrollo y enriquecimiento de la psicología industrial en todas sus actividades docentes, investigadoras y profesionales. En la década de los ochenta, que se estrena con la creación del Colegio Oficial de psicólogos y cuyo protagonismo ha sido definitivo para nuestra profesión, tiene lugar el proceso de consolidación y afianzamiento de la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones.
Esto no quiere decir, sin embargo, que esté resuelto satisfactoriamente el tema de la enseñanza y de la formación de los profesionales de la psicología del trabajo. Peiró, Burgaleta, Prieto, han revisado y denunciado el problema de la enseñanza de la psicología industrial y organizacional en las facultades españolas.
De hecho, y todavía hoy, no existe la especialidad en ninguna Universidad española. Se ofertan una serie de asignaturas opcionales que facilitan la preparación para una práctica profesional específica. Son encomiables los esfuerzos de la Universidad Complutense, Universidad Autónoma de Madrid, UNED, Universidad de Valencia o Universidad de La Laguna.
Pero no es suficiente. Resulta imprescindible que la Universidad pueda ampliar su oferta curricular para la formación de los profesionales. Pero además, esta oferta exige una mayor sintonía con la demanda profesional. Los usuarios de la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones necesitan una mayor y más estrecha colaboración con la Empresa y con los profesionales que están aplicando la Psicología. Existe, es verdad, la figura del profesor asociado. Pero ni se utiliza suficientemente, ni su utilización cumple la función específica y enriquecedora para la que fue diseñada.
Todo esto, a propósito de la formación de pregrado. ¿Qué decir a propósito de la formación del tercer ciclo y de la formación de postgrado?
Es evidente que la opción de titulación única adoptada por la Universidad española para los psicólogos, induce, necesariamente, a los profesionales a continuar su formación durante el tercer ciclo si quieren alcanzar un nivel de especialización y competencia adecuados para el ejercicio de la profesión.
Sin embargo, la oferta de formación universitaria en el tercer ciclo es muy limitada. Apenas si podemos señalar dos o tres programas de doctorado dirigidos a la formación de especialistas e investigadores en psicología del trabajo y de las organizaciones: Complutense, Autónoma de Madrid y Universidad de Valencia agotan las posibilidades.
Esta situación ha provocado que la iniciativa privada, bien en la Universidad o en la empresa haya tratado de cubrir las lagunas habidas en las Instituciones Públicas.
Por doquier han surgido cursos de postgrado y, mal llamados, Masters de todo tipo que, con objetivos bien dispares, pretenden dar formación específica en las áreas propias del Psicólogo del Trabajo y de las Organizaciones.
Consideramos que el planteamiento es absolutamente equivocado: Discrimina, desorienta e induce a una gran confusión tanto de los profesionales como de los usuarios que utilizan sus servicios. Es urgente un verdadero debate entre la Universidad, el Colegio Oficial de Psicólogos y las propias Organizaciones Públicas y Privadas, a fin de estructurar, planificar y ordenar las estrategias y actividades prácticas de este tercer ciclo. Garantizando, indudablemente, desde las instituciones públicas, una formación específica y suficiente.
Llegados a este punto, no puedo por menos de hacer referencia a una iniciativa que, como alternativa a esta formación de postgrado, se está realizando, de manera experimental, en el Gobierno de Navarra. (Experiencia P.T.O.)
El desarrollo de la investigación, es otro de los exponentes que mejor revelan la situación y grado de evaluación de nuestra disciplina. José M.ª Peiró, ha realizado una revisión sobre el desarrollo de la investigación en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones en España y señala que "Esta presenta un buen nivel de desarrollo en nuestro país, pero necesita consolidación"
Creemos que esa consolidación que Peiró reclamaba en 1985 está ya en vías de solución en España gracias al esfuerzo que están realizando, no sólo la Universidad e instituciones públicas, sino también la empresa y organizaciones privados.
Por lo que a departamentos universitarios se refiere quiero destacar la actividad investigadora del departamento de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones de la Universidad Complutense en temas de satisfacción, marketing y publicidad, cambio organizacional y estrés en el trabajo.
También en la Universidad Central de Barcelona, en el departamento de Psicología Social, se han realizado investigaciones sobre desarrollo organizacional, desarrollo de la dirección y calidad de vida laboral.
La Universidad de Valencia destaca por sus aportaciones sobre seguridad vial y psicología del tráfico, selección de personal, desempeño de roles y sus efectos en la Organización, stress profesional y satisfacción laboral.
En la Universidad Autónoma de Madrid se han realizado investigaciones sobre el conflicto en las organizaciones, o sobre temas ergonómicos y su utilidad para la integración del disminuido en el trabajo.
En Sevilla existen programas de investigación en el campo de la psicología del grupo y la motivación laboral.
En Salamanca y en Granada, desde los departamentos de psicología social, se están llevando a cabo trabajos sobre el desempleo y sobre sociedades laborales.
También en la Universidad de La Laguna se siguen realizando investigaciones en análisis de tareas y valoración de puestos de trabajo.
Además, es de justicia citar, aquí las investigaciones que otros organismos gubernamentales como el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Asuntos Sociales, el INEM o el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, están realizando.
En este mismo grupo debemos incluir, también, los trabajos de investigación de carácter eminentemente aplicado promovidos por determinadas administraciones autonómicas como Navarra, Cataluña y Euskadi.
Más difícil resulta estructurar la investigación promovida por la empresa y organizaciones privadas. De todas formas bien conocidas son las publicaciones o trabajos presentados en los diversos eventos científicos, de organizaciones como: TEA, Mesas, S.H.L., que están haciendo un gran esfuerzo para traducir y adaptar diversos tests e instrumentos de evaluación psicológica y organizacional.
Como empresas públicas o privadas que más han colaborado en la investigación que nos ocupa cabe destacar: Renfe, Compañía Telefónica, Iberia, FASA, IBM, Mapfre, entre otras. También, en esta misma línea, habría que citar la investigación que realizan determinadas empresas consultoras aun cuando su difusión es más restringida dado el carácter privado de sus informes.
Vemos pues cómo la investigación psicológica, en el ámbito de nuestra disciplina, está en vías de solución, pero ello no significa que el problema esté absolutamente resuelto. Todavía hoy sigue siendo real la crítica que en 1989 hacía nuestro Decano, lamentándose de que "en Psicología no existen centros de Investigación especializados ni a nivel de investigación básica ni a nivel de investigación aplicada". Vamos avanzando, pero aún es largo el camino que queda por recorrer.
Se trata de esbozar brevemente la identidad profesional de los Psicólogos del Trabajo y las Organizaciones en el Estado Español. A este respecto acaba de aparecer en Papeles del Psicólogo un estudio de Ricardo Díaz, promovido por el Colegio Oficial de Psicólogos, en el que se describe exhaustivamente la identidad y rol profesional de los psicólogos del Estado Español.
Nosotros, en este momento, vamos a comentar brevemente algunos de los datos más significativos que van a ayudar a definir sucintamente la actividad y el perfil profesional del Psicólogo del trabajo y de las organizaciones.
Actualmente el número de profesionales Psicólogos colegiados supera ampliamente la cifra de 25.000, que si la comparamos con la población que estudió Adolfo Hernández en 1982, y que fue de 4.500, quiere decir que el proceso de expansión y desarrollo de nuestra profesión en la década de los 80 ha sido espectacular.
De ese colectivo, el 16,3% es decir, más de 4.000 profesionales presta sus servicios en el área de la Psicología del Trabajo y de las
Organizaciones, En 1982, no llegábamos a 450 los profesionales que trabajábamos en este campo.
En consonancia con este desarrollo tan vertiginoso, aparecen algunos de los datos demográficos más significativos.
En primer lugar destacamos la juventud de los profesionales. Sólo un 23% del total tiene una edad superior a los 40 años. Dos terceras partes, tiene una experiencia profesional inferior a 9 años, y un 13% lleva trabajando como psicólogo Organizacional un tiempo inferior a 1 año. Es el área de la psicología que más incorporaciones de jóvenes profesionales ha registrado en estos últimos años.
Es el único área de intervención psicológica en la que el porcentaje de profesionales varones es netamente superior al de las mujeres: Un 60 % junto a un 40 %.
En cuanto a las condiciones del contrato, solamente un 10% de los que trabajan para la empresa privada está contratado eventualmente y la inmensa mayoría tiene recogido en el contrato su condición de Psicólogo.
El capítulo de ingresos económicos es otro de los factores diferenciales de nuestra especialidad. La media de ingresos brutos se sitúa en torno a las 180.000 pesetas mensuales, frente a las 133.000 que es la media del colectivo general y existe más de un tercio de psicólogos del trabajo que ingresan más de 250.000 pesetas mensuales.
Un aspecto trascendental para la descripción del perfil profesional de psicólogo del trabajo, es el análisis de las tareas y actividades que los profesionales en ejercicio realizan con mayor frecuencia en su trabajo.
De los resultados que Ricardo Díaz presenta en su investigación, resulta que las ocho actividades profesionales que realizan los psicólogos del trabajo con mayor frecuencia, las ocho están directamente relacionadas con la evaluación para la selección de personal. Las dos siguientes, tienen que ver con el diseño, dirección o impartición de cursos de formación. Más tarde y con una frecuencia muchísimo menor aparecen tareas relacionadas con: Análisis y valoración de tareas, evaluación del desempleo, comunicación, Seguridad e Higiene.
Con una frecuencia realmente escasa figuran tareas de evaluación y desarrollo organizacional, desarrollo directivo, elaboración de políticas salariales, dimensionamiento de plantillas, etc.,
Todos estos datos reflejan una situación profesional que, al menos, es preocupante. Hemos visto y nos hemos congratulado de estadísticas francamente saludables y esperanzadoras para nuestra profesión. Pero el análisis de las tareas de intervención de los psicólogos del trabajo y de las organizaciones es preocupante.
Nuestra profesión ha experimentado un notable desarrollo en la última década, Puede apreciarse un evidente reconocimiento social de nuestros profesionales, sin embargo, su papel, su rol profesional en las organizaciones es todavía instrumental. No hemos accedido aún a los centros neurálgicos de la decisión Organizacional. Somos eminentemente auxiliares, psicometristas, ayudantes técnicos.
Creo que ha llegado el momento de dar un paso adelante. De asumir mayor responsabilidad, No basta con elaborar los datos para que otros decidan. Debemos decidir también nosotros. Para ello tenemos que estar convencidos, tenemos que estar preparados, tenemos que sentirnos seguros.
Será necesario plantear un profundo debate sobre las tareas y roles profesionales del psicólogo de trabajo y orquestar una adecuada información y marketing de las funciones que es capaz de asumir el psicólogo del trabajo y de las organizaciones.
Este es, indudablemente, el primer reto que para el futuro se le presenta a nuestra profesión. Debemos asumir mayores responsabilidades. El psicólogo organizacional no es sólo un psicotécnico. Nuestro conocimiento y comprensión del hombre, como sujeto responsable del trabajo y de las propias organizaciones, nos capacita y coloca en una situación privilegiada para asumir responsabilidades y tomar decisiones.
Esta seria una buena actitud para afrontar con garantías de éxito profesional el horizonte del 1 de enero de 1993, cuando va a tener lugar la libre circulación de profesionales en toda la Europa comunitaria. Realmente es un hecho que puede tener repercusión en nuestra profesión. No existe ninguna razón para asociarnos con complejos o con la menor sensación de inseguridad. Habrá que potenciar, eso sí, centros de cooperación y foros de intercambio entre los científicos y los profesionales. Algunos pasos está dando ya el Colegio Oficial de Psicólogos. Es uno de los promotores de la creación de la asociación o federación europea de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones.
Sería una buena actitud para arrostrar con optimismo los grandes retos que la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones debe acometer en un futuro inmediato. Problemas derivados del envejecimiento de los trabajadores, feminización de las plantillas, disminución de las horas de trabajo, inmigración desde los países deprimidos, conflictos culturales y generacionales, nuevo papel de los mandos. etc.
Esta es, muy esquemática y telegráficamente expuesta, una síntesis de la percepción que tenemos sobre la situación de la Psicología del Trabajo y de las Organizaciones en España.
Creo que debemos ser optimistas. En la última década nuestra disciplina ha conseguido ampliar sensiblemente la oferta formativa para sus estudiantes. Queda todavía pendiente la formación de postgrado en la que, a nuestro entender, se camina por derroteros excesivamente sinuosos. Habría que acotar y poner orden en ese indiscriminado mundo de los Masters y diplomas, Habría que potenciar y desarrollar más la enseñanza "Reglada".
También la investigación se ha desarrollado satisfactoriamente en los dos últimos lustros aún cuando sea cierto que no existen todavía, en Psicología, centros especializados de investigación. Ni a nivel básico, ni a nivel de investigación aplicada.
Vemos, también, cómo nuestra disciplina ha conseguido una introducción y respaldo social importante, No basta, tenemos que seguir avanzando. Yo espero que para el próximo congreso se haya producido un cambio cualitativo en el contenido de las tareas que ejecutan los psicólogos del Trabajo y de las Organizaciones, Debemos pasar de los laboratorios de medida a los Centros de Decisión
Tenemos, en fin, al alcance de la mano el reto de una Europa sin fronteras. Es una buena oportunidad para ampliar nuestro entorno social y potenciar, con el esfuerzo de todos, el rol y la verdadera identidad de nuestra profesión.
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