RECENSIONES
Este libro supone un acercamiento histórico a la investigación y a los modelos teóricos desde los que se ha ido construyendo un enfoque psicosocial del fenómeno del desempleo. Al mismo tiempo, expone de forma sistemática los estudios habidos hasta el momento sobre las consecuencias psicopatológicas del para, dando con ello una visión de conjunto de la investigación realizada en este campo.
En el primer capítulo, José Luis Alvaro manifiesta el sentimiento de que describir las consecuencias tanto psicológicas como sociales del desempleo es uno de los principales problemas de nuestro país, sentimiento que, por otra parte, es una constante en toda la obra. Abiertamente, expone las razones que, a su juicio, explican el porqué hasta muy recientemente los psicólogos sociales españoles no han empezado a prestar la debida atención a este tema.
La intención del segundo capítulo es descubrir al lector el marco teórico en el que debe centrarse la explicación de los efectos del desempleo, El desarrollo del capítulo es interesante no sólo porque se hace referencia a todos aquellos modelos que sirven para mejorar la comprensión sobre el objeto de estudio sino, sobre todo, por la visión crítica con la que se describen y presentan las distintas teorías.
Una descripción rigurosa de las funciones psicológicas del trabajo se convierte en el tema central del capítulo siguiente (capítulo 3). El mensaje del autor es transmitir que existe una absoluta necesidad de estudiar con detalle la totalidad de efectos (psicológicos y sociales), tanto positivos como negativos, que se desarrollan en los individuos cuando se encuentran en una situación de desempleo.
Brevemente, el capítulo cuarto revisa los estudios realizados en los años treinta sobre las consecuencias psicológicas del desempleo, al tiempo que se comentan las limitaciones de las contribuciones realizadas hasta la fecha. Al ir leyendo, resulta como si el autor nos cogiera de la mano y nos llevara a dar un repaso a estos trabajos, invitándonos a seguirle adoptando una perspectiva histórica hasta el final del libro. De hecho, los comentarios a las investigaciones que se presentan en el capítulo 5, realizadas en los años setenta y ochenta, tienen en cuenta que la experiencia del desempleo es inseparable, no sólo de las características psicológicas que presenten los individuos, sino de las circunstancias sociales que definen a la sociedad en la que viven.
En el capítulo 6 se recogen estudios que han relacionado el fenómeno del desempleo con diversos índices de salud mental (depresión, autoestima, satisfacción con la vida presente, relaciones familiares, etc.). El interés de estas páginas es que instruyen al lector de la precaución y rigor con los que se ha de interpretar los resultados de la investigación cuando se están analizando indicadores, bien psicológicos bien sociales, de un fenómeno que es, en su raíz y en su desarrollo, intrínsecamente psicosocial.
En el capítulo 7, utilizando como marco de referencia algunas de las variables psicológicas descritas con anterioridad, el autor presenta los resultados de un análisis comparativo realizado entre trabajadores empleados y desempleados. El objetivo es analizar si entre los trabajadores desempleados se producen variaciones de carácter psicológico, en función de variables como: la edad, el sexo, la implicación en el trabajo, el apoyo social, la tensión por problemas económicos, la satisfacción con la ocupación del tiempo libre y la duración del desempleo. Su conclusión es que los desempleados no forman un grupo homogéneo de personas con características similares y que reaccionen de igual forma ante la pérdida o no consecución de un Puesto de trabajo.
La pregunta clave que se discute en el capítulo 8 es por qué el desempleo no produce el mismo tipo de efectos en todos los individuos. Porqué, mientras uno se ven negativamente afectados, otros no experimentan ningún cambio, y algunos, incluso mejoran su bienestar psicológico y físico. El apoyo social se desvela como amortiguador de los efectos del desempleo, y la edad, el género y la implicación en el trabajo se manifiestan como las variables mediadoras que explican el porqué se acusan en mayor o menor grado estos efectos.
La panorámica sobre los efectos que produce el desempleo se completa en los tres últimos capítulos con la presentación de las investigaciones realizadas sobre la incidencia del desempleo en la salud física, tasas de mortalidad y suicidios. El autor ofrece así una perspectiva diferente sobre la patología social del desempleo, y tiene el éxito de comprometer al lector en una reflexión sobre la transcendencia real del problema.
A pesar de que las conclusiones que cierran el libro ofrecen sugerencias de interés, como la conveniencia de introducir una perspectiva transcultural en futuros trabajos para una mejor comprensión de los costes, no sólo económicos, que produce el hecho de estar desempleado, al finalizar la lectura se echa de menos las bases de algún diseño interventivo orientado a minimizar efectos que, en definitiva, no conducen más que a situaciones de marginación social. Por último, señalar una vez más el esfuerzo que se hace en toda la obra por relacionar los diferentes aspectos que presenta el fenómeno del desempleo con las aportaciones más relevantes aparecidas en la literatura más reciente. Ojalá la publicación de este libro estimule todavía más a una investigación que lucha por ver soluciones organizacionales a través de la práctica profesional.