ENTREVISTA
Fernando Arias.- En nuestra área cada vez tomamos más conciencia de que necesitamos investigar. Ha sido satisfactorio que la mayoría de las ponencias tuvieran como base una investigación. Durante muchos años hemos estado copiando a la Psicología norteamericana, en muchas organizaciones del trabajo se han puesto en práctica las teorías surgidas en Estados Unidos, pero también ha habido muchos fracasos porque evidentemente han sido creadas para un tipo de cultura diferente a la nuestra. Nosotros no somos tan individualistas como los norteamericanos ni tan colectivistas como los japoneses, creo que estamos en un punto medio. Cada vez le damos más importancia a la investigación porque tenemos que crear nuestra propia Psicología del Trabajo.
En cuanto a la participación, yo esperaba más; desgraciadamente, en algunos países se está haciendo mucho, pero han tenido grandes dificultades económicas para venir personas de Brasil, Perú, Chile, en fin, quisiéramos que fuese mayor la participación porque abre vasos comunicantes, en un continente tan grande, que es difícil saber qué ocurre en cada país.
J. R. L. -¿Cuáles son los aspectos en los que has visto más diferencias entre las diversas producciones?
F. A. G. - He encontrado más semejanzas que diferencias; éstas no son trascendentes ya que compartimos una cultura, aunque haya matices. Hay motivaciones e intereses comunes y uso de las mismas técnicas. Uno de los puntos en los que hemos puesto más énfasis es en la "calidad de vida". Ha habido trabajos interesantes, y espero que en un futuro comuniquemos experiencias, pero también resultados o evaluaciones de esas experiencias.
Otro tema de creciente interés en Latinoamérica es la problemática de la mujer, probablemente por su mayor presencia en el mundo laboral y dentro de nuestra misma profesión.
J. R. L. -¿Cómo definirías el rol social y las tareas del profesional psicólogo en las organizaciones?
F. A. G.- Creo que tiene un papel muy importante, cada vez más en la actualidad. En diversos países, la aceptación del psicólogo en las organizaciones es cada vez mayor, en las distintas áreas, recursos humanos, selección de personal, en las cuales compite con los administradores. En México, el 40 por 100 de las personas dedicadas a la capacitación son psicólogos, otro 40 por 100 son administradores y el 20 por 100 restante son ingenieros, abogados, economistas. Yo pienso que debemos tener una formación interdisciplinar, más amplia, porque tenemos que entender mejor el lenguaje, las técnicas que usan los administradores.
Hay dos campos en los que destaca el psicólogo, uno es el reclutamiento y selección de personal, el otro es el de capacitación. Hay muchos psicólogos trabajando en estos campos. Otros se dedican al sindicalismo, últimamente también están trabajando en el área de la calidad, en la transformación organizacional para la obtención de calidad.
J. R. L. -¿Cómo perciben los sindicatos la figura del psicólogo?
F. A. G.- Quizá lo ven como una parte más de la dirección, debido a que están contratados por ellos. Aunque sabemos que el psicólogo debe ser neutral y no tomar partido por nadie, existe el prejuicio en este sentido
En mi experiencia personal lo mejor para superar esos prejuicios es el contacto personal, la demostración de lo que se hace. Pero creo que también el sindicalismo está cambiando; esta preocupación por la calidad trae cambios en todos los ámbitos. En la actualidad, se está buscando más la colaboración, aunque esto no siempre es fácil, hay conflictos.
J. R. L. - Hablando de estos cambios, se puede prever cuáles serán las problemáticas que deberemos afrontar los psicólogos en un futuro...
F. A. G.- En América, aunque en general en todos los países, las escuelas no preparan para enfrentar la vida organizacional, la vida del trabajo; además los cambios son tan rápidos que no se está preparado para ello. Hay que propiciar la formación permanente de los recursos humanos; por ejemplo, hay ingenieros o médicos que son nombrados gerentes o directores de algo en sus organizaciones y no están formados para eso. Otros fenómenos son que en un futuro las personas tendrán más tiempo de ocio, o se retirarán más jóvenes y eso va a producir cambios sociales. Otro problema importante es la incorporación de personas muy jóvenes a la fuerza de trabajo, y otro problema no lejano es el intercambio de trabajadores de profesionales entre los países, sin fronteras y si no estamos preparados esto puede significar schoks culturales importantísimos. La tecnología y el capital pueden emigrar con relativa facilidad, pero no así las personas, la adaptación es compleja. Esto es un reto importante para nosotros, debemos preverlo, como preparar a esas personas para su nuevo lugar, para que se incorpore con las menores dificultades y en el menor tiempo a su nueva función. Creo que éstos son los retos que tenemos por delante en un futuro inmediato.