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Además de los diez estudios que ya están publicados, es inminente la aparición de los referidos a "Servicios de Naturaleza Turística", "Minería y Primeras Transformaciones", "Automoción" y "Artesanía". En las páginas siguientes se destacan algunas de las características básicas de dichos estudios.
La constante evolución del mercado de trabajo español, así como la entrada en vigor del Acta Unica, con lo que implica en cuanto a incremento de la movilidad laboral y la necesidad de aumentar la competitividad empresarial, exige establecer medidas de acción importantes en materia de Formación Profesional.
La experiencia que sobre investigación del mercado de trabajo tiene el Instituto Nacional de Empleo, así como sus competencias en materia de Formación Profesional, le han convertido en el Organismo idóneo para asumir frente al Consejo General de la Formación Profesional el estudio de los diferentes sectores productivos como base para la reforma de la Formación Profesional y ordenación del sistema educativo laboral.
En la Ley Orgánica General del Sistema Educativo se contempla la reforma de la Formación Profesional. Para ello se hizo necesario articular un mecanismo de investigación que permita el conocimiento de la situación del mercado de trabajo así como de su prospectiva y que posibilite la posterior adecuación de medios y recursos necesarios para llevar a cabo dicha reforma.
El día 5 de diciembre de 1990, el INEM y el M.E.C. conjuntamente, presentaron ante la Comisión Permanente del Consejo General de la Formación Profesional un plan de actuación para la realización de los estudios y la posterior actualización y adecuación de la oferta formativa que fue aprobado por dicho Consejo General.
El Plan de Actuación de los Estudios Sectoriales, se ha centrado en el análisis de los principales aspectos que incidiendo en las estructuras de los sistemas productivos provocan cambios en la realización de las actividades y consecuentemente en los conocimientos y competencias de los trabajadores. Los estudios pretenden ser una fotografía exhaustiva de la realidad de cada sector, enfocada en su perspectiva laboral con el objetivo principal de planificar la formación.
El INEM a través de la Subdirección General de Gestión de la Formación Ocupacional, asumió la realización de la investigación dividida en 28 sectores de producción. Para ello, el INEM y el M.E.C. han contado con la participación de los diferentes interlocutores sociales, empresarios y trabajadores, así como con el resto de las administraciones públicas implicadas en cada uno de los sectores.
Realizar un estudio detallado de la realidad de los distintos sectores productivos, describiendo las ocupaciones detectadas, su estructura modular y sus contenidos ocupacionales, todo ello en el marco de la estructura general del sector, con la finalidad primordial de adecuar la Formación Profesional a las necesidades del mercado de trabajo.
Lograr asimismo el establecimiento de unas bases que permitan la calificación y certificación profesional de forma coordinada entre las administraciones educativa y laboral.
El plan de actuaciones para la realización de los Estudios Sectoriales contempla su actualización cada tres años con el objetivo de disponer en cualquier momento de una referencia actualizada que proporcione a los planes de formación la imprescindible conexión con las necesidades reales y cambiantes del mercado de trabajo.
En líneas generales, la información recogida en un momento dado sobre un determinado sector se vuelve obsoleta en poco tiempo debido fundamentalmente a las fluctuaciones de la economía, la incorporación de nuevas tecnologías, las nuevas formas de funcionamiento empresarial y por la necesidad de aumentar la competitividad de las empresas especialmente con vistas al mercado exterior. Al mismo tiempo se exige de los trabajadores un reciclaje continuo en sus conocimientos y técnicas profesionales para adaptarse a las nuevas situaciones cada vez más competitivas.
Si la información sobre la infraestructura de un sector se queda desfasada, simultáneamente puede estar ocurriendo un desfase semejante en los datos obtenidos sobre las ocupaciones y por tanto en la planificación de la Formación que se realiza a partir de los contenidos de las mismas.
Por este motivo, no debemos conformarnos con realizar un estudio sobre un sector sin más, sino que es necesario además, revisar periódicamente la información obtenida con el fin de mantener actualizados los contenidos de las ocupaciones.
Otro aspecto del que somos conscientes, es el hecho de que todo trabajo es mejorable; si además se tiene en cuenta que este es el primer trabajo realizado en esta línea de tal envergadura en España, no es de extrañar que se haya cometido algún error. Por ello, al pretender llevar a cabo la revisión de los estudios, es necesario también revisar, valorar y reajustar la metodología empleada para conseguir los nuevos objetivos propuestos.
La nueva situación de España en el marco europeo amplía nuestro horizonte global, convirtiendo al resto de los países comunitarios en potenciales mercados para nuestros productos al mismo tiempo que constituyen una dura competencia en los sectores que somos menos competitivos. El mercado único obliga a comparar nuestros productos y servicios con los más avanzados del mundo con un resultado no siempre satisfactorio. En los Estudios Sectoriales se ha puesto especial cuidado en reflejar esta situación, apuntando tanto los problemas que se detectan como las posibles soluciones. Con los Estudios Sectoriales se ha pretendido adecuar la formación profesional a las necesidades de los trabajadores y de las estructuras productivas persiguiendo el objetivo común de la competitividad.
Se ha estudiado la situación de cada sector desde dos perspectivas, en primer lugar la situación en la que se encuentra el sector frente al reto europeo y su incidencia: puntos débiles, áreas de actividad con mejores perspectivas, productos competitivos, nuevas normas sobre armonizaciones comunitarias, etc. En segundo lugar y con un marcado carácter prospectivo, cómo va a afectar el establecimiento de mercado único a la organización y actividad de las empresas españolas, su impacto en la balanza comercial, las cualidades de los productos que los pueden hacer más competitivos, la influencia de la política comunitaria frente a terceros países en la economía sectorial española, la influencia de la mayor competencia de precios, y sobre todo las repercusiones en el empleo.
Este enfoque permite ofrecer indicaciones esenciales sobre las instituciones y políticas comunitarias, sobre el impacto que se espera del mercado único y el eventual papel de las multinacionales.
La comparación de datos sectoriales hará que aparezcan semejanzas y diferencias desde el punto de vista de las estructuras y estrategias, de la situación del empleo, de la mano de obra y de la formación profesional.