EXPERIENCIA
OBJETIVO ANALISIS DE LOS RESULTADOS ALUMNOS
- Teoría-vs-Práctica
- Correspondencia entre la formación académica y las necesidades de la Empresa
- Organización
- Evaluación de los conocimientos adquiridos
- Otros
CONCLUSIONES GENERALES
La enseñanza universitaria ha de responder a las necesidades de la sociedad de la cual la Universidad forma parte. La Universidad adquiere su sentido en cuanto que responde de manera eficaz a estas necesidades. En una sociedad tan cambiante como la nuestra, la enseñanza tiene que estar en continuo cambio, adaptándose a las necesidades emergentes, e, incluso, yendo por delante de las mismas. Esto obliga a la existencia de un modelo de enseñanza autorregenerativo, con la suficiente capacidad de adaptación y anticipación.
El Consejo de Universidades, haciéndose eco de esta necesidad, aprobó en septiembre de 1992 un programa para examinar la calidad de la enseñanza, cuyo objetivo fundamental es la adecuación entre la formación universitaria y las necesidades de las empresas y organizaciones. Se trata de un tema que preocupa a amplios sectores de nuestra sociedad, pues no en vano de las universidades salen los titulados que han de afrontar quizá los más arduos problemas que tienen planteados las empresas. Entre los profesionales cuyo objetivo laboral está centrado en las empresas y organizaciones se encuentran los psicólogos del trabajo.
La especialidad de Psicología del Trabajo de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid se implanta en este centro en el curso 1985-86, junto con otras cuatro especialidades. Los titulados en esta especialidad suelen buscar su acomodo en el mercado de trabajo en el departamento de las empresas y organizaciones que tiene como función el tratamiento de los problemas humanos en el trabajo: el Departamento de Recursos Humanos. Dicha especialidad consta de las siguientes asignaturas específicas, distribuidas en los cursos cuarto y quinto de carrera: Psicosociología del Trabajo, Psicología Comercial, Selección y Formación, Ergonomía e Inadaptación Laboral, programa que será sustituido en el curso 1994-95 por otro de reciente creación.
El presente trabajo pretende obtener una información que permita saber de qué variables depende el que los alumnos aprendan más o menos y estén en mayor o menor grado preparados para afrontar los problemas que el mundo del trabajo les va a presentar. Partimos del supuesto, generalmente aceptado, de que todo tipo de enseñanza es susceptible de mejora. La formación que se imparte en la especialidad de Psicología del Trabajo no escapa a esta elemental regla, aun cuando contemos con que la opinión al respecto, aportada por los alumnos en las valoraciones anuales del profesorado, es, en general, positiva.
Muchos profesionales de la Psicología del Trabajo consideran que son los propios trabajadores quienes mejor conocen las necesidades de cambio en sus puestos. Sin descartar otros puntos de vista, nos ha parecido conveniente recurrir a los alumnos, como una de las partes implicadas en el proceso formativo, en la búsqueda de ideas que nos permitan mejorar la formación que reciben.
Nuestro trabajo intenta contribuir al estudio propuesto por el Consejo de Universidades, mediante la obtención de información que permita establecer medidas conducentes a la mejora de la enseñanza universitaria, con referencia concreta a los especialistas de Psicología del Trabajo. No hace falta recalcar la necesidad de esta formación: los problemas humanos en la empresa constituyen una de las principales preocupaciones presentes y, si nuestra lectura de la realidad es acertada, esta preocupación no hará -sino aumentar en el futuro. Entendemos que la enseñanza universitaria cuenta entre uno de sus propósitos fundamentales el de la preparación para el ejercicio de una profesión, razón por la cual enfocamos el estudio desde el punto de vista del necesario acercamiento del mundo de la Universidad al, tan distante, mundo de la Empresa, preocupación que está implícita en el objetivo del Consejo de Universidades. En definitiva, se trata de tender un puente que permita establecer una adecuada relación entre la teoría y la práctica.
La muestra está formada por 127 estudiantes, que representa un 25 % de los alumnos que cursan la especialidad de Psicología del Trabajo; el 47,6 % de la muestra pertenecen al cuarto curso y el 52,4 % al quinto. La edad media es de 23 años.
El 79 % de la muestra son mujeres; el 21 restante, varones.
Se ha llevado a cabo un análisis descriptivo de todos los aspectos contemplados y, cuando los datos lo han permitido, el estudio correlacional correspondiente. Cuando los datos lo justifican hacemos análisis separados entre alumnos de cuarto y quinto curso. Los resultados aportados por los grupos de hombres y mujeres no difieren significativamente, razón por la cual no figuran por separado en ningún caso.
Para la recogida de datos hemos utilizado un cuestionario elaborado al efecto. Además de las instrucciones y los datos demográficos de identificación, el cuestionario consta de treinta preguntas, algunas de las cuales están subdivididas en varios apartados, lo que da un total de 44 preguntas, agrupadas en los siguientes apartados: Plan de estudios, Agentes de la formación (profesores y alumnos), Teoría-vs-práctica, Correspondencia entre la formación académica y las necesidades de la Empresa, Organización, Evaluación de los conocimientos adquiridos y Otros (ver Apéndice l). La mayor parte de las preguntas se contestan en escalas gráficas cuantitativo-cualitativas, con puntuaciones que van de 0 a 10. Cuando esto no ha sido posible, se han presentado preguntas abiertas. En un solo caso se responde eligiendo entre varias opciones. Todas las preguntas, a excepción de la primera, que se refiere al Plan General de Estudios, están referidas a la especialidad de Psicología del Trabajo.
Los alumnos no parecen muy conformes con el actual plan general de estudios, y consideran necesario mejorarlo sustancialmente. La puntuación media aportada en relación con la necesidad de mejora (8,16 sobre 10) deja bien claro el sentir general (ver tabla 1). Conviene hacer la observación de que el plan de estudios valorado es el que siguen actualmente los alumnos interrogados. Dado que el curso próximo se inicia el nuevo plan, habrá que esperar algún tiempo para pedir opiniones sobre él.
En lo que se refiere al plan de estudios de la especialidad de Psicología del Trabajo, la opinión se decanta en la misma dirección, pero la intensidad es menor (6,91). Lo dicho para el plan general de estudios vale para la especialidad de Psicología del Trabajo, con la diferencia de que éste se instaurará a partir del curso 94-95.
PROFESORES
A los profesores de la especialidad de Psicología del Trabajo se les valoró en cuatro aspectos básicos: conocimientos científicos, aptitud pedagógica, capacidad investigadora y experiencia práctica.
Los alumnos destacan los conocimientos científicos de los profesores (6,38) y su experiencia práctica (6,36) (ver tabla 1 y gráfico l). En capacidad investigadora obtienen una puntuación de 5,10, mientras que la aptitud pedagógica, el aspecto menos valorado, se queda en 4,73 puntos.
Deja bastante que desear la coordinación entre profesores (4,35), y también, aunque en menor grado, la relación entre profesores y alumnos (5,10) (ver tabla 1 y gráfico l).
La contribución de estos aspectos a la consecución de una buena formación responde, desde el punto de vista de los alumnos, al siguiente orden jerárquico (ver tabla 1 y gráfico l):
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1. Experiencia práctica del profesor |
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2. Relación profesor-alumno |
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3. Aptitud. pedagógica del profesor |
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4. Coordinación entre profesores |
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5. Conocimientos científicos del profesor |
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6. Capacidad investigadora del profesor |
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7. Puntualidad de los profesores |
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En esta relación conviene destacar la gran importancia concedida a la experiencia práctica y la escasa contribución de un aspecto puramente instrumental, cual es la puntualidad de los profesores.
La correlación obtenida entre las variables estudiadas figura en la tabla 2. Destacan las correlaciones halladas entre:
La participación de los alumnos en clase es valorada como insuficiente por ellos mismos (3,68). Sin embargo, consideran que reviste una gran importancia para la formación (7,80) (ver tabla 1 y gráfico l). A juzgar por los datos obtenidos, tal participación está relacionada, sobre todo, con la buena relación profesor-alumno, la aptitud pedagógica del profesor y su experiencia práctica (ver tabla 2).
Los alumnos estiman que en la actualidad se concede escasa atención a las clases prácticas (3,23), mientras que, para ellos mismos, tales clases constituyen un elemento importante para su formación (8,91) (ver tabla 1 y gráfico 2). En consecuencia, consideran muy necesario mejorarlas, apuntando las siguientes sugerencias:
La falta de correspondencia entre lo que se aprende y lo que necesita el mundo del trabajo parece ser un mal endémico de la enseñanza universitaria española, hasta el punto de constituir un lugar común en nuestra sociedad. Los alumnos de la especialidad de Psicología del Trabajo confirman la vigencia de tal tópico, ya que su opinión acerca de la conexión entre lo que se aprende y las necesidades de la empresa aporta una puntuación de 2,98 (ver tabla 1 y gráfico 3). A la hora de proponer soluciones, consideran que las siguientes actividades podrían contribuir en gran medida al acercamiento de la Universidad a la Empresa. Las relacionamos por orden de importancia:
Aparte de esto, la mayoría de las medidas propuestas por los alumnos hacen referencia a la necesidad de una enseñanza práctica dirigida por profesores que conozcan en la vida real lo que enseñan, preocupados por una continua renovación del temario y de la bibliografía e interesados en la obtención de información sobre las últimas investigaciones sobre los problemas más actuales de la especialidad. También consideran conveniente que se proporcione a los alumnos la posibilidad de participar en los proyectos de investigación del Departamento, al tiempo que reconocen la ayuda que esta participación aportaría a la calidad de su formación.
Los alumnos consideran que el hecho de poder elegir libremente el grupo (tanto horario como profesores) repercutiría positivamente en la calidad de la formación (ver tabla 1).
Se estima que el número de alumnos por clase debería reducirse. Según el criterio de los alumnos, el número ideal de asistencia por clase estaría alrededor de 30, con una amplitud que va de 10 a 75, mientras que la asistencia actual oscila, de acuerdo con los datos obtenidos, entre 20 y 100, con una media de 50 alumnos.
La pregunta se formuló del siguiente modo: "Ordena los siguientes sistemas de evaluación según el grado en que permiten reflejar los conocimientos reales de la materia"
Si nos atenemos a los sistemas elegidos en primera opción, la clasificación que los resultados permiten ofrecer es la siguiente, por orden de Preferencia:
Al comparar los datos ofrecidos por los alumnos de 4.º y 5.º curso observamos diferencias dignas de mención.
La clasificación de los alumnos de 4.º curso es la que sigue:
- Pruebas objetivas.
- Desarrollo de temas.
- Participación en clase.
- Exposición de trabajos en clase.
- Entrega de trabajos.
La de los alumnos de 5.º
- Desarrollo de temas.
- Exposición de trabajos en clase.
- Participación en clase.
- Pruebas objetivas.
- Entrega de trabajos.
Los alumnos opinan que es bastante insuficiente la orientación que actualmente se da a los alumnos antes de elegir especialidad.
La formación en campos específicos, como en Técnicas de Búsqueda de Empleo, se considera muy necesaria.
Es digna de consideración la importancia que tiene para los alumnos impartir el temario completo de cada asignatura, cuando en realidad, según su propia percepción, se da alrededor de un 68 % del mismo (ver en todos los casos tabla 1).
Intentaremos señalar a continuación, a modo de conclusiones, los aspectos de nuestro estudio que consideramos más relevantes, aquellos que pueden estar sugiriendo vías de acción que convendría seguir si queremos conseguir el objetivo que nos proponemos, esto es, mejorar la formación de los psicólogos del trabajo.
Primera. La formación académica está bastante alejada de las necesidades de la empresa. Como el acercamiento de la Universidad y la Empresa es cosa de dos, habría que contar con las iniciativas de ambas entidades. Pero mientras estas acciones coordinadas llegan, es mucho lo que Facultades, Departamentos y profesores pueden hacer para acercarse al mundo del trabajo. En el presente estudio aparecen sugerencias suficientes para empezar.
Segunda. Según los alumnos, los aspectos que más importancia tienen para su formación son los siguientes: la realización de prácticas externas, las visitas a empresas, la participación de los alumnos en los proyectos de investigación del Departamento, la experiencia práctica del profesor, la participación en las clases de psicólogos en activo, la reducción del número de alumnos por clase, la libre elección de grupo, la participación en las clases de directivos de empresa, la buena relación entre profesor y alumnos, la aptitud pedagógica del profesor, la participación de los alumnos en clase, la impartición del temario completo, la coordinación entre profesores y los conocimientos científicos del profesor. En todos los casos la puntuación supera los 7 puntos. Es posible que algunos de los elementos de esta relación haya sido sobrevalorado, pero, en cualquier caso, son todos aspectos que convendría considerar a la hora de organizar un curso académico.
Tercera. Los aspectos formativos mejor representados en la situación actual son los siguientes: la puntualidad del profesor, los conocimientos científicos del profesor, la experiencia práctica del profesor, la relación profesor-alumno, la capacidad investigadora del profesor. En todos los casos se superan los 5 puntos.
Cuarta. Las mayores deficiencias aparecen en los siguientes aspectos formativos: la conexión entre lo que se aprende y las necesidades de la empresa, la importancia concedida a las prácticas, la orientación que se da para elegir especialidad, la participación de los alumnos en las clases, la coordinación entre los profesores y la aptitud pedagógica del profesor. Todos ellos están valorados por debajo de los 5 puntos.
Quinta. No se da la suficiente importancia a las clases prácticas, lo que lleva aparejado el que no se realicen acciones educativas que permitan la mejora de las mismas. Una de las indicaciones más claras del estudio es la necesidad de mejorar las clases prácticas. Se les debería conceder más importancia en el plan de estudios e instaurar durante el curso medidas para mejorar la formación con vistas al ejercicio de la profesión. Las practicas externas y la participación de profesionales en las clases, entre otras medidas, se consideran de gran interés.
Sexta. Es necesario cambiar el plan de estudios de Psicología y aunque en menor medida, el de la especialidad de Psicología del Trabajo. El Ministerio de Educación y Ciencia parece querer responder a esta necesidad con la instauración de la reforma educativa. Es de esperar que el plan de estudios futuro responda a las necesidades aquí apuntadas de manera mas precisa que el actual.