RECENSION
Los hermanos Tjosvold analizan en esta obra el desarrollo y la dirección de equipos de trabajo, bajo la consideración de que un equipo humano competente es una de las mayores ventajas competitivas de una compañía en la actualidad. Los autores presentan un modelo de organización en el que se ilustra que creando, liderando y participando en equipos desplegados a lo largo de la estructura organizacional, se puede lograr alcanzar todo su potencial. Se establece para ello en primer lugar el tipo de equipo a conseguir, orientándose posteriormente la obra al desarrollo de los mecanismos para lograrlo. El objetivo es conseguir equipos creativos que se sientan dirigidos, unidos y mutuamente enriquecidos y fortalecidos, implicando en este proceso de cambio a los supervisores, a los mandos intermedios y a los sindicatos. Estos equipos son los responsables de generar programas innovativos, que responden a las demandas y problemas planteados por los entornos dinámicos y turbulentos en los que se hallan insertadas las organizaciones actuales.
Los objetivos estratégicos planteados se abordan mediante tres partes distintas y complementarias en las que se articula la obra. La primera parte titulada «Cambiando el Status Quo», plantea la necesidad de cambiar la situación en la que se encuentran muchas organizaciones, en las que predomina un clima competitivo e individualista, que pueden obtener algunos resultados a corto plazo bajo un mercado favorable, pero que son incapaces de afrontar una crisis por su falta de hábito en aunar esfuerzos y trabajar cooperativamente para salir adelante. Indican los autores que, capturar la frustración inherente a los climas de tensión y antagonismo y realizar la transferencia hacia la sinergia y la cooperación, requiere un liderazgo que potencie y oriente al grupo hacia un tipo de relaciones de apoyo y fortalecimiento mutuo, basado en la autoconfianza y el respeto entre sus miembros. La segunda parte titulada «Estableciendo el marco de la organización equipo», detalla que la naturaleza de las relaciones de apoyo entre el equipo, surge cuando el líder aprende a implicar e ilusionar a sus colaboradores y al resto de los directivos en la creación de dichas relaciones. Se precisa conseguir que el equipo comparta la visión de una organización equipo, que crea en ella y que se sienta unido y mutuamente fortalecido en su consecución. Los principales mecanismos que sustentan e impulsan este proceso se centran en el debate conjunto de los problemas y las ideas y las diferencias entre sus componentes. Si en la segunda parte se establecen y detallan los mecanismos para lograr la implementación del modelo, en la tercera, titulada «Logrando la sinergia», se desarrollan los resultados de dichos logros, planteando la necesidad de evaluar el programa acordado e implantado, obtener feedback de los resultados, renovar y mejorar las disfunciones halladas en el proceso y enfrentar al propio equipo a su propio desarrollo y mantenimiento en el futuro.
Un caso práctico que se desarrolla a lo largo de todos los apartados de la obra articula el desarrollo y la asimilación del modelo de construcción de equipos, ilustrando los posibles problemas, las resistencias y controversias suscitadas por el proceso de cambio. El caso permite una mejor asimilación de los conceptos con que los autores van apoyando y elaborando el modelo y su implementación. Otro aspecto que ayuda a su comprensión, es el lenguaje claro, preciso y asequible empleado por los autores, sin que ello los lleve a alejarse de la contrastación de los principios e hipótesis planteadas en la obra. Merece destacar la activa labor de investigación desarrollada, especialmente por Dean Tjosvold, en relación a algunos de los temas tratados en la obra como la gestión del conflicto, la cooperación, la competencia y el poder. Los aspectos hasta aquí considerados proporcionan una gran riqueza y seriedad a la obra que recensionamos, y resultan de gran utilidad para las personas que lideran o prestan su apoyo para la creación y el desarrollo de la organización equipo.
Si algún aspecto ralentiza la asimilación e implicación del lector, es el contexto «made in U.S.A.» con el que se desarrolla el caso práctico, y la tendencia -más americana que europea- de concebir las organizaciones, y en este caso la organización equipo, como una entidad con una unidad de intereses y de objetivos entre todos sus miembros. Efectivamente al abordar el poder, los autores explican el aspecto constructivo del mismo -alejado de la perspectiva tradicional de suma cero: a mayor poder del líder menor poder de los empleados y viceversa- indicando e ilustrando que la cantidad de poder e. influencia se puede ampliar y que líderes y empleados se pueden transferir poder mutuamente, sintiéndose muy dependientes y a la vez muy poderosos. Pero los autores no se han detenido a explicar que la necesidad de analizar dichas situaciones de poder, deriva de la interdependencia entre las metas de los miembros de la organización y de las relaciones, a veces efectivamente positivas pero otras veces negativas, entre las mismas. La obra hubiese mejorado su capacidad de implicación de los lectores de nuestro contexto cultural, si se hubiese explicitado en la exposición del modelo, e ilustrado en el caso práctico, que es la cooperación en la consecución de los objetivos o metas supraordinales -por encima de las divergencias en los intereses y las metas de los grupos- lo que permite la viabilidad a largo plazo y la ventaja competitiva de la organización equipo.