RECENSION

La subjetividad en la organización. El poder mas allá de las estructuras

J. URIZ Madrid,

Siglo XXI, 367 pp.

A lo largo de poco más de 350 páginas Javier Uriz nos ofrece en este volumen su particular visión de algunos de los aspectos centrales de la relación de los sujetos con las organizaciones y de los parámetros o variables fundamentales que modulan el desarrollo de éstas últimas. La originalidad del abordaje de estos tópicos de la psicosociología organizacional radica en este caso en las premisas de las que se parte. Ya en la introducción del libro Uriz señala que su propósito fundamental consiste en el desarrollo de una serie de reflexiones teóricas sobre el fenómeno organizacional (y más específicamente del papel de los "sujetos" en todo el proceso), que se derivan de su dilatada experiencia profesional como consultor de empresas.

Así en la primera parte del libro se desarrollan las definiciones y perspectivas básicas fundamentales en función de las cuales se van a analizar las variables clásicas vinculadas a la organización. Reviste especial importancia la conceptualización amplia y universal que se hace del poder -como necesidad básica del sujeto- y de las relaciones que se establecen entre los individuos de dominación o de cooperación- en función de la articulación del sujeto con los "otros" como sujetos recíprocos de poder. Frente a la caracterización un tanto racionalista y "objetiva" que viene, de forma implícita o explícita, propugnándose tradicionalmente desde la psicología de las organizaciones, Uriz reivindica una mayor atención a los aspectos estrictamente "subjetivos" que van a definir al ser humano y por ende van a gravitar de forma inequívoca sobre la organización. De manera que, parafraseando a Pessoa, Uriz viene en síntesis a reivindicar, para un planteamiento más correcto y completo de la realidad organizacional, la máxima del poeta lusitano: "...si fuera objeto sería objetivo, como soy sujeto soy subjetivo".

Una vez planteados estos "a priori" conceptuales -que Uriz nos señala constituyen la parte más árida y difícil de su libro, pero sin la cuál resulta imposible entender el resto del trabajo- se pasan a contemplar cuatro aspectos claves para el estudio y comprensión de cualquier organización humana. En primer lugar se define el propio concepto de organización, de acuerdo con los postulados de los que se parte, como un fenómeno universal que caracteriza al sujeto como ser social y que va indisolublemente vinculado a esta condición. Se pasa a continuación a contemplar el proceso de socialización organizacional, pero desde el prisma de la concepción de poder que Uriz nos brinda. En tercer lugar se considera el concepto de liderazgo como elemento esencial de la dinámica grupal, deslindándolo y relacionándolo con la definición de dirección que interesa tradicionalmente a los investigadores. Todo esto le permite reflexionar a Uriz sobre diferentes modelos de dirección organizacional que pueden estar vinculados, o no, al liderazgo y que pueden considerar, o no, las dimensiones de cooperación y coordinación (siempre partiendo de su premisa sobre los sujetos que integran la organización como, valga la redundancia, "sujetos de poder"). Finalmente el autor regresa a la consideración de otros elementos y variables fundamentales en la organización, como son: el entorno en el que se desenvuelve, la estructura que la caracteriza; y otras reflexiones en torno a cuestiones tópicas tales como: la finalidad y la consideración del éxito en la organización, el propietario y/o empresario, y el papel de los consejos de administración.

En fin, se observa como el autor ha desarrollado un importante esfuerzo de consideración global de las más destacadas dimensiones de la dinámica organizacional. Para enmarcar todo este ingente trabajo de reflexión teórica no duda en beber de las más diversas fuentes. No obstante este eclecticismo pragmático tiene dos caras: por un lado deja bien patente que la idea de síntesis explicativa preside los esfuerzos de Uriz, y en función de la misma se articulan las aportaciones. Pero por otro lado produce una cierta sensación de desorientación conceptual, pues se hace referencia a autores de muy dispar perspectiva teórica. Así se mencionan aportaciones de Mintzberg o de Pfeffer, al tiempo que en otros casos se hace uso de contribuciones de Fromm, Marcuse, etc.

Hay además otro presupuesto de desarrollo del libro que resulta un tanto chocante. Nos dice Uriz en su introducción que pretende desarrollar un libro teórico, pero con independencia de las teorías al uso o de los marcos teóricos preexistentes. Teniendo en cuenta tanto la lógica del desarrollo científico, como la inestimable experiencia práctica del autor, se incurre así en dos contradicciones. O dicho en otras palabras, si se quiere que el esfuerzo de reflexión sea verdaderamente productivo hay que tomar posición y criticar los marcos explicativos vigentes, mostrando sus insuficiencias. Así funciona el proceso acumulativo que caracteriza a la ciencia.

Complementariamente el material más rico, el sustrato que ha permitido a Uriz desarrollar su trabajo de sistematización es su amplio bagaje como consultor de empresas. El proceso que le ha llevado a enunciar las conclusiones y las aportaciones que nos presenta debería haberse explicitado. Es decir, hubiera sido mucho más rico si las conclusiones fundamentales se hubiesen visto ilustradas con algunas de las experiencias o ejemplos que llevaron al autor a las mismas. Y es curioso, porque este vicio especulativo podría ser más comprensible en el caso de un investigador académico menos vinculado a la labor práctica específica. Pero igual para muchos lectores es aquí donde las aportaciones de Uriz son más interesantes, por su carácter general y descontextualizadas. Indudablemente de haber explicado detallada y concienzudamente que experiencias concretas le llevaron a la formulación de sus propuestas, el libro hubiera sido muy otro: mucho más voluminoso y pródigo en detalles, tedioso para quienes tienen una experiencia en el ámbito organizacional similar al autor y que están en perfectas condiciones de interpretar y valorar en sus justos términos las aportaciones singulares de este trabajo. Pero hubiera sido enormemente enriquecedor para quienes se aproximan al estudio de la realidad organizacional, tanto desde el ámbito más estrictamente investigador como desde el terreno de la práctica ordinaria.

En cualquier caso, y sintetizando finalmente, se debe aplaudir este esfuerzo de reflexión teórica sobre la realidad organizacional de alguien que se dedica a intervenir día a día en diferentes marcos concretos. Esto supone un loable punto de ruptura hacia el desencasillamiento investigador o interventor, ya que resulta evidente que esta falsa y limitada diferenciación de roles se ha demostrado inadecuada para la cabal comprensión de la realidad organizacional.

Por último cabe añadir que el tema central del libro -los aspectos "subjetivos" de la incardinación de los sujetos en las organizaciones- no es más que una expresión patente de la necesidad de una perspectiva realmente Sistémica (es decir, que considere todas las variables relevantes tanto de los individuos como de las organizaciones, como, sistemas que son), para el desarrollo de psicosociología de las organizaciones y disciplinas afines, amén del avance de la práctica interventiva organizacional.

 

Pedro J. Luque Ramos

Departamento de Psicología Social
Universidad de Sevilla

 

 

Psicología de¡ Trabajo y Organizaciones - 1994 Volumen 10 o.' 28 -Págs. 93-94

Recensión

Trabajadores y condiciones de trabajo C. PRIETO Ed. HOAC, Madrid, 1994

A nalizando desde un enfoque sociológico una serie de trabajos realizados en nuestro país, esta obra presenta una doble originalidad: por un lado, se analizan en ella conjuntamente las condiciones de trabajo y las condiciones de empleo, que normalmente se abordan de un modo separado, y por otro, se seleccionan aquellos problemas sociales y psicológicos que parecen ser más relevantes para tener una visión de conjunto.

El análisis se inicia con una reflexión teórica general acerca de las condiciones de empleo como principal dimensión de las condiciones de trabajo, y se argumenta la necesidad de tratar a los jóvenes y a as mujeres como sujetos que tienen una relación muy particular con las condiciones de empleo. Los jóvenes, porque su primera experiencia laboral, en términos de condiciones de empleo, los sitúa en una situación de precariedad (precariedad en el empleo asalariado expresa el hecho de una inestabilidad en el empleo no controlada por el trabajador). Y las mujeres, porque a lo largo de la última década han protagonizado el inicio de una revolución en el mercado laboral, al ir ocupando progresivamente un espacio importante en el mercado de trabajo que nadie sabe hasta dónde puede llegar.

De los primeros capítulos vale la pena resaltar algunos aspectos muy interesan-

PSICOLOGIA DEL TRABAJO Y ORGANIZACIONES

tes que ayudan a leer los resultados de los trabajos presentados desde una óptica fundamentalmente sociológica. Por ejemplo, cuando se reflexiona en torno a cómo el proceso de transición al trabajo se ha convertido en el elemento decisivo en la definición de la juventud, es muy curioso observar las razones de por qué los términos transición al trabajo y juventud terminan por significar lo mismo. Incluso, aunque en la juventud puede hablarse de varias transiciones, de todas ellas, la que mejor define la etapa juvenil es, más que ninguna otra, la transición laboral. Es muy aclaratorio para el lector cuando el autor se detiene en precisar dos motivos que explican por qué y cómo las condiciones de transición se hallan socialmente marcadas. En primer lugar, por el contexto histórico-laboral, y en segundo lugar, por la fuerte estructura de segmentación social que todavía hoy marca el mercado de trabajo en nuestro país, desde el punto de vista de las condiciones de trabajo. Esta segmentación se halla articulada, fundamentalmente, por la clase y el estrato social que se posea.

En el capítulo que viene a continuación (Cap. IV) se analiza con detalle la situacion actual de la mujer en el mercado de trabajo, y se presenta una síntesis de las características que definen el trabajo asalariado de la mujer en el empleo formal. Entre los aspectos elegidos por el autor para expresar el conflicto que existe en el

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Trabajadores y condiciones de trabajo

terreno laboral entre los dos sexos se consideran los siguientes: el subempleo, la temporalidad, la segregación horizontal y vertical, el trabajo a tiempo parcial y la discri ¡nación salarial

La lógica sociológica dominante en la primera parte de¡ libro deja paso, a partir del capítulo V, a una lógica mucho más enriquecedora para nosotros, desde la que es posible interpretar de un modo más satisfactorio el resto de los resultados que se presentan: la perspectiva psicosocial. Ya se habla en términos de empresa como organización productiva, y se hace un esfuerzo por extraer la carga subjetiva que tiene el estudio de las condiciones de trabajo cuando son analizadas desde su contenido y desde el entorno mismo de trabajo. Siendo de interés la lectura de los datos ofrecidos, por tratarse de estudios muy recientes, lo es más las cuestiones que surgen del debate creado en torno a la definición del contenido del trabajo. Como conclusión, es preciso ampliar la extensión del concepto de condiciones de trabajo y, al menos en las circunstancias actuales, hay que considerar la condición de empleo como una dimensión más de las condiciones de trabajo.

Además del empleo formal, regular y visible, existe también otra economía de mercado: la informa¡, irregular y oculta. El capítulo VI está dedicado a especificar cuáles son estas "otras" condiciones de empleo y trabajo. Como indica el texto, el empleo sumergido, se ha convertido en el modelo extremo de un tipo de relaciones laborales que cada vez gana más terreno en nuestra sociedad.

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El último capítulo se centra en una condición laboral que marca de un modo especial las relaciones de empleo y trabajo para todo asalariado: el tiempo de trabajo. Especial, porque a través de él se halla ordenado no sólo el trabajo, sino también la vida de cada trabajador y su espacio social. En definitiva, hablar de tiempo de trabajo es hablar de las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores.

Finalmente, el libro no pretende concluir con las ideas que se extraen directamente del trabajo presentado. Muy al contrario, pretende abrir y situar los resultados, siempre provisionales, en un contexto y una perspectiva social más amplia. En las últimas páginas, da la impresión de que si lo que está en juego es responder si el trabajo sigue siendo parte de la identificación social de las personas en las sociedades modernas, como psicólogos, daremos por evidente que es un elemento conformador de la misma, pese a que los sociólogos más radicales sostengan que el trabajo ha dejado de ser la actividad que convierte a los individuos de una sociedad en miembros de ella.

De lectura fácil, si en algún momento se ralentiza la comprensión del lector es por la continua referencia a fuentes de consulta de donde han sido extraídos la multitud de datos e índices que ilustran la exposición teórica.

Carlota Gastaldi Mateo Area de Psicología Social

Universitat de Valéncia

PSICOLOGIADELTI BAJO Y ORGANIZACIONES