RECENSION

Métodos creativos para organizaciones

A. Muñoz

Ed. Eudema Madrid, 1995


En términos generales, la creatividad tiene sentido desde el momento en que se presenta frente a nosotros, de modo desafiante, un problema nuevo. Los métodos creativos, son desde esta perspectiva, las herramientas que nos permiten responder satisfactoriamente a cualquier problema que tenga estas características: que sea nuevo, y que se nos presente como un reto. En el entorno organizacional ocurre lo mismo. Para los problemas nuevos, las soluciones tradicionales no valen. Hay que echar mano de la creatividad. En este sentido, el libro de Alfredo Muñoz tiene el mérito de ofrecer una visión práctica de las posibilidades que ofrece la aplicación de los principales métodos creativos en el ámbito de las organizaciones, como instrumentos especialmente útiles para solucionar los problemas que presentan las organizaciones de hoy, favoreciendo, al mismo tiempo, que se desarrollen por caminos más seguros y saludables.

Con esto, el objetivo general que impulsa la publicación de esta obra es la presentación de algunas de las técnicas creativas, que se han mostrado más eficaces en el ámbito organizacional.

En primer lugar, el autor nos introduce en el "Brainstorming", sin duda, el método creativo más conocido. El objetivo de este método es la producción de ideas, siguiendo el principio de que "la cantidad produce calidad". Después de explicar brevemente las fases de todo proceso creativo (orientación, preparación, análisis, producción de ideas, incubación, síntesis y evaluación), se consideran en el texto las condiciones ambientales que favorecen el clima propicio para la puesta en práctica del "Brainstorming" (unas son de carácter físico, y otras de tipo humano). Seguidamente, se describen las funciones del director, del secretario, y de los participantes, como miembros del grupo, y se estiman (en un total de once pasos) las ideas y acciones que han de guiar el desarrollo de la técnica.

En segundo lugar, el texto se centra en la presentación de la Sinéctica. Realmente, hemos de felicitar al autor porque, leyendo estas páginas, el no iniciado puede llegar a conocer bastante bien en qué consiste esta técnica, y cómo debe ser aplicada. El objetivo de este método es aumentar las posibilidades de éxito en las situaciones de planteamiento y resolución de problemas, y se basa en hacer conscientes los mecanismos inconscientes de la creatividad.

El Pensamiento Lateral aparece a continuación, como otra técnica creativa más, cuando en realidad, no es una técnica como las demás, sino que se trata más bien de una actitud mental. Su fin no es tampoco elaborar una idea correcta en relación con un problema, sino producir un gran número de ideas. A modo de metáfora, podemos decir que parte del supuesto de que una idea errónea es como un objeto estropeado: ambos pueden tirarse como inservibles (que es lo que harán las mentes que sólo se rigen por el Pensamiento Vertical), pero existe la posibilidad de utilizarlos para otros fines.

La técnica que se presenta seguidamente es la Sinapsis. En estas páginas, el autor tos pone al corriente de cuál es el origen del término con el que se conoce esta famosa técnica, y entra directamente a describir las funciones de un grupo de Sinapsis (decisión, realización y creación). Muy en detalle, A. Muñoz nos presenta las doce características que definen. el grupo de creatividad de Sinapsis, y después, nos va comentando en qué consiste la función del animador, y cuáles son las líneas generales de actuación que guían al grupo de creatividad cuando se adopta esta técnica. Para terminar, reflexiona sobre cómo llevar a cabo las 17 etapas que definen al empleo de la Sinapsis.

La Lista de Atributos es la técnica que se describe a continuación. Con ella se persigue la generación de ideas creativas, con la mirada puesta en la modificación y en el mejoramiento de cualquier producto susceptible de mejora. La puesta en práctica de esta técnica consiste en identificar todos los atributos de un objeto, que han de quedar registrados en una lista, y lo que se persigue es pasar de lo real a lo posible, partiendo de aquellos atributos que se manifiestan claramente como mejorables.

La Matriz de Descubrimiento es, tal vez, el método más sencillo para trabajar con un fenómeno complejo. Además de gráfico, en este momento el texto resulta especialmente práctico, porque nos explica con mucha claridad cómo proceder a la hora de elaborar está matriz tan peculiar. El proceso es sencillo: basta colocar en las casillas que cruzan las filas con las columnas, todas las combinaciones posibles que existen entre los elementos esenciales que componen el problema. Con esta visualización de los aspectos del problema, se confía en la posibilidad de que surja la creación de una idea diferente, que sirva como punto de apoyo para dar con la mejor solución al problema.

El Análisis Morfológico es considerada como una técnica que tiene como objetivo la resolución de problemas mediante el análisis de ' las partes que lo componen. Consta de tres etapas: 1) el análisis (identificación de los elementos y de las variantes de los mismos); 2) la combinación (se analizan todas las combinaciones posibles dentro de los elementos considerados); y 3) la búsqueda morfológica (puede hacerse bien al azar, bien por enumeración ordenada).

Seguidamente, el autor nos presenta el Grupo Nominal, no ya como método creativo en sentido estricto, sino como un método para la resolución de problemas en general. Lo más característico de este método, es que los integrantes del grupo, aún estando reunidos, no siempre puede comunicarse entre sí. En siete etapas nos resume el autor cómo discurre el proceso, y cuáles son sus principales limitaciones.

 

El método de Delfos es la técnica que se describe posteriormente. Esta técnica utiliza la formación de opiniones con el propósito de obtener una respuesta colectiva de un grupo de expertos. Presupone que la presión del grupo es coactiva, y que el pensamiento productivo aparece cuando el individuo trabaja en soledad. A estas alturas del libro, el autor no entra con detalle en describirnos cómo ha de enfocarse el manejo de la sesión. Se enumeran un total de 14 fases para su desarrollo, pero sin embargo, no se dice nada respecto a algunos aspectos que resultan muy importantes, como por ejemplo, la duración de la sesión. En este sentido, también se omiten aspectos que tienen que ver con el contenido en sí de la comunicación (en qué términos se establece o qué limitaciones presenta, si las hay).

En el capítulo final, brevísimo, el autor reflexiona sobre posibles modos de expresión de la creatividad en las empresas y organizaciones que resulten novedosos, e invita al lector a ahondar más en el conocimiento de las técnicas creativas que se han presentado.

Además de las ideas que se recogen en este resumen, A. Muñoz cierra cada uno de los capítulos recogiendo los puntos fuertes y los puntos débiles que más definen a cada técnica. Al mismo tiempo, al ir describiendo cada técnica, nos pone al corriente de cuáles son los principales ámbitos de aplicación de cada una de ellas.

En general, a pesar de que se echa en falta un poco de equilibrio en la elaboración de los capítulos, el mayor mérito de este texto es la utilización de un lenguaje sencillo y sobre todo, de un enfoque práctico respecto a la aplicación de diversos métodos creativos en el ámbito de las organizaciones. Con todo, se trata de un libro que resulta indispensable para los profesionales de la Psicología que, bien desde un ámbito organizacional, bien desde un ámbito clínico, deseen profundizar en el manejo y puesta en práctica de las técnicas creativas, como instrumentos de desarrollo potencial de las organizaciones en general, y del crecimiento laboral de sus miembros en particular.

Carlota Gastaldi

Unidad de Investigación de Psicología del Trabajo de la Organizaciones (UITPOT)
Universitat de Valencia