REFLEXION

Grupo y grupos en entidades financieras

M. CARNEIRO

Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales Especialista en temas bancarios


RESUMEN

ABSTRACT

PALABRAS CLAVE:

KEY WORDS:

INTRODUCCION

CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE GRUPO

MODELO LINEAL DE DESARROLLO DE LOS GRUPOS

MODELO LINEAL DE DESARROLLO DE LOS GRUPOS

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA


RESUMEN

El ámbito de interés de esta aportación son las entidades financieras españolas, tanto los Bancos como las Cajas de Ahorros. Se trata de analizar, a la luz de conceptos clásicos de la Psicosociología de las organizaciones, cuáles son los distintos tipos de grupos sociológicos que se observan en ambos tipos de entidades, así como una interpretación de las diferencias en cuanto a la Cultura de Empresa que éstos tienen. Partiendo de la distinción clásica entre estructura y organización, la forma societaria, el tipo de tendencia grupal, el desarrollo histórico, ...condicionan a estas empresas haciendo que formen grupos internos diferentes entre sí y diferenciables con respecto a otras formas empresariales.

Se completa el análisis presentando las distintas formas que adoptan los grupos (grupos de pertenencia, grupos de referencia. grupos secantes y grupos restringidos) así como un desarrollo lineal de las diferentes etapas por las que pasan.

ABSTRACT

This article tries to make a reflexion about the concept of group on the Spanish financials organizations (Banks and Shavings Loans). First it is necessary to study the patterns of human interrelations, as defined by the systems, rules, policies and regulations of the company: the blueprint plan, and a network of personal relations which have been developed in and through a particular way of working together: the informal organization; second it is important to specify the differents types of groups into these firms belonging, (reference, blotting and restrictive) and a lineal analyse to the development of all this kind of groups.

PALABRAS CLAVE:

Grupos, Entidades Financieras, Bancos, Cajas de Ahorros.

KEY WORDS:

Groups, Financials Organizations, Banks, Shavings Loans.

 

«Cuando yo empleo una palabra -insistió Humpty Dumpty en tono desdeñoso- significa lo que yo quiero que signifique.., ¡ni más ni menos!
La cuestión está en saber -objeto Alicia- si usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.»
Lewis Carroll. «Alicia a través del espejo»

INTRODUCCION

Existen una serie de temáticas en el sector bancario que todavía no han sido desarrolladas, a nuestro criterio con la suficiente intensidad y profundidad. Una de ellas es la que aquí abordaremos: las tipologías de grupos que se dan en las entidades financieras.

Sobre estos temas en general, se escribió en los años 60 y 70 de manera notable: primero desde una perspectiva psicologista para. posteriormente, en los años 80 plantearlos desde una posición más sociológica. De toda aquella corriente, que, curiosamente, se para cerca de los noventa, han quedado una serio de ideas, conceptos y criterios de análisis con una denominación específica. Y desde esta tradición partiremos, pero siguiendo al personaje de Lewis Carroll, daremos a estos términos una nueva visión, un planteamiento semántico distinto, aún cuando los nombres asignados sean los mismos.

El ámbito de estudio será el de las dos grandes tipologías de entidades financieras: los Bancos y las Cajas de Ahorros, teniendo como idea generatriz la posibilidad de encontrar rasgos comunes y rasgos diferenciados en los grupos humanos que constituyen ambas categorías de entidades.

El sujeto de análisis será el grupo humano, entendido como totalidad dinámica (Lewin, 1939), desde una perspectiva psicosociológica, que configuran los Bancos y las Cajas de Ahorros. En una tradición propia de la Sociología de las organizaciones y enraizado con estudios realizados sobre la composición de los mercados internos de trabajo desarrollados en los años 70 (Döeringer y Piore, 1985 Osterman, 1988), la pretensión es dar un paso mas allá del puro análisis para trascender al ámbito de la comprensión de los procesos de interacción que se producen en el seno de cada tipo de grupo.

Partimos, pues, de la idea de la existencia de grupo dentro de las organizaciones financieras. Entendemos así que:

«un grupo social consta de un número determinado de miembros quienes, para alcanzar un objetivo común (objetivo de grupo ), se inscriben durante un período de tiempo prolongado en un proceso relativamente continuo de comunicación e interacción, Y desarrollan un sentimiento de solidaridad (sentimiento de grupo). Para alcanzar el objetivo de grupo y la estabilización de la identidad grupal son necesarios un sistema de normas comunes una distribución de tareas según una diferenciación de roles específicos para cada grupo (Schäfers, 1980).

Así, el objeto de interés lo suponen las entidades financieras: Bancos y Cajas de Ahorros. Ambos tienen en común el tipo de negocio que desarrollan: la intermediación financiera, aunque, como veremos, con matices específicos.

CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE GRUPO

Entendemos por grupo sociológico aplicable a entidades financieras un conjunto coordinado de elementos; tales son (David y Harari, 1968; Hiebsch, 1992 ): la reunión de un número de personas entro las que existen una serie de interacciones con una motivación y voluntad de unirse, lo que provoca un sentimiento de pertenencia grupal con conciencia real de la existencia del grupo como tal donde se rectifican las interacciones para generar una organización interna y unas normas de actuación, produciéndose unas influencias mutuas que se concretan en roles grupales que son ejecutadas por los miembros del grupo y, por último, existe una entitatividad, es decir, el grupo es real en función de la percepción externa por parte de los no-miembros del grupo.

Este conjunto de características que configuran a un grupo como tal, es lo que analizaremos como elementos constitutivos de las organizaciones en cada tipología de entidad financiera. Para ello seguiremos el esquema que presentamos en la figura 1.1. modificado del realizado por Roethlisberger y Dickinson.

En este esquema aparecen las ideas-clave que nos permitirán el análisis. Así, en cada organización diferenciamos entre la organización técnica, que está compuesta por la sistematización de los procesos coordinados de realización de tareas. Por otra parte la organización humana o grupo representa la sustantividad de la empresa, su vertiente humana. Es aquí donde estableceremos el campo de investigación.

Dos conceptos vendrán ahora en nuestra ayuda. Se suele decir que cada organización. más en concreto, cada empresa tiene su propia Cultura organizativa. Esta Cultura, en su dimensión temporal, está compuesta, como la personalidad de un individuo, por un temperamento (como nace una organización, su formulación más básica) y un carácter (o desarrollo desde el inicio hasta la actualidad presente). El temperamento de una organización (el núcleo originario) condiciona, en principio, el nacimiento que impregnará todo el desarrollo posterior, el proceso adaptativo a la realidad empresarial, tanto el entorno sectorial cercano como el general, en definitiva, el carácter de la organización.

Aplicando estos dos conceptos al sector financiero podemos observar como, históricamente, es distinto el nacimiento (temperamento) de la Banca y el de las Cajas de Ahorros actuales. Los primeros nacen a principios de siglo con radicaciones autóctonas que, posteriormente y a lo largo del siglo XX, fueron expansionándose por todo el territorio español a través de la compra y adquisición de otras entidades de menor tamaño. Tal es el caso del Banco de Santander, el Banco de Bilbao, el Banco de Vizcaya, el Banco Central, el Banco Hispanoamericano, etc, elementos fundamentales de los grandes grupos bancarios actuales.

Durante los años 1946 a 1962 se produce un proceso de absorciones y compras que da como resultado los bancos de la Banca mediana y grande en España. Leyes como las de organización bancaria de 1921 y de 1946 establecieron las bases para que esta situación se asentara. Por su parte, las Cajas de Ahorros no pueden hasta diciembre de 1988 realizar su expansión territorial fuera de su ámbito autonómico, aún cuando su equiparación en cuanto a la posibilidad de operar como la banca data de 1977 (Tedde, Titos, Forniés. 1991). Las concentraciones entre Bancos y entre Cajas sí poseen una historia dilatada que las equiparan a la hora de ser vistas como organizaciones donde los grupos se configuran como suma o agregación de individuos. Lo que diferencia al grupo acumulativo de la banca frente al de las Cajas es que, en el caso de estas últimas, su proceso se circunscribe a los ámbitos territoriales próximos, con lo que los grupos resultan mas homogéneos que, en contraposición, sucede con los bancos, donde el grupo acumulativo es más heterogéneo. En definitiva, la banca siempre desde el punto de vista de la sociología de los grupos, está, históricamente más habituada a la constitución de grupos por suma de sub-grupos heterogéneos, frente a las Cajas donde el grupo final se solía constituir en función de grupos homogéneos.

Siguiendo a Forniés Casals (1991), desde 1962 a 1977 se produce en las Cajas la fase de expansión acelerada en cuanto a la captación de recursos, orientando cada vez más financieramente su labor. Los bancos, por su parte, ya no eran entidades fundamentadas básicamente en los recursos propios. La motivación que primaba era la de la captación de los recursos ajenos. En el caso de las Cajas, siguiendo de cerca este proceso, modernizaron sus comportamientos y aún manteniéndose la base social de la ejecución del negocio, ello ya no suponía la fórmula de actuación única.

En definitiva, las Cajas nacen de una vocación clara: la de servicio a la sociedad, en donde, a través del ahorro se trabaja en la procura de una mejora de la sociedad y de sus miembros, en especial las clases trabajadoras. Los Bancos nacen como organizaciones empresariales con ánimo de lucro, con un elevado capital social y una gran red de sucursales para la captación de depósitos (Cuervo, 1988). No trataremos, por no ser objeto de este trabajo, la radical diferencia estatutaria que existe por parte de unas como instituciones de patronato oficial o privado, exenta de lucro y destinando su actividad al beneficio social. y por otra parte de otros como sociedades anónimas mercantiles. Por ahora, en España, las Cajas de Ahorros no han sufrido un proceso de conversión hacia fórmulas societarias distintas, a pesar de la Primera Directiva de Coordinación bancaria 77/780/ C.E.E. de 12 de diciembre y el Real Decreto legislativa 1298/1986 de 28 de junio. Ello trae como consecuencia que los máximos órganos rectores de las Cajas tengan una honda vinculación social, frente a los Bancos, donde el Consejo de Administración está compuesto por los accionistas mas relevantes, cuyo objetivo como organización es la consecución de beneficios como empresa.

Por tanto. el nacimiento, cualitativamente, es distinto, y, aunque las Cajas han ido acercando posiciones a los Bancos, la vinculación territorial y social todavía son muy importantes. De aquí, de este proceso que se inicia en los años 70 y culmina en los noventa, surge el temperamento de la organización. las interacciones más en la base del actuar del grupo, lo que consideramos lo primario del grupo. Por otro lado, todo lo acumulable como proceso en el tiempo, configurará- el carácter propio de cada una de las tipologías de organización en concreto. Retomamos así, la distinción de los conceptos de grupos primarios y grupos secundarios, tan querida para la temática grupal, e iniciada por Cooley (1909).

El grupo primario es la «emanación» como bases del comportamiento, las interacciones que se producen en la constitución de un grupo sociológico. El grupo secundario supone la reificación en clave de proceso de las posteriores acumulaciones que se generan en el grupo derivadas de las circunstancias que acaezcan. Los grupos primarios (Schäfers, 1984) determinan, así, el temperamento organizativo, puesto que ofrecen la posibilidad de establecer relaciones interpersonales intensas en las que el individuo es considerado y aceptado como tal, lo que confiere un talante trascendental a su constitución.

Las organizaciones se consideran. en la literatura clásica sobre grupos, como grupos secundarios (Sbandi, 1990). Ya hemos apuntado como el tiempo, el proceso de adaptación, en definitiva, van configurando el carácter organizativo. Una estructura empresarial no puede ser, por fundamento, un grupo primario. Se configura como grupo secundario con la introducción de la organización y la separación de funciones o especialización. Lo que habitualmente se denomina Cultura de empresa es este carácter, la forma de ser que manifiesta una organización en un momento determinado, pero que, en el análisis más común suele confundirse con el planteamiento constitutivo, o lo que aquí denominamos temperamento. Dicho carácter, este grupo secundario, estaría formado por:

- la organización informa]: que supone aquello que afecta a la estabilidad emocional del grupo

- la organización formal: es decir, todo lo que se refiere a la estabilidad funcional.

DETERMINACION DE LOS DISTINTOS TIPOS DE GRUPOS

Como grupo informal consideramos al grupo entendido como compendio de interacciones que se producen en la organización desde una perspectiva de «vida interna»: es el resultado de procesos espontáneos de interacción, sostenido por la comunicación y las relaciones de poder, basada en acuerdos personales y prácticas habituales y donde la orientación fundamental lo suponen la solución de las necesidades personales y la valoración de las experiencias propias de cada miembro del grupo (Etzioni. 1967, Ziegler 1969). Por contra, el grupo formal se caracteriza por ser el producto de la planificación racional de la ejecución de las tareas, en general planteada por la cúspide de la organización, y es la expresión material de las condiciones de conclusión de la tarea. Priman la regulación y la prescripción, estableciéndose las relaciones en clave normativa y formal, donde la organización se supedita a la estructura en la búsqueda de unos fines (Roethlisberger y Dickson, 1939). La expresión gráfica de la organización formal es el organigrama.

La formalización supone el aspecto estructurante Y estructural de la organización, que propicia la legitimidad de las expectativas. Permite la estabilización funcional centrada en la tarea, así como la informatización se centra en el aspecto emocional de la persona (Luhmann, 1966, habla de los aspectos estructural -integrativos y los productivo-instrumentales). Son, en definitiva, ambas dos formas diferentes de estructuración y se emplean para designar los respectivos aspectos cualitativos de la configuración de los grupos secundarios. En las organizaciones empresariales aparecen entrelazadas y de forma simultánea. Veremos con posterioridad que. en el caso de los Bancos y de las Cajas, existe una primacía de un tipo de organización sobre otra debido primero, a su formulación fundamentante y segundo, al desarrollo histórico sucesivo.

De esta manera, la denominada organización informal, como base constitutiva, es el fundamento de los grupos de pertenencia en los grupos secundarios (organizaciones) es donde se plantean las interacciones de grupo en relación a una organización formal. La organización informal conecta de modo más directo con el grupo primario, debido fundamentalmente al menor número de miembros que integran los grupos primarios. Esto es un rasgo que diferencia a Cajas de Ahorros de Bancos. En número, el grupo sociológico que Como entidad configura cada Caja es siempre menor al conjunto de personas que constituyen los grupos sociológicos en los Bancos de igual categoría. La cantidad de miembros del grupo sociológico, como ya hemos visto, condiciona las interacciones que se produzcan.

Partimos de la base que como grupo secundario subyace a las organizaciones. Una vez establecido como tal, diferenciamos dos grandes categorías grupales que se adhieren a la diferenciación informal- formal: los grupos de pertenencia y los grupos de referencia, denominaciones creadas por Hyman (1966) y que utilizaremos en su terminología pero con distinta concepción.

El grupo de pertenencia: es el tipo de grupo donde priman las relaciones establecidas en el orden de lo subjetivo: por ello, el fundamento de las interacciones y su conexión radica en la afectividad. Entendemos por afectividad tanto los afectos de corte positivo como los negativos. El grupo de pertenencia, como su nombre indica, favorece cohesiones con la tarea y con los miembros del grupo en términos de afectividad vinculante (pertenencia), lo que genera una semántica basada en términos lingüísticos de apropiación (lo mío, nosotros, mi ... ). En definitiva, supone la primacía de lo individual a la hora de la organización del grupo.

Si asumimos el concepto de sintalidad de Cattell (1948), el cemento que ensambla a los grupos de pertenencia es la consecuencia de una sinergia doble: una sinergia básica de mantenimiento como tal grupo totalmente entrelazada con una sinergia de atracción afectiva.

En definitiva, las relaciones de los grupos de pertenencia se basan en la proximidad y facilitan la conexión grupal (fundamentalmente en grupos poco numerosos) que pretenden una vinculación con la tarea basada en la cooperación (afectividad positiva). La imagen más correcta es la asimilación del grupo sociológico de la organización a una familia (En la acepción de Johnsonn, 1980, asimilaríamos el grupo de pertenencia a muchas de las características de la estructura cooperativa. Vid. fig. 2. l.).

Los grupos de referencia: en contraposición, pretenden la consecución de objetivos claros y distinguibles; su fundamento es el desarrollo de la tarea y las relaciones se fundamentan en las referencias explícitas (*). La adscripción al grupo no se da por la pertenencia automática y no buscada. En el caso de los grupos de referencia las reglas de actuación han de ser claras y conocidas, no pudiendo estar fundamentadas en el deseo, opinión o punto de vista personal. En estos grupos las relaciones son inversa a los de pertenencia: aquí es el grupo el que prima sobre el individuo, puesto que las reglas y las normas están claramente establecidas.

Los grupos de referencia poseen una mayor claridad en la asignación de normas, normas que son, en numerosas ocasiones, consensuadas y no únicamente fruto de la tradición, el tiempo, la costumbre o la imposición de personas o subgrupos dentro del grupo sociológico.

Como en el caso anterior, el grupo de referencia posee una doble vertiente: por un lado crean un sistema normativo como tal referencia: por otro este sistema normativo permite la comparación. En definitiva, es la tarea la que soporta las interacciones en el caso de los grupos de referencia.

Estas dos denominaciones sobre grupos, grupos de pertenencia-grupos de referencia, nos sirve para caracterizar las dos tendencias que en los grupos sociológicos podemos observar en las Cajas de Ahorros y los Bancos. Así, consideramos que las Cajas de Ahorros tienen una marcada tendencia a estar constituidas, en cuanto grupo sociológico, como grupo de pertenencia, puesto que, debido al menor número de personas que integran cada Caja y su característica implantación autóctona, el tipo de relaciones que se favorecen son de corte afectivo. Por contra, la Banca, debido al propio temperamento y, en general, al mayor número de personas que integran cada entidad, han desarrollado relaciones que los determinan como grupos de referencia. Asimismo, en términos de Sociología en general, podemos asimilar los grupos de pertenencia a sociedades de carácter rural, frente a las sociedades urbanas que promocionan más las relaciones en función de referencias objetivas y donde la cercanía v la afectividad se relegan en función de una concepción utilitarista sobre la tarea. Así, las Cajas de Ahorros han estado más volcadas, en la mayoría de los casos, al establecimiento de transacciones financieras con la clientela particular y más autóctona, frente a los Bancos que han mantenido, por tradición, mayor número de negocio en las áreas urbanas. En el caso específico de las Cajas Rurales. el tipo de perfil financiero característico ha ido connotando el tipo de sujeto profesional de las entidades con un carácter muy marcado. Asimismo, v desde el punto de vista sociodemográfico, no se puede olvidar que hasta bien entrados los años 70, puede considerarse a España como una nación con hondas raíces rurales.

Existen dos elementos que diferencian claramente al grupo de tendencia basada en la pertenencia Y al que se fundamenta en la referencia. Estos son:

a) La existencia de reglas o normas de actuación (en el ámbito de lo organizativo, de la vida interna. de la costumbre); más claras en el caso de los grupos de referencia y que incluso pueden constar por escrito. Es curiosa la reacia cultura que existe en las Cajas de Ahorros a todo lo que suponga «escribir», frente a los Bancos donde la reglamentación se respalda de forma objetiva (por poner un ejemplo: la banca es pionera en la redacción de manuales de estilo o códigos éticos, que en el caso de las Cajas estas asumen como innecesario).


« ... si se disocia analíticamente el grupo al que pertenece una persona (grupo de pertenencia) del grupo del que obtiene las ideas y, criterios fundamentales que determinan su acción (grupo de referencia (...). La evolución teórica aquí bosquejada podría dar la impresión de que se ha llegado a una teoría Unitaria. bien formulada y con suficientes garantías empíricas acerca de la influencia de los grupos de referencia sobre la acción social de las personas como parte de una teoría general del grupo social. Semejante impresión no corresponde en modo alguno a la realidad. Pues a pesar de o precisamente a causa de los numerosos trabajos empíricos y, teóricos que se han servido del concepto de grupo de referencia como factor explicativo (Sherif/Sherif 1969: 423), hasta ahora no se ha logrado una clasificación general ni una integración sistemática del concepto, si bien existen estimables intentos en ese sentido (sobre todo Merton, 1957). A consecuencia de lodo ello. el investigador tropieza constantemente con imprevisiones en la conceptualización y, con multitud de afirmaciones, en parte inconexas acerca de las condiciones o consecuencias de la orientación de la acción social por los grupos de referencia. Para que esta situación cambie de un modo radical es precisa una mayor investigación.». H. L. Gukenbiehl. «Los grupos de referencia en B. Schäfers, op. cit.. p. 90.


b) La función del conflicto regeneradora en los grupos de pertenencia (debido a que el conflicto. una vez resuelto. renueva los lazos efectivos) y de marcado carácter obstaculizador en los grupos de referencia. Asimismo, y conectando minorías y conflicto, en los grupos de pertenencia las sanciones. Y los premios (siempre desde el punto de vista organizativo) no se presentan como claros y establecidos de forma objetiva: frente a esto, en los grupos de referencia las sanciones positivas (premios) o las sanciones negativas (castigos) al primar la tarea sobre la afectividad, han de estar muy definidas.

Pero esta situación polarizada ha empezado a cambiar vertiginosamente. Así, Y sobre todo desde la aplicación del Real Decreto 1.582/1988 de 29 de diciembre, por el que se permitía la apertura de oficinas fuera del territorio de la Comunidad Autónoma en que se tenga la sede social, se observa la aparición de una nueva clase de grupos a los que denominaremos grupos secantes.

Los grupos secantes: son grupos que se encuentran entre los grupos de pertenencia y los de referencia. Realmente todos los grupos, en las organizaciones empresariales, son secantes, puesto que siempre tienen algo de ambas posiciones. Al caracterizar los grupos tal como lo estamos haciendo en realidad se pierde la frescura de la situación presente y la aplicación que diseñamos así lo hace. De esta manera. y debido a las radicales transformaciones que se están sucediendo desde los años 70 en nuestro país, las empresas españolas han tenido que sufrir unas transformaciones en sus grupos sociológicos que les han llevado desde posturas netamente fundamentadas en la pertenencia a la adscripción de formas de comportamiento asentadas en la referencia. La empresa de cariz familiar, con fórmulas de gestión paternalistas y comportamientos basados en la afectividad, ha dejado paso a empresas donde las regias de actuación tengan que estar pre-definida y establecidas de forma objetiva, aún cuando fuesen empresas pertenecientes a una familia. La llegada y desembarco de las multinacionales o el propio proceso de adaptación basado en la profesionalización de la gestión, propician la constitución de grupos secantes.

Tal es la situación de las entidades financieras en este momento. La mayor parte de ellas se encuentran en una posición secante, aún cuando los comportamientos de pertenencia (propios de un país como el nuestro) subyazcan como substrato del propio grupo primario.

Así, en la actualidad. las Cajas como grupo secante presentan una marcada tendencia hacia la pertenencia y los Bancos hacia la referencia, aunque no totalmente polarizado. Esto quiere decir que. estableciendo el análisis en términos de afectividad/tarea, en las Cajas la consideración sobre la tarea y quien la realice, prima sobre la tarea misma: frente a ello, en los Bancos es el ejercicio de la tarea lo que connota la afectividad sobre la persona. En la figura 2.2. se pretende reflejar de manera gráfica lo expuesto.

En estos momentos, aceptando que las entidades financieras como grupos sociológicos pueden caracterizarse como grupos secantes, desde una perspectiva dinámica aparecen una última tipología de grupos, fruto del propio proceso: los grupos restringidos.

Los grupos restringidos: un grupo restringido es aquel que se constituye como radicalización, bien del grupo de pertenencia bien del grupo de referencia, ante una situación de cambio no asumido. Así, el grupo restringido supone una exacerbación de las dos tipologías que ya se han citado. Como tal es un grupo más pequeño compuesto por individuos con un hondo espíritu grupal, y donde se plantean una serie de ritos iniciáticos o ceremonias de iniciación para poder ser perteneciente a dicho grupo. Son, en definitiva, grupos cerrados que se enquistan cuando se dan procesos de apertura en el grupo sociológico de conjunto (Faulknes Y Anthony. 1965). Así, el grupo de pertenencia exacerbado en una situación de pertenencia supone la hostilidad y la negación por parte de algunas personas a cualquier tipo de cambio o mutación que atente contra sus derechos adquiridos. En las Cajas de Ahorros e, incluso, en los Bancos son los grupos de irreductibles que se niegan a asumir los cambios como algo inevitable y, por tanto, refieren la situación actual a vivencias anteriores cuando el grupo era como una gran familia. El grupo restringido crea unos lazos de dependencia de carácter afectivo y la disidencia o la disensión se consideran una traición al « espíritu común ». Suelen ser los grupos de pertenencia el caldo de cultivo para los grupos restringidos más clásicos, pero, en la situación actual, se observa el nacimiento y desarrollo de grupos restringidos en el ámbito de los grupos de referencia. Son aquellos conjuntos de profesionales que se unen por un alto concepto en el desempeño de la tarea: son los equipos de especialistas o los de nueva entrada que, ante una situación de no aceptación por parte del grupo sociológico generan mecanismos de defensa basados en una excesiva adscripción a la tarea. De esta manera. frente a la base afectiva del grupo restringido de pertenencia, estos grupos fundamentan su férrea interrelación en una alta autoconsideración profesional. Ambos tipos de grupos restringidos subsisten por la idea asumida de la existencia de un enemigo común externo, lo que solidifica todavía más el sentimiento de diferencia con respecto al resto de miembros del, grupo sociológico de conjunto.

MODELO LINEAL DE DESARROLLO DE LOS GRUPOS

Una vez consideradas las tipologías de grupos que entendemos se pueden detectar en la actualidad en el Sector Financiero, abordaremos el proceso que como tales suelen tener. Utilizaremos la clásica diferenciación de etapas que realizó Tuckman (1965), aunque con distintos contenidos y con un planteamiento que pretendemos sea de mayor alcance.

En una formulación lineal, un grupo pasa por las siguientes etapas: Formación, Conflicto, Establecimiento de normas y Producción. Para Tuckman todos los grupos pasan por este proceso, sobre todo los de pequeño tamaño. Lo asumiremos pero aplicándolo al grupo de pertenencia y servirá de base para el análisis del resto de clasificaciones de los grupos ya explicados.

De esta manera, cada etapa tiene sus propias características:

FORMACION: que corresponde al momento de constitución del grupo.

CONFLICTO: en cuanto se van decantando las posiciones, el exceso de subjetividad favorece la aparición de conflictos, tanto tácitos (conflicto soterrado) como explícitos (conflicto abierto).

ESTABLECIMIENTO DE NORMAS: dado que el conflicto no puede mantenerse de manera indefinida, surge dentro del grupo la necesidad de establecer normas de comportamiento y actuación que no pongan en peligro la cohesión grupal. Es preciso, pues, hacer desaparecer las tensiones, creando «reglas de juego» fijas que operen de forma normativa y que vinculen a los sujetos.

El conflicto supone un proceso de regeneración en los denominados grupos de pertenencia. En los nominados como de referencia el conflicto supone un obstáculo en la consecución de objetivos y algo que dinamita las relaciones.

PRODUCCION: que es la etapa de realización efectiva de la tarea. Las relaciones interpersonales se realizan de manera fluida y espontánea, el liderazgo se puede compartir, debido a una asunción común del hecho de ser grupo y lograr el desarrollo de los objetivos en conjunto, y existiendo una mayor confianza interna. Aparece un sentimiento de refuerzo a través de la consecución de los objetivos, la satisfacción grupa] y se consigue con todo ello un mayor rendimiento y eficacia.

Por tanto, un grupo de pertenencia suele pasar por las fases ya descritas. Pero un grupo de referencia ha de evitar la fase de conflicto poniendo las normas en el momento de constitución del grupo, para que a la etapa de producción se llegue en menor tiempo y con menos esfuerzo.

Pero esto es harto difícil, dado que, como ya hemos apuntado, y máxime en el caso de las entidades financieras, el grupo de pertenencia suele ser la base de los comportamientos primarios de los grupos sociológicos.

La creación de un grupo de referencia precisa de una organización muy peculiar, compuesta por: una serie de elementos necesarios y unos factores de relación que sustenten al grupo. Ambos elementos han de estar presididos por la claridad y la definición explícitas, así como de unas reglas que permitan el establecimiento de sanciones (tanto positivas como negativas) diseñadas y conocidas de antemano. Asimismo, para que el grupo de referencia funcione se necesita que el momento de nacimiento o constitución del grupo sea con criterios claros y relaciones explícitas.

El desarrollo del mismo ha de evitar el conflicto favoreciendo la participación, siendo neutral. clarificando las tareas y su ejecución, motivando y estableciendo las comunicaciones pertinentes y cada cierto tiempo, revisando el proceso. tanto lo ya conseguido como lo que se pretende obtener como objetivo. Crece un grupo de referencia cuando se crean sentimientos de pertenencia a partir de la consecución de objetivos mediante la tarea, se progresa en la búsqueda de los objetivos, se crean expectativas comunes v se evita todo tipo de confusión.

CONCLUSIONES

Considerarnos que, en el proceso de cambio sucedido en las entidades financieras en los últimos años, las Cajas de Ahorros están sufriendo un tránsito desde planteamientos de pertenencia a los de referencia, así como los Bancos mutan desde una formulación de referencia hacia la pertenencia, llegando a la configuración de grupos sociológicos secantes, pero, en cada uno de los tipos de entidades, con una tendencia claramente diferenciable.

Las Cajas de Ahorros, debido al conjunto de características v a su cometido, presentan un comportamiento propio de grupos de pertenencia, aunque, por imposiciones tanto internas como externas, se encaminan a la configuración característica de los grupos marcados por la referencia.

Los Bancos gustan más de las referencias explícitas y, en estos momentos, vuelven a considerar los vínculos de la pertenencia como algo positivo para la consecución de objetivos. puesto que el desarraigo con las entidades por parte de los miembros del grupo sociológico trae consigo el desapego sobre la tarea y, por tanto, un intercambio de carácter mecánico con la organización. De este proceso surgen los grupos secantes y los grupos restringidos, estos últimos enquistamientos (desde la afectividad y desde la tarea) dentro del marco de los grupos sociológicos.

Así pues, debates como la conversión ele las Cajas de Ahorros en sociedades anónimas, la introducción de programas de comunicación interna, de marketing interno o de mejora del clima laboral las fusiones y adquisiciones entre entidades. las reacciones por la pérdida de los beneficios sociales tan arraigados en la banca, la renovación de los mercados internos de las entidades financieras, la segmentación de personal dentro de las propias entidades, los procesos de incorporación debidos a la polarización de la pirámide de edades.... en definitiva los nuevos retos organizativos a los que han de hacer frente las entidades financieras pasan por el análisis, en los términos expuestos o desde otros puntos de vista, del fenómeno de los grupos Sociológicos.

Hemos pretendido hacer una labor de análisis comprensivo la síntesis de los datos y la intervención posterior en las entidades son desarrollos que dejamos para un trabajo posterior.

BIBLIOGRAFIA