ARTICULO
La evaluaci o' n del burnout. Problemas y alternativas.
El CBB como evaluación de los elementos del proceso
BERNARDO MORENO JIMENEZ, ROCÍO BUSTOS RODRIGUEZ, ALBERTO MATALLANA ALVAREZ y TERESA
MIRALLES CABALLERO
Dpto. Psicología Biológica y de la Salud
Universidad Autónoma de Madrid
EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACION SOBRE BURMOUT
LA CONCEPCION TEORICA DE BURMOUT SEGUN MASLACH
2.2 ANALISIS DE CONSISTENCIA DE LOS CUESTIONARIOS MBI Y CBB
2.3 ESTRUCTURA FACTORIAL COMPARATIVA DEL BURNOUT EN EL MBI Y CBB
2.4 ESTRUCTURA FACTORIAL Y CONSISTENCIA DE LOS ANTECEDENTES Y CONSECUENTES DEL CBB
2.5 ANALISIS DE LA VALIDEZ CONVERGENTE ENTRE EL MBI Y EL CBB
2.6 ANALISIS DE ANTECEDENTES Y CONSECUENTES SOBRE BURMOUT
RESUMEN
La investigación sobre el burnout ha experimentado en los últimos años un considerable
desarrollo. Ello ha sido debido, en gran parte, a la elaboración de cuestionarios que han
operacionalizado el constructo. El MBI ha contribuido especialmente a ello y se ha
convertido en referencia obligada. No obstante, el MBI tiene problemas teóricos y
psicométricos que sugieren la necesidad de seguir estudiando la evaluación del burnout.
El «Cuestionario Breve de Burnout» se propone como un cuestionario complementario para
la evaluación breve de los factores presentes en el proceso del bumout: antecedentes,
síndrome y consecuentes.
ABSTRACT
Substantial progress on bumout research has been made for the last few years. It has been
due mainly to the refinement of questionaires so that it allows the operativeness of the
construct. The MBI has made a special contribution to this progress, becoming a binding
referencé. Howéver, MB1 is affected by theoretical and psychometric problems suggesting
that there is still a need to, keep on studying bumout evaluation. The "Short Bumout
Questionnaire" is intended as a supplementary questionnaire for die brief evaluation
of factors involved in die burnout process, ¡.e., antecedents, syndrorne, and
consequents.
PALABRAS CLAVE
Burnout, evaluación.
KEY WORDS
Bumout, assessment.
El desarrollo de la
investigación sobre el burnont
El constructor de «burnout», utilizado para referirse a un tipo de estrés generalmente
vinculado a las profesiones asistenciales o de servicios, comienza a desarrollarse con los
escritos de Freudenberger (19.74) en los que se describe el síndrome como «el
agotamiento de energía experimentado por los profesionales cuando se sienten sobrepasados
por los problemas de los demás». Freudenberger partía de su experiencia con
trabajadores voluntarios y profesionales en las Free Clinic que habían proliferado en los
EEUU a partir de los años sesenta. De forma paralela, Susan Maslach en los años setenta
desarrollaba una línea de investigación centrada en los procesos emocionales. Como
testimonian Maslach y Jáckson (1982), su enfoque en el estudio del burnout se centró
desde los primeros momentos en el estrés emocional que surge de la relación
Interpersonal con los propios clientes. Por ello estaba polarizado en las profesiones de
servicios y de ayuda. Maslach (1976) definía en un primer momento el burnout como «un
estrés crónico producido por el contacto con los clientes que lleva a la extenuación y
al distanciamiento emocional con los clientes en su trabajo». Con tales trabajos se
inicia un período de exploración y tanteo sobre la naturaleza y factores asociados a la
aparición y desarrollo del burnout. Maslach y Schauféli (1993) consideran que en el
estudio del burnout se han producido dos períodos claramente diferenciados: un período
pionero de formulación y otro de afianzamiento y de verificación empírica.
El primero supuso un período de ebullición de formulaciones y aproximaciones clínicas e
intuitivas al fenómeno. Este período
se caracteriza tanto por el éxito del término en el ámbito del trabajo y de los
servicios asistenciales como por el distanciamiento en indiferencia del mundo académico y
universitario a las propuestas que continuamente se formulaban sobre el tema. Una
anécdota que revela claramente esta situación es la que cuentan Maslach y Jackson(1984)
sobre la suerte del artículo en el que exponían por primera vez las características
psicométricas del «Maslach Burnout Inventory» (MBI). Dicho artículo fue devuelto por
el editor de la revista con el comentario de no haber sido leído dado que la línea
editorial de la revista no incluía «pop psychology».
Probablemente el hecho diferencial que marca el paso de un período a otro sea la
aparición y el desarrollo del MBI como técnica e instrumento para la evaluación del
burnout. Su aparición significó poder contar con una definición operativa que fijara de
forma clara qué se entendía por burnout. En el MBI, el burnout aparecía definido como
«un síndrome de cansancio emocional, despersonalización y reducción de la realización
personal». (Maslach y Jackson, 1981b). A partir de su aparición quedaba fijada una
línea clara de investigación de estudios empíricos que permitía diferentes tipos de
investigaciones sobre su desarrollo y factores asociados. Cabe notar el auge del estudio
empirico que supuso su aparición de forma que la bibliografia publicada por Kleiber y
Enzman (1990) incluía 1.500 trabajos desde 1983.
Posteriormente el volumen de investigaciones ha ido creciendo y la popularidad adquirida
rápidamente por el MBI y la concepción multidimensional del constructo han sido
elementos decisivos de esta difusión.
La concepción
teórica del burnout según Maslach
Indudablemente el desarrollo del constructo del burnout está asociado a los trabajos de
S. Maslach. Si bien se suele reconocer a Freudenmberger el uso pionero del término, su
estudio ha sido episódico, centrado en los aspectos clínicos y descriptivos del
término. Ha sido S. Maslach la que ha convertido el burnout en un paradigma de
investigación. Sin las aportaciones ni la línea de trabajo realizado por Maslach, el
Trabajo de Freudenberger hubiera pasado fácilmente desapercibido.
En los años setenta, la línea de investigación desarrollada por Susan Maslach estaba
centrada en los procesos emocionales. Como Maslach (1993) reconoce su modelo no se derivó
de una teoría preexistente, sino de años de investigación exploratoria. Su
preocupación en aquellos años consistía en determinar los procesos de categorización
cognitiva de los estados emocionales experimentados, estudiar cómo la gente categorizaba,
encajaba y controlaba sus propios estados emocionales. Más específicamente, su objetivo
era el estudio de la activación emocional y cómo en medio de una crisis se actuaba para
mantener la cabeza fría una conducta eficiente. Ejemplos de ello era el rescate de
personál en peligro: como podía ocurrir en agentes de la policía o de los bomberos, el
personal del hospital en situaciones de urgencia o un terapeuta en una situación de
crisis.
En su revisión bibliográfica constataba la escasez de modelos teóricos para explicar
tales actuaciones y registraba dos conceptos que podían servir para ahondar este tipo de
comportamiento. El primero era la noción de «preocupación distanciada» (Lief y Fox,
1963) que aludía al comporta
miento característico de profesiones sanitarias que deben implicarse en la cura sin caer
en sobreimplicaciones emocionales. El segundo era el concepto de «deshumanización
defensiva» (Zimbardo, 1971) que se refería a la necesidad de defenderse de estados
emocionales continuos y desequilibradores, actuando con las personas como si se tratara
exclusivamente de objetos o problemas a solucionar. Ambos conceptos tenían su campo de
explicación más extensivo en las profesiones sanitarias. Su punto de arranque estuvo en
las profesiones asistenciales, preferentemente las sanitarias.
Pronto se encontró que un fenómeno muy semejante se daba en aquellos abogados que
tenían que trabajar con personas en situación de indigencia y de extrema pobreza. Eso
manifestó que el mismo problema se daba en otras profesiones de servicios. No obstante,
el énfasis conceptual seguía puesto en el estrés emocional subsiguiente a la
contemplación del sufrimiento de otros.
Los primeros estudios empíricos sistemáticos de Maslach fueron realizados con Ayala
Pines y tenían como objetivo el análisis de los estados emocionales de los profesionales
y sus reacciones a los clientes, relacionándolos con determinadas características de su
trabajo (Maslach y Pines, 1977; Pines y Maslach, 1980). Tales estudios mostraron la
presencia del cansancio emocional y de la despersonalización en el ,fenómeno del
burnout, por ello las primeras aproximaciones conceptuales incluían sólo ambas
dimensiones.
A partir de esta situación se originó un programa de investigación sobre el «bumout»
en diferentes profesiones y el desarrollo de las primeras definiciones operativas. Este
trabajo fue efectuado en colaboración con Cristina Jackson, que se había incorporadoal
estudio a partir de 1978 (Maslach y Jackson, 1978). Los resultados de tales trabajos
dieron lugar a la determinación de una tercera dimensión: la falta de realización
personal (Maslach y Jackson, 1981b) y a la elaboración del primer formato del MIBI.
La estructura del MIBI
No cabe duda que el MBI es el cuestionario más utilizado para la evaluación del burnout
y que ha sido el instrumento que ha facilitado la investigación sistemática sobre la
teoria. La primera publicación del cuestionario, ligeramente anterior a su
comercialización, aparece en 1981 (Maslach y Jackson, 198la).
El cuestionario, elaborado a lo largo de ocho años como fruto de un extenso y costoso
trabajo, propone tres factores o dimensiones a evaluar: cansancio emocional,
despersonalización y realización personal. Originalmente, el MBI incluía una escala
opcional de Implicación con tres ítems que posteriormente no ha sido mantenida (Maslach
y Jackson, 1986). En su primer formato, anterior al oficial, el cuestionario contenía 47
ítems con dos formatos de respuesta: frecuencia-e intensidad * Los análisis factoriales
obligaron a una reducción del número de items pasando & 47 a 22, siguiendo el
criterio de mantener los ítems con un peso factorial superior a 0.40. El cuestionario
resultante se aplicó posteriormente a otra muestra manteniendo la misma estructura de una
doble escala de frecuencia e intensidad.
La primera edición del MBI mantenía los dos tipos de escalas: frecuencia e intensidad
del síndrome. Una propuesta reiteradamente efectuada desde su aparición fue la
reducción de las dos escalas de frecuencia e intensidad a una sóla debido a la alta
correlación repetidamente encontrada en la mayoría de trabajos (Iwacniki y Schwab,
1981). En uno de los primeros estudios con muestras españolas (Oliver y col., 1990) la
correlación entre ambas formas era superior a .80. Debido a estas razones, los mismos
autores han aceptado la utilización de una sola escala en la segunda edición del
Inventario.
La estructura de tres factores ha sido replicada por numerosas investigaciones (Ivacnicki
y Schwab, 1981; Pierce y Molly, 1989; Lee y AshfÓrth, 1990). Sin embargo, no todos los
estudios han mostrado la misma resolución factorial. Algunos trabajos han propuesto la
existencia de cuatro factores (Belcastro, Gold y Hays, 1983; Powers y Gose, 1986) o de dos
(Brookings y col. 1985). Caton (1988) aplicó el MBI a 192 profesionales que trabajaban en
Educación Especial, encontrando una estructura factorial de cuatro factores, tres de
ellos coincidentes con la propuesta original y un cuarto que denominaron factor de
Sobrecarga laboral. Kandolin (1993), con una muestra de 286 profesionales de enfermería,
ha encontrado una estructura factorial de tres factores aunque no coincidentes con los
propuestos por las autoras. Kandolin propone los factores de fatiga psicológica, pérdida
de satisfacción laboral y endurecimiento.
En España, estudios iniciales replicaron la estructura factorial de tres factores (Oliver
y col., 1990) aunque con algunas variantes, algo que ha sido constante en gran número de
trabajos, ya que, aunque parecen replicarse los tres factores, la asignación de los
ítems a cada una de las tres escalas no es concordante (Powers y Gose, 1986). En otras
muestras españolas los resultados no han sido totalmente coincidentes con los propuestos
(Gil-Monte y Peiró, 1997).
Las características psicométricas de] cuestionario han sido contrastadas en
diferentes investigaciones. Los estudios de validez convergente indican que las
puntuaciones del MBI correlacionan significativarnente con las reacciones de los empleados
a sus clientes la conducta en casa y el tiempo dedicado al contacto directo con los
clientes. Los estudios de validez discriminante han mostrado escasas correlaciones entre
burnout y satisfacción en el trabajo y con la deseabilidad social. Según SchaUfeli,
Enzman y Girault (1993), los estudios de validez discriminante son muy escasos. Los
estudios de Firth y col. (1986) con 200 enfermeras encontraron que el cansancio emocional
estaba sustantivamente relacionado con la depresión (r=.50) evaluada con el Inventario de
Depresión de Beck. Oliver (1993), siguiendo el criterio multirasgo-multimétodo de Fiske
y Campbell, encontró resultados semejantes de forma que si el Cansancio Emocional
correlacionaba significativamente con la depresión (al igual que ocurría con la
Realización Personal), la variable de Despersonalización obtenía correlaciones no
significativas. Aunque los autores mantienen en el manual del Inventario que su
correlación con la satisfacción laboral es baja, otros estudios han encontrado
correlaciones significativas (Dola, 1987; Koeske y Koeske, 1989).
El rango de consistencia interna va de .75 a .90 y la fiabilidad test-retest en períodos
de hasta cuatro semanas tienen un rango de entre .60 y .80 (Jackson y col., 1986). Los
coeficientes de consistencia más bajos se han encontrado en la dimensión de
despersonalización, especialmente cuando se han utilizado en contextos no asistenciales
(Le¡ter y Maslach, 1988) y debido igualmente a que el número de ítems es menor.
Aunque el MBI tiene algunos problemas psicométricos, en general puede considerarse que su
validez factorial y la consistencia interna de sus escalas es satisfactoria. La validez
convergente y divergente es igualmente aceptable y no presenta problemas especiales. Los
posibles problemas del MBI están principalmente en la concepción teórica del modelo.
Planteamientos alternativos
En primer lugar, el modelo del que parte Maslach es un modelo centrado en la respuesta
emocional, motivo por el que la dimensión de cansancio emocional es la más representada
en el número de ítmes. Los análisis factoriales han mostrado repetidamente que la
escala más robusta es la de Cansancio Emocional, así como la que mayor número de
correlaciones obtiene con otras escalas. Sin embargo, y paradójicamente, es la escala
menos específica del constructo (Buunk y Schaufeli, 1993) y la que más asocia, sin duda
alguna, con los problemas generales del estrés laboral.
Por otro lado, llama la atención que una dimensión tan crítica desde la perspectiva de
Maslach y Jackson como la despersonalización, sea la que tenga menor número de ítems y
mayores problemas factoriales y de consistencia interna. Probablemente es la dimensión
más frágil del cuestionario, aunque críticarnente sea la que evalúa la repercusión
del burnout en el ejercicio asistencial. De hecho, el MBI ha sido pensado para utilizarlo
en trabajos asistenciales, por lo que su uso fuera de ellos puede resultar problemático.
La simple sustitución de algunas palabras, por ejemplo compañeros por beneficiarios,
podría producir un cambio en el significado de los ítems (Garden, 1987). Los análisis
factoriales muestran que la escala de despersonalización no resulta consistente cuando se
utiliza en contextos no asistenciales (Evans y Fisher, 1993).
Por otra parte, resulta difícil negar que en el fenómeno del burnout se producen
procesos claramente de tipo cognitivo, básicamente consistentes en la pérdida de
expectativas y del contexto justificativo del propio trabajo y de la implicación laboral
personal. No obstante, el MBI no incluye elementos estrictamente cognitivos en-la
evaluación del proceso. En realidad apenas si incluye elementos conductuales que evalúen
las prácticas de despersonalización o de pérdida de la realización personal. El
ámbito de evaluación del MBI, es sin duda alguna, el emocional, y sin dejar de ser
válido, su exclusiva consideración constituye un enfoque parcial.
La misma estructura propuesta por Maslach y Jackson de tres dimensiones constitutivas del
burnout puede ser puesta en discusión. Probablemente, uno de los aciertos básicos del
MBI consiste en proponer una estructura multidimensional del burnout que no se identifica
exclusivamente con el cansancio, como hace otro de los instrumentos más utilizados en la
evaluación del burnout. el «Bumout measure» de Pines y Aronson (1988). Pero la
conceptualización del burnout propuesta por Maslach y Jackson no es la única, ya que
otros desarrollos como los- propuestos- por Edelwich y Brodsky (1980), qhemiss (1980) o
los más recientes de Pines (1993) o Burisch (1993) proponen otras alternativas en la
conceptualización del burnout, y consiguientemente en su evaluación. No en vano sigue
siendo una constatación actual que la teoría del burnout mantiene todavía su condición
embrionaria (Schaufeli y Butink, 1996).
Por otra parte, el MBI es un instrumento exclusivamente para la evaluación del síndrome,
sin que tenga en cuenta los elementos antecedentes y los factores consecuentes del
proceso. De hecho, algunos cuestionarios más específicos para la evaluación del burnout
en algunas profesiones -docente o sanitaria- han incluido, junto a la evaluación del
síndrome, subescalas que intentan evaluar los aspectos antecedentes o consecuentes del
síndrome. Un ejemplo de ello es el SDTA de Hock (1988), que considera tanto las causas
del síndrome como las consecuencias psicológicas y físicas del burnout del profesorado,
o el Staff Bumout Scale for Health Professionals (SBS-HP) de Jones (1980) que considera
cuatro factores básicos: laborales, personales, de relación con los clientes y de
trastornos psicosomáticos.
Por todo ello, si bien la referencia al MBI como instrumento básico para la evaluación
del burnout sigue siendo insustituible e incluso necesaria (debido a la experiencia
adquirida con él y a la necesidad de establecer estudios comparativos y
epidemiológicos), parece igualmente necesario el desarrollo de otros instrumentos
complementarios que traten de desarrollar otros aspectos del burnout. En esta línea de
trabajo se propone como instrumento para la evaluación del proceso del burnout el CBB o
Cuestionario Breve de Bumout.
El objetivo de este trabajo es proponer un modelo inicial de evaluación del burnout que
atienda a los diferentes elementos del ,proceso y que incluya tanto factores antecedentes
del síndrome del burnout como elementos consecuentes o efectos del mismo. Se recoge con
ello globalmente la propuesta de Schwab, Jackson y Schuler (1986), aunque sin atender a
las propuestas específicas. Por otra parte, la consideración de los aspectos
antecedentes y consecuentes, junto con el síndrome, puede ayudar a la elaboración de
programas y políticas de prevención e intervención. El CBB no se propone como un
cuestionario alternativo al MBI, sino complementario del mismo y con una funcionalidad no
coincidente.
Para ello se ha elaborado un cuestionario de 21 ítems que incluye antecedentes del
síndrome, elementos del burnout y consecuencias del mismo (ver Cuadro 1) Debido a su
reducida extensión, se le ha denominado «Cuestionario Breve de Bumout» (CBB). Por
razones de su amplitud, el objeúvo del CBB no es el de evaluar específicamente las
dimensiones del burnout, sino obtener una evaluación global del mismo, así como de los
antecedentes y consecuentes del síndrome. No obstante, en su elaboración se ha atendido
a los factores del síndrome propuestos por Maslach y Jackson (1981b), así como a los
componentes teóricos de los antecedentes y consecuentes propuestos por la literatura
sobre el tema. Al cuestionario así elaborado se le la sometido a diferentes análisis con
el fin de confirmar su validez convergente, global, con el MBI, así como a otros tipos de
análisis psicométricos.
1. METODO
1.1. Muestra
145 profesores de diferentes colegios de la Comunidad de Madrid. Para cumplir el objetivo
planteado se demandó la colaboración de diferentes centros de Madrid, los cuales
participaron de forma voluntaria y sin gratificación ninguna en el proyecto. De los nueve
colegios que colaboraron cuatro eran privados, dos semi-subvencionados y los tres
restantes públicos. El género de la muestra es femenino en el 58 por 100 de los casos y
la media de edad de la misma es de 37 años.
1.2. Procedimiento
El procedimiento responde a un diseño intrasujeto, la totalidad de la muestra
cuinplimentó ambos cuestionarios de forma sucesiva, obteniendo así dos medidas de cada
sujeto, una por cada instrumento.
1.3. Instrumentos
El CBB es un cuestionario que consta de 21 ítems teóricamente organizados en tres
grandes bloques: el primer bloque integra posibles antecedentes del Burnout
Específicarnente se han tenido en cuenta tres factores que la teoría ha puesto en
repetidas ocasiones relacionadas con el burnout: Características de la tarea, Tedio y
Organización. La elección del factor Características de la Tarea viene determinada por
la importancia que tiene en la génesis del burnout el desarrollo de tareas no motivantes
para el sujeto. El tema ha suscitado una importante atención en el estudio del estrés
laboral (Moreno-Jiménez y Peñacoba, 1995) y propiciado la aparición de algunos modelos
específicos, de los cuales los más conocidos son el de Herzberg y col. (1967) y el de
Hackinan y Oldham (1980). En el CBB se ha optado por seguir más directamente algunas de
las propuestas elaboradas por estos últimos autores. La variable Tedio como antecedente
del burnout tiene su base en los mismos orígenes del estudio del burnout, concretamente
en el modelo específico de Pines, Aronson y Kafry (1981) del burnout como tedio. En este
caso se ha optado por darle una operativización centrada en la monotonía y la
repetición. El último factor antecedente considerado, la Organización tiene igualmente
sus raíces en los modelos que han insistido en las bases -organizacionales del síndrome,
entre los cuales probablemente el más conocido es el de Cherniss (1980). En este caso la
operatización se ha centrado en los aspectos funcionales de la organización. Dado el
reducido número de ítems por escala, se ha optado por ítems que pudieran cubrir un
amplio espectro de la variable en cuestión, por lo que, en principio, en la elaboración
del cuestionario se ha subordinado la consistencia interna del mismo a su validez de
medida.
El segundo bloque integra los tres factores del síndrome recogidos en el modelo
presentado por Maslach y Jackson (1981b). En
su elaboración se ha mantenido el criterio expuesto de asegurar la validez de medida a
costa, posiblemente, de su consistencia interna. Finalmente, en el tercer bloque, la
elaboración de los ítems relativos a las consecuencias del burnout ha atendido a las
consecuencias físicas, a las consecuencias sobre el clima familiar y al rendimiento
laboral, aspectos todos ellos que han sido abundantemente recogidos en la literatura sobre
el tema, como recoge el resumen de Schaufeli y Buunk (1996). En todas las escalas el rango
de respuesta es de 0 a 5. El cuestionario se incluye en el anexo nº1
Las características del MBI han sido frecuentemente expuestas (Maslach y Jackson, 1986;
Schaufeli, Enzman y Girault, 1993; Gil Monte y Peiró 1997). En general sus
características psicométricas son satisfactorias aunque no estén exentas de algún
problema, algunos de los cuales han sido recogidos en la exposición teórica del tema. La
versión del MBI utilizada es la versión experimental preparada por TEA (1993), que
recoge la formulación de la segunda edición americana (1986) manteniendo una sola escala
de frecuencia y un rango de respuestas de 0 a 6. Dadas las características de la muestra
-profesores-, se ha utilizado el término alumnos para referirse a los clientes del propio
trabajo tal como recoge la versión «Educators Survey» del MBI.
Cuadro 1
Estructura Teórica del C. B. B.
2.RESULTADOS
Los resultados descriptivos expuestos en la tabla nº1, indican que las medias de las
escalas no son altas, no superando ninguna de ellas el punto central de la escala de
respuesta. Por lo que respecta a la evaluación del síndrome, la media del CBB es más
alta que la del MBI.
2,2.
Análisis de consistencia de los cuestionarios MBI y CBB
La tabla nº 2 expone los índices de consistencia relativos de ambos cuestionarios. La
fiabilidad que presenta el C. B. B. en la escala global del síndrome es de (x=.7413 (N= 9
ítems). Este mismo coefi ciente para el M. B. 1. es de ot=3989 (N=22 ítems); ambos son
índices muy aceptables. A fin de conocer mejor las características psicométricas de
ambos cuestionarios, y específicamente del CBB, se exponen de forma comparativa las
consistencias obtenidas en las respectivas dimensiones. Como puede observarse, en ambos
cuestionarios de la consistencia más alta es la de Cansancio Emocional y la más baja la
de Despersonalización. En dos de las tres escalas, la consistencia es mayor en el MBI. A
la hora de interpretar estos índices es importante atender al número de ítems que
contienen las respectivas escalas.
2.3
Estructura factorial comparativa del burnout en el NIBI y CBB
En el análisis del MBI mediante la técnica de Componentes Principales se encontraron
inicialmente seis factores con autovalores superiores a la unidad que explican el 58.9% de
la varianza. El Análisis Factorial forzando la estructura a tres factores explica el 43%
de varianza resultando como sigue:
Factor I: Cansancio Emocional.- El 21.2% de la varianza es explicado por este factor, que
si-corresponde totalmente con la propuesta teórica (ítems 1, 2,3,6,8,13,14,16 y 20).
Factor II: Realización Personal.- La varianza explicada por este factor es de
14,5%. Casi todos los ítems que lo componen pertenecen a la dimensión propuesta
originalmente (ítems 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19, 21 de la dimensión teórica e ítem 5,
inicialmente propuesto para Despersonalización).
Factor III. Despersonalización.- Este factor explica el 7.4% de la varianza. Está
formado por tres ítems de su dimensión teórica (ítems 10, 11, 15). El ítem restante
(ítem 22) no satura en ningún factor.
A continuación se incluye una tabla que recoge la matriz rotada (mediante el método
varimax) con los pesos y las distribuciones de cada ítem, en los tres factores.
En el análisis factorial de los ítems relativos al síndrome incluidos en el C. B. B.,
nueve en total, realizado mediante Componentes Principales se obtienen tres factores que
explican el 60% de la varianza En un análisis pormenorizado de los factores se observa
que la estructura propuesta a nivel teórico se replica en el plano empírico dado que los
tres factores =responden a las tres dimensiones del síndrome:
Factor I: Realización Personal.- Este factor explica el 31,8% de la varianza, y todos sus
ítems (ítems 5, 12, 19) son originales de la subescala Realización Personal.
Factor II: Cansancio Emocional.- Este segundo factor explica el 14,4% de la varianza está
compuesto por los ítems de provenientes de la dimensión original (ítems 1, 7, 15) más
un ítem de Despersonafización (ítems 3).
Factor III: Despersonalización.- La variz= explicada para este último factor es de
13,2%. En 61 aparecen los dos ítems restantes de la dimensión teórica (ítems 11, 18).
La matriz rotada (rotación varimax) con los pesos y la distribución de cada ítem en los
diferentes factores es la que a continuación sigue:
2.4.
Estructura factorial y consistencia de los antecedentes y consecuentes del CBB
A pesar de que el objetivo del bloque de antecedentes no es el de evaluar específicamente
dimensiones, se ha procedido a analizar su estructum factorial a fin de conocer mejor sus
características y estructura. El análisis factorial realizado mediante la técnica. de
componentes principales ha proporcionado directa mente dos factores. Ambos factores
explican conjuntamente el 54,4% de la varianza.
Factor I: Organización.- Este factor explica el 34,6% de la varianza. Está formado por
los elementos provenientes de los aspectos organizacionales incluidos (ítems 4, 8, 9)
junto con un ítem proveniente de los aspectos relativos a las características de la
Tarea (ítem 16).
Factor II: Características de la Tarea.Explica el 19,9% de la varianza y está
constituido por los ítems provenientes de los aspectos relativos al Tedio (ítems 6, 14,
20) más dos ítems de las características de la tarea (ítems 2 y 10). Incluye aspectos
referidos tanto a la monotonía como al feedback recibido..
La matriz rotada quedaria de la siguiente manera:
El análisis de consistencia de la escala global de antecedentes es
moderadamente alto, (x=.7745, y cada una de las dos ,subescalas obtenidas en el análisis
factorial tiene igualmente consistencias aceptables, siendo la de Organización de a=.7781
y la de Satisfacción con la Tarea de (a=.6896.
La escala de Consecuentes, que consta de tres elementos, tiene un índice de fiabilidad de
(a=.5375 algo inferior a lo comúnmente aceptable. Este hecho puede estar relacionado con
el reducido número de ítems y el amplio espectro al que aluden.
2.5.
Análisis de la Validez Convergente entre el MBI y el CBB
Aunque el objetivo del CBB es el de evaluar conjuntamente el burnout y no específicamente
sus dimensiones, en el análisis de validez convergente de ambos cuestionarios se ha
atendido no sólo a la correlación entre ambas pruebas globales, sino también a la
existente entre las dimensiones de ambos a fin de mejor conocer la naturaleza de la
correlación global obtenida. Como puede observarse en la tabla nº 6 la correlación
global obtenida es alta (r=0,6881), aunque no es la mayor de las obtenidas. En su
mayoría, las correlaciones son signifícativas. En la diagonal se encuentra en primer
lugar la relación entre el total de ambos protocolos, r=.6881, que presenta un nivel
crítico de p=.000. En el análisis por dimensiones se aprecian correlaciones
significativas en Cansancio Emocional (r=.7215, p=.000) y Despersonalización (r=.2866,
p-=.000). Por último, en Relación Personal el valor encontrado no es significativo (r=.
1173, p=.098).
2.6.
Análisis de antecedentes y consecuentes sobre el burnout
A fin de analizar las posibles asociaciones entre los antecedentes, evaluados mediante el
CBB, y el burnout y sus dimensiones, evaluados por el MBI se ha procedido a establecer la
matriz de correlaciones entre tales variables (Tabla nº 7). Como puede observarse, las
correlaciones son siempre mayores para el factor de Satisfacción con la Tarea que con
Organización, aunque en la totalidad de las correlaciones se encuentren resultados
significativos.
Se ha efectuado el mismo análisis para obtener la relación existente entre la escala de
Antecedentes y el Bumout, medidos por el CBB. De nuevo, a pesar de que el objetivo del CBB
no es la evaluación específica de las dimensiones, se ha procedido a incluirlas para un
mejor conocimiento de las relaciones existentes. Como puede observarse en todos los casos,
excepto uno, existe una correlación significativa.
A continuación se procedió a analizar las asociaciones existentes entre el Bumout y sus dimensiones, evaluados mediante el MBI, y los consecuentes, evaluados con el CBB. La tabla inferior (Tabla 9) presenta las correlaciones entre las diferentes dimensiones. La totalidad de las correlaciones aunque bajas, son significativas.
Se efectuó el mismo análisis para evaluar las relaciones entre Burnout y consecuentes evaluados con el CBB. Como se puede observar en la Tabla 10, todas las correlaciones entre los Consecuentes y el Bumout, medido por el CBB, resultan ser siinificativas, pero moderadas.
3. DISCUSION
Los resultados obtenidos indican que con el MBI en la muestra utilizada alcanzan valores
más bien bajos respecto a los que proponen las autoras para la población estadounidense,
tanto en lo que respecta a la población general como a la población dedicada a la
enseñanza (Maslach y Jackson, 1986). Otro tanto ocurre respecto a las medias de la
población docente española (TEA, 1997). En nuestra muestra se ha estimado además una
puntuación global de burnout que las autoras no consideran debido a diferentes criterios
teóricos, abogando más bien por una interpretación dé perfiles para la evaluación del
burnout global (Maslach y Jackson, 1986).
No obstante la obtención de una puntuación global parece relevante tanto por criterios
tanto teóricos como prácticos. De hecho, diferentes autores han desarrollado un tipo de
puntuación basada en la suma global de las tres dimensiones (Burke, Deszca y Shearer,
1984; Fimian, 1984). Otros autores han desarrollado sistemas de puntuaciones globales
basados en el nivel medio de las puntuaciones, así por ejemplo, Belcastro y Hays (1984)
han considerado que podían considerarse afectados por el síndrome aquellos sujetos que
en las tres puntuaciones superaban la media proporcionada por las autoras para todas las
profesiones asistenciales. Una interpretación de perfiles parece más bien propia de
interpretaciones clínicas que organizacionales. Por otra parte una práctica no excluye
la otra, siendo más bien el contexto y la finalidad el elemento determinante de uno u
otro tipo de uso.
El análisis de consistencia de los instrumentos utilizados muestra resultados paralelos
entre ambos instrumentos. En ambos casos la consistencia más alta es la de Cansancio
emocional y la más baja la de Despersonalización, que en ambos cuestionarios es inferior
a la aceptable. Los datos originales del manual del MBI con una muestra de 1.316 sujetos
ofrecen consistencias de 0,90 para cansancio emocional y de 0,79 para Despersonalización.
Los datos de la edición española ofrecen resultados similares a los encontrados en el
presente estudio al constatar que la mayor homogeneidad es la de Cansancio Emocional y la
menor de la Despersonalización. En la revisión efectuada por Gil-Monte y Peiró (1997)
se obtienen conclusiones y Realización personal y la débil consistencia de
Despersonalización en las muestras españolas.
Cabe destacar que mientras en el CBB el número de ítems es en todos los casos inferior y
permanece constante en las tres subescalas, en el MBI el número de ítems varía en cada
subescala variando el valor de alfa conforme aumenta el número de ítems. En este sentido
una posible línea de trabajo consistiría en mejorar la consistencia del CBB sin que
parezca necesario aumentar el número de ítems. 1
El análisis factorial de ambos instrumentos indica que la estructura factorial del CBB
referida al síndrome parece, en esta muestra, claramente estructurada en tres factores
mientras subsisten algunos de los problemas encontrados con el MBI como es la tendencia a
un número de factores mayor al propuesto. En muestras españolas los resultados han
tendido igualmente a aumentar el número de factores (Gil-Monte y Peiró, 1997), lo que
indica probablemente una estructura
multifactorial difícilmente reducible a tres factores. No obstante no habría que olvidar
que la multiplicación de factores del constructo debería de hacerse al amparo de los
correspondientes modelos teóricos. En cuanto al CBB hay que constatar que la estructura
empírica encontrada no se corresponde totalmente con la propuesta debido al
desplazamiento del ítem 3 por lo que resulta procedente analizar si tales resultados
provienen de la presenta aplicación o son propios de su propia estructura. Por otra
parte, es necesario confirmar los resultados con otras muestras antes de cualquier
propuesta consistente.
El análisis factorial de los elementos de la escala de antecedentes del CBB indica que,
en esta muestra, no es correcto mantener una estructura de tres factores, tal como en
origen se había pensado en su elaboración. Los resultados obtenidos indican que la
escala Características de la tarea se reestructura en las otras dos que han sido
redenominadas en función de los nuevos componentes como Organización y Características
de la tarea. No obstante, es importante anotar que es probable que la estructuración
factorial de los antecedentes pueda depender de los marcos organizacionales y
profesionales a los que se aplique. Cabe aquí reiterar la precaución acerca de los
resultados y la necesidad de confirmalos en otros estudios. Igualmente debe recordarse que
el objetivo del CBB no es la evaluación de subescalas específicas, y que estos análisis
tienen la función de establecer un mejor conocimiento de su estructura y funcionamiento.
El análisis de validez convergente indica que el CBB muestra una alta correlación con el
MBI tanto en su globalidad como en sus subescalas. El burnout tal como es evaluado por el
CBB tiene correlaciones muy altas con el burnout global tal evaluado por MBI y con cada
una de las tres subescalas del MBI por lo que pueden considerarse los valores del CBB
indicadores fiables de los resultados directos del MBI. Igualmente las subescalas del CBB
excepto en el caso de Realización personal, muestran correlaciones altamente
significativas con las respectivas del MBI, lo que podría estar indicando la
correspondencia entre ellas. No obstante, los resultados encontrados en la subescala
Realización obligan a estudiar con más precisión las razones por las que se encuentra
en una correlación no significativa.
El análisis de las relaciones existentes entre los antecedentes y el síndrome indica que
los antecedentes, tal como han sido definidos en el CBB, mantienen una fuerte relación
con el burnout global y las subescalas tal como son definidas tanto en el MBI como en el
CBB. Especialmente la subescala del CBB, características de la tarea, es la que parece
mantesier correlaciones más altas con el síndrome y sus dimensiones en ambos
cuestionarios, lo que aparece más claramente de manifiesto en el CBB. Tales resultados
parecen indicar que los antecedentes, de forma global, e incluso en sus subescalas
constitutivas, están relacionados con la aparición del burnout y la íntensidad del
mismo.
El análisis de los consecuentes considerados en el CBB indica igualmente que el
síndrome, evaluado tanto por el MBI como por el CBB, está asociado significativamente a
la aparición de elementos tales como los problemas físicos, sociales y psicológicos; la
literatura sobre el tema ha sido muy extensa (Maslach y Jackson, 1986; Burisch, 1993,
Noworol y col., 1993; Schauféli y Buunk, 1996). Entre los resultados frecuentemente
encontrados, un elemento repetitivo ha sido la mayor capacidad de predicción de la
subescala de
Cansancio Emocional de los efectos o consecuencias del burnout, tal como aparece en los
datos reflejados en las tablas 9 y 10. Probablemente estos resultados estén indicando que
los efectos del burnout aparecen principalemnte debido a la carga de estrés que el
constructo incluye.
4. CONCLUSIONES
Los resultados encontrados avalan la utilización del CBB como un cuestionario breve para
la evaluación global de elementos presentes en el proceso del burnout, específicamente
de los factores organizacionales antecedentes del síndrome, del síndrome y de los
efectos y consecuencias subsiguientes al mismo. La validez convergente global de la escala
de burnout del CBB con el MBI es alta y claramente significativa. Igualmente, las escalas
de Antecedentes y Consecuentes muestran niveles significativos de asociación al
síndrome, medio por el MBI y CBB. El análisis factorial y de consistencia de las escalas
muestran niveles satisfactorios. Por su misma estructura, el CBB no parece adecuado para
la evaluación directa de los componentes específicos del síndrome, pero sí para
proporcionar una aproximación y evaluación exploratoria de algunos de los elementos
presentes en el proceso de burnout.
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CBB
1. Edad años
2. Sexo: 1. Hombre 2. Mujer
3. Relaciones personales:
1. Con pareja habitual
2. Sin pareja habitual
3. Sin pareja
4. Número de hijos: ................
5. Estudios realizados:
1. Primaria 2. Bachiller 3. Formación profesional
4. Titulado superior 5. Doctorado 6. Otros
6. Profesión (especifique sección o unidad con la mayor precisión posible):
.................... . ....
.... . .
.
7. Cargo que ocupa: .
S. Situación laboral:
1. Contratado 2. Fijo 2. Otros:
9. Tiempo de experiencia en la profesión años
lo. Centro en el que trabaja
........................................................................................
11. Condición del centro
1. Privado 2. Público
12. Tiempo que lleva en el mismo centro: años.
13. Tiempo qué lleva en el mismo cargo: años.
14. Turno:
1. Mañana 2. Tarde 3. Noche >
15. Número de horas que trabaja a la semana: .... horas.
16. Número de personas que atiende diariamente:
personas.
17. ¿Qué tiempo de su jornada diaria pasa en interacción con los beneficiarios de su
trabajo?:
1. Más del 75% 2. El 50% 3. Menos del 30%
18. Tiene que realizar labores de su trabajo en casa:
1. Si 2. No
Por favor, conteste a las siguientes preguntas, rodeando con un círculo
la opción deseada.
1. En general estoy más bien harto de mi trabajo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
2. Me siento identificado con mi trabajo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
3. Los usuarios de mi trabajo tiene frecuentemente exigencias excesivas y comportamientos
irritantes.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
4. Mi supervisor me apoya en las decisiones que tomo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
S. Mi trabajo profesional me ofrece actualmente escasos retos personales.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Totalmente En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente
en desacuerdo de acuerdo
6. -M trabajo actual carece de interés.
1 ---------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Totalmente En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente
en desacuerdo de acuerdo
7. Cuando estoy en mí trabajo me siento dé malhumor.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
8. Los compañeros nos apoyamos en el trabajo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
9. Las relaciones personales que establezco en el trabajo son
gratificantes para mí.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Nunca Raramente Algunas Frecuentemente Siempre
veces
10. Dada la responsabilidad que tengo en mi trabajo, no conozco bien los resultados
y el alcance de¡ mismo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Totalmente En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente
en desacuerdo de acuerdo
11. Las personas a las que tengo que atender reconocen muy poco los esfuerzos
que se hacen por ellos.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Totalmente En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente
en desacuerdo de acuerdo
12. Mi interés por el desarrollo profesional es actualmente muy es~.
1 --------------- 2 ---- - ----------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Totalmente En desacuerdo Indeciso De acuerdo Totalmente
en desacuerdo de acuerdo
13. Considera Vd. que el trabajo que realiza repercute en su salud personal
(Dolor de cabeza, insomnio, etc.).
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Nada Muy poco Algo Bastante
Mucho
14. 19 trabajo es repetitivo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión 1 veces de ocasiones
15. Estoy quemado por mi trabajo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Nada Muy poco Algo Bastante
Mucho
16. Me gusta el ambiente y el clima de mi trabajo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Nada muy poco Algo Bastante
Mucho
17. El trabajo está afectando a mis relaciones familiares y personales.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Nada muy poco Algo Bastante
Mucho
18. Procuro despersonalizar las relaciones con los usuarios de mi trabajo.
1 --------------- 2 --------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
Nunca Raramente Algunas Frecuentemente Siempre
veces
19. El trabajo que hago dista de ser el que yo hubiera querido.
1 --------------- 2 --------------- 3 ------ - --------- 4
--------------- 5
Nada Muy poco Algo Bastante
Mucho
20. Mi trabajo me resulta muy aburrido.
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones
21. Los problemas de mi trabajo hacen que mi rendimiento sea menor. 1 --------------- 2
--------------- 3 --------------- 4 --------------- 5
En ninguna Raramente Algunas Frecuentemente En la mayoría
ocasión veces de ocasiones