EXPERIENCIAS
Rosa PEREZ
Instituto Superior de Estudios Gerontológicos (Valencia)
Trinidad CRESPO y Cristina DATO
Centro Espacio Vital (Valencia)
2. PREVENCION PSICOLOGICA EN TERCERA EDAD
La etapa evolutiva de la vejez genera, de forma creciente, numerosos problemas de tipo orgánico, social y por supuesto, psicológicos, que se agravan en función del rápido cambio sociocultural que se vive en nuestros días, junto con el aumento cuantitativo de la población considerada como "Tercera Edad".
Ante esta problemática, ya se están planteando alternativas desde disciplinas como la medicina y el trabajo social. El abordaje principal se ha producido pues, desde la vertiente sanitaria y desde los servicios sociales, ya que son los principales receptores de la demanda masiva de atención y recursos.
Si nos detenemos a analizar estas necesidades, podemos observar un fuerte componente psicológico en su génesis:
- Dificultad en las relaciones familiares: Solicitudes de plazas en residencias.
- Trastornos Psicosomáticos: afecciones cardiovasculares, incontinencia funcional, insomnio, etc.
- Psico-síndromes orgánicos que producen trastornos cognitivos, afectivos, de orientación espacio-temporal lenguaje, etc.
- Depresiones post-jubilación, postviudez, nido vacío, etc.
Vemos así que la intervención del psicólogo podría racionalizar el incremento de esta demanda y optimizar el aprovechamiento de los recursos.
Esta intervención ya se ha empezado a producir en forma de valiosas iniciativas esporádicas y, generalmente, aisladas y no suficientemente valoradas y apoyadas.
Desde nuestra experiencia profesional, deseamos proponer un modelo de actuación del psicólogo en la vejez, que recoja de forma integrada y coordinada las dimensiones de su tarea: sobre qué grupos de población actuar, con qué objetivos, en que áreas de contenidos, a través de qué sistemas institucionales, y por medio de qué métodos.
Consideramos importante crear una estructura de trabajo multidimensional, dentro de la que el psicólogo tiene cometidos muy concretos a la hora, tanto de facilitar el trabajo de otros profesionales, como de dotar a las personas de edad, de una mejor calidad de vida.
La población objeto de la intervención psicológica orientada a la tercera edad, incluye a todos los grupos sociales, en distinta medida. Se actúa pues sobre:
Los métodos de actuación a utilizar comprenden:
Nuestra propuesta de actuación, dentro de los grupos que acabamos de enumerar, recoge los objetivos básicos que sena deseable conseguir, los contenidos de interés para cada colectivo, así como las vías institucionales mediante las que se realizaría esta intervención.
Pasamos a revisarlos separadamente:
Objetivos básicos:
Contenidos:
Los contenidos y objetivos de este programa, se canalizarían hacia la población a través de: escuelas, asociaciones, recursos de la comunidad, así como empresas públicas y privadas.
Objetivos básicos:
Contenidos:
Los canales de intervención sobre este colectivo, serían, principalmente: asociaciones, recursos comunitarios (ayuntamientos, etc.) y empresas.
Objetivos básicos:
Los sistemas institucionales a través de los que se canalizaría esta intervención, podrían ser:
- Públicos: hogares; residencias de la tercera edad; centros sanitarios, etc.
- Privados: Centros de atención privada; residencias privadas; clubes de la tercera edad: asociaciones de jubilados, etc.
Objetivos básicos:
Contenidos:
La actuación se llevaría a cabo, por medio de las instituciones específicas dirigidas a la tercera edad, que incluyeran atención a sus familiares, así como los recursos comunitarios generales.
Objetivos básicos:
Contenidos:
La intervención en este grupo, tendría lugar a través de todos aquellos recursos públicos y privados que incorporan trabajadores que actúan con personas de edad.
Una vez delimitado el campo de actuación, pasamos a comentar básicamente, en qué consiste la prevención e intervención psicológica en el área del envejecimiento que, como acabarnos de observar, puede adquirir sentidos diferentes, en función de la perspectiva del grupo de población desde el que se aborde.
Siempre tendremos, no obstante, como centro de referencia a la persona de edad, entendida como tal específicamente, aquélla mayor de 60-65 años.
El gerontopsicólogo o psicólogo que estudia el envejecimiento, tiene también un papel muy importante en el área de la PREVENCION.
Prevenir significa estudiar o tratar los problemas antes de que aparezcan, precisamente, para que los individuos no lleguen a experimentarlos como tales.
Pero podemos apuntar todavía más lejos, si aspiramos a una OPTIMIZACION DEL DESARROLLO.
Si descubrimos qué intervenciones o tratamientos son agentes de cambio potentes, podremos aplicar nuestros conocimientos al diseño de un contexto óptimo de envejecimiento.
Es decir, no se trata solamente de que no aparezcan los problemas que el proceso trae consigo, sino que además, se pretende que los sujetos vivan su vejez de la forma más óptima posible.
En esta línea, es posible la PREPARACION PSICOLOGICA para sucesos evolutivos que acontecen normativamente en sujetos mayores, tales como la jubilación, nido vacío, viudedad, muerte, etc.
Pero esta preparación no debe hacerse en la vejez, porque habremos llegado demasiado tarde.
Si partimos de la asunción de que la vejez va a estar determinada por las experiencias que un sujeto ha ido acumulando a lo largo de su vida, cualquier intervención en este sentido necesitará considerarlas condiciones presentes, pasadas y futuras, y los contextos en los que el proceso de envejecimiento ocurre.
Por lo tanto, en la línea de una orientación preventiva y optimizadora, se deberá intervenir antes a lo largo de la vida,
La edad adulta debido a su proximidad temporal con la vejez en la secuencia del desarrollo evolutivo, es quizá el PERIODO CLAVE DONDE LA INTERVENCION GERONTOLOGICA PUEDE SER MAS EFECTIVA.
Dicha intervención podría ir en la línea de: psicoterapia (individual o grupal); aprendizaje social; tratamientos institucionales; cambio de medio ambiente, etc.
Todo ello dirigido a optimizar las habilidades intelectuales, rasgos de personalidad, actitudes, interacciones sociales, cognición, lenguaje, etc.
Podemos hablar de la intervención psicológica en tercera edad, desde dos perspectivas: clínica y social Cada una de ellas supone abordar el tema de forma diferencial, aunque sus técnicas específicas, así como sus instrumentos de intervención (sus cauces), se superpondrán o se incluirán mutuamente de forma constante.
No se puede plantear de forma racional una planificación de recursos sociales, sin tener en cuenta las necesidades concretas psicológicas, de los usuarios.
De la misma manera, no sería efectivo plantear una intervención psicológica concreta. sin tener en cuenta el marco social y los recursos sociales al alcance del individuo.
La intervención psicológica, especialmente en centros geriátricos, se divide en dos áreas:
- Detección del/los trastorno/s.
- Reactivación a través de diversas técnicas.
Detección del trastorno
Se basa en la obtención de datos de la historia personal del anciano para la construcción de su historia de vida.
También se realizará una evaluación psicológica de cada paciente, mediante la aplicación de tests sencillos en busca de indicios de deterioro y, si lo hubiera, se buscaría si éste venía por parte de demencias (diferenciándolas), o por depresiones.
También se indagará sobre otras posibles patologías psíquicas.
Con todo ello obtendremos la historia de vida y el historial psíquico que, junto con el historial médico del paciente, podrá ser consultado por todo el personal que se dedique a la atención del anciano para un mejor conocimiento y trato de éste.
En síntesis, lo clasificaríamos en:
Para la obtención del diagnóstico, se debería estructurar de la siguiente forma:
Reactivación (Técnicas)
1. Técnicas Grupales
Este conjunto de técnicas, muy diferentes entre ellas, no intentan cubrir déficits específicos de los ancianos, sino más bien conseguir una mayor integración del anciano en su entorno residencial y fomentar sus propias posibilidades.
a) Psicomotricidad. Son un conjunto de técnicas que se enmarcan en la reeducación corporal, diciendo a los ancianos que van a seguir un programa de "gimnasio suave". Estas técnicas estarían basadas en la práctica del esquema corporal del anciano, para mejorarlo. Para ello haría falta contar con información previa del estado del individuo: su historia y su nivel de bienestar físico (real y subjetivo). Es adecuado en el contexto residencial, que las sesiones, con todo el conjunto de técnicas psicomotrices -llámese reeducación corporal, expresión corporal musicoterapia, kinésica, etc., atendiendo a los objetivos específicos que se tuvieran- sea aplicado en grupo, ya que aumenta la comunicación con los residentes y ayuda a la adaptación.
b) Grupos de Expresión: Se trataría de hacer grupos pequeños con personas de características homogéneas, para tratar temas de fondo, que están latentes, pero que no se suelen tocar, y temas que producen angustia en el anciano, tales como la muerte, la adaptación residencial, las relaciones familiares...
Estas técnicas son útiles siempre que el nivel de atención no esté muy alterado.
c) Animación, talleres: Esta tarea no es la propia del psicólogo, aunque se podrán coordinar talleres y actividades. Lo ideal sería que los talleres estuvieran llevados por algún terapeuta ocupacional, y la animación por animadores socioculturales.
d) Técnicas estimuladoras de los sentidos: Se intentará que el anciano se de cuenta, tanto del placer que había sentido anteriormente con ciertos estímulos, como de lo que le rodea en la actualidad, todo ello presentado en forma de juego, para aumentar la atención y la percepción.
2. Técnicas individuales
Estas técnicas están siempre adecuadas a la aparición de trastornos específicos.
a) Actuación en trastornos leves: Teniendo en cuenta que los trastornos importantes no son propios de este tipo de instituciones, se dará el apoyo necesario cuando aparezca el trastorno, tratando de contenerlo a nivel individual. Hay que tener en cuenta que la alteración más frecuente es la aparición de depresiones, normalmente como reacción a la propia institucionalización. También son comunes éstas al iniciarse un cuadro de demencia
b) Talleres de memoria: Están indicados en pacientes con demencia o con trastornos específicos de memoria, para detener el deterioro propio de este trastorno. Se basa en la ejecución de una serie de ejercicios que desarrollan aspectos pare es de memoria (atención y percepción, concentración, fijación, referencias espacio-temporales ... ), enseñando estrategias que pueden ser aplicadas en la vida diaria del paciente. También pueden realizarse en grupos muy reducidos (2-3 personas).
e) Técnicas de modificación de conducta: Estas técnicas están indicadas para facilitar el sentido de control del individuo sobre el entorno y la consecución de conductas-metoespecíficas. Incluyen desde la orientación en la realidad, hasta estrategias de contingencia, por medio de recompensas. Están indicadas en trastornos físicos, de alimentación, verbalización, cuidado personal, aumento de ejercicio, disminución de conductas problemáticas (como los gritos)... Una vez hecho el programa específico para cada anciano, éste podría ser efectuado por el personal auxiliar.
d) Técnicas psicomotrices. Si bien antes se aplicaban todo un conjunto de técnicas psicomotrices para mejorar el estado del anciano, a nivel individual se utilizarían solamente aquellas que suplieran déficits específicos de deterioro. Ello comporta una evaluación psicomotriz previa del individuo
3. Otras Técnicas
a) Análisis ambiental.- Se hace un estudio de la adecuación del entorno físico a las necesidades del anciano. Se promueve la facilitación ambiental: mediante relojes, colores, calendarios... Se estructurará el tiempo: los horarios y las actividades. Se estudian las barreras físicas existentes: iluminación, adecuación de muebles...
b) Sesiones de despedida: Cuando fallece alguno de los residentes, se organiza una sesión dedicada al recuerdo, donde se intenta elaborar el duelo de forma adecuada Estas sesiones pueden ser llevadas a cabo por el psicólogo, sacerdote, personal auxiliar Deberá estar presente todo el personal que tuviera relación con el fallecido, y no tendrá carácter religioso.
c) Análisis de conflictos: El psicólogo actúa como mediador entre los problemas que puedan tener los residentes con la institución, comprobando su veracidad y buscando la solución más adecuada. Todo ello puede hacerse de forma dinámica, mediante técnicas de resolución de problemas con los residentes, buzones de sugerencias..,
Para que fuera efectivo, los residentes deberían contar con alguna posibilidad de incidir sobre la organización de la propia residencia.
4. Formación del personal
Va especialmente dirigido a la formación de auxiliares de geriatría, de enfermería y, en general, a todo el personal que tiene un contacto directo con el anciano. Sus objetivos son:
5. Atención a los familiares
Tiene tres objetivos básicos:
En el caso de ancianos dementes, se promoverá la actividad del sujeto dentro de la familia y se harán ensayos de posibles crisis para identificar estrategias en momentos de conflicto. Hay otras estrategias útiles: sistematización de la vida del paciente, usar listas que estructuren las responsabilidades en el seno de la familia, patrones de ejercicio físico, clarificación de roles de trabajo para el paciente de forma que pueda ser integrado en la familia, etc.
Todo anciano debe recibir del medio social en que habita las condiciones mínimas que le permitan obtener un nivel digno y satisfactorio de calidad de vida.
Para ello, toda red de recursos sociales deberá garantizar la cobertura de los siguientes aspectos:
Salud
Sería fundamental extender modelos de intervención preventiva en atención primaria de forma que pudiera evitarse o ralentizarse el deterioro físico que suele llevar consigo la problemática de la vejez.
Los programas de educación sanitaria y para la salud adquirirían una importancia vital en este aspecto.
Estilo de Vida
Mantener y fomentar la calidad de vida de cualquier persona pasa, inevitablemente, por garantizar y potenciar su forma individual de vivir, en sus aspectos más relevantes.
Preservar una continuidad cultural, tradiciones, costumbres, actividades de ocio, relaciones sociales y familiares, así como todo el sistema de relaciones con el entorno propio de una persona concreta, es indispensable para que la vida de ésta siga teniendo contenido.
Aspectos Socio-Ambientales
El acondicionamiento adecuado, tanto de la vivienda, como del medio urbano en el que se desenvuelve el anciano, permitirá que no sea sólo el sujeto quien se adapte a una sociedad cada vez más cambiante, sino que también sea el medio social el que facilite la integración.
Indispensable resultará. por supuesto, garantizar la posibilidad de acceder a los recursos económicos necesarios para la supervivencia digna.
En la medida en que se cumplan los requisitos planteados, cualquier intervención psicoterapéutica contará con unas condiciones de éxito favorables. De otro modo, la intervención psicológica carecerá del apoyo del marco social.
Podemos concluir que la actuación psicológica en tercera edad asume las fases de:
En todas ellas se abarcan las siguientes áreas de actuación:
Siempre, desde los modelos básicos de prevención e intervención, y extensiva a los niveles individual, familiar, social, comunitario y profesional.
El anciano lleva consigo toda una gran cantidad de factores psicológicos y sociales asociados a lo largo de su evolución. El psicólogo ocupa así un papel muy importante en la racionalización de sus recursos para ocasionar un aprovechamiento óptimo de los mismos y producir así, no sólo una mayor cantidad de vida, sino una mejor calidad de vida de la persona senescente