EXPERIENCIAS
INTRODUCCION EXPERIENCIA DE TRABAJO: ESTUDIO DE NECESIDADES DE LOS BARRIOS DEL MUNICIPIO DE PARLA (MADRID)
- 1. Objetivos de la investigación
- 2. Batería de indicadores
- Metodología
- 4. Estandarización
- 5. Análisis
CONCLUSIONES
Desde el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Parla se desarrolló una investigación realizada por un equipo formado por alumnos en prácticas tanto de la Facultad de Psicología como de Sociología de la U.C.M., dirigidos por Francisco Jiménez Toronjo y la autora de este artículo. El objetivo era el conocer aquellos factores definitorios de los barrios en tanto que facilitadores u obstaculizadores de la socialización de la comunidad residente.
En este artículo partimos de una breve reflexión sobre el concepto y funciones del indicador social, para después exponer los distintos pasos del proceso de la investigación realizada. Como conclusión, se realiza una valoración sobre las ventajas e inconvenientes del uso de indicadores derivados de su aplicación.
Son muchas las definiciones que este término ha recibido desde que Bauer (1966) popularizó la expresión de "indicador social". La preocupación se centró en el rigor de la definición como en que ésta respondiese a las finalidades perseguidas por los autores.
Semánticamente el indicador es "un instrumento que sirve para dar indicaciones". Las indicaciones son observaciones o enunciados que nos permiten conocer alguna cosa o tratar sobre ella En nuestro ámbito, esa "cosa" es lo social.
Dieciocho son las definiciones que nos ofrece el libro de Carmona (1977) "Indicadores sociales hoy", y posteriormente nos propone como definición sintética la dada por Doris (Dossiers Regionaux et Indicateurs Sociaux de Quebec):
"Un indicador social es la medida estadística de un concepto o de una dimensión de un concepto o de una de aquella, basado en un análisis teórico previo e integrado en un sistema coherente de medidas semejantes que sirva para describir el estado de la sociedad y la eficacia de las políticas sociales".
Un indicador social es una medida estadística, en tanto que su expresión es cuantitativa, pero se distinguen ambos conceptos en que el primero está basado en un análisis previo y está integrado en un sistema, a diferencia de las medidas estadísticas. El análisis previo determinará los criterios e hipótesis de partida para la elección de los indicadores y posterior análisis integrado de todo el sistema constituido.
Un sistema completo de indicadores permitirá la descripción exhaustiva de la realidad social, es decir, contendrá los elementos de información necesarios para responder a las necesidades de conocimiento y acción.
En resumen, las funciones que esperamos que cumplan los indicadores sociales integrados en un sistema de evaluación es que sean:
Puesto que el objeto de este artículo es otro, remitimos a los lectores interesados en profundizar en este tema al libro de Casas (1989) por la exhaustividad del análisis que efectúa.
En clara relación con las funciones esperadas de los indicadores sociales, que sean instrumentos para la acción e instrumentos para el conocimiento, en los Servicios Sociales el sistema de indicadores ha sido utilizado para:
Es decir, nos darían información directamente relevante para las actividades de la organización en términos de eficacia y eficiencia. Al tiempo que son útiles para conocer el sistema social como un todo.
A continuación se presenta una experiencia de trabajo donde fue aplicado el sistema de indicadores en la realización de una evaluación de necesidades.
El objetivo que se perseguía en la investigación es conocer el conjunto de características del entorno y de sus habitantes que hacen que un barrio sea más susceptible de generar procesos de socialización y/o fracaso social en los individuos y grupos.
Esta información es utilizada con el fin de alcanzar los objetivos operacionales de:
Para la consecución de los objetivos del estudio, entendimos como necesario el recoger información tanto de las características del entorno objetivo como de las percepciones de los residentes en cuanto a la satisfacción que éstas les producían.
Los factores que fueron identificados en un inicio como posibilitadores o desencadenantes de procesos de socialización o fracaso social, y que constituyen las hipótesis de partida, son los siguientes:
- Condiciones sociodemográficas, variables de aparición frecuente por su incidencia demostrada en los comportamientos y expectativas de la población. En un inicio, nos acercamos a la realidad social compilando datos sobre las variables descriptoras de la estructura poblacional, a fin de conocer el peso de cada uno de los estratos de edad, los índices resultantes de dependencia (infanto-juvenil y de la tercera edad) y el tipo de unidades familiares.
Otras variables -el nivel educativo y la actividad económica- nos interesan como indicadores aproximativos de las posibilidades de desarrollo y condiciones de vida. El lugar de origen diferente al actual, tanto otra comunidad como país extranjero, fue recogido como dato de comparación en el análisis de las dificultades de integración o posible desarraigo.
- Factores ambientales: fueron recogidos datos sobre variables físicas descriptoras del entorno urbano y de las actividades y uso que de éste se hacía. Se destacaron como variables significativas la existencia de espacios que posibilitaran el esparcimiento, el juego y la relación social (zonas verdes, espacios interbloques, nodos o lugares de reunión .... ) como elementos altamente socializadores. Las características de limpieza, ruido, iluminación y pavimentado nos sirvieron como datos básicos en la evaluación del impacto ambiental.
- Existencia de recursos: se recogieron datos sobre las características y distribución de los recursos. Se tuvieron en cuenta los recursos institucionales, asociativos y privados y, de estos, su capacidad, adecuación y disponibilidad. Estos datos pudieron ser comparados con la percepción de los residentes según estas variables.
- Condiciones sociales percibidas, valorando la problemática social de incidencia más significativa y la percepción esperada de las distintas estructuras generadoras de apoyo social. En clara relación, se seleccionaron indicadores del nivel de identificación y satisfacción del barrio, como principales condicionantes de la integración e implicación de los vecinos y demás estructuras en la puesta en marcha de propuestas de acción.
Los distintos factores de incidencia, desarrollados en el punto anterior, dieron lugar a las dimensiones de estudio y sus correspondientes indicadores:
Características sociodemográficas, para una primera aproximación a la estructuración poblacional de cada barrio.
- Factores ambientales de estructuración urbana, donde se introdujeron todos aquellos elementos que pudieran constituir los rasgos descriptivos de diferenciación urbana.
Tipología urbanística
- Uso y apropiación del espacio urbano, es decir, grado de actividad desarrollado en la calle y calidad de la misma.
- Recursos existentes, diferenciando entre institucionales, asociativos y comerciales.
- Problemática social, tanto los problemas más sencillos como la causa de los mismos. distintas fuentes de información: el
• Problemática de carácter urbanístico-ambiental CAM. y anteriores investigaciones. (Para
• Falta de equipamientos y servicios.
- Redes y apoyo social, donde se diferenció el apoyo esperado de las instituciones, de las redes formales y asociativas, y de las relaciones informales y del vecindario.
- Identificación y satisfacción con el barrio por parte de los propios residentes.
Partimos de la concepción de que el indicador no tiene porque estar directamente relacionado con una técnica concreta, sino que la elección vendrá determinada por criterios de validez y fiabilidad.
Todas estas dimensiones de estudio fueron analizadas de forma diferencial para cada uno de los barrios, y las técnicas que posibilitaron la recogida de información fueron:
- Revisión documental: se utilizaron distintas fuentes de información: el padrón municipal, los anuarios de la CAM. y anteriores investigaciones. (Para la obtención de resultados en la dimensión de características demográficas.)
- Observación no sistemática: se formaron equipos de observación que recorrieron todas las calles de cada barrio. (Dimensiones, factores ambientales y recursos existentes.)
- Observación sistemática: se tomaron medidas de observación desde puntos definidos para cada barrio, en días laborables y festivos y en horario completo (9,00 -21,00) cada tres horas tanto de los usuarios del espacio como de la actividad desarrollada. (Dimensión, uso y apropiación del espacio.)
- Entrevistas a informantes-clave: se seleccionaron un total de trece informantes atendiendo a los siguientes criterios: inclusión de discursos institucional y asociativo, conocimiento específico territorial y reunión de los diferentes ámbitos de interés social. (Dimensiones de problemática social, redes y apoyo social, identificación y satisfacción y propuestas de futuro.)
- Grupos de discusión: se reunieron grupos representantes de cada barrio, atendiendo a variables de edad, sexo y actividad, con el objetivo de introducir el discurso vecinal en el análisis de las dimensiones del estudio. (Iguales dimensiones que en el caso anterior.)
Hasta aquí nos hemos referido al diseño de la investigación: determinación de objetivos de estudio, batería de indicadores seleccionada para cada una de las dimensiones y metodología de investigación utilizada Previo a la estandarización de los indicadores se desarrolló el estudio de campo.
Con la estandarización de los indicadores determinamos los valores de comparación con el resultado obtenido a fin de conocer el grado en que se encuentra presente el concepto o fenómeno en estudio. Es decir, a través de la estandarización definimos la escala -de intervalos u ordinal- de valores que constituyan la regla con la que medir, en el análisis evaluativo, donde se ubica el resultado obtenido con respecto a los valores esperados.
Cada uno de los resultados obtenidos se transformó en su correspondiente valor de la escala, lo cual nos permitía, por su carácter numérico, efectuar operaciones aritméticas a fin de relacionar los diferentes indicadores que evaluaban cada una de las dimensiones de estudio.
Ante los posibles criterios a utilizar en la determinación de estándares -comparación, cuando los indicadores utilizados son comunes a otros análisis evaluativos; diferencial, los estándares se obtienen por las diferencias halladas entre los distintos elementos objeto de la evaluación, previsiones del usuario de la evaluación, la persona o personas que vayan a utilizar el estudio evaluativo pueden definir los estándares según las expectativas del servicio; normativo, o definido por un experto-, el criterio de estandarización utilizado en todos los casos fue el diferencial.
Así, se asignó el valor máximo de la escala utilizada para cada indicador al barrio que obtuviese una puntuación más alta en ese aspecto y el valor mínimo de la escala al barrio que la obtuviese menor. Estos dos valores una vez determinados sirvieron como puntos de referencia para la asignación de valores de la escala del resto de puntuaciones intermedias.
Este criterio diferencial posibilitó la comparación entre los diferentes barrios objeto de estudio y fue posible su aplicación debido a que toda la información resultados obtenidos mantenían igual distribución.
Los datos obtenidos fueron objeto de análisis, según el proceso que se define a continuación:
En primer lugar, los datos obtenidos se transforman en valores del indicador, según la estandarización definida.
En segundo lugar, se obtienen resultados para cada barrio según cada una de las dimensiones definidas.
El índice resultante puede ser obtenido por:
Sumatorio simple, donde todos los indicadores correspondientes a un mismo objetivo tiene igual peso.
Sumatorio ponderado, cuando a uno o a varios indicadores correspondientes a un mismo objetivo se les asigna diferentes pesos, ponderando sus valores.
El tercer paso es similar al segundo y trata sobre el análisis sintetizador de las diferentes dimensiones objeto de estudio.
Las operaciones sumatorias son iguales a las descritas para el punto anterior.
Una vez obtenidos los valores de los indicadores propios de cada uno de los factores o dimensiones de estudio, se les asignó a cada uno de ellos los pesos o el valor de ponderación para el primer análisis sintetizador del factor. Es decir, en cada una de las dimensiones se ponderaron los indicadores según las hipótesis de partida manejadas, que respondieron al criterio del responsable del servicio usuario de la evaluación (Ver Tabla l y Tabla 2).
Avanzado este primer paso en el análisis, donde se obtuvieron por sumatorio ponderado los valores de cada barrio para cada una de las dimensiones --expresados en tantos por ciento-, se realizó el análisis sintetizador de todos los factores, valiéndonos igualmente del sumatorio ponderado según criterios de valoración.
De esta forma obtuvimos resultados tanto de los factores condicionantes de la problemática existente en cada uno de los barrios del municipio como de los factores que de forma común incidían en todos ellos.
Toda esta información fue analizada según criterios de incidencia del problema y de factibilidad de las alternativas de intervención para dar lugar a la planificación de proyectos tanto de carácter territorial como de carácter integral.
Según queda reflejado no se ha pretendido a lo largo de la exposición de esta experiencia tanto evaluar la adecuación de la investigación como ejemplificar la mecánica del procedimiento de elaboración de un sistema de indicadores de utilidad para la evaluación de necesidades.
En esta misma línea, se quieren destacar cuáles han sido las ventajas e inconvenientes que se han valorado a lo largo de la puesta en marcha del proceso. Empezaré con los aspectos más positivos:
- Podemos concluir que el uso de indicadores nos ha permitido simplificar la complejidad social a la que nos enfrentábamos, por el análisis integrador que aúna los diferentes aspectos estudiados de forma independiente.
- La diversidad en los usos de los indicadores en el ámbito de los Servicios Sociales aconseja el esfuerzo, de todos los interesados en este campo, tendente a perfilar el proceso de construcción del sistema de indicadores.
- La posibilidad de aunar indicadores descriptores de la realidad social y aquellos que recogen las percepciones y valoraciones de la población, nos facilita el estudio comparativo que nos lleve a determinar qué tipo de relaciones se establecen entre ambas dimensiones. Algunos ejemplos sobre las relaciones halladas en nuestra investigación: los factores ambientales deficitarios inciden significativamente en la percepción negativa del barrio y en la ausencia de identificación con el mismo; en las zonas urbanas cuya edificación es por bloques las relaciones de apoyo vecinal se dan en menor medida; la existencia de recursos asociativos coincide con niveles de identificación y satisfacción mayores; etcétera.
- Es destacable la flexibilidad en la utilización de técnicas para la obtención de información sobre los distintos indicadores. No es tan importante determinar por que vía conoceremos como el clarificar qué es lo que queremos conocer.
- La estandarización aporta una de las grandes ventajas ligadas al uso de los indicadores. Uno de los problemas con los que nos encontramos al evaluar es que carecíamos de puntos de referencia que nos hablaran del grado de logro. El análisis evaluativo nos lleva a conocer la existencia de un fenómeno o hecho, pero también nos debe responder a la pregunta: ¿en qué medida está presente?
- La expresión cuantitativa de los valores del indicador nos permite efectuar operaciones aritméticas que posibilitan la comparación e integración de datos.
Por otra parte, también son destacables los aspectos negativos encontrados:
- El proceso de construcción del sistema de indicadores es costoso y lento, especialmente en la fase de análisis.
- La dificultad que supone la no disponibilidad de algunos indicadores determina, en algunos casos, la selección de los mismos. Esto es debido al no tener acceso a las fuentes de información o simplemente al no haber existido una voluntad para que fuesen recogidos sistemáticamente.
- Aún habiendo resaltado los beneficios que supone la estandarización, existen dificultades mayores de realizar esta tarea cuando se trata de información puramente cualitativa. En nuestro caso, podríamos solventar este problema con la utilización posterior de la encuesta comunitaria, procedimiento distributivo de los acontecimientos conocidos mediante las técnicas cualitativas.