DE INTERES PROFESIONAL
Estas actividades fueron desarrolladas por los servicios sociales de los municipios de Burlada, Estella, Noain, Tafalla y por la Mancomunidad de Servicios Sociales de Ansoain, Berrioplano y Berriozar durante el año 1993
Los Servicios Sociales de Base están considerados como un recurso general y primario dentro de la red de servicios de intervención en drogodependencias en las áreas de prevención, apoyo al tratamiento y reinserción, con el objetivo de elaborar un diagnóstico periódico de la situación local de las drogodependencias.
Las funciones que realizan estos equipos son:
Según los datos recogidos, durante 1993 participaron en estas poblaciones 792 personas en actividades preventivas.
Los programas de prevención están encaminados a actuar sobre algún aspecto relacionado con la educación y promoción de la salud mediante intervenciones estructuradas y planificadas.
Los objetivos fijados fueron:
Se realizaron actividades como sesiones informativas (tras sondeos previos de interés), debate en grupos sobre textos seleccionados y anuncios publicitarios, dinámicas de grupo, visualización de vídeos y exposición de una guía de recursos de tiempo libre.
Se ejecutaron actividades de asesoramiento y coordinación con las corporaciones locales y policía municipal con el fin de fomentar y desarrollar actuaciones dirigidas al control de sustancias.
Además, participaron 696 personas en los programas dirigidos a poblaciones riesgo, tales como jóvenes con fracaso escolar, abandono de estudios y familias con problemas graves entre otras, tratando de detectar estos cuadros problemáticos para potenciar la normalización y corregir los desajustes, a través de entrevistas personales y familiares, encuentros con los equipos docentes y profesionales sanitarios...
En los programas de promoción de la salud dirigidos a la comunidad en general participaron más de 320 personas.
En el ámbito escolar, la participación alcanzó a 541 personas. Se trataba de dotar a los escolares y a los padres de estrategias y recursos de habilidades sociales para la vida cotidiana, así como de fomentar la autoestima, mantener unas relaciones positivas con el entorno, conocer las técnicas de resolución de conflictos y estimular el proceso de maduración mediante el autoconocimiento: a través de cursos y sesiones de trabajo, se crearon escuelas de padres y se hicieron connivencias en grupo.
Los programas incluidos tuvieron como finalidad el fomento de las condiciones de una vida saludable que hiciera posible el desarrollo pleno de las capacidades individuales y sociales de las personas y que eliminara los factores que predisponen al uso o abuso de las drogas.
También se realizaron cursos para monitores de T. L. y de animación sociocultural, actividades destinadas a la promoción de adultos, búsqueda del primer empleo y todo tipo de información juvenil. La participación rondó las 1.076 personas.
El objetivo general en este apartado era proporcionar diversos apoyos a drogodependientes para su tratamiento.
Durante 1993 se detectaron 73 casos; del total de casos, 56 eran casos nuevos y el resto conocidos; 10 personas tenían problemas con el alcohol y los 63 restantes con otras drogas, heroína fundamentalmente.
Se atendieron 92 casos de personas con una demanda de asistencia urgente y puntual de tipo socio-sanitario. Se clasificaron y evaluaron las demandas y se facilitaron informaciones sobre los recursos asistenciales y sanitarios existentes.
Como resultado de las actuaciones llevadas a cabo en la detección y acogida, se derivaron 60 casos a otros recursos más especializados.
Se actuaron con 97 familias de drogodependientes con el fin de incidir en la necesidad del tratamiento y de contribuir a la modificación de actitudes en la familia que repercutía en la propia convivencia.
Se realizaron 66 seguimientos de sujetos en tratamiento en coordinación con los dispositivos especializados.
Se perseguía tratar de hacer posible que los sujetos que hubieran superado la adicción contaran con recursos suficientes para su incorporación a la comunidad.
En torno a 253 personas recuperadas participaron en actividades colectivas e individuales de reinserción social. De ellas, 164 lo hicieron a través de cursos de formación profesional y graduado escolar, de empleo social protegido y apoyos para la búsqueda de empleo. Las restantes, 89 personas, participaron en el desarrollo de estrategias individualizadas para la reinserción.
En otro orden de actuaciones, se ha potenciado la coordinación con colectivos sociales y otras instituciones; la participación en cursos, jornadas y seminarios de formación continuada y el inicio de un estudio-diagnóstico de situación de drogodependencias en los municipios mencionados.
Los SSB que han desarrollado estos programas municipales están formados por 11 profesionales (psicólogos, trabajadores sociales y educadores especializados).
Desde hace más de cinco años reciben subvenciones, y fruto de la coordinación con la Subdirección de Salud Mental se han fijado las funciones a desarrollar en drogodependencias así como la recogida de datos sobre las actividades.
El plan foral de drogodependencias prevé ampliar esta coordinación al resto de municipios navarros que mantienen algún tipo de actividad frente al fenómeno de las drogas por medio de sus respectivos servicios municipales.
El gasto efectuado por los cinco programas municipales supuso un coste de 41,5 millones de pesetas. La aportación total de los ayuntamientos ascendió a 20,1 millones y las subvenciones del Gobierno de Navarra sumaron 21,4 millones de pesetas.
CARLOS GURRUTXAGA