DOSSIER

Servicios sociales en el medio rural
Social services in rural environment

 

Juan Mª PRIETO LOBATO

Pablo de la ROSA GIMENO

Natividad de la RED VEGA

José Daniel RUEDA ESTRADA


RESUMEN

PALABRAS CLAVE

ABSTRACT

KEY WORDS

INTRODUCCION

ANALISIS DE UNA EXPERIENCIA RURAL

MIRANDO AL HORIZONTE

BIBLIOGRAFIA


RESUMEN

La intervención multidimensional como exigencia de respuesta a las necesidades socia les es una condición que se hace más evidente cuando nos situamos en las zonas rurales, dada la mayor interdependencia de problemas y recursos. Los estilos de intervención acordes con estas exigencias, plantean nuevos enfoques en el estudio de los contextos, en la organización de los recursos y en la coordinación de las respuestas en un nivel de atención básico. Y primario, referido a protección social, incluyendo la economía social. Ello exige una mayor atención a las modalidades organizativas centradas en la "lógica" de la problemática, con clara referencia a la gestión y coordinación de lo local.

PALABRAS CLAVE

Descentralización. Recursos. Integral. Multidimensional. Organización. Coordinación, Local.

ABSTRACT

Multidimensional intervention, as a demand for replying to social needs, is a condition that becomes more evident when we look at rural areas, because of a greater interdependency between problems and resources. Intervention styles in accordance with these requirements turn out new views in the study of contexts, resource organization and coordination of answers in a basic and primary attention level related to social protection, and including social economy. It requires more attention to organizational methods centered in the "logic" of the problem, with an obvious reference to local management and coordination.

KEY WORDS

Decentralization. Resources. Integral. Multidimensional. Organization. Coordination. Local.


INTRODUCCION

La aproximación a los servicios sociales en el ámbito rural nos exigen, en primer lugar, tener presentes dos referencias amplias: una definida por las características del contexto, con particular énfasis en lo local y otra definida por la dimensión de los procesos de exclusión social y por las peculiaridades de una intervención orientada a la integración.

Desde esas referencias generales un primer nivel de concreción nos viene dado por el marco normativo competencial de los servicios sociales: salud, educación, cultura, servicios sociales específicos... Su incidencia, con frecuencia paralela en situaciones cuya problemática viene definida por la integración de variables, exigirá para una intervención eficaz detectar en qué aspectos se hace necesaria una coordinación desde la especificidad de cada servicio.

Desde las posibilidades competenciales actuales, la organización deseable para una intervención más coordinada en municipios y comarcas rurales, parece plantear una necesaria alternativa a la organización vigente. Alternativa que hará necesaria una voluntad político-administrativa y técnico-profesional de la que no habrán de estar ajenos los colectivos y ciudadanos de los contextos rurales.

Desde estas referencias, situamos nuestras reflexiones, nacidas en buena parte del proyecto en el que venimos participando sobre la inserción sociolaboral en ayuntamientos menores de 20.000 habitantes que se desarrolla en el marco del convenio entre la Universidad de Valladolid con la Junta de Castilla y León y cofinanciado por ésta Institución, el Ministerio de Asuntos Sociales y el Fondo Social Europeo, y que se ubica en tres localidades pertenecientes a las provincias de León, Palencia y Valladolid.

 

ANALISIS DE UNA EXPERIENCIA RURAL

De donde partimos

La realidad de la que parte nuestro proyecto experimental contempla las siguientes variables o premisas:

- Las zonas rurales están inmersas en una crisis de identidad que se manifiesta en los siguientes indicadores:

Asentamientos demográficos de reducidas dimensiones (gran parte de los pueblos son menores de 200 habitantes).

Como consecuencia de estos cambios estructurales, muchos municipios pequeños han visto desaparecer servicios permanentes que han tenido en otras épocas: escuelas, consultorios médicos, secretarios de Ayuntamiento, párrocos...

Frente a estas pérdidas han tenido que adaptarse a otros estilos de prestación de servicios que introducen cambios significativos en aras de una mejor organización, equipamiento y racionalización de servicios: centros de salud, concentraciones escolares, centros de servicios sociales... que generalmente están ubicados en los municipios cabecera de comarca o núcleos más importantes. La decadencia de unos pueblos ha supuesto el crecimiento o la capitalización de los pueblos estratégicamente mejor situados.

No siempre el impacto de estos cambios ha supuesto una mejor atención y prestación, percibiendo una desasistencia y abandono con el consentimiento de la administración. Los asuntos que antes podían resolverse en los propios pueblos ahora han de resolverse en otros municipios o en la ciudad, medios no siempre dominados por esta población y sin que se haya hecho mucho por paliar los inconvenientes de estos cambios a través de programas o actuaciones específicas. La desinformación ha sido patente en estos contextos.

Con qué contamos

En el ámbito de los servicios de protección social, hay que mencionar la existencia de marcos normativos que vienen dando cobertura a los derechos sociales reconocidos en nuestra Constitución y en los estados democráticos de derecho.

Frente a este panorama, frente a esta realidad, nos encontramos con una administración local que no siempre sabe qué papel debe jugar o qué papel tiene en la coordinación de estos servicios que se prestan en el municipio

El ayuntamiento forma parte de los órganos de participación de los consejos de salud, de los consejos escolares, de los consejos sociales, sin que tenga un papel que le permita intervenir en la política sanitaria, educativa o social.

Muy frecuentemente el ayuntamiento es una administración más del contexto en la que otras administraciones públicas intervienen desde sus propias competencias y legitimidad, sin que el ayuntamiento tenga ninguna competencia ni capacidad de actuación.

Es cierto que existen dificultades hoy por hoy objetivas para que las corporaciones locales puedan asumir un papel de coordinación, de gestión real:

No obstante, con ser esto una exigencia y una demanda, se constata que sólo se puede llegar a facilitar una mejor organización en la medida en que cada servicio haya desarrollado e impulsado todas aquellas posibilidades que su propio servicio específico te permiten.

Querer experimentar nuevas modalidades de organización y coordinación cuando el funcionamiento de las posibilidades de cada servicio aún no han consolidado su propia naturaleza y esencia, puede suponer introducir un nuevo caos y desorganización, que dificulte la prestación y atención de las necesidades de la población.

Diagnóstico de la realidad estudiada

Problemática de naturaleza social

En el ámbito comunitario existen diferentes grupos formales e informales que aglutinan, bajo consignas e intereses comunes, los esfuerzos de diferentes colectivos o personas. Estos grupos son recursos y agentes que nacen y se desarrollan desde el propio esfuerzo de la participación social. En la medida en que se realizan desde la solidaridad de los diferentes colectivos, y desde ellos y con ellos se produce el proceso de fomento de su capacitación y sus derechos, en esa medida, estas organizaciones se constituyen como una dimensión de la garantía de los derechos y de la defensa de algunos valores sociales.

Merced a su naturaleza especial, su sistema organizativo, su conformación en organizaciones compuestas por miembros voluntarios y a las tareas que desarrollan, preservan y promueven los valores de una participación e iniciativas activas, del pluralismo y de la solidaridad y ponen en juego sus recursos y potencialidades en la reivindicación de la protección de las minorías y del respeto por los miembros menos favorecidos de la sociedad

En este tejido asociativo se constata que:

Alternativas a la situación definida

a. Participación social

Caracterización actual

Aspectos a abordar

Posible itinerario

b. area de salud

Caracterización actual

Aspectos a abordar

Posible itinerario

e. Area educativa

Caracterización actual

Aspectos a abordar

Posible itinerario

d. Area económica

Caracterización actual

Aspectos a abordar

Posible itinerario

e. Area de empleo

Caracterización actual

Aspectos a abordar

Posible itinerario

f. Area de servicios sociales

Caracterización actual

Aspectos a abordar

Posible itinerario

 

MIRANDO AL HORIZONTE

Pocas facetas de interés para las administraciones públicas presentan un panorama competencial tan complicado y ambiguo como el que afecta a los servicios de protección social. En mayor o menor medida, todas las administraciones públicas se reservan algún espacio, siempre compartido en materia de bienestar social. Todas, sin excepción, tienen algo que ver con la educación, el empleo, la promoción cultural, la vivienda, el deporte, el ocio, la salud... lo que unido a la importancia que en la imagen social de cada administración y su gobierno tiene la implicación en estos temas, nos lleva a contemplar un panorama caracterizado por la diversidad, cuando no conflicto, de competencias, políticas, programas, acciones, servicios... que se dan cita en un mismo territorio y, en principio, con un mismo propósito base: ayudar a incrementar la calidad de vida de los ciudadanos.

Ante esta situación cabe la posibilidad de racionalizar recursos e iniciativas a través de una gestión coordinada que aglutine los esfuerzos que se llevan a cabo en el ámbito local, lo que implica un mayor protagonismo de la gestión municipal.

Con respecto a los mecanismos de participación en las diversas organizaciones comprometidas en las tareas de bienestar social, constatamos un denominador común: su escasa relevancia, tal como se pone de manifiesto en el análisis de la eficacia del funcionamiento de órganos como el Consejo Escolar, Consejo de Salud o Consejo Social.

En lo tocante a otro de los elementos claves en la organización de los servicios directamente relacionados con el bienestar social o la protección social como es el tema de la financiación, asistimos a un panorama poco alentador. La proliferación de partidas presupuestarias no consolidadas en forma de transferencias, convenios anuales, subvenciones... afecta muy negativamente a la necesaria seguridad y previsión en la planificación de los programas sociales, llegando en ocasiones a la absurda situación de considerar prioritario la obtención de recursos para programas sociales y secundario la determinación de los programas y acciones más necesarias.

Otro aspecto destacado en la organización de los servicios de bienestar es la aparición de nuevos retos y tendencias fruto de la evolución de la sociedad, de sus valores y de la crítica a los sistemas tradicionales de protección. La necesaria consideración de la iniciativa social, la vinculación de las condiciones de bienestar al medio socioeconómico y la emergencia de necesidades sociales posmateriales son tres expresiones que nos apuntan la dirección del cambio al que han de responder los criterios organizativos de este tipo de servicios.

Descentralización-autonomía local

Ya nos hemos referido a la conveniencia de dotar a la administración local de los instrumentos necesarios que permitan llevar a cabo adecuadamente el importante papel que le hemos atribuido en la tarea de dotar de mayor eficacia, racionalidad y eficiencia a la protección social.

Este tema nos lleva indefectiblemente al polémico asunto de la descentralización de la acción pública. Este es un tema en el que aparecen argumentos aparentemente contrapuestos con los que hay que contar e intentar conciliar. Por un lado está el fenómeno conocido como la mundialización de la vida social, con sus patentes manifestaciones en la universalización de la economía, la cultura, la política, la información, los sistemas de defensa... y por otro, la tendencia, a procurar medios más efectivos de participación, control, autonomía e implicación de las colectividades en su propio gobierno, lo que implica necesariamente un mayor protagonismo de lo local en la medida que es el nivel más facilita la culminación de esas aspiraciones.

La autonomía local encuentra uno de los apoyos más importantes en el principio de subsidiariedad, según el cual toda responsabilidad-competencia que pueda ser asumida por la organización municipal no debe serlo por otra de ámbito superior. Por otro lado, sus límites vienen dados por cuatro aspectos condicionantes de la aplicación de dicha autonomía:

Límites todos ellos muy relacionados con una variable: la demográfica. El tamaño de los municipios ha venido siendo uno de los principales indicadores para determinar la capacidad de autonomía de los municipios, lo que ha provocado no siempre justificadas limitaciones en la capacidad de decisión de los municipios pequeños.

Como se apuntaba al inicio de este artículo, el trabajo desarrollado por el equipo de investigación e intervención se ha centrado en municipios rurales pequeños, interesándonos por su capacidad de gestión. Cuando hablamos de municipios pequeños en el contexto de Castilla y León, nos estamos refiriendo a localidades con un volumen de población que oscila entre los cinco y diez mil habitantes que se constituyen en centro de una comarca constituida por numerosos pueblos que, en su conjunto, no superan el número de habitantes localizados en la cabecera de comarca.

Evidentemente, la capacidad de gestión de estos municipios es muy limitada atendiendo a las fórmulas habituales de administración municipal, pero la búsqueda de otros medios organizativos puede reportarnos el incremento de la capacidad de implicación de los municipios pequeños en asuntos de su directa incumbencia, como resulta ser los sistemas de atención-protección social que se dan cita en su territorio

Qué se necesita cambiar

Cambios deseables que pueden contribuir a la implantación de un modelo organizativo

La acción coordinada para una intervención integral

Sólo desde los servicios sociales no se podrán superar los condicionamientos que en las zonas rurales impiden el desarrollo, pero sí será necesario que en su intervención se respeten y potencien los criterios y principios que para tales realidades se hacen necesarios considerar en los procesos de intervención.

Cuando se quieren abordar los problemas que se generan en un contexto físico es preciso tener en cuenta que toda actuación que pretenda acabar con la exclusión social que padecen determinados colectivos en estas zonas no puede abordarse desde un sólo frente, sino que tiene que incidir de manera global e integral en todas y cada una de las partes que integran el fenómeno y proceso de marginación: empleo, educación, formación laboral...

En definitiva, la organización e intervención desde los servicios sociales, para que tengan repercusión positiva en el bienestar social rural, han de considerar que:

En este punto, la acción técnica ha de ser considerada como una fuerza sumativa y exponencial en la dinamización de procesos cuyo germen y raíz nace en el interior de la comunidad tal y como se encuentra organizada con sus posibilidades y recursos.

Como orientaciones que permitan la superación de las limitaciones aludidas con respecto a las políticas de lucha contra la exclusión hoy dominantes, proponemos la que podemos denominar como acción integral, orientada desde los siguientes principios:

Valladolid Enero 1996

BIBLIOGRAFIA