ESPACIO ABIERTO
RESUMEN CARACTERIZACION DE LA INVESTIGACION CUALITATIVA (IC)
LA COMUNICACION DEL CONOCIMIENTO
FINALIDAD DE LA COMUNICACION DEL CONOCIMIENTO
PASOS Y EJEMPLO DE IA COMUNICACION DEL CONOCIMIENTO EN LA COMUNIDAD
CONCLUSIONES
Se propone que la investigación cualitativa [IC] es una empresa en la que los investigadores aportan sus conocimientos científicos y la comunidad sus conocimientos sobre el grupo y sobre el fenómeno estudiado; y que la comunicación es una alternativa que asume el carácter activo de ambas partes en la producción del conocimiento y en su organización para su transmisión. Se describen algunos rasgos de la investigación cualitativa para explicar el modo cómo se da en ella esta asunción. Se explica que el acto comunicacional requiere de un plan en cuya formulación intervengan la comunidad y el investigador. Se ilustra el marco con un ejemplo de una experiencia comunitaria concreta Se concluye que la comunicación en la comunidad del conocimiento producido mediante la IC, tiene una dimensión ética y otra político, y que los pasos descritos son aplicables a cualquier comunidad, dependiendo de su tamaño y de su historia de participación.
Investigación Cualitativa. Comunidad. Comunicación.
It is suggested that qualitative research is an enterprise in which researchers provide their scientific knowledge and the community knowledge about the group and the phenomenon under study. It is also proposed that communication is an alternative which assumes the active nature of both sides in knowledge production and its organization for transmission. Some features of qualitative research are described to show the way in which such assumption takes Place. It Ls explained that the communicational act requires formulating a plan in which both, community and researcher intervene. This framework is illustrated with an example of a concrete community experience. It is concluded that communication of knowledge derived from qualitative research in the community, is comprised of ethical and political dimensions and that the described steps are applicable to any community, depending on its size and participatory history.
Qualitative research. Community. Communication.
Hay dos términos muy empleados para referirse a la difusión del conocimiento científico entre los miembros de una comunidad, que son el de diseminación y el de devolución de conocimientos. El primero asume al investigador como su único productor y en consecuencia como quien tiene el poder de decir qué, cómo y a quiénes se disemina la información; el segundo, la devolución, hace referencia al acto de regresar a su dueño, en este caso la comunidad, el conocimiento que le pertenece.
Ambas expresiones son inapropiadas para referirse a la difusión del conocimiento en la concepción de la investigación cualitativa, por cuanto denotan a un usuario pasivo, limitado a la recepción de resultados en cuya generación no intervino, caso de la diseminación, o a un espectador de las decisiones que el investigador adoptará para la transferencia de la información, caso de la devolución. Suponen, además, que el producto de la investigación es patrimonio sólo de uno de los actores que interviene en el proceso investigativo, el investigador o la comunidad. La investigación cualitativa, por el contrario, es una empresa de dos partes en la que los participantes externos, los investigadores, aportan recursos importantes al proceso de investigación, como lo son sus destrezas y conocimientos científicos, y los participantes internos, la comunidad, aportan su conocimiento sobre el grupo y su experiencia en el fenómeno que se estudia.
Creemos que el término comunicación, tomado en el sentido de doble relación entre los agentes, supera las dificultades mencionadas porque asume el carácter activo de ambas partes en la producción del conocimiento y en su organización para su transmisión.
La segunda cuestión que deseamos enfatizar es que el ámbito social en el que situamos la comunicación del conocimiento es la comunidad, entendida como cohesión social (Heller, 1989), o «como conjunto de relaciones sociales que se encuentran vinculadas por el sentido de comunidad» (Chavis y Newbrough 1986, p.335), y no como localización geográfica. Significa, entonces, que no pretendemos generalizar los argumentos a exponer a otras escalas de lo social, respecto de las cuales la transferencia del conocimiento es un tema que requeriría otro tipo de análisis
Describiremos ahora ciertos rasgos de la investigación cualitativa que nos ayudarán a explicar el modo cómo se da en ella, o en todo caso debería ser, la comunicación del conocimiento a la comunidad.
De acuerdo con Denzin y Lincoln (1994) la definición de IC depende del período histórico al que nos refiramos, debido a que su significado ha variado a lo largo de las diversas etapas que marcan su evolución, sin embargo, y ubicándonos en el momento actual de la IC, se puede señalar que la IC es un tipo de investigación que privilegia el enfoque multimétodo, es decir, el uso de métodos cualitativos diversos, que concibe el estudio de los fenómenos en sus entornos, por aceptar la especificidad que el contexto les asigna, y que adopta un enfoque interpretativo porque se interesa en los significados que las personas le atribuyen a los fenómenos. La IC admite, entonces, el punto de vista de que la realidad es socialmente construida, con lo cual acepta la presencia de los valores en la investigación y de una relación de coparticipación entre investigadores y sujetos en el proceso de gestión del conocimiento. Quiere decir que la comunidad o grupo contexto del estudio, entra en la investigación aportando su experiencia sobre el fenómeno que se investiga e información sobre sus características y dinámica como conjunto humano, lo que le asegura un papel de asociado activo en la planificación de la investigación, en la recolección de los datos y en su interpretación.
Las posición de la IC consistente en que el significado del fenómeno está condicionado por el contexto en el que ocurre, que al existir múltiples construcciones de la realidad, la del investigador, que es muy importante, es una entre ellas, que las interpretaciones en el estudio dependen de la interacción que investigador y comunidad establezcan, la hacen incompatible con un tipo de diseño de investigación estructurado previamente sobre la base de lo que el investigador supone que es la realidad. La IC demanda más bien un diseño que se vaya conformando a medida que la investigación proceda y los participantes, investigador y sujetos, o comunidad en nuestro caso, aprendan sobre la realidad en estudio. Es lo que se ha acordado en llamar un diseño emergente (Lincoln y Guba, 1985).
El hecho de que el tema o foco de investigación se enraiza desde un comienzo en la comunidad, en acuerdo con ella, por tanto tiene que ver con necesidades o problemas de ésta, le da a la IC relevancia en lo social por su valor práctico para el abordaje de tales problemas y en lo teórico, porque la teoría que se elabora tiene un alto grado de credibilidad al desarrollarse en estrecha relación con la recolección de los datos y estar en concordancia con el diseño que emerge. Esto, a su vez, resuelve en la IC la vieja diferenciación entre investigación básica y aplicada por cuanto ambas no se separan en momentos distintos, sucesivos, como tradicionalmente se ha afirmado, sino que forman un proceso único de investigación-acción-investigación, coincidiendo así con los requerimientos de la investigación-acción en la modalidad propuesta por Fals Borda (1978).
La noción de conocimiento que subyace a la IC por supuesto, no se ubica en la concepción de éste como representación de la realidad, sino en la de conjunto de proposiciones compartidas que resultan de los procesos de intercambio social (Gergen 1988).
Finalmente, cuando nos referimos al papel de la comunidad como cogestor en la IC, no estamos pensando únicamente en su participación en la planificación y ejecución de la investigación, sino también en el diseño y puesta en práctica de los procedimientos que se emplearán para la comunicación del conocimiento, lo que exige que esta etapa sea considerada una parte importante del diseño de la investigación.
De la contextualización hecha para la IC se deriva que la comunicación del conocimiento debe tomar en cuenta los valores, códigos lingüísticos y maneras de expresarse la comunidad, de modo que los procedimientos comunicativos que se adopten sean consonantes con las habilidades y tradiciones comunicacionales del grupo (Fals Borda, 1986). Por ejemplo, es conocido que en las comunidades pobres de América Latina la narración oral constituye un medio eficiente de transmisión de información, entre otras razones porque no todos sus miembros han tenido la oportunidad de acceder a programas de alfabetización.
Con relación a esto es orientadora la proposición de Fals Borda (1986) de considerar diferentes grupos de comunicación, en función de los modos de expresión de los distintos sectores que componen la comunidad . De este forma se tendría un primer grupo en que la comunicación, conteniendo los resultados generales de la investigación, se organiza fundamentalmente con base en imágenes y símbolos y se dirige a toda la comunidad, un segundo grupo en que los mismos contenidos se expresan en forma visual y escrita, un tercer grupo, constituido por dirigentes comunitarios, en que la información se organiza a los fines de su entrenamiento en la gestión de las cuestiones claves de la comunidad y un cuarto grupo en que el conocimiento a comunicar contiene conceptualizaciones analíticas tales que se destina para el uso de investigadores y para el entrenamiento de dirigentes de mayor experiencia. De acuerdo con esta clasificación, la comunicación puede entonces realizarse a través de la música, por ejemplo canciones, narración oral de cuentos, obras de teatro, carteles, historietas ilustradas, manuales de entrenamiento para usarse en talleres o informes técnicos.
Otro aspecto a tomar en cuenta en la organización de la comunicación del conocimiento es la decisión de quiénes actuarán como comunicadores. De parte del investigador es claro que tal responsabilidad no debe delegarse en algún intermediario, ya que como señalan Chavis, Stucky y Wandersman (1983), es el investigador quien conociendo las debilidades de la investigación está en mejor capacidad para alertar al grupo sobre algunos riesgos de las conclusiones obtenidas y para percatarse de los alcances que los hallazgos obtenidos puedan tener para el desarrollo teórico. Respecto a la comunidad, la decisión de quiénes actuarán como comunicadores, variará de acuerdo al tamaño y composición de la misma. Así, en algunos casos la comunicación puede ser responsabilidad de sus dirigentes y en otros, de grupos de base que son entrenados para tal efecto.
De las consideraciones anteriores se desprende que el acto comunicacional requiere de un plan en cuya formulación intervengan la comunidad y el investigador. Dicho plan de acuerdo a Chavis, Stucky y Wandersman (1983) debe contemplar: a) los objetivos prioritarios que se quieren alcanzar con la comunicación (ej. comunicación de los resultados principales del estudio, información sobre los recursos internos del grupo y sobre los existentes fuera de él), b) elección del o de los formatos de comunicación (ej. taller, periódico), e) entrenamiento de los responsables de la transmisión de la información, d) formulación de un plan mediante el cual la comunidad pondrá en práctica las recomendaciones que se acuerden.
Una de las finalidades de la comunicación del conocimiento que se pueden identificar, es la transferencia a la comunidad de herramientas que le permitan abordar sus problemas, por ejemplo técnicas de dinámica de grupos, o de conocimientos sobre los procesos psicosociales que se dan en ella, por ejemplo la toma de decisiones, los conflictos, el liderazgo, la participación. Este propósito podemos denominarlo reivindicativo. Otra, más abarcante y transformadora, consiste en ubicar la comunicación en el contexto de las necesidades de cambio social que las comunidades deben promover para mejorar su calidad de vida, cambio que en la IC se inicia con el comienzo mismo del proceso investigativo al catalizarse transformaciones en la conciencia de los participantes.
Pero es necesario precisar qué estarnos entendiendo por cambio social El cambio social de acuerdo a Serrano-García, López y Rivera Medina (1987) puede conceptualizarse de dos maneras, como cambio en función o como cambio en forma. En el primero el cambio opera en características de la estructura o de su funcionamiento que no alteran ni los valores ni los mecanismos de control de la organización social. En el segundo, el cambio conlleva transformaciones de los valores, supuestos, metas y estructura misma de la comunidad u otra clase de organizaciones, para que respondan a los nuevos valores establecidos en el grupo. Es en esta segunda noción de cambio que ubicamos la finalidad de la comunicación del conocimiento en la IC.
El cambio en forma requiere naturalmente una transformación interna en las personas o de concienciación, como diría Freire (1974), que se expresa en el reconocimiento de su responsabilidad y la de su entorno sobre los problemas que enfrentan y en la valorización del papel de la comunidad para emprender el cambio. Montero (1994) conceptualiza este cambio como un proceso de desideologización, es decir, de transformación de la conciencia de los individuos de una visión «falsa» de la realidad, inmovilizadora, a una visión alternativa y movilizadora. En palabras del modelo construccionista, se trata de reestructurar las construcciones o significados atribuidos a sí mismo y a la situación social. El cambio requiere, además, innovar, es decir, imaginar y gestionar otros ambientes que se ajusten a los nuevos valores que se han desarrollado en la comunidad producto de la resocialización ocurrida.
La comunicación del conocimiento en la óptica de la IC, favorece este proceso de cambio en la comunidad por diversos motivos. En primer lugar, porque el conocimiento obtenido tiene un valor de identidad para los participantes, de confianza en éste, porque es el resultado de su propia participación en las operaciones productoras. En segundo lugar, porque este conocimiento contiene proposiciones alternativas para cambiar las condiciones ambientales asociadas con las limitaciones que enfrentan, que favorecen, además, procesos de desconstrucción de los modos de ver la realidad que actúan como imovilizadores de la acción comunitaria. Tercero, porque el conocimiento comunicado puede revelar esfuerzos anteriores de la misma comunidad o de grupos precedentes, en gestiones de resolución de los problemas, situando la acción comunitaria dentro de una perspectiva histórica y reforzando el carácter social de los problemas comunitarios. Cuarto, porque el conocimiento los pone en contacto con sus potencialidades actuales para la transformación y quinto, porque el proceso reflexivo que promueve la comunicación conduce al establecimiento de nuevas configuraciones para el entendimiento de los problemas y para la generación de nuevas ideas en el diseño de las soluciones.
Nos hemos concentrado en analizar la comunicación del conocimiento desde la perspectiva de la comunidad, pero es cierto que aquella tiene implicaciones importantes para el rol del investigador. Una de ellas es que en esta relación con el grupo, el investigador no puede actuar como un experto, es decir y tal como señala Newbrough (1989, pp.8) como un « ... especialista con conocimientos de experto que se espera abra nuevos caminos a las personas que sólo conocen viejas rutas». Por el contrario, en esta nueva función el investigador actúa para facilitar la concienciación del grupo, su organización, su capacitación para el desempeño de diversos papeles, entre los cuales está el de negociador con otros actores sociales. El desempeño del investigador como facilitador coincide con los principios de la investigación cualitativa , descritos antes, en el sentido que se reconoce que comunidad e investigador comparten la propiedad de los medios de producción del conocimiento, rompiéndose así la relación de dominación que usualmente ejerce el experto sobre la gente (Rahman, 1985).
Basados en la argumentación expuesta, enumeraremos ahora los pasos a seguir en el desarrollo de la comunicación del conocimiento en una comunidad, ilustrándolos con un ejemplo tomado de una experiencia comunitaria con la cual hemos estado vinculados y cuyo contexto describiré os a continuación
La comunidad en cuestión denominada «Asociación Civil La Esperanza», de bajo nivel socioeconómico y situada en el Oeste de Caracas, estaba constituida para ese entonces por cerca de 400 miembros, 85 de los cuales eran niños comprendidos entre 3 y 11 años, provenientes de familias damnificadas que habían perdido sus casas (ranchos) durante las lluvias de septiembre de 1980 y por familias que vivían compartiendo la vivienda con familiares o bien rentaban una. La mayoría de los pobladores (85%) eran alfabetas, aunque ninguno había concluido el nivel secundario de educación.
Dicha comunidad ha estado involucrada en el desarrollo de un proyecto de autoconstrucción de viviendas multifamiliares, con el apoyo del gobierno y de la Facultad de Arquitectura y de la Escuela e Instituto de Psicología de la Universidad Central de Venezuela, en cuya primera etapa se culminó exitosamente la construcción de 69 apartamentos de 90 metros cuadrados cada uno. Durante dicho proyecto, sin embargo, la comunidad ha debido atender otras necesidades, tales como el mejoramiento de la salud de los niños.
Con este fin su Junta Directiva contactó al postgrado de Pediatría de la mencionada universidad, cuyo currículo exigía la realización de evaluaciones pediátricas en comunidades de escasos ingresos. Este requerimiento facilitó la consideración de la propuesta de la comunidad de que tal evaluación se llevase a cabo allí, de modo que el postgrado cumpliese con el requerimiento académico y la comunidad se beneficiase con los apartes que los médicos podían brindarle.
El proyecto se desarrolló durante un semestre bajo el asesoramiento del coordinador del postgrado y del autor de este artículo. En la primera reunión entre el equipo de investigación (doce estudiantes del postgrado, el profesor coordinador del mismo y el autor) y la comunidad, ésta, quien para ese momento tenía una experiencia importante en participación comunitaria, propuso decidir conjuntamente las áreas prioritarias para la evaluación y el procedimiento general de trabajo. Tal propuesta fue rechazada por los médicos, argumentando la falta de competencia de la comunidad en cuestiones de investigación científica, posición que evidenciaba la actitud tradicional de que la selección de un problema y de los métodos de investigación, la recolección de los datos y su interpretación, en la investigación de cuestiones comunitarias, es un asunto de los investigadores o como dijo uno de ellos:
No puedo entender como esta gente, incluso muchos de ellos analfabetas, puede decidir sobre cuestiones técnicas para las cuales uno se prepara en la universidad
Ante tal desacuerdo, y con el objeto de modificar esta actitud, se acordó celebrar otra reunión en la que los representantes de la comunidad proveyesen más información sobre la experiencia del grupo en el trabajo realizado con los arquitectos y con los psicólogos para decidir sobre cuestiones del diseño de las viviendas , y sobre su experiencia en la recolección, análisis e interpretación de datos socioeconómicos sobre los diferentes miembros de la comunidad. Los líderes de la comunidad plantearon incluso en esta reunión que el involucramiento de ésta en el trabajo de investigación, aseguraba una mayor confianza en la información a recolectarse por cuanto de esta manera cada familia se sentiría más dispuesta a facilitar el examen médico de los niños y a proveer la información que fuese necesaria. Se aclaró también que los miembros de la comunidad no pretendían inmiscuirse en el manejo de procedimientos o equipos médicos que les eran extraños, como por ejemplo los estetoscopios, sino que dado el conocimiento que tenían de sus propios valores y del modelo organizativo adoptado para enfrentar el proyecto de autoconstrucción, ellos mejor que nadie podían ayudar a decidir qué evaluar, cómo hacerlo, cómo interpretar los datos recolectados y cómo difundir los resultados a toda la comunidad.
Al final de la reunión no todos los estudiantes del postgrado estaban convencidos de las bondades de la involucración de la comunidad, sin embargo la mayoría del equipo médico, incluyendo al coordinador del postgrado, votó a favor de la presencia de la comunidad.
En una tercera reunión, la cual se consideró necesaria para discutir cuestiones operativas de la investigación, se establecieron los siguientes acuerdos: a) se enfatizaría el estudio de aquellas enfermedades que comunidad y equipo acordasen a través de la discusión y no las que los médicos asumían que debían investigarse, b) se utilizaría la entrevista abierta y no el cuestionario, debido a la existencia de familias analfabetas y a que la conversación era preferida por los miembros de la comunidad antes que el llenado por escrito de protocolos de preguntas, c) cada familia sería entrevistada por un equipo de encuestadores compuesto de un estudiante de pediatría y de un miembro de la comunidad, d) las entrevistas se harían preferiblemente los días laborales por la noche, después de la cena, y los fines de semana, después de las dos de la tarde, para permitir a las familias que concluyesen sus actividades domésticas, e) el análisis de los resultados no se limitaría a la traducción estadística del tipo y frecuencia de enfermedades encontradas en la población infantil, lo cual interesaba especialmente a los médicos, sino que se dirigiría también al examen de las relaciones entre las enfermedades detectadas, las creencias de la comunidad sobre la salud y sus vinculaciones con las condiciones sociales generales de la población, f) aunque a los médicos se les asignó la responsabilidad de la divulgación de los resultados, la comunidad tendría parte activa en el diseño del plan de comunicación de los mismos, g) los médicos se comprometían a entregar a cada familia un informe con los resultados de la evaluación y con sugerencias de centros hospitalarios donde podían acudir para atender el problema encontrado en el niño.
Es interesante señalar que este procedimiento acordado por ambas partes, difirió notablemente del plan inicial de investigación que tenía el equipo médico, el cual, y tal como había sido aplicado en otras comunidades, estaba previamente estructurado antes de trabajar con la comunidad, sobre la base de un problema de evaluación formulado a partir de la revisión de la literatura sobre problemas de salud en sectores pobres y de las estadísticas oficiales del país sobre la salud en este tipo de poblaciones. Para recolectar la información se preveía el uso de cuestionarios cerrados, previa la realización de pruebas pilotos en la comunidad, los cuales serían dejados para su llenado y posterior recolección. El diseño no contemplaba ni la participación de la comunidad ni la comunicación de resultados, aunque si la elaboración de un informe técnico para la coordinación del postgrado de Pediatría y para las autoridades sanitarias del gobierno regional.
1. Elaboración del plan comunicacional
Una vez culminada la interpretación de los resultados, en la que participaran miembros de la comunidad revisándolos y complementándolos con nuevas ideas, se trabajó en la preparación del plan comunicacional. Se eligió este momento por cuanto se estimó que ya estaban bien establecidas las relaciones comunidad investigadores como para que ambos aceptasen sin dificultad la co-propiedad del conocimiento producido, en consecuencia la difusión a toda la comunidad, y porque en esta etapa se tenía una mayor precisión sobre los objetivos que se aspiraban lograr y sobre el formato que orientaría la difusión de la información.
En razón del tiempo que restaba para culminar el proyecto, menos de 30 días, y a los fines de trabajar con más rapidez, se acordó que el plan se elaborase en reuniones del equipo de investigadores y de la Junta Directiva de la comunidad. El plan quedó estructurado de la siguiente forma:
1. 1. Objetivos.
1. 1. 1. Resumir a la comunidad la investigación llevada a acabo, de modo de aclarar dudas surgidas durante su desarrollo.
1.1.2 Informar a la comunidad los resultados finales del estudio.
1. 1.3. Discutir con la comunidad los resultados, particularmente aquellos que evidenciaron problemas de salud en los niños que llamaron la atención tanto del equipo de investigación como de las familias.
1.1.4. Acordar un plan de trabajo que contemplase por parte de las familias, la puesta en práctica de las recomendaciones hechas
1. 2 Formato.
Se decidieron dos procedimientos: en primer lugar, y a fin de garantizar la privacidad del diagnóstico hecho, cada médico le comunicaría a cada familia por separado el resultado de la evaluación de sus niños. Si la familia lo autorizaba, dicho resultado se informaría al resto de la comunidad en la discusión general a realizarse, en el caso que se juzgase necesario. En segundo lugar, realizar una asamblea de la comunidad para cumplir con lo planteado en los cuatro objetivos enunciados
La descripción de los resultados se apoyaría con la proyección de transparencias, cuyo texto debía organizarse con base al dibujo de elementos visuales, por ejemplo figuras humanas con el señalamiento de los órganos del cuerpo donde se localizaron las enfermedades, diagramas circulares para indicar la frecuencia con que se encontró una determinada enfermedad, colores para sugerir la urgencia con la que se debía atender el problema detectado, etc. Se evitó emplear descripciones escritas o estadísticas en consideración a los miembros de la comunidad que no sabían leer.
La estructuración de la comunicación en la forma indicada produjo resistencia en el grupo de médicos, por cuanto alegaban la carencia de destrezas para exponer la información obtenida de una forma distinta a la que estaban acostumbrados en el ambiente académico. Una médica dijo:
La universidad no nos entrena para ésto, sino para comunicamos con nuestros colegas. No sé como puedo expresar estos resultados de modo de no lucir pedante con un lenguaje técnico o parecer estúpida hablando como si los demás fuesen retrasados mentales.
En cuanto a los grupos de comunicación sugeridos por Fals Borda (1986), descritos antes, se trabajó sólo con los grupos 1, comunicación a base de imágenes y símbolos en la asamblea de la comunidad, y 3, comunicación de las bases teóricas de la investigación, descripción de la metodología empleada, de los resultados obtenidos y de las conceptualizaciones formuladas sobre los posibles causas y consecuencias de las enfermedades encontradas. Este informe constituyó el informe técnico para la universidad y sirvió como documento-base para guiar una sesión de trabajo entre los líderes de la comunidad y el equipo de la investigación, en la que se examinaron las medidas que se deberían tomar en la comunidad para garantizar la puesta en práctica de las recomendaciones hechas y las estrategias que se podrían utilizar para repetir la experiencia en comunidades vecinas.
1.3 Entrenamiento.
Tal como se indicó antes, la comunidad y el equipo acordaron que los médicos fuesen los responsables de transmitir los resultados del trabajo, tanto en las reuniones privadas con las familias como en la asamblea general de la comunidad. Se estuvo de acuerdo que el desempeño de esta función por parte de ellos , contribuiría a desarrollarles destrezas comunicacionales que apoyarían su trabajo profesional en comunidades similares , reforzándoles al mismo tiempo la actitud hacia la comunidad como cogestor de un proceso de investigación y en consecuencia como co-productor del conocimiento.
En vista de la experiencia de muchos miembros de la comunidad en el trabajo con planos y dibujos que tenían que ver con el diseño de las viviendas que se autoconstruyeron, y a fin de garantizar que la comunicación de los resultados se desarrollase con una conceptualización adecuada a la experiencia y valores de la comunidad, se acordó también que algunos de ellos participasen con los médicos en la preparación de la exposición para la asamblea.
1.4. Plan de acción.
Para supervisar el cumplimiento de las prescripciones hechas a las familias, la Junta Directiva de la comunidad se comprometió en la reunión de discusión de los resultados con el equipo de investigación, a revisar en sus reuniones semanales el informe que en este sentido debía presentar cada jefe de familia. En caso de no ser así se buscarían las razones y formas de cooperar con ellas, a fin de asegurar la puesta en práctica de las recomendaciones . Dicho plan fue informado a la comunidad en la reunión general y votado favorablemente por todos.
Una semana antes de la asamblea de la comunidad, su Junta Directiva y otros miembros de ella, visitaron a cada una de las familias con el objeto de incentivarlas a participar en la reunión general y de recoger propuestas sobre la fecha y hora para la misma. Se informó que ese día se entregarían los diagnósticos de cada niño y que la reunión representaba la última oportunidad para opinar sobre el trabajo hecho y sobre los resultados obtenidos.
La reunión se inició un sábado a las dos de la tarde en uno de los salones del preescolar de la comunidad. No asistieron todos sus miembros, pero sí uno o dos representantes de cada una de las 69 familias. Se comenzó con una intervención del coordinador del postgrado, en la cual resumió el plan de la investigación y destacó el valor formativo de la experiencia para el equipo, particularmente para los médicos quienes por primera vez trabajaban en la forma establecida aquí. En esta parte los miembros de la comunidad no formularon dudas o interrogantes que ameritasen ser aclaradas o respondidas. Posteriormente, los médicos, quienes se habían distribuido la exposición de los resultados en grupos de 3 y utilizando los medios de presentación previstos en el formato, describieron los hallazgos generales encontrados, refiriéndose en especial a las enfermedades más detectadas entre los niños como lo fueron la obesidad y las caries dentales. Los mencionados grupos tenían, además, la responsabilidad de discutir con la comunidad las posibles razones de la enfermedad detectada. Informaremos aquí dos de esos resultados que son los que la comunidad y el equipo estimaron más importantes.
El primero de ellos se refiere a la obesidad, categoría en la que se ubicaron 18 niños (21.17 % del total de niños). El equipo expositor enfatizó las consecuencias de la obesidad para la salud, promoviéndose una discusión sobre sus causas. Algunas familias expresaron la creencia de que la gordura, en contraste con la delgadez, era señal de buena salud porque indicaba que el niño estaba bien alimentado. Por este motivo gran parte de la dicta de sus hijos estaba compuesta de pastas, avena, arroz y carne de res o cerdo. Una madre comentó que su hijo «quien chupaba mucha carne» (al principio se entendió como que comía mucha carne, pero luego se aclaró que sólo absorbía su jugo, sin ingerirla) había sido encontrado bajo de peso. Otras madres dijeron que muchas veces la gordura era asociada también con buena posición económica porque evidenciaba que la familia tenía suficientes recursos para alimentar «adecuadamente» a sus hijos, añadiéndose que esas creencias estaban muy arraigadas por cuanto fueron inculcadas por sus padres. Otros familiares plantearon puntos de vistas opuestos al valor de salud o de estatus de la gordura y propusieron, en vista de la diversidad de opiniones, que la Junta Directiva de la comunidad gestionase con los hospitales cercanos o con la Escuela de Dietética y Nutrición de la Universidad Central, la organización de talleres de nutrición para la comunidad.
El segundo hallazgo importante fue el alto porcentaje de niños que sufrían caries dentales (más del 40%). La discusión de este resultado se centró en las formas cómo las madres daban los biberones de leche a los niños: una madre informó que por las noches le daba el biberón a su hijo, una vez que lo acostaba en la cama, sujetándoselo con algún objeto de modo que ella pudiera quedar libre para atender otras tareas de la casa. El niño, por lo genera se dormía con el biberón en la boca con lo cual, al dejar de succionar, se le formaba un depósito del líquido alrededor de la dentadura. La mayoría de las madres presentes concordaron en la misma práctica y en la misma justificación. Alguien preguntó que tenía esto que ver con las caries dentales. Otra madre quiso saber si la leche o el azúcar producían caries. En este momento uno de los médicos preguntó a la asamblea cuántas porciones de leche y cuántas de azúcar componían la mezcla del alimento que se daba a los niños. Casi a coro la mayor parte de las madres dijo que al biberón le colocaban iguales cantidades e incluso muchas veces más azúcar que leche. En tono humorístico uno de los hombres de la comunidad dijo « ... el azúcar es vida», pero este enunciado fue secundado por muchas madres quienes dijeron:
El azúcar es energía, fíjate que hasta la televisión dice que para crecer fuerte y sano hay que consumir mucha azúcar
Ante esa revelación uno de los directivos de la comunidad propuso que se dedicase un tiempo especial a analizar la veracidad de la afirmación. El coordinador del postgrado intervino entonces informando que lo que proporcionaba la energía al niño no era precisamente el azúcar, sino las proteínas que contenían los alimentos y que en todo caso el niño ingería azúcares, incluso más sanas, en las frutas. Si esto era así, por qué entonces en la televisión se promovía el consumo de azúcar, preguntó uno de los padres. El psicólogo informó haber leído en la prensa que había un excedente de azúcar en el país debido a la baja de los precios en el mercado internacional y planteó que se examínase la relación entre esta información y la mencionada campaña publicitaria en la televisión. Varios miembros de la comunidad y del equipo médico coincidieron en el planteamiento de que la industria del azúcar trataba de salir del excedente sin importarle los problemas de salud que se pudiesen crear, como por ejemplo el detectado en esta comunidad. La comunidad se descubrió, entonces, objeto de un engaño y acordó denunciar en la prensa el peligro de la mencionada publicidad y organizar un taller sobre televisión y comunidad de modo de examinar críticamente el papel de los medios en la manipulación de la opinión de los espectadores y de ese modo fomentar una mayor conciencia crítica en la comunidad. Se acordó también dirigirse a las comunidades vecinas para informarles sobre este asunto de manera que la gente disminuyese el consumo de azúcar y aumentase la protesta contra la campana en cuestión.
3. Evaluación de la experiencia.
Inicialmente no estaba previsto en el plan de trabajo la evaluación de la experiencia investigativa y de la comunicación de los conocimientos a la comunidad, pero a medida que el trabajo se desarrolló se hizo necesario. Se planeó hacerlo en la asamblea general, sin embargo, por falta de tiempo en ésta, se organizó otra reunión a la cual se invitaron otros profesores del postgrado de Pediatría.
La sesión de trabajo se organizó con el siguiente temario: a) evaluación de la investigación en sí, respecto a la cual los estudiantes y la comunidad expondrían sus puntos de vista, particularmente sobre el enfoque metodológico adoptado y sobre la participación de cada una de las partes. Se acordó incluso, que así como los profesores evaluarían a los estudiantes sobre la base del trabajo realizado, así también la comunidad en su carácter de copartícipe en la experiencia, tenía el derecho de emitir su opinión sobre el rendimiento de cada uno de los médicos, incluyendo al profesor coordinador del postgrado, b) evaluación de la calidad de la comunicación de los resultados.
Respecto a la primera parte, el equipo médico manifestó su convicción de que el enfoque de la investigación fue el apropiado para poder acceder a la subjetividad de los miembros de la comunidad, en cuanto a su experiencia e interpretación de la salud y de las enfermedades detectadas en los niños, aunque reconocieron la dificultad para promover este tipo de metodología en la Facultad de Medicina de donde provenían, en vista del predominio de lo biológico sobre lo psicológico y lo social en el estudio de la salud y de la enfermedad y del peso de los abordajes cuantitativos en la investigación. Asimismo se reconoció que sin el involucramiento de la comunidad no se hubiese podido establecer la relación de confianza que se consolidó con las familias y con la comunidad en general, que garantizó la fluidez del acceso de los investigadores a la intimidad de cada grupo familiar. Para la comunidad, por su parte, la experiencia no le era totalmente extraña, por su trabajo cogestionario con el equipo de arquitectura y de psicología en la construcción de las viviendas. Sí señalaron, sin embargo, la dificultad que inicialmente percibieron para su interacción con los médicos, debido a las actitudes de superioridad que éstos adoptaban hacia la gente, tal como ocurre en los hospitales públicos cuando se acude a ellos. Esto, por cierto, junto con la destrezas observadas en el examen de los niños y la habilidad observada en la comunicación de los resultados de la investigación, constituyeron los criterios que la comunidad empleó para evaluar la actuación de cada uno de los miembros del postgrado.
Con relación a la fase de comunicación de los resultados, los médicos calificaron de invalorable la experiencia por cuanto tomaron conciencia del papel coproductor de la comunidad en los mismos, por tanto de las implicaciones éticas que tenía la difusión del conocimiento producido, y por cuanto desarrollaron destrezas comunicacionales gracias a la demanda que se estableció en el proyecto. La comunidad de su lado, destacó el respeto que significaba para la gente el cumplimiento de este objetivo, ya que usualmente los barrios pobres de la ciudad eran utilizados para recoger información para diversos tipos de investigaciones, cuyos resultados no eran luego conocidos por ellos. Enfatizó también el desarrollo de una conciencia más crítica sobre el papel de los factores sociales, psicológicos como las creencias y los medios de comunicación, en la salud. La comunidad, dijeron además, fortaleció su papel de agente de cambio al desarrollar acciones tendentes a la denuncia de la influencia negativa de la televisión en la salud de la población infantil.
En conclusión, la comunicación en la comunidad del conocimiento producido mediante la estrategia de la investigación cualitativa, tiene una dimensión ética, el reconocimiento del derecho de la comunidad al conocimiento científico, legitimado por su rol en la producción del mismo, y una dimensión política, en el sentido extenso de la palabra, expresada por la orientación que la comunicación del conocimiento debe tener hacia las necesidades y valores de aquella y hacia una meta de transformación social.
Los pasos descritos para llevar a cabo dicha comunicación son aplicables a cualquier comunidad, aunque reconocemos que la fluidez de la misma dependerá de su tamaño y de la historia de participación de la comunidad en cuestión. A esto hay que añadir los valores del investigador hacia la participación de la comunidad en la planificación de la investigación, en su ejecución y en la difusión del conocimiento. Una actitud favorable del investigador hacia sólo uno de estos aspectos no sería suficiente para comprometer la afectividad y creatividad de la comunidad en la generación del conocimiento y en su comunicación, amenazándose así la confianza que éste puede merecerle al investigador y a la comunidad
Es cierto que la orientación de la universidad como academia, es hacia la formación de sus profesionales e investigadores en una tradición de comunicación del conocimiento científico en eso que se denomina la (jerga científica», pero también es cierto que la universidad por lo general acoge iniciativas como la del Postgrado de Pediatría de la Universidad Central de Venezuela, esfuerzos que representan acciones importantes para promover el cambio de la tradición.
El caso descrito de la comunidad «La Esperanza», puede lucir como excepcional o al menos como particular, y posiblemente sea así, pero no siempre lo fue: el poder transformador de la participación comunitaria es como una espiral que se desarrolla dentro de todos los participantes y en las condiciones ambientales circundantes, de modo que la excepcionalidad se convierte en algo común.