ESPACIO ABIERTO
RESUMEN EL ENFOQUE DOMINANTE DE BOTTOM-UP
RESUMEN Y CONCLUSION: ESTUDIOS EXPERIMENTALES
En este artículo se revisó en primer lugar la teoría dominante en la investigación psicosocial sobre la felicidad o bienestar subjetivo: el enfoque Botton-up; y se resumen algunos de los principales problemas del mismo. A continuación se describen tres teorías alternativas (la felicidad como un factor de personalidad de rango superior, la felicidad como recurso de personalidad y la felicidad como predisposición). Por último, resume los resultados de las investigaciones correlacionales y experimentales sobre el tema.
Los datos disponibles hasta ahora apuntan hacia que la felicidad o bienestar subjetivo es un constructo de múltiples componentes, con propiedades tanto de rasgo como de estado; pero con un peso mayor del primero. La explicación más verosímil para la estabilidad de las puntuaciones de B.S., los efectos Top-Down y de rasgo, es la existencia de una tendencia al B.S., que se expresa asimismo en forma de un estilo de respuesta.
Felicidad. Bienestar subjetivo.
In the present paper we firstly review the dominant theory in psicosocial research on happiness or subjective well-being: the Bottom-up approach, and its main shortcomings are outlined. We later describe three alternative theories (happiness as a higher order personality factor, happiness as a personality resource, and happiness as a predisposition). Finally, results from correlational as well as experimental research on the topic are summarized.
The available data up to date points towards considering happiness or subjective wellbeing as a multicomponential construct with both trait and state properties, although greater weight is given to the former. The most likely account for the stability of BS scores, top-down, and trait effects is the occurrence of a certain tendency towards BS, which is also demonstrated through a particular response style.
Happiness. Subjective well being.
Durante los últimos dieciocho años, Mike Stones y yo hemos estado interesados en la estructura de la felicidad. Desde entonces, hemos argumentado sobre los componentes afectivos a corto y largo plazo (propiedades de rasgo y de estado, vínculos enlaces bidireccionales, etc.) dentro de este constructo. En este trabajo me gustaría comentar estos temas desde la perspectiva de las teorías y los resultados más actuales. Para alcanzar este objetivo, se describirá primero la teoría dominante del Bottom-up («abajo-arriba»), seguida de una discusión sobre algunos de los problemas asociados con este enfoque.
La segunda parte de este trabajo describirá enfoques alternativos. Tres de estas teorías se discutirán brevemente: la felicidad como un factor de personalidad de alto orden, la felicidad como un recurso de la personalidad, y la felicidad como una propensión o disposición.
La última parte de este trabajo evaluará los resultados de la perspectiva correlacional y la perspectiva experimental. Los dos procedimientos correlacionales utilizados para evaluar las teorías de Top-down y Bottom-up («Arriba-abajo») son la Técnica de Simon-Blalock y los modelos de Ecuaciones Estructurales. Los procedimientos experimentales implican la inducción del estado de ánimo y descomposición de la varianza.
Este enfoque caracteriza la felicidad como producto de una reactividad simple al entorno. Se asume que las experiencias actuales tienen, asociadas a ellas, estados afectivos positivos o negativos. La suma de esas experiencias en un área o dominio determina la satisfacción en ese dominio, y la suma de las satisfacciones en los distintos dominios determina el bienestar subjetivo (BS) o felicidad.
Este enfoque asume que las características subjetivas, tales como la edad y el sexo, tienen efectos directos en el BS. En la figura 1 se representan las interrelaciones entre el BS, las variables de nivel medio (satisfacciones de dominio) y las variables de entorno de orden bajo, postulados por el modelo:
Esa perspectiva tiene dificultades a la hora de explicar cuatro tipos de resultados diferentes: a) la alta estabilidad temporal de las puntuaciones de BS aunque haya cambios en el entorno, b) sólo hay pequeñas diferencias en BS entre diferentes entornos, e) las cantidades pequeñas de la varianza de BS explicada por los factores de entorno y d) todas las poblaciones estudiadas puntúan por encima del punto medio de las escalas de BS.
Para superar las dificultades inherentes al Modelo de Reactividad Simple se han propuesto tres modelos. Los tres se basan en las características de personalidad, o las diferencias individuales, para explicar la estabilidad del BS y el impacto limitado que el entorno parece tener sobre él.
La felicidad como un rasgo de orden alto. McCrae y Costa (McCrae, 1983) argumentaron que la felicidad podía considerarse como un rasgo de alto orden predeterminado principalmente por la extraversión y el neurotismo. Estos dos rasgos juntos explicarían la estabilidad de las puntuaciones del BS. Como la distribución de los rasgos de extraversión y neurotismo son similares en culturas diferentes, las similitudes interculturales en las puntuaciones de BS no deberían suponer ningún problema para el modelo. Desafortunadamente, la cantidad de varianza explicada en las puntuaciones de BS atribuible a la extraversión y al neurotismo es relativamente pequeña.
La felicidad como un constructo o recurso de personalidad de alto orden. Recker y Wong (1983) atribuyeron la estabilidad de las puntuaciones del BS a dos variables de recurso: optimismo y significado. En cuanto que los recursos de personalidad son características estables, deben producir una estabilidad similar en sus resultados, en este casó el BS. La estabilidad del optimismo es bastante alta, de más de un 0,60 a lo largo de un intervalo de cuatro años, con unos rangos para el significado entre un 0,45 y 0,55 a lo largo del mismo período (Kozma en preparación), y ambos se correlacionan adecuadamente con las puntuaciones de BS. Por ello, ciertamente, esta postura es una alternativa viable al enfoque de Reactividad Simple. Esta teoría puede ser considerada como un enfoque Bottom-up modificado, ya que en este modelo, la felicidad es tratada como una variable resultante. Los senderos entre las variables están representados en la figura 2.
La felicidad como una propensión o disposición. Kozma. y Stones (1980, 1983) han propuesto un componente de propensión o tendencia a la felicidad, además del actual componente afectivo propuesto por los teóricos de la reactividad. En su modelo, este componente de disposición es el que explica la estabilidad y la consistencia inter-situacional de las puntuaciones del BS. Desde esta perspectiva, la felicidad actúa como un rasgo al proveer estabilidad a largo plazo, y como un estado por su reactividad al cambio del entorno. El impacto del entorno actúa primordialmente en los componentes (afectivos) a corto plazo, mientras que los componentes (de disposición) a largo plazo moderan los efectos de este impacto. Los cuatro componentes producen el siguiente modelo de equilibrio, afectivo: FELICIDAD = [(PA-NA) + (PE-NE)], donde «P» corresponde a estados positivos y «N» a estados negativos, mientras que «A» y «E» representan los componentes afectivos (a corto plazo) y experienciales (a largo plazo) respectivamente, evaluados mediante la escala de felicidad de la Memorial University de Newfoundland (MUNSH)
Cuando este modelo es trasladado al enfoque más contemporáneo del Top-down vs. Bottom-up, conduce al modelo de trayectorias de la figura 3 para una única fase de medida. En este modelo, las satisfacciones de dominio están determinadas tanto por, el BS como por el entorno. Por supuesto, en un modelo dinámico o de multi-oleadas, el BS variaría debido a un cambio en sus componentes a corto plazo, como resultado del impacto del entorno. Sin embargo, si un instrumento de medida de la satisfacción a largo plazo, como el que desarrolló Diener fuera el único utilizado para medir el BS, los cambios deberían ser mínimos.
Los estudios correlacionales que plantean el tema de discusión del Top-down y Bottom-up en el BS pueden agruparse en dos categorías. La primera utiliza un procedimiento de correlación parcial para eliminar -asociaciones espúreas entre las satisfacciones de dominio (técnica de Simon-Blalock) mientras que la segunda categoría emplea el método de ecuaciones estructurales (MES) para evaluar el grado de ajuste entre varios modelos y los datos obtenidos (correlaciones entre las variables).
La técnica de Simon-Blalock
Este procedimiento de correlación parcial se utiliza para determinar hasta que punto las correlaciones entre las satisfacciones de dominio son espúreas (es decir, son consecuencias de los efectos de Topdown del BS). Por ello, este procedimiento se basa en las predicciones diferenciales de los enfoques de Top-down y Bottom-up sobre las intercorrelaciones de los dominios, De acuerdo con el enfoque de Top-down propuesto por Stones y Kozma (1986), la mayoría de las intercorrelaciones entre las variables de nivel medio (dominio) son espúreas y deben su varianza común a las influencias del Top-down en el BS. Al eliminar los efectos del BS mediante el procedimiento de correlación parcial se deberían eliminar la mayoría, si no todas las correlaciones significativas entre los dominios. De acuerdo con el enfoque Bottom-up, las asociaciones entre los dominios no son espúreas ya que el BS no puede tener un impacto sobre los dominios, se espera que los dominios, sin embargo, influyan en el BS. Desde la perspectiva del Bottom-up, el determinante de BS no debería tener impacto en la intercorrelación entre las satisfacciones de dominio.
En la literatura encontramos dos estudios que han aprobado estas predicciones diferenciales. El primero (Stones & Kozma, 1986) examina la relación entre la felicidad o el BS y cinco variables de nivel medio (satisfacción con la vivienda, satisfacción financiera, satisfacción con la salud, nivel de actividad, y locus de control) en 408 adultos entre 25 y 85 anos de edad. Las cinco correlaciones significativas entre las variables de nivel medio, se convirtieron en no significativas cuando los efectos del BS fueron controlados. Estos descubrimientos proporcionan un claro apoyo de los efectos de Top-down del BS.
El segundo estudio es el presentado por Underhill, Reker y Stones (1996). En esta investigación se utilizó la escala de Bienestar Psicológico de Recker y Wong como instrumento de medida del BS. Las variables de nivel medio consistieron en medidas de optimismo, significado (variables de recurso), problemas percibido y salud percibida (dominios). Se obtuvieron cuatro correlaciones significativas entre las variables de nivel medio: optimismo con significado, salud con significado, salud con optimismo, y problemas con optimismo. Cuando los efectos de BS fueron eliminados con el procedimiento de Simon-Blalock, las cuatro correlaciones entre las variables de nivel medio resultaron ser no significativas. Una vez más los resultados muestran los efectos de Top-down en el BS. Quizá lo más significativo de esos resultados es que los efectos del Topdown operan tanto en los dominios como en los recursos. Si estos resultados se mantuvieran en futuros estudios, ni la reactividad simple ni el enfoque del Bottom-up modificado sugerido por Recker (Underhill et al., 1996) proporcionarían una explicación adecuada a la relación entre el BS y sus correlatos de nivel medio. Solamente el modelo de propensión de Kozma y Stones parecen ajustarse a los datos (Kozma & Stones, 1978, 1980; Kozma & Stones, 1983; Stones & Kozma, 1986; Underhill et al., 1996).
Se utilizó un procedimiento de regresión múltiple multivariable (Lisrel 7.13) para confirmar el modelo de propensión. En este análisis, los efectos del entorno del estrés y sus síntomas físicos, junto con la medida global del BS fueron utilizados como variables independientes, y las variables salud percibida, problemas percibido, significado y optimismo fueron tratadas como dependientes o medidas de resultado. El modelo de senderos resultante con un peso gamma significativo está representado en la figura 4. Esta figura se asemeja bastante al modelo de propensión presentado anteriormente.
Modelo de Ecuaciones Estructurales (SEM) (Structural Equation Modelling)
SEM es un procedimiento estadístico que combina la regresión múltiple multivariada y las técnicas de análisis factorial confirmatorio en un procedimiento de ecuaciones simultáneas para proporcionar un buen test del ajuste de las relaciones postuladas entre las variables de un modelo a los datos obtenidos. Esta técnica funciona mejor cuando se pueden especificar claramente varios modelos alternativos. Las formulaciones de Top-down y Bottom-up cumplen claramente este requisito. Sin embargo, la inferencia de causalidad o direccionalidad requiere una confirmación externa (que se proporcionará en el apartado de los procedimientos experimentales).
Para comprobar los modelos Top-down y Bottom-up se han utilizado dos enfoques. En el primero se desarrollan análisis separados para evaluar el ajuste de las formulaciones del Top-down y Bottom-up. Normalmente, se acepta el modelo que mejor se ajusta a los datos (ej.: la chi cuadrado más pequeña). Sin embargo, hay que resaltar que este procedimiento sólo permite rechazar modelos que no se ajusten a los datos. Por ello, se necesitan muchos estudios que aseguren que los modelos que si se ajustan a los datos en un tiempo determinado, no son rechazados en subsecuentes investigaciones. En el segundo procedimiento, los modelos de Top-down y Bottom-up son simplemente casos específicos de un modelo bi-direccional (es decir, algunas de las trayectorias entre las variables o factores, latentes o estimados, van en dos direcciones). Una gran ventaja de este procedimiento es que su ajuste se puede comparar directamente; una desventaja es que deben cumplirse sus requisitos adicionales [Lance, Lautenschlager, Sloan & Varca (1989)].
Enfoque unidireccional
Dos estudios han abordado el tema de discusión desde una perspectiva unidireccional. Ambos han utilizado oleadas de datos múltiples para permitir inferencias causales. En el primero, los modelos Topdown y Bottom-up son evaluados por Headey, Holstrom & Wearing (1985). En la versión BU, la trayectoria parte desde las variables de experiencia de nivel bajo a cambios en las satisfacciones de dominio y desde el cambio de satisfacciones de dominio a cambios en el BS. En el modelo de TD la trayectoria parte desde las variables de experiencia hacia cambios en el BS y desde los cambios en el BS hacia los cambios en las satisfacciones de dominio.
Se obtuvo un ajuste moderadamente bueno en la versión BU, mientras que la versión TD se ajustó poco a los datos. Desafortunadamente esta versión del modelo del TD solamente analiza una de las dos trayectorias críticas, aquella que van desde el BS a las satisfacciones de dominio. No sirve para analizar la otra trayectoria, de la experiencia de la vida a las satisfacciones de dominio. Más aún, como se utilizaron cambios en las puntuaciones, solamente se considera en el análisis la varianza debida a la reactividad. Por ello, en este estudio no existe un claro contraste entre la reactividad, el recurso, y los modelos de propensión.
El segundo estudio (Feist, Bodner, Jacobs, Miles & Tan, 1995) es más interesante, ya que las variables de nivel medio son más similares a los recursos que las satisfacciones de dominio y posiblemente podrían afectar a las variables de bajo nivel. Feist et al. utilizó dos variables latentes de orden bajo, salud y problemas, dos variables latentes de nivel medio, visión del mundo y pensamiento constructivo, y una variable latente de BS medida por el propósito de vida, autoaceptación personal, y manejo del entorno. Las mediciones fueron tomadas en cuatro períodos de tiempo o momentos. En el modelo de BU, la salud y problemas en el momento uno se utilizaron para predecir la visión del mundo y pensamiento constructivo en el momento uno; las dos variables de nivel medio se utilizaron para predecir el BS en el momento dos. En el modelo de TD, el BS en el momento uno fue utilizado para predecir las dos variables de nivel medio en el momento uno, y estas, a su vez, fueron utilizadas para predecir la salud y problemas en el momento dos. Mientras que el modelo TD proporciona un ajuste algo mejor para los datos que el modelo BU en los momentos uno y dos, los dos modelos resultaron iguales en los datos de los momentos tres y cuatro. Este estudio sugiere que el BS puede tener tanto propiedades de rasgo como propiedades de estado, como se ha sugerido en varias ocasiones (Kozma & Stones, 1978, 1980; Kozma Stones, Stones, Hannah & McNeill, 1990; Stones, Hadjistavropoulos, Tuuko & Kozma, 1995). Desgraciadamente, mientras que este estudio proporciona una prueba relativamente buena para la formulación BU, los enlaces de las variables de nivel medio y las variables de bajo orden propuestos no proporcionan la prueba apropiada de nuestra teoría de la propensión.
Enfoque Bidireccional
Tres estudios han analizado las relaciones bidireccionales (BD), así como las de TD y BU, entre el BS y las variables de nivel medio (satisfacciones de dominio y recursos de personalidad). Aunque existen más restricciones asociadas a este tipo de enfoques (Headey, Veenhoven & Wearing, 1991; Lance et al., 1989), los investigadores parecen haber superado esas restricciones. Los resultados de Headey et al. (1991) se basan en datos del panel longitudinal australiano. Se obtuvieron tres trayectorias significativas en el modelo TD y una trayectoria significativa en el modelo BD entre las satisfacciones de dominio y el BS. Además de los fuertes enlaces del modelo TD, el resultado más interesante es el impacto de los dos rasgos de personalidad, extraversión y neurotismo. El primero elimina la correlación espúrea entre el BS y la satisfacción con los amigos, mientras que el último suprimió una asociación similar entre el BS y la satisfacción con la salud. Este estudio apoya de una forma contundente la existencia de un efecto Top-down de la personalidad en al menos dos dominios. Sin embargo, las fuertes relaciones del modelo Top-down entre el BS y los otros dominios apuntan hacia una característica de rasgo (la, propensión)- del BS, mientras que la relación más fuerte del BU en la relación bidireccional con la satisfacción marital, implica un fuerte componente de reactividad en esta asociación. La figura 5 presenta un resumen de este estudio.
El segundo estudio que prueba los enlaces bidireccionales entre la satisfacción de dominio y el BS fue realizado por Lance et al. (1989). Este estudio evalúa a 170 académicos en cinco variables exógenas (predictores de nivel bajo), tres satisfacciones de dominio, y una medida de satisfacción global de vida. Los datos se ajustaron a las formulaciones BD, TD, y BU. Es esta formulaciones particulares de TD y B1), las relaciones de las variables exógenas a los dominios fueron de Bottom-up. En concordancia, esta formulación es idéntica a nuestra formulación de propensión. Aunque tanto el modelo B1) como el T1) proporcionan un adecuado ajuste a los datos en cuatro de los cinco índices, el ajuste fue ligeramente mejor en la formulación B1). El ajuste fue peor en la hipótesis de BU. Figura 6.
El último estudio que se ha presentado con el procedimiento de ecuaciones estructurales fue realizado por Lance et al. (1995). En este estudio se evaluó un conjunto de dominios más extenso. Por lo demás, este estudio es similar al que se desarrolló en 1989, con la excepción que los participantes eran estudiantes y que el tamaño de la muestra era mayor. El conjunto de los datos estaba formado por puntuaciones en trece variables exógenas, once dominios y en satisfacción global con la vida como un todo. Se utilizó un Lisrel IV para el análisis de los datos. Los resultados fueron bastante interesantes. No solamente el modelo TD fue superior al BU, sino que los enlaces de TD fueron al menos el doble de los BU en el modelo B1). En la figura 7 se presenta un resumen de los sujetos, variables y coeficientes de los senderos para el modelo BD.
Resumen y conclusión: Estudios correlacionales
Tanto las correlaciones parciales como los procedimientos MES apuntan a la existencia de enlaces Top-down. Una explicación plausible para ese tipo de relaciones es que el BS ejerce una influencia sobre las variables de orden bajo. Estos efectos podrían deberse a una propensión, un rasgo de alto orden, un conjunto de recursos de personalidad, o a un entorno estable. Ya que otras evidencias sugieren que incluso cuando un entorno es inestable las satisfacciones de dominio no cambian significativamente (McNeill, Stones & Kozma, 1986), un entorno estable parece proporcionar la explicación menos plausible para dar cuenta de estos resultados. Más aún, cuando la extraversión y el neurotismo fueron utilizados como variables de control para eliminar relaciones espúreas entre el BS y las satisfacciones de dominio se mantuvieron efectos significativos de Top-down en cuatro de los seis dominios (Headey et al., 199 l). Estos resultados implican un componente disposicional del BS que no es explicado por la formulación de rasgos de orden alto. La explicación de recurso personal resulta también inadecuada para explicar los efectos de Top-down. En el estudio de Underhill et al. (1996), los efectos del Top-down operan tanto sobre los recursos, como sobre los dominios. En concordancia con esto, nos inclinamos hacia una explicación de propensión para los efectos Top-down hasta que nuevos datos rechacen esta formulación.
Dos conjuntos de resultados experimentales son relevantes al tema Rasgo/ Estado en BS. El primero está relacionado con la manipulación experimental del afecto a corto plazo (estado), mientras que el segundo descompone la varianza en componentes de estado y rasgo.
La inducción del estado de ánimo se utiliza para separar los componentes afectivos a largo plazo (rasgo) y a corto plazo (estado) al producir principalmente un cambio en este último. Este procedimiento fue presentado por Kozma, Stone, Stones, Hannali y McNeill (1990) para demostrar la estructura de cuatro componentes de la felicidad. Se utilizó la técnica de inducción del estado de ánimo de Velten (Velten, 1968) para producir el resultado deseado. En nuestro modelo, se espera que PA y NA sean más reactivos a la manipulación del entorno que PE y NE. Los resultados de la manipulación del estado de ánimo en estudiantes universitarios se representa en la figura 8. Los cambios en los componentes a corto plazo fueron aproximadamente 2,5 veces los cambios producidos en los componentes a largo plazo. Se han obtenido resultados similares con poblaciones de trabajadores (Kozma y Stones, 1992b) y ancianos (Kozma, di Fazio, Stones & Hannah, 1992a).
La descomposición de la varianza se ha utilizado en otras áreas de la psicología para abordar la controversia de rasgo/ estado. La varianza total en diseños de tratamiento grupo x tiempo puede ser distribuida en estado (grupo, tratamiento, grupo x tratamiento), y rasgo (sujetos intragrupos), y varianza residual (error). Los resultados se presentan en la figura 9. Como muestran los resultados, el impacto del tratamiento sobre la varianza del BS (efecto de estado) fue del 7 por 100 y del 12 por 100 respectivamente, mientras que la varianza de los sujetos intragrupo (efecto de rasgo) fue del 88 por 100 y 58 por 100, respectivamente. Aunque siempre es posible que un tratamiento más efectivo mejore el ratio estado/rasgo, parece no haber apenas dudas que ambos componentes contribuyen a la varianza del BS. Sin embargo, lo que no queda claro es el origen de los efectos de rasgo en estos estudios. Por esta razón, la información de los Análisis Correlacionales resulta crítica para eliminar las fuentes alternativas de explicación como las de recursos de personalidad y rasgos de orden alto.
Los datos de los estudios experimentales proporcionan varios bits de información crítica sobre las formulaciones de Top-down y Bottom-up del BS. Los estudios de inducción del estado de ánimo muestran que las subescalas diseñadas para medir estados afectivos a largo plazo (disposiciones) muestran cambios mínimos comparadas con las medidas de afecto actual (estado de ánimo, estado). Estos resultados apuntan hacia un constructo de múltiples componentes que tiene tanto propiedades de rasgo como de estado. Los estudios de intervención apoyan esta conclusión. Por ello los niveles del BS determinan, en parte, el grado en el cual las experiencias son evaluadas de una manera positiva o negativa. De acuerdo con los datos correlacionales, este tipo de juicio selectivo se ve reflejado mejor en el análisis de las satisfacciones de dominio. Por otro lado, existen componentes del constructo del BS que son bastante reactivos. El entorno tiene un gran impacto en estos, y por ello afectará de una manera generalizada al BS. Este efecto se refleja en los cambios sobre las mediciones del estado de ánimo, en los estudios de inducción del estado de ánimo y en los incrementos en las puntuaciones de BS en las intervenciones terapéuticas.
Hasta ahora, tenemos poca información sobre las interacciones de estos componentes. Sin embargo, el hecho que no todos los participantes en los estudios de inducción de estado de ánimo mostraran la misma reactividad y que en los estudios de tratamiento, los clientes no mostraran una misma mejoría, implica que interviene una característica de reactividad, además de una disposición al bienestar La evidencia disponible apunta hacia pequeñas diferencias grupales en esa reactividad, los jóvenes muestran niveles más altos que los mayores, y las mujeres niveles de reactividad más altos que los hombres (Kozma, di Fazio, Stones & Hannah, 992a). Sin embargo, hasta ahora carecemos de información sobre las variaciones individuales en estas características, y del grado en el que esta reactividad es una característica estable de los individuos. Estos temas los trataremos en futuros estudios.
En esta última sección especularemos sobre la naturaleza del componente de disposición del BS. En este tema existen aún menos datos empíricos que sobre las diferencias postuladas a nivel reactivo. La única fuente de información relevante proviene del estudio realizado por Stones, Kozma, Hirdes, Gold, Arbuckle & Kolopack et al. (1996). En este estudio, las respuestas en el SHARP (una versión reducida del MUNSH) de 175 estudiantes universitarios fueron analizadas por medio de procedimientos de análisis de Cluster y análisis discriminante. El análisis produjo tres estilos de respuesta diferentes:
1) Puntuaciones bajas de PA y PE con puntuaciones moderadas de NA y NE (las puntuaciones más bajas de SHARP).
2) Puntuaciones altas de PA, NA, y NE (las segundas puntuaciones más bajas del SHARP).
3) Puntuaciones altas de PA y PE y bajas de NA y NE (las puntuaciones más altas del SHARP).
Si pudiera demostrarse en futuros estudios que este tipo de estilos de respuestas son estables a lo largo del tiempo, entonces el origen de nuestro componente disposicional del BS bien podría ser el estilo de respuesta.
Los estudios revisados en este trabajo proporcionan una sólida evidencia del funcionamiento de los componentes de rasgo (estable) y de estado (reactivo) del BS. Una gran parte de esta convicción proviene de la validez convergente de los diferentes métodos de investigación. Los efectos disposicionales en los dominios parecen ser incluso el doble de fuertes que los efectos del entorno en los estudios de MES, y parecen ser todavía más fuertes en los estudios de descomposición de la varianza. En concordancia, el impacto del entorno en la calidad de vida puede ser analizado mejor mediante los métodos de medida específicos del dominio que por los métodos de medida de satisfacción o BS global. La explicación más verosímil para la estabilidad, el Topdown y los efectos de rasgo es un componente de propensión del BS que se expresa asimismo en la forma de un estilo de respuesta. Una explicación alternativa con menos apoyo empírico atribuye estos efectos bien a los recursos estables de personalidad (optimismo y significado) o a un rasgo de personalidad de orden alto derivado del neurotismo y la extraversión.