DOSSIER
Tanto en los ámbitos de intervención de la gerontología como en el mundo de las Políticas Sociales de atención a las personas mayores, hay dos temas que ocupan un lugar central en el quehacer cotidiano de expertos, planificadores y políticos.
El primero de ellos gira en torno a la atención a las personas mayores dependientes, circunscribiendo el concepto de dependencia a la definición que ofrece el Consejo de Europa «necesidad de ayuda o asistencia importante para las actividades de la vida cotidiana». Estas situaciones, que en los últimos años han generado nuevas necesidades socio-sanitarias con el consiguiente impacto social y económico, están siendo abordadas desde muy diferentes campos profesionales. Pero además, imponen nuevas fórmulas de distribución, gestión y financiación de los recursos, así como de las prioridades a afrontar desde el sistema de protección social.
El segundo tema se concentra en el mundo de la calidad, en su más amplia acepción: calidad de vida, atención de calidad.... Aunque aparentemente estos aspectos tienen menor peso desde el análisis político, la intervención psicosocial está evidenciando su importancia en la atención a este grupo de población y, como no, su rentabilidad desde cualquier ámbito de análisis.
El dossier que presentamos a continuación, aborda estos temas desde diferentes perspectivas:
- Héctor Maravall analiza las situaciones de dependencia desde la óptica de las Políticas Sociales en nuestro país y la respuesta que los poderes públicos ofertan hoy. Partiendo de la constatación de que vejez y pobreza no son ya sinónimos, propone todo un abanico de medidas entre las que se destacan las de financiación de la dependencia. Su puesta en marcha significaría un cambio histórico en nuestro sistema de atención a las personas mayores.
- La profesora Fernández Ballesteros presenta el trabajo «Calidad de vida en la vejez: Condiciones diferenciales». A la luz de los resultados de la investigación, se pone en cuestión el supuesto de que las personas mayores de 65 años que viven en instituciones están condenadas a una menor calidad de vida que las que se mantienen en su domicilio. Durante la vejez, la posición social, la edad y el género, van a ser circunstancias determinantes de su bienestar, en mayor medida que el lugar donde viven.
Sin duda, esta aportación puede contribuir a la reformulación de los modelos de atención a la vejez que tradicionalmente han levantado un muro entre lo institucional y lo comunitario. Es el momento de defender una alternativa que integre todos los recursos y los ponga a disposición de los ciudadanos en su entorno más cercano, y en los que los criterios de diversificación y complementariedad presidan su planificación.
- El artículo «Apoyo informal y demencia: ¿Es posible explorar nuevos caminos?», realizado por Javier Yanguas y Mercé Pérez Salanova, se acerca a los problemas derivados de las situaciones de dependencia a través del análisis del sistema de apoyo informal y sus relaciones de cuidado con las personas afectadas dé demencia.
Las sugerentes reflexiones que se presentan en este trabajo evidencian la complejidad que entraña la intervención con un grupo tan heterogéneo como es el que nos ocupa en esta ocasión y del que no podemos excluir nuestro fundamental sistema de «protección social invisible»: los/as cuidadores/as informales.
- Cerramos este dossier con un trabajo encabezado en clave de optimismo «La vejez con éxito: Pero ¿por qué las personas mayores no se deprimen más?», cuyos autores, Ignacio Montorio y W. Izal, además de ofrecernos un riguroso análisis de los modelos de vejez con éxito, realizan propuestas de intervención en las que la participación de las pró-pias personas mayores y la utilización de los conocimientos científicos que disponemos se configuran como premisas del diseño de programas. Entre ellos, los preventivos, ocupan un lugar esencial, a pesar de que hasta el momento su presencia haya sido escasa en este sector de intervención.
Deseamos que este dossier que, por primera vez se dedica al mundo de la vejez, pueda responder o al menos facilitar la reflexión sobre algunas cuestiones centrales del actual debate sobre este grupo cada vez más numeroso y diverso que son las personas mayores: ¿Merece la pena vivir mucho tiempo?; ¿En qué condiciones?; ¿Cómo haremos frente a los gastos que esta situación genera?; ¿De quién es la responsabilidad de los cuidados y de su financiación? ¿Cuál es el papel de la familia, del Estado y de los propios individuos, -en el afrontamiento de sus necesidades?