EXPERIENCIAS

Un proyecto de intervención sociocomunitaria desde la escuela y el tiempo libre


A project of socio-community intervention from school and in leisure time

José Guillermo FOUCE


RESUMEN

PALABRAS CLAVE

ABSTRACT

KEY WORDS

1. INTRODUCCION

2. MARCO TEÓRICO

3. CONTEXTO DE INTERVENCIÓN

4. FUNDAMENTACIÓN Y OBJETIVOS

5. METODOLOGÍA

6. CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA


RESUMEN

Partiendo de una serie de planteamientos teóricos aceptados : Rogers, Psicología Comunitaria, evitar el etiquetaje, considerar que toda conducta es adaptativa al ambiente en que se desarrolla y que debemos intervenir cuando el menor tiene problemas mas que cuando se convierte en un problema. Se expone el desarrollo una intervención psicoeducativa desarrollada a lo largo del curso lectivo 1995-1 en, el Colegio Público Gregorio Marañón, en el madrileño barrio de Lavapies, distrito centro. Se trata del desarrollo de una serie de talleres de carácter educativo-formativo con menores (mayoritariamente inmigrantes y con problemas de fracaso escolar inadaptación) de primer y segundo ciclo una vez finalizado el período escolar re do (por las tardes). Intervención desarrollada por la Asociación Nuevo Color e marco de un desarrollo del programa de «apertura de centros» del MEC,

PALABRAS CLAVE

Menores, Inadaptación, Intervención social, Intervención educativa, inmigrantes, fracaso escolar, animación sociocultural, Comunidad.

ABSTRACT

We start from a set of accepted theoretical approaches: Rogers, Community Psychology, label avoiding, considering every behaviour as adaptative to the environment in which it develops, and that we must intervene when children have problems rather than when they become a problem themselves. The paper presents a psychoeducational intervention development through the academic year 1995-1996 at the Colegio Público Gregorio Marañón in the Madrid district of Lavapiés. It consist of the development of a group of educative-training workshops with primary education children (mostly immigrants and with academic failure problems or maladjustment) after finishing the school regulated period (during afternoons). Intervention developed by the Asociación Nuevo Color in the framework of MEC «Center Opening» program.

KEY WORDS

Children, Maladjustment, Social intervention, Educational intervention, Immigrants, Academic failure, Socio-cultural entertaining, Community.

1. INTRODUCCION

Generar un clima adecuado de convivencia y cercanía con el colegio y utilizar las aulas como contexto de nuevos aprendizajes que unan el tiempo libre con la adquisición de conocimientos que de este modo serán relevantes, es una manera no desdeñable de lograr experiencias positivas con respecto a la escuela y de acercar está a la realidad del menor, generando nuevos motores para su pleno desarrollo así como potenciando los existentes y disminuyendo las distancias.

La escuela es junto a la familia la instancia socializadora básica de la que va a depender tanto la futura madurez intelectual del individuo como su ajuste al contexto social, Sin una relación adecuada con el entorno escolar el niño no podrá desarrollar su capacidades individuales de modo armónico ni se dará una, integración social activa.

La distancia entre la escuela y el niño va a ser menor cuanto más cercana esté la realidad que vive el niño de la realidad que transmite la escuela, y va a ser mayor, y menores las posibilidades de relación satisfactoria entre ambos y de éxito escolar, cuanto mayor sea esa distancia.

La razón del mayor porcentaje de fracaso escolar que se produce en los niños considerados tradicionalmente como con problemas de adaptación social, no tiene por que ser un déficit intelectual, sino que bien puede ocurrir que lo que transmite la escuela sea algo alejado de su propia vida, de sus motivaciones e intereses... su desarrollo, evolutivo no coincide con el que exige la escuela. Por ello se debe establecer y desarrollar una educación que parta de la realidad vital del niño, que se adecue a las características de su contexto.

No tiene sentido que nos planteemos de donde ha de partir el niño en su relación con la escuela; es el niño y su realidad vital quienes nos dicen de donde parte. Y ése es el único lugar del que ha de partir la escuela si pretende conseguir algún tipo de éxito con ese niño.

La escuela que no responde a las demandas y necesidades del niño no puede competir con la calle para atraer su atención y se convierte en algo que pasa inadvertido para el chaval, cuando no llega a ser un factor mas de inadaptación, incidiendo en su autoestima.

Por otra parte intervenir cuando el menor tiene problemas y necesidades, y no cuando se convierte en un problema es la principal estrategia preventiva a desarrollar si pretendemos consolidar intervenciones eficaces y significativas y para lo mismo se deben multiplicar esfuerzos potenciando los existentes y una escuela y un barrio integrados y relacionados se presentan como uno de los puntos estratégicos fundamentales para avanzar en la consecución de los objetivos preventivos a plantear.

El presente proyecto se ejecutó durante el curso lectivo 1995-96 en el Colegio Público Gregorio Marañón en el madrileño barrio de Lavapies, distrito centro.

2. MARCO TEÓRICO

1) Adaptación - inadaptación

Partimos de la concepción de que toda conducta es adaptativa, eso sí, para la persona que la manifiesta, aunque tal vez no para el que la observa. Y ha de ser estudiada desde este punto de vista, que no tiene como consecuencia la no intervención, porque la inadaptación implica sufrimiento, sino una intervención distinta, que tiene como objetivo la persona como tal, y no sólo evitar su comportamiento desadaptado y la agresión que supone para el sistema social.

Si toda conducta es adaptativa con respecto al ambiente en que se produce, el objetivo de la intervención no estará únicamente en el individuo, sino en la modificación de los parámetros contextuales a los que se adapta esa conducta. Por eso es tan importante la unión entre investigación e intervención, porque nos permite observar la manifestación del problema de la conducta desadaptada desde la perspectiva del individuo que la manifiesta, eso sí, sólo si somos capaces de flexibilizar nuestra propia realidad y no la utilizamos a modo de molde o plantilla que coloquemos sobre la realidad del otro.

Si definimos la normalidad como la "adaptación útil a la realidad», hemos de preguntarnos: ¿útil para quién, para el diagnosticado o para el diagnosticador?, y ¿a qué realidad nos referimos, a la del diagnosticado o a la del diagnosticador?, y de la respuesta que demos a estas preguntas se derivará la dirección de nuestra intervención y, en mi opinión, también su eficacia.

2) Escuela, inadaptación y tolerancia.

En un contexto de escuela intercultural como en el que se desarrollara este proyecto así como de situaciones de desigualdad económica y social se pueden extraer tres postulados básicos (María José Díaz Aguado. 1994. MEC)

a) sobre la necesidad de la perspectiva intercultural: el derecho a la diferencia y la igualdad de oportunidades

b) Sobre la importancia de distribuir el éxito para desarrollar la tolerancia y garantizar la igualdad de oportunidades.

c) Sobre la heterogeneidad y el desarrollo de la tolerancia. Las ventajas de la diversidad.

3) Dos niveles de intervención posibles. (Siguiendo a Valverde, J. 1993)

Un primer nivel de intervención es previo a la individualización del conflicto y, por tanto, ha de consistir en una intervención preventiva, entendiendo la prevención como calidad de vida : su objetivo no es simplemente prevenir el comportamiento desadaptado y, más estrictamente, sus consecuencias para el sistema social sino proporcionar al individuo un entorno suficientemente satisfactorio para que pueda desarrollar sus capacidades individuales, sean éstas las que fuesen. No consiste, pues, en evitar la delincuencia exclusivamente, sino en potenciar al individuo en riesgo de marginación", por él mismo, como ciudadano, como sujeto en primer lugar de derechos, y más tarde de deberes.

Por tanto, se trata de intervenir cuando el individuo está siendo dañado en su sociabilidad y en sus capacidades, y no cuando es un peligro, cuando su conducta desadaptada supone una amenaza.

Esta intervención no va inicialmente dirigido al niño, sino a su contexto socializador. Lo que implicará, entre otras cosas, una intervención a nivel político, que lleva ha estar comprometido con la realidad a la que se dirige.

No se debe esperar a que el problema nos llegue, sino ir hasta él, conocerlo y abordarlo en la realidad de su manifestación. Y se debe trabajar en íntima relación con la comunidad social en que se gesta el problema y que lo padece. No se trata de ir a los barrios marginales a hacer trabajo social como antes se hacia beneficencia, sino de dotar a la comunidad de medios y de personal especializado y comprometido para que pueda abordar sus problemas.

Más que adoptar una estrategia en la que los profesionales se encuentren en diversos despachos y hospitales para asistir a individuos que inician el contacto por si mismos, los servicios deben aportarse en una variedad de ambientes comunitarios, no profesionales, buscando a aquellos que presentan problemas (Martín, 1980, cfr. Chacón 1996).

En un segundo nivel, cuando el individuo manifiesta ya una conducta objetivamente desadaptada y cuando, probablemente, ya ha tropezado directa y personalmente con las instituciones de control social, y tal vez, con el internamiento, la intervención no debe cambiar de dirección, sino profundizar más, manteniendo lo anterior y personalizándola, de acuerdo con el desarrollo del conflicto.

En esta situación, la intervención debe consistir fundamentalmente en responder a las demandas del menor. Es decir, proporcionar alternativas de vida al inadaptado. Intervenir sobre el ambiente de la vida de la persona para modificar sus pautas adaptativas de comportamiento a ese ambiente. Dicha intervención debe consistir en dotar al muchacho de un ambiente normalizador en el que no sea necesario el mantenimiento de la conducta desadaptada

4) Elementos de intervención. (Siguiendo a Valverde, J. 1993)

Con respecto al punto de partida habría que señalar la necesidad de partir de la realidad de aquél a quien se destinada la intervención, de sus consistencias comportamentales, su interpretación de su propio proceso de vida y el contexto en que todo eso se ha venido configurando. Pero para lograrlo, hemos de flexibilizar nuestra propia realidad, para acercarnos a la del otro sin esquemas mentales y sociales previos que deformen nuestra percepción.

El punto de partida del proceso de intervención no debe ser el delito, sino la persona, su vida y su mundo.

Por ejemplo, la conducta de robo se debe interpretar como un síntoma que evidencia toda una vida de marginación y exclusión, que es el auténtico problema que debemos abordar. El problema del robo se solucionará si se resuelven los otros y muy complejos problemas que presenta la vida del individuo y su conflictiva historia de vida.

Con respecto al encuentro entre educador y "paciente» debe ser un encuentro personalizador y, por tanto, se ha de producir en un ambiente también personalizador; es decir, en un ambiente que el individuo pueda considerar como propio, un ambiente abierto, que pueda ser investido emocionalmente y donde se sienta seguro.

Por otra parte, el ambiente que debemos fomentar o crear ha de reunir una segunda característica esencia que posibilite otras pautas comportamentales alternativas, pero posibles y adaptativas a las que queremos modificar, que ofrezca alternativas al mismo nivel en que se plantea el problema.

Acercarse al chaval significará aceptar que no es un "marginado", o "inadaptado", y que de serlo sólo lo es frente al grupo normativo que nosotros representamos pero sin compartir el modelo que subyace a estos planteamientos. Se tratará de despertar nuestras conciencias para convertimos en personas críticas que se planteen en la medida de lo posible hacer de los chavales personas maduras y críticas y no sólo que acepten el papel que les ha tocado representar en la dinámica socia el objetivo será por tanto que vivamos nuestra intervención desde nuestras vidas. Por lo mismo se tratará de estar en contacto con otras organizaciones que trabajan en los mismos aspectos o similares, con la posibilidad de colaborar estrechamente con ellas e incluso de integrarse.

5) Actitudes básicas en la relación de ayuda (siguiendo a Rogers, "El poder de la persona" 1980).

1) La congruencia: mantener el acuerdo entre lo que se es y lo que se manifiesta. En este ámbito la congruencia se establecería en la comunicación, un sujeto congruente sería un sujeto bien comunicado consigo mismo y con los demás, para lo cual será necesario,

a) observar y observarse, la manifestación externa, verbal y no verbal: descubrir lo que realmente se dice en la comunicación

b) darse cuenta de lo que esta pasando en la comunicación con el otro.

e) tener en cuenta los sentimientos, impulsos, emociones...

Ser congruentes significará:

- darse cuenta de lo que se siente a nivel consciente y manifestarse tal y como uno se siente.

- no hacer nunca juicios de valor

- saber lo que se siente, sentirlo intensamente y decir lo que se sabe

- no tener miedo de lo profundo de nosotros mismos

- no distinguir o juzgar moralmente entre buenos y malos sentimientos

- tener actitud de escucha

- dejar a un lado los sentimientos propios para centrarse en los del otro

- darse cuenta de si puedo o no mantener una relación de ayuda con un determinado sujeto

2) La aceptación incondicional

Para posibilitar que el chaval sea lo que quiera ser, desde la total libertad. Teniendo en cuenta que la aceptación no equivale a aprobación de su conducta sino: el respeto y la consideración hacia el otro; supone neutralidad; esta neutralidad debe ir unida a cariño y simpatía; ausencia de todo juicio valorativo.

3) Empatía. Que significará:

- ponerse en el lugar del otro

- captar su marco de referencia, tanto lo objetivo como lo subjetivo

- descubrir el punto de vista del otro sobre lo que me está diciendo

- como si yo fuera el otro sabiendo que nunca lo seré totalmente

3. CONTEXTO DE INTERVENCIÓN

1) El barrio

Distrito Centro de Madrid capital, en el popular barrio de Lavapies. A pesar de ser una zona céntrica y bien comunicada, la estructura de la misma, compuesta por calles muy estrechas y no siempre de fácil acceso para los coches, unido a la precariedad de muchas viviendas del barrio, ha conducido a convertir la zona en un lugar no atractivo para el asentamiento de jóvenes familias de clase media que han sacrificado su barrio en favor de otros mas alejados del centro, pero donde las viviendas reúnen unas condiciones de habitabilidad mas acordes con las exigencias actuales de comodidad. -

Por todo lo señalado, encontramos en la actualidad un entorno urbano habitado por un alto porcentaje de personas humildes, muchas de ellas de la tercera edad y con una elevada ocupación de muchas de las viviendas que han quedado vacías, de escasas condiciones de habitabilidad, por gran numero de familias inmigrantes de países sudamericanos, antillanos, países del Este Europeo y marroquíes.

Baratura de la vivienda (pisos antiguos o pensiones de baja calidad pero muy asequibles), accesibilidad del transporte público, buena situación geográfica, nos encontramos con características típicas d& casi todas las grandes urbes.

Existe un importante y numeroso núcleo de familias marroquíes, probablemente el núcleo de poblaciones más abundante y asentado en la zona, con familias con hijos mayores que se dedican a la venta ambulante y con puestos callejeros incluso en el Rastro; puestos compartidos por personas que vienen de fuera del barrio que también intentan buscarse la vida en la venta ambulante, venta que al estar ya vigilada okupas por la policía, les impide ganarse la vida, pasándose progresivamente al trafico de drogas y la prostitución.

Además encontramos una importante comunidad gitana bien integrada en el barrio y que se dedican preferentemente al pequeño comercio y/o a fa venta ambulante.

Así algunas de las características a señalar de la familias que encontramos en la zona serían:

- familias españolas en situación socioeconómica y cultural muy baja, con problemas de para, subempleo, carencia de estudios y cualificación profesional.

- situación familiar irregular, lo que produce que muchos niños estén bajo tutela de los abuelos o en la calle durante mucho tiempo, viviendo hacinados en poco espacio.

- problemas de drogadicción y alcoholismo, y venta de sustancias tóxicas.

- familias inmigrantes de más de 18 países diferentes.

- familias inmigrantes sin la documentación necesaria para su residencia permanente en España, lo que supone en ciertos casos, carencia de atención medica preventiva.

- viviendas insalubres y de escasos metros, que no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad, muchas de ellas constituidas exclusivamente por una habitación.

- cambios frecuentes de domicilio, lo que lleva también a cambio de colegio a la población infantil.

- hábitos de alimentación e higiene deficientes.

- relación familia-escuela escasa.

- proliferación de bandas urbanas y

- alto nivel de delincuencia, en el barrio y desde el barrio para fuera.

- falta de zonas abiertas (parques, plazas ... )

- elevado fracaso- escolar.

- alto número de "contratos basura» con la consecuente precariedad e inestabilidad laboral que conllevan.

2) el colegio

El colegio Público Doctor Gregorio Marañón se encuentra ubicado en el señalado Distrito Centro en el barrio de Lavapiés, concretamente en la calle Argumosa nº 3.

Como señala el proyecto curricular de centro de 1996 encontramos en el colegio:

- 3 aulas de Educación Infantil

- 8 aulas de Educación Primaria y Ciclo Superior

- 1 aula de Educación Compensatoria

15 profesores, 11 tutorías (3 maestros tutores en educación infantil, 6 en educación primaria y 2 en cielo superior).

Países

Nº de alumnos

Marruecos

42

Portugal

14

Rep.Dominicana

14

China

8

Chile

7

Filipinas

5

Guinea

4

India

3

Polonia

3

Perú

3

Argentina

2

Ecuador

2

Cuba

2

Armenia

1

Argelia

1

Una profesora de inglés, un profesor de educación física, una profesora de compensatoria, una profesora especialista en lengua, una profesora de educación religiosa.

Los órganos de gobierno están constituidos por:

- El Equipo Directivo.

- El Claustro de Profesores. Y dentro de él las funciones de la Comisión Pedagógica.

- El Consejo Escolar. Y dentro de él una Comisión de Convivencia.

Además como se reconoce en el proyecto curricular de centro, se cuenta con poco espacio para el desarrollo de las actividades, ,insuficiente para el número de alumnos.

En el mismo Proyecto Curricular, realizado a inicios del presente curso lectivo se señalan los alumnos del centro:

- Matriculados: 235

- Alumnos de población gitana: 19

- Alumnos inmigrantes: 111

Sin embargo al final del curso hemos podido constatar la gran movilidad de estas cifras ante el elevado número de ingresos-bajas que se produce a lo largo de un curso lectivo, así encontramos por ejemplo un aumento de la población China y marroquí.

Las características de la población que se señala serían:

- desconocimiento de la lengua castellana y/a dificultad de expresión y comunicación en el lenguaje escolar abstracto.

- carencia de hábitos escolares y/o hábitos culturales del país de acogida

- falta de autoestima por su inseguridad en el ámbito escolar

- notable absentismo escolar

- problemas afectivos que arrastran de sus situaciones familiares, desestructuradas por la emigración.

- dificultades de adaptación de la propia población escolar autóctona hacia nuevos compañeros (sin existir relaciones entre las distintas nacionalidades).

4. FUNDAMENTACIÓN Y OBJETIVOS

Después de algunos años trabajando y conociendo el barrio y sus dificultades, encontramos una serie de problemas que aparecían sin solución:

1) La distancia de la escuela para con las necesidades de los chavales.

2) La falta de espacios de desarrollo de ocio y tiempo libre en un barrio con calles estrechas y pocos espacios abiertos.

3) La desorientación en el trabajo- intervención con adolescentes en conflicto social.

Estas dificultades se pusieron de manifiesto en las II jornadas de prevención desarrolladas a principio de curso por los servicios sociales del distrito y las distintas asociaciones y organismos que trabajan en la prevención de la inadaptación en el distrito centro.

Además, se podía constatar como las instituciones no tenían centros ni cobertura suficiente como para cubrir las necesidades existentes y especialmente las de las familias numerosas o inmigrantes que al estar trabajando o disponer de poco espacio en sus casas llevaban a que los chavales pasasen las tardes en la calle, sin respuesta a sus múltiples necesidades.

Es así como se gestó el proyecto que ahora se presenta, encontrándose posteriormente con el respaldo del MEC gracias al proyecto de apertura de centros que estableció en el distrito y que planteaba tres actividades básicas a desarrollar: deportivas, culturales (biblioteca) y plásticas. Así el marco de referencia del proyecto se amplió desde el claustro del colegio al MEC además de la coordinación con el Ayuntamiento en sus áreas de Servicios Sociales y educación dentro de la zona centro y la coordinación y puesta en común con el resto de asociaciones del barrio y del distrito como eje básico de la intervención Comunitaria que se planificó y de la coordinación y desarrollo de la participación activa con los distintos agentes sociales con implantación en el barrio.

Fue la asociación Nuevo Color, la que asumió la elaboración, gestión y desarrollo de un proyecto de intervención en las áreas señaladas como deficitarias, formándose un equipo de monitores extenso (30 personas), multiprofesional (mayoritariamente estudiantes de psicología de ultimo curso, pero también estudiantes de pedagogía, monitores de tiempo libre, licenciados en psicología y voluntarios estudiantes de otras carreras) y que aunaba monitores con experiencia en el barrio y monitores inexpertos tratando de cumplir uno de los objetivos básicos de la asociación mencionada: la búsqueda de espacios que acorten la distancia entre la Universidad y la realidad entre la investigación y la acción social.

Desde una perspectiva recuperadora el objetivo de la intervención no puede ser otro que la persona, considerada en su totalidad dinámica. La finalidad del trabajo del educador ha de ser, por una parte, evitar o aminorar los efectos desestructuradores de un ambiente socialmente empobrecido e institucionalmente anormalizado y, por otra, potenciar en lo posible la formación integral del individuo.

La exclusión social tiene unas raíces sumamente complejas, que no afectan únicamente al marginado y a su vida, sino que suponen a menudo déficits estructurales de nuestro sistema social. Hemos de ser capaces, sin embargo, de saber qué necesitaríamos para dar una respuesta eficaz a las demandas que se nos plantean en nuestro trabajo diario. Por tanto, aunque parezca utópico, todo programa de intervención sobre la exclusión social debe ser, al menos en su planteamiento un programa global.

Es decir, sólo sabiendo cuál es el cien por cien de la intervención necesaria para solucionar el problema sabremos en qué nivel estamos. Y esto no es una mera discusión teórica sino que es un elemento esencial de la intervención, porque nos va a permitir conocer la distancia entre los que "debemos hacer", objetivo final de la intervención, y lo que "podemos hacer", nuestras posibilidades reales.

Esto no significará una negación de la intervención real y concreta, que es elemento esencial de nuestro trabajo, sino mas bien una potenciación situándola en su contexto. Se pretende animar a la reflexión. teórica y social acerca, de las dimensiones del fenómeno de la marginación social, y a que esta reflexión se incorpore a la intervención. únicamente así lograremos ir aumentando progresivamente nuestros niveles de intervención, acercando lo que "puedo hacer" a lo que "debo hacer".

Debemos, pues, adecuar los objetivos globales a nuestras posibilidades reales, pero no conformarnos con ellas, sino tratar de aumentar cada día esas posibilidades, extendiendo el ámbito de nuestra intervención, para así ir aumentando nuestras posibilidades de éxito y las de supervivencia de la persona con la que trabajamos, por la que trabajamos, y con la que nos comprometemos.

1) Objetivos generales

a) Educar en el desarrollo personal:

enseñar a pensar

resolución de problemas

toma de decisiones

enseñar recursos alternativos canalizando los presentes

desarrollo de la conciencia crítica

fomento de la creatividad

desarrollo de la responsabilidad

b) Conectar a los chavales con otros recursos y con el barrio y la escuela en la que viven y estudian de modo que vean este contexto de manera distinta.

c) Educar en el desarrollo social:

habilidades sociales

habilidades comunicativas

reducción de tensión (Intervención en conflictos)

cooperación, convivencia

desarrollo de la empatía (asunción de roles, cambio de perspectiva)

2) Objetivos específicos: talleres y su programación

Los talleres tendrán la siguiente secuenciación temporal:

1) Introducción

Objetivos:

- presentación del programa

- presentación de los monitores

- creación de un clima favorable y de encuentro

- indagar sobre las expectativas previas al desarrollo de los talleres

- introducir las actividades a realizar

- instituir la metodología de trabajo en relación con los chavales

- concretar derechos y deberes

2) Consolidación

Objetivos:

- desarrollo del taller

- consolidación del grupo de trabajo

- buscar la autoorganización del grupo y el desarrollo de sus motivaciones

- fomentar la autosuficiencia personal en la realización del taller

- introducir temas de debate o sensibilización

3) Mantenimiento

Objetivos:

- entrenamiento en resolución de problemas y habilidades sociales

- intervención en conflictos

- cambio del medio escolar

- consolidación de grupos cooperativos

- revaluación de necesidades y búsqueda de alternativas

- desarrollo del aprendizaje significativo

4) Finalización

Objetivos:

- evaluación del programa (cualitativa, cuantitativa)

- valorar el cumplimiento de expectativas

- fomentar el encuentro posterior

- generalizar lo aprendido

En cuanto a la metodología general de trabajo será activa y participativa, favoreciendo el desarrollo de los recursos y motivaciones de cada chaval, sin olvidar su inclusión dentro del grupo.

Población a la que se dirige el proyecto:

El proyecto se dirige a chavales entre los cursos de 12 a 8º de EGB del colegio Gregorio Marañón, dentro del plan de apertura de centros públicos del MEC.

Así mismo es posible que los chavales no escolarizados según los casos puedan integrarse en las actividades que se ofertaran fuera del colegio (en fin de semana).

También trabajaremos con un grupo de chavales de 16 a 18 años con los que ya tenemos un contacto establecido, con el doble objetivo de que asuman responsabilidades y aprendan y les guste la función de ser monitores a parte de formar ellos un grupo de su edad para desarrollar actividades.

5. METODOLOGÍA

Cinco ejes metodológicos estructuraran la intervención en la escuela y fuera de ella, en el barrio:

1) Aprendizaje cooperativo: que el chaval que más sabe de algo esté con el que menos para que además de ayudarle se de cuentas de que el otro sabe o puede ofrecerle otras cosas, también se procurara que distintos chavales de distintas procedencias étnicas cooperen en la consecución de los objetivos que se les planteen en el desarrollo de actividades concretas.

El objetivo de esta metodología será propiciar una distribución del éxito, desarrollar la motivación por el aprendizaje y dar la probabilidad de compartir y conseguir con miembros de otras características objetivos deseados por todo el grupo.

2) Aprendizaje significativo: bajar a la realidad del chaval y ver lo que es significativo para él y desde allí introducir o intentar transmitirle lo que pretendamos, desde a lo mejor una lección de matemáticas, hasta por ejemplo el respeto a los demás o a uno mismo.

3) Representación de conflictos o libre expresión de los mismos, se trata de establecer los contextos adecuados de contactó` relacional pero también de actividades o dinámicas para que lo chavales puedan expresar sus sentimientos y problemas y se puedan canalizar y comprender.

a) comprensión de las diferencias

b) desarrollo de la empatía

e) expectativas y destrezas que permitan resolver los conflictos que surjan a través de la comunicación.

4) Animación de calle y en el ocio y tiempo libre: partiendo de la realidad más cercana del chaval hasta el objetivo de sacarle de su contexto y llevarle a otros lugares sin olvidar nunca la orientación educativa de dar un sentido a todo lo que se hace. En estos contextos jugará un papel preponderante el deporte.

5) Se trabajará activamente en la coordinación con otras asociaciones de la zona tanto a nivel formativo como de realización de actividades múltiples o intercambio de información sobre los chavales que suelen ser los mismos o las actividades.

Este eje metodológico se fundamenta y desarrolla en torno a la psicología Comunitaria, que plantea la cooperación con la comunidad para generar recursos que hagan que se solucionen los problemas y necesidades presentes.

Digamos como Rappaport (1975, sacado de los apuntes de Psicología comunicaría) que pretendemos una «intervención atravesando distintos niveles de análisis, lo que expresa nuestra visión del mundo y nuestro compromiso con una sociedad diversa... y la creencia en al capacidad/poder de las personas para dirigir su propio destino e implicarse en la vida de las diversas comunidades».

Otra de las propuestas metodológicas básicas pasará por reflexionar sobre todo lo que se realiza para lo cual se plantea la realización de un ficha de todas las actividades que se realicen, incluyendo en la misma: la actividad, sus objetivos, el responsable, dónde se va a llevar a cabo, los recursos humanos y materiales que se van a emplear, a quién va dirigida, el coste, y una evaluación.

Además de disponer de un cuaderno de campo y unas fichas de seguimiento de los chavales durante todo el tiempo que dure la intervención.

6. CONCLUSIONES

Se ha avanzado en el desarrollo comunitario del barrio generando un nuevo marco abierto de trabajo e intervención como es el colegio, punto por otra parte clave en la socialización del menor así como en la consecución de los mínimos logros exigibles en la sociedad en la que vivimos, esta apertura de nuevos espacios significa una optimización de los recursos existentes y un desarrollo de nuevas alternativas de intervención desde la realidad de los menores.

Desarrollar una intervención como la planteada significa potenciar las respuestas que desde el colegio por un lado y desde los servicios sociales por otro se dan a los problemas que tenemos planteados, coordinarse con los profesionales inmersos en los campos de trabajo señalados supone aunar esfuerzos y voluntades.

La labor preventiva iniciada tiene especial significación en el ámbito de los menores de entre los 13 y los 17 años, edad que consideramos clave en el desarrollo de posibles conductas inadaptadas, es la época en que se deja el colegio, porque se termina o porque se fracasa, la época en que en algunos casos los chicos pasan en la calle mucho tiempo sin hacer nada en todo el día, la época en que se da un importante índice de jóvenes menores detenidos, la época en que se choca frontalmente con la falta de probabilidades laborales y se profundizan los contactos con sustancias ilegales, la época en que encontramos madres y padres tremendamente jóvenes, todo lo cual irá unido a una época de cambio en la que el joven se encuentra en un momento de conflicto interno y dificultad extrema. Este breve análisis nos llevará a establecer la necesidad de dar respuesta en un momento crucial en la vida de la persona, como es la adolescencia.

La educación formal para las masas ha ocasionado graves problemas en las metas vitales de los adolescentes con problemas de educación. Para los estudiantes que han obtenido éxitos académicos, la escuela es un puente entre el mundo de la infancia y el mundo del adulto. En cambio, para los niños que no están dispuestos o que no son capaces de aprender, la escuela es un lugar donde es probable que comience la confrontación con la sociedad y el alejamiento de los parámetros establecidos.

Uno de los principales ejes de trabajo establecidos y desarrollados ha sido y será el trabajar sobre lo cotidiano pretendiendo dar elementos a los jóvenes para desarrollarse dentro de la compleja y complicada sociedad en que vivimos, con el objetivo último de desarrollar la autonomía del joven a todos los niveles y de generar alternativas en el entorno inmediato del menor; se pretende desarrollar aprendizajes mínimos que no se ha tenido la ocasión de llevar a cabo, desarrollar el ámbito afectivo relacional de la persona desde el descubrimiento e investigación sobre los intereses y posibilidades personales.

Se han desarrollado un conjunto de medidas que intentan potenciar una participación activa de los menores en la sociedad y más concretamente en su entorno cercano y concreto, el colegio y el barrio, atendiendo a las iniciativas de los mismos y generando un espacio de desarrollo conjunto en que las habilidades o conocimientos planteados en los objetivos a conseguir se desarrollan según un modelo compartido en la relación monitor-menor, estableciendo flexibilidad en las programaciones, democracia en los criterios de decisión y asunción conjunta de responsabilidades.

Sólo se aprende a ser responsable y a participar, desarrollando en la práctica y sólo se adquieren habilidades sociales y/a de comunicación y autocontrol desde aprendizajes significativos, cercanos, en los que se practica activamente la habilidad a conseguir y desde la estimulación de las zonas de desarrollo proximal de los jóvenes y niños (poner el listón mas alto de lo que actualmente poseo, pero no tanto como para no ser capaz de aprender).

El juego como inductor de creatividad y como contexto de desarrollo de habilidades sociales y de autocontrol ha sido incluido en las actividades desarrolladas

Respetar el desarrollo personal de los niños y jóvenes y aceptarlos, en pie de igualdad, como copartícipes en los procesos de socialización e integración así como en el desarrollo de las actividades ha sido una de las guías establecidas en el desarrollo del proyecto.

Enseñar los valores fundamentales y fomentar el respeto de la propia identidad y de las de otras, así como de las distintas características culturales de los niños y jóvenes y de los derechos humanos y libertades fundamentales debería ser una obligación desde los sistemas educativos, caminar en esa dirección es el objetivo que se ha empezado a desarrollar.

Una intervención como la desarrollada se basa en la acción concertada con los servicios públicos desde la iniciativa social para conseguir una extensión de actitudes sociales solidarias y una ampliación y mejora de los recursos existentes ante las situaciones de riesgo que todos debemos afrontar.

El desarrollo integral del niño se ve en peligro por distintas disfunciones y carencia! psicosociales a las que se ve sometido en el contexto en que se desarrolla la intervención, intentar suplir estos déficits desde la intervención psicosocial es pues un objetivo clave en la prevención de situaciones de conflicto social, por otra parte la escuela se presenta como un lugar clave en la detección precoz de dichas carencias y para intentar solventarlas desde aprendizajes significativos, cooperativos y cercanos.

Desde la utilización de todo un conjunto de alternativas de ayuda, con la finalidad última de procurar que el medio natural de convivencia del niño/a pueda ofrecerles lo necesario para su normal desarrollo, encontramos en este proyecto una forma de acrecentar el sistema protector aumentando la eficacia y celeridad tanto de la respuestas como su detección precoz.

El desarrollo de las distintas actividades ha facilitado el desarrollo de un sentimiento de identidad y pertenencia a la escuela y a la comunidad, fomentando entre los jóvenes y niños la comprensión mutua, la empatía y un clima adecuado.

La unión de una formación multiprofesional y la cooperación con el sistema educativo así como los servicios sociales, las organizaciones Comunitarias y los organismos de protección desde el trabajo cercano e integrador de los distintos ámbitos señalados supone una estrategia a consolidar con fuerza como camino clave en el desarrollo de medidas eficaces.

Ampliando el espacio y el tiempo escolar nos aproximamos además a crear desde la escuela centros de información y consulta así como para planificar, organizar y desarrollar actividades interesantes para los jóvenes y niños y que sean paralelas al programa de estudios que se desarrolla.

El proyecto desarrollado ha colaborado modestamente también en intentar transformar esta realidad que se presenta, acortando al tiempo la distancia entre la Universidad y la realidad mediante la asunción de iniciativas sociales como la planteada, persiguiendo desde la práctica real la consecución de una psicología comprometida con la realidad al tiempo que efectiva con la misma, los psicólogos y la psicología, los jóvenes de hoy tenemos mucho que aportar pero tenemos que comenzar a hacerlo desde ya acortando los vacíos existentes y referidos.

La confrontación con lo real que se pretendía conseguir entre la formación teórica y la práctica, supuso un avance considerable en la adquisición de conocimientos y habilidades útiles y aplicables posteriormente para los participantes en el proyecto, pero también generó tensiones, sentimientos de indefensión o conflictos en el desarrollo del proyecto.

Por otra parte nos enfrentamos a un contexto complejo y difícil, desde las condiciones ambientales a la extremada variabilidad de naciones representadas en el colegio (hasta doce nacionalidades distintas, de los cinco continentes) pasando por las diversas tensiones o la cantidad de demandas y necesidades presentes en una realidad conflictiva influida por variables externas que muchas veces desbordan los objetivos pragmáticos planteables desde la intervención (desestructuración familiar, precariedad económica. o falta de capacidad de autorregulación de gastos, inmigración, desconocimiento de la lengua, problemas afectivos. tensión ... ).

Pero quizá el principal problema al que tratamos de enfrentarnos durante el año, el que más debatimos y con el que intentamos idear soluciones fue la dificultad extrema de establecer una serie de normas básicas y mínimas para el desarrollo normalizado de las actividades y la intervención planteada.

Partiendo de la no directividad y de intentar conseguir la confianza y cercanía con el chaval, además de dejarle optar libremente entre los distintos talleres que se le ofertaban, con la voluntad de llegar al mayor numero de chavales posible para no dejar fuera del proyecto a ninguno que lo necesitase, equivocamos un tanto la marcha abarcando más de lo que podíamos y llegando en algún momento puntual a desbordarnos ante la avalancha de necesidades y demandas presentes, desde demandas planteadas en un plano positivo hasta demandas canalizadas a través de un plano negativo, fundamentalmente agresivo que terminamos encauzando con el establecimiento de una serie de normas generales y comunes a todos y la discusión con los mismos chavales de las mismas así como la asunción de que no podíamos llegar a todas las demandas que se nos presentaban y que debíamos reducir las expectativas para no quedarnos en "abarcar mucho y apretar poco".

La evaluación positiva de esta realidad es sin duda que las necesidades son muchas y que todo lo que sea generar nuevos recursos y respuestas generará un claro beneficio para los chavales y su educación, para poder responder con eficacia a sus necesidades.

Así mismo y posiblemente por las características de los menores con los que se trabaja y de los menores en riesgo social en general se puede decir que los talleres que mejor han funcionado han sido los que tenían elaborada una meta clara y concreta sobre lo que pretendían generando además un producto que con el paso del tiempo se iba mejorando, perfeccionando y que servía de feedback y motivación a los chavales que se encontraban en dicho taller.

La intervención en momentos de especial tensión fue también un aspecto que genero dificultades, cuando algún chaval perdía los nervios y el control la situación se tornaba extremadamente compleja y conflictiva generando grandes dificultades, que con el tiempo sirvieron de incentivo a la autosuperación del monitor y que propiciaron una profundización en la relación monitor-chaval.

BIBLIOGRAFIA