EXPERIENCIAS

Programa de prevención de la transmisión del V.I.H.


HIV/AIDS transmission prevention program

Mercedes GARCÍA RUIZ,

Ricardo de DIOS del VALLE

Amalia FRANCO VIDAL

Consejo de la Juventud del Principado de Asturias


RESUMEN

PALABRAS CLAVE

ABSTRACT

KEY WORDS

DISEÑO DEL PROGRAMA

DESARROLLO

RESULTADOS

COMENTARIOS

DISCUSION

AGRADECIMIENTOS

BIBLIOGRAFIA


RESUMEN

Presentamos este trabajo para dar a conocer una experiencia de intervención en prevención de la transmisión de VIH/SIDA que llevamos a cabo con internos e internas del Centro Penitenciario de Villabona, desde septiembre a diciembre de 1.995. Es tan sólo una propuesta de trabajo a dos niveles: por un lado la formación de un grupo de internos como mediadores dentro de su ámbito; por otro, el trabajo directo con el colectivo general de internos, el cual se realizó en dos fases: una acción teatral, llevada a cabo por el grupo de internos-mediadores, y un taller realizado en cada módulo completado con un vídeoforum.

A la hora de plantear la intervención nos centramos en la prevención de la transmisión sexual del VIH y utilizamos siempre una metodología dinámica y participativa que partiendo de la realidad previa de cada individuo favoreciese la reflexión e internalización de nuevos conceptos.

PALABRAS CLAVE

Sida. Prevención. Centro Penitenciario.

ABSTRACT

We present this work to show an experience of intervention in HIV/AIDS transmission prevention. We worked in the Villabona Prison (Asturías, Spain) from September to December in 1995. This is only a two level work proposal:

1. Training prisoners as prison mediators.

2. Work directly with convicts in the Villabona prison: theatre, work session and video-forum.

We worked on prevention of sexual HIV/AIDS transmission with a dynamics methodology and participation for reflection on and internalization of new concepts.

KEY WORDS

AIDS. Prevention. Prison.

INTRODUCCION

No es ninguna novedad resaltar que el alto porcentaje de individuos seropositivos para el V.I.H. en los centros penitenciarios de nuestro país supone un importante problema de salud. Así, en 1.987, la Reunión de Directores de Penitenciarias de Estrasburgo (Domínguez Carmona, Domínguez de la Calle, 1.991) situaba a España como al país de Europa con mayor porcentaje de seropositivos (26%). En diferentes estudios, este porcentaje se sitúa entre el 25% (Rincón, Sanz Valero, 1.996), 301/6 (Bayés, 1.995), 35% (Domínguez Carmona, Domínguez de la Calle, 1.991), e incluso el 40.7% (Bayés, 1.995). Incluso la Secretaría General de Asuntos Penitenciario apuntó en 1.994 que la prevalencia de portadores de V.I.H. entre la población reclusa era de un 22% y de los nuevos ingresos mostraban seropositividad el 19.5% (Unión Estatal Anti-Sida y cárceles, 1.994).

Observamos, pues, que un determinado porcentaje de reclusos adquiere el virus dentro del mismo centro penitenciario, y probablemente una de las vías de transmisión sea el hecho de compartir las jeringuillas ya que del 40% ( Marco, Bedoya, García, Guerrero, 1.991) al 54% (Salvador, 1.995) de los internos reconocen estar consumiendo drogas vía parenteral (en nuestra población reclusa este porcentaje se sitúa en el 41% (Martínez. Cordero, Hinojal, López Rodríguez, 1996» y hasta un 27% admite que comparte las jeringuillas (Salvador, 1995). Pero el problema no se limita a esta vía de transmisión sino que las prisiones pueden constituir un centro disemínador del virus a la población general, sobre todo a través de la vía sexual en salidas de fin de semana, encuentros vis a vis, etc. Este supuesto se basa en los resultados del estudio realizado sobre nuevos ingresos en la prisión de Villabona citado con anterioridad: el 85% dice haber mantenido relaciones sexuales durante el último año, y respecto al uso del preservativo un 42% refiere no usarlo "nunca"-, el 17% "a veces" y el 4% "casi siempre" (un 12% no contestó a esta pregunta) (Martínez Cordero, Hinojal, López Rodríguez, 1996).

Ante esta perspectiva, y debido al difícil acceso a programas de reducción de daños dentro de un centro penitenciario, nos planteamos la dificultad de intervenir de forma eficaz en la prevención de la transmisión del V.I.H. por vía parenteral dentro de una prisión. Esto se debe, fundamentalmente, a que una reducción de la transmisión pasa no sólo por el cambio de hábitos de administración o el abandono del consumo, sino también por la disponibilidad de material de inyección, propuesta que, por el momento, no es asumida por las autoridades.

Basándonos en todo esto, concluimos que, dentro del ámbito penitenciario, la intervención más eficaz que podíamos llevar a cabo en prevención de transmisión del V.I.H. pasaba fundamentalmente por incidir en la transmisión sexual con objeto de evitar la adquisición del virus por esta vía tanto en internos aún seronegativos como en las parejas sexuales de individuos seropositivos.

DISEÑO DEL PROGRAMA

Sabiendo lo difícil que resulta conseguir el cambio de comportamientos respecto a la transmisión del V.I.H., pero sin olvidar que éste debería ser el fin último de cualquier programa de intervención, y teniendo en cuenta nuestras propias limitaciones, nos propusimos como objetivo global del programa facilitar información, promover la reflexión y sensibilizar a la población reclusa del Centro Penitenciario de Villabona sobre la importancia de la transmisión sexual del V.I.H., así como la existencia de conductas de menor riesgo.

Al plantearnos el diseño del programa asumimos la idea de elaborar un proyecto basado en actividades atractivas y divertidas incidiendo, desde la concepción misma del proyecto, en que la prevención también participa de estas cualidades.

El programa se concibió conformado por los siguientes apartados:

1. Presentación y coordinación con diferentes niveles del Centro Penitenciario (Dirección, Subdirecciones médica y de tratamiento y educadores de cada módulo).

2. Actividades encaminadas a la formación de mediadores en prevención de V.I.H./SIDA: 2.1.- Curso de formación de mediadores; 2.2.- Taller de teatro y expresión corporal.

3. Actividades destinadas al colectivo general de internos: 3. 1. - Representación teatral "Acciones contra el SIDA; 3.2.- Intervenciones en prevención de V.I.H./SIDA a desarrollar en cada módulo, (Taller de prevención de V.I.H. y video-forum).

4. Evaluación.

DESARROLLO

El programa se compone de las siguientes actividades:

1. Curso de formación de mediadores en prevención de V.I.H/SIDA

a) Objetivos: Aportar información, Reflexionar y trabajar actitudes y comportamientos respecto al V.I.H./SIDA y sus formas de transmisión. Fundamentalmente formar a este grupo de personas como mediadores en prevención de V.I.H., para que sean una referencia en este tema para el resto de los internos.

Nos basábamos en que la correlación más elevada con la modificación de los comportamientos de riesgo aparece cuando el individuo observa que sus propios compañeros están cambiando, y más específicamente dentro del ámbito de la prevención, cuando en el grupo de iguales, los lideres, o personas respetadas manifiestan explícitamente que el comportamiento merecedor de aprobación es el preventivo (Bayés, 1995).

b) El papel del mediador: D. Comas define al mediador como un ciudadano que ocupa un lugar estratégico en la sociedad lo que le permite recibir información de carácter científico e institucional y transmitirla de forma comprensible y eficaz a determinados colectivos sociales, que de otra manera no recibirían las intervenciones o no estarían en condiciones de asumirlas, _codificarlas o utilizarlas; y apunta como principales características del mediador: Rol social definido, desempeñar este rol en condiciones de eficacia y reconocimiento público, poseer capacidad de comunicación y actitud positiva para la resolución de problemas sociales, aceptar voluntariamente y estar motivados para el desempeño de la función de mediador (Comas, 1989).

e) Profesorado: Aunque el objetivo es lograr una formación global sobre la prevención del VIH a través de cualquier vía de transmisión, hemos priorizado el trabajo preventivo sobre la transmisión del virus por vía sexual basándonos en lo expuesto en la introducción. Este hecho y el que deseásemos un grupo de profesores que utilizase una metodología similar a la nuestra hicieron que optásemos por contratar a expertos del Instituto de Ciencias Sexológicas (INCISEX).

d) Coordinación del curso: El equipo era consciente del riesgo que se asumía al encargar la docencia del curso a personal ajeno a la planificación del programa global, ya que podía no responder a la filosofía del mismo; para proteger la globalidad del programa utilizamos dos estrategias: elegir unos profesionales cuya metodología ya conocíamos y mantener a un miembro del equipo presente durante el desarrollo del curso como coordinador del mismo; esto fue importante como veremos posteriormente en la evaluación.

e) Número de participantes: Condicionado por la metodología que deseábamos utilizar, la dimensión del grupo no podía ser superior a las 20 personas. Este punto planteaba, pues, un problema: la selección de los participantes.

f) Criterios de selección de los participantes: 1. Rol de Liderazgo, que fuesen un punto de referencia para sus iguales. 2. Motivación por el tema y aceptasen formar parte activa del mismo, asumiendo, el protagonismo que el programa les asignaba. 3. Un máximo de dos internos por módulo: de forma que pudiesen participar internos de todos los módulos (10), ya que nuestra población diana era todos los internos del centro penitenciario.

g) Selección de los participantes: Con el fin de involucrar a los profesionales del Centro nos planteamos la conveniencia de que, una vez establecidos los criterios de selección, ésta fuese realizada por los educadores de cada módulo en colaboración con el Subdirector Médico ya que ellos conocían mejor a todos los internos y las redes interactivas de los grupos, así como la identidad de los líderes del grupo. Otra posible fórmula hubiese sido que aplicásemos técnicas sociométricas o de información a través de redes que nos aportasen estos datos.

h) Contenidos del curso: 1. ¿Qué es, qué conocemos y qué tenemos que conocer del SIDA? ¿Cómo explicarlo?; 2. Actitudes ante el SIDA. Cómo nos enfrentarnos a la posibilidad del contagio. Situaciones problema. Actitudes: Normatividad. Combatividad. Empatía; 3. Habilidades de los mediadores. Cómo enfrentarse a la prevención. A quién dirigirla; 4. Comportamientos saludables. Sexualidad y SIDA. Sexo Seguro; 5. Variables de prevención de VIH. Información. Actitudes. Importancia de los otros. Control externo e interno de las conductas. Ideales; 6. Recursos metodológicos del mediador. Dinámicas de grupo. Qué trabajar y cómo trabajarlo; 7. Balance, conclusiones y evaluación.

i) Duración y Temporalización: Del 2 al 6 de octubre de 1.995. 40 horas.

j) Metodología del curso: Metodología activa-participativa que a través de la reflexión y comunicación analizase por un lado la situación de partida de los asistentes, sus conocimientos, sus actitudes, sus comportamientos y el porqué de éstos, para posteriormente incidir en estos factores adecuando la intervención al momento en que se encuentra cada participante en el proceso de cambio de comportamiento.

k) Rueda de propuestas: Al finalizar el curso y con objeto de conseguir la máxima implicación de los internos en el programa, realizamos una rueda de propuestas en la que incluíamos la Acción Teatral, siendo acogida con entusiasmo, así como el trabajar directamente en cada módulo siendo ellos punto de referencia para el resto de sus compañeros.

2. Taller de teatro y expresión corporal:

a) Objetivos: Por un lado, como actividad lúdica, motivar a los internos; por otro, el que a través del teatro y de técnicas de expresión - corporal y drama, los internos reflexionen e interioricen conceptos y actitudes sobre la prevención de VIH ya trabajados en el curso, abriéndose un marco de comunicación en el grupo y con el resto de internos sobre el SIDA.

b) Profesorado: Fue desarrollado por dos profesionales del teatro que intervinieron de forma voluntaria.

e) Participantes: el mismo grupo que había recibido el curso.

d) Duración y temporalización: 30 horas. Del 17 de octubre al 29 de noviembre de 1.995.

e) Coordinación: Un miembro del equipo asistía a las sesiones participando como uno más y asegurándose que la línea de trabajo siguiese lo establecido para cumplir los objetivos.

f) Metodología: La línea de trabajo era la de dirigir y dotar a los internos de las estrategias de expresión corporal necesarias para que, reflexionando sobre el tema del V.I.H./SIDA, fuesen capaces de expresar aquello que deseasen, permitiendo por tanto una comunicación fluida entre los miembros del grupo sobre las distintas actitudes que tienen en tomo al SIDA y con el fin de llegar a una propuesta teatral que representar para sus compañeros. Lo verdaderamente importante era que los propios internos reflexionaran y elaboraran sus conceptos sobre el SIDA que luego deberían reflejar en una propuesta teatral y que el profesorado sólo les dirigiese en los aspectos técnicos de la expresión corporal y representación, pero sin condicionar los conceptos a representar.

3. Representación teatral "Acciones contra el SIDA".

a) Objetivos: Reforzar a los mediadores al ver fructificar su trabajo. Favorecer la reflexión de los internos acerca del SIDA desde una oferta divertida y atrayente. Aproximar el ambiente penitenciario a los voluntarios del Consejo de la Juventud, de cara a futuras intervenciones.

b) Participantes: La representación teatral la llevarían a cabo los internos/mediadores que desarrollaron el trabajo en el taller teatral y los dos profesores. El público lo compusieron 900 internos del Centro Penitenciario de Villabona, 12 voluntarios del Consejo de la Juventud del Principado de Asturias, equipo del programa y funcionarios del Centro Penitenciario, equipo médico y de dirección del centro.

c) Duración y temporalización: 6 horas (2h x 3 representaciones). 30 del XI y 1 del XII (2 actuaciones).

d) Desarrollo: En primer lugar se gestionó la posibilidad de permitir la entrada a voluntarios del Consejo de la Juventud con el fin de que se fuesen familiarizando con este medio y se pudiesen plantear futuras intervenciones. Antes de la representación se repartió material informativo sobre VIH y preservativos y se decoró la sala con carteles de las diversas campanas institucionales sobre la prevención de VIH. El objetivo de dicho reparto era situar la representación en el contexto del Día Mundial del SIDA y aproximar la información que circulaba en la calle a los internos, sin pretender con esta medida informar, ya que somos conscientes de que algunos internos no la leerían o no- la entenderían. Posteriormente tenía lugar la representación donde los internos-mediadores exponían su visión del SIDA a sus compañeros. Debemos decir que se dividieron los diez módulos entre las tres representaciones y que en el salón de actos se colocó cada módulo separado del resto sin que se produjesen contactos entre internos de distintos módulos, cumpliéndose así la normativa.

4. Intervenciones en prevención de VIH en cada módulo:

a) Objetivo: Proporcionar información adecuada a las necesidades sobre SIDA y su prevención. Promover la asignación del rol de mediador a los internos por sus compañeros de módulo. Conocer si existe una demanda entre los internos para trabajar este tema.

b) Profesorado: un miembro del equipo, el interno-mediador del módulo y un mediador juvenil del C.J.P.A. La responsabilidad de la intervención era asumida por el miembro del equipo siendo consciente de que debía promover la mayor participación posible del interno/mediador.

c) Participantes: Máximo de 20 personas por módulo. Tanto la publicidad de la intervención como la selección de los participantes corrió a cargo del interno/mediador del módulo en colaboración con el educador; la idea era que los internos/mediadores asumiesen su nuevo rol y las responsabilidades que esto conllevaba.

d) Duración y temporalización: 50 horas (2.5 h x 10 talleres + 2.5 h x 10 video-forum). Del 20 al 30 del XI de 1.995.

e) Desarrollo: En la fase de preparación se mantuvieron reuniones tanto con los internos/mediadores como con los mediadores juveniles del C.J.P.A. en las que el equipo explicaba la metodología y el diseño de la intervención planificada para los módulos, recogiendo las modificaciones que ellos aportaron y entregándoles un material elaborado por el equipo que tenía como función servir de guión de la intervención. La intervención consistía en realizar un día el taller de prevención de V.I.H y posteriormente el Video-forum.

A. Taller de prevención de V.I.H:

a) Objetivo: Proporcionar la información, partiendo de la realidad y de las necesidades del grupo, sobre el V.I.H/SIDA. Promover la reflexión personal y colectiva sobre estos temas. Afianzar la confianza de los internos/mediadores sobre sus propias capacidades de mediación.

b) Contenidos: ¿Qué es el SIDA y VIH?. La infección por el V.I.H dentro de las E.T.S; E.T.S.: reservorio, mecanismos y vías de transmisión, sujeto susceptible. Métodos anticonceptivos: cuáles previenen de la transmisión del V.I.H (uso, ventajas, inconvenientes ... ). ¿Cómo y cómo no se transmite el VIH?. El preservativo. Entrenamiento en su correcto uso.

c) Metodología: Se basa en la realización de estrategias que favorezcan la participación activa del grupo, de forma que los participantes reflexionen sobre sus conocimientos y actitudes de partida y a través de esta búsqueda personal, del debate y de la confrontación con el grupo, el alumno vaya adquiriendo nuevos conceptos, reflexione sobre sus propias actitudes y las de sus compañeros y refuerce algunos de sus planteamientos, según la fase del proceso de cambio del comportamiento en que se encuentre, seguimos los preceptos del modelo PRECEDE y del counseling (Bimbela, 1995, 1996) que señalan la importancia de trabajar aquellos factores que influyen a la hora de realizar una conducta, bien sean factores predisponentes (información, valores ... ), facilitadores (habilidades, accesibilidad a instrumentos) o reforzantes. Para ello diseñamos un taller (seleccionando y modificando dinámicas de los talleres de Educación Sexual que el U.P.A. imparte en centros educativos) compuesto por las siguientes dinámicas: Busca a alguien que, Mundo Interactivo (Larena López, 1994), Decides tú (Izquierdo, Jiménez López, Alonso Olivé, et al. 1994), Cada uno en su sitio (Izquierdo, Jiménez López, Alonso Olivé, et al. 1994; Larena López, 1994) , Don condón(Izquierdo, Jiménez López, Alonso Olivé, et al.. 1994; De Armas, Capote, García-Ramos, et al. 1995). Todo lo que siempre quisiste saber y nunca te atreviste a preguntar (Ordoñana, Gutiérrez, Martínez, et al, 1993).

B. Video-forum

a) Objetivos: Los mismos que la actividad anterior, difiriendo en los contenidos de la información.

b) Contenidos: Discriminación a los VIH+: ¿Existe? ¿Motivos? ¿Sirve para prevenir?. Diferenciar VIH+ y SIDA. Derechos de los portadores: trabajo, escuela, asistencia sanitaria, prisión...

q) Metodología: La película seleccionada para la proyección fue PHILADELPHIA. Elegimos esta película por el tema que trata, la discriminación y los derechos legales de los enfermos de SIDA; y porque podíamos disponer de varias copias a la vez. La proyección se realizó en cada módulo para los internos que asistieron al taller de prevención de VIH, ya que esta actividad era una continuación del mismo en la que se iban a trabajar conceptos distintos pero partiendo de aspectos ya trabajados. Posteriormente a la proyección, el miembro del equipo siguiendo un guión previamente elaborado iniciaba un debate lanzando al aire preguntas. En este caso el interno/mediador trabajaba desde dentro del grupo con objeto de romper la tensión inicial.

5. Evaluación (Carrión, 1994).

En primer lugar debemos comentar que, debido a diversos problemas institucionales, no pudimos realizar una evaluación adecuada que nos permitiese conocer los verdaderos resultados de nuestra intervención, esto produjo una enorme insatisfacción en los miembros del equipo ya que somos conscientes de la importancia de una evaluación detallada para poder sacar conclusiones acerca de la validez de nuestra programa. Los datos que posteriormente manejamos son fruto de la observación directa y de una evaluación cuantitativa simplemente. En este apartado vamos a exponer un esbozo de la propuesta de evaluación que hubiésemos deseado realizar en nuestro programa.

En el planteamiento de la evaluación compartimos con el Dr. Bayés una serie de premisas previas que debemos contemplar: 1. El Sida es una enfermedad conductual y la forma más eficaz de prevención será cambiar los comportamientos de riesgo por comportamientos preventivos eficaces; 2. La información es una condición necesaria pero no suficiente para conseguir cambios de comportamiento; 3. La única forma eficaz de evitar la propagación del V.I.H. es cambiando los comportamientos de riesgo.

Partiríamos de un diseño cuasi experimental estratificado contando con grupos control y de tratamiento sobre los que desarrollaríamos nuestro programa. A grandes rasgos y teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente podríamos resumir los instrumentos de evaluación utilizados en los siguientes:

1. Exploración inicial de expectativas, conocimientos y actitudes a través de cuestionarios y grupos de discusión.

2. Indicadores de participación en las diferentes actividades planteadas (Formación, Intervención: talleres y teatro...)

3. Indicadores de coordinación mantenida con los equipos de tratamiento, médico y dirección del Centro Penitenciario de Villabona.

4. Indicadores de participación en las actividades planteadas por parte de la población reclusa en general por parte de la población reclusa en general (sin que haya formado parte del proceso previo de formación) y por módulos.

5. Evaluación inicial y final a través de cuestionarios con preguntas combinadas (abiertas y cerradas) sobre los contenidos referidos en la formación.

Como pasos a seguir para el desarrollo de este tipo de trabajo proponemos (siempre contando con la colaboración y participación del Equipo Directivo del Centro):

1. Proceso de selección aleatoria de los participantes en el programa que pueden continuar durante el tiempo que dure el mismo.

2. Estudio funcional de los comportamientos sobre las siguientes variables: Nivel de información existente, Comportamientos de riesgo, Aspectos emocionales, Problemas existentes.

3. Proceso de Información-Formación sobre V.I.H. /SIDA, Educación Sexual, Habilidades sociales y de comunicación y Estrategias de autocontrol.

4. Evaluación del programa.

RESULTADOS

El número de participantes en cada una de las actividades se exponen en la TABLA 1. Debemos comenzar diciendo que el programa de formación de internos como mediadores en prevención de VIH estaba compuesta de dos actividades secuenciales y complementarias, en primer lugar el curso de formación y en segundo lugar el taller de teatro. Iniciaron el curso 15 internos, pertenecientes a todos los módulos del centro penitenciario, a excepción del módulo 6 (9 de 10 módulos estaban representados (90%». Los 15 internos finalizaron el curso de formación (100%), y de ellos 12 (80%) continuaron con la segunda fase del programa (el taller de teatro), 3 lo abandonaron (20%) y se incorporaron 6 personas nuevas. Los motivos de abandono fueron disciplinarios en todos los casos. Las incorporaciones se debieron al interés suscitado por los comentarios de los internos que participaban en el programa y tanto la participación como la permanencia eran consideradas como una recompensa por buen comportamiento. Respecto al resto del programa, debemos decir que asistieron a la representación 900 internos (total internos: 1399) (Martínez Cordero, Hinojal, López Rodríguez, 1996) . Participaran en el desarrollo de las intervenciones en prevención de VIH por módulos un total de 235 internos, de ellos 183 (77.8%) comenzaron la intervención con los talleres de prevención, 138 continuaron con la siguiente fase (video-forum), lo cual representa un 75.4% de adherencia al programa y 45 abandonaron (24.6%). Al video-forum se incorporaron 52 internos nuevos. Por tanto recibieron la totalidad de la intervención 138 (58.7%) y 97 (41.3%) recibieron sólo una de las dos partes. Los motivos del abandono no fueron recogidos de forma rigurosa y objetiva por imposibilidad de entrevistarnos de nuevo con ellos, por tanto no podemos aportar datos estadísticos de los mismos, lo que si tenemos son las justificaciones que algunos de los internos nos dieron sobre sus abandonos: problemas disciplinarios (fundamentalmente incautaciones), permisos, traslados a otros módulos, coincidencia con algún otro taller formativo laboral y olvidar el día que era la intervención.

De los 15 internos que comenzaron la formación como mediadores en prevención de VIH/SIDA, 4 de ellos fueron trasladados de módulo en el transcurso del programa'(26.7%), esto es importante ya que debemos recordar que uno de los criterios de selección venía dado por la idea de tener mediadores en todos los módulos, si se procede al traslado de los internos nos podemos encontrar con módulos donde exista una concentración de mediadores y otros donde no exista ninguno.

COMENTARIOS

Partiendo del hecho de no haber realizado una correcta evaluación y siendo conscientes de la importancia de ésta para poder sacar unas conclusiones acerca de la validez del programa, nuestro modesto objetivo a la hora de sacar a la luz este programa es que dicha experiencia sirva de orientación a otros profesionales que en la actualidad tengan Pensado desarrollar programas en este ámbito. En este apartado vamos a proceder a comentar algunos datos obtenidos a través de la observación directa del desarrollo del programa y a través de la valoración que los participantes hicieron de las actividades mediante técnicas de grupos de discusión y ruedas de opinión y que no pretenden tener validez estadística sino apuntar simplemente unos hechos que nuestro equipo observó, con la esperanza de que puedan servir para futuras intervenciones.

1. Curso de formación de mediadores en prevención de VIH/SIDA:

La evaluación de este curso se realizó mediante la observación directa y con grupos de discusión, al finalizar. Los datos obtenidos de mayor interés son:

a) El nivel de conocimientos alcanzados fue excelente, y se apuntaban unos cambios actitudinales muy positivos.

b) La existencia de un coordinador del equipo a lo largo del desarrollo del curso permitió una adecuada imbricación de los contenidos y de los profesores permitiendo un mayor rendimiento del curso.

c) La metodología participativa y dinámica fue valorada muy positivamente por los asistentes, y según el equipo permitió una comunicación intensa y productiva. Influyó en el nulo porcentaje de abandono del programa.

d) El hecho de que el grupo fuese mixto, tanto por asistir hombres y mujeres como por asistir internos de diversos módulos fue un factor motivador para asistir al programa, aunque complicó técnicamente el desarrollo del programa debido a los trámites que se debían realizar con los funcionarios del centro cada día. El hecho de que el equipo no perteneciese a la prisión fue positivo y facilitó la confianza de los internos en el mismo al no identificarlo con la institución. Esto se corresponde en su totalidad con las opiniones vertidas por Juan Antonio Catalán en la Escuela de SIDA organizada por la Fundación Anti-Sida de España (FASE) Fundación Anti-Sida de España, 1995) .

e) Existía interés por realizar actividades dirigidas al resto de compañeros.

2. Taller de Teatro y expresión corporal:

La evaluación fue realizada mediante la observación directa.

a) Fue una actividad que despertó gran interés entre los mediadores, fue muy bien aceptada y sirvió corno - reforzador para realizar el resto de las actividades encomendadas.

b) Sirvió como medio de reflexión sobre las actitudes propias y los conceptos introducidos durante el curso, favoreció la cohesión del grupo y con el equipo.

c) La representación teatral se convirtió en la primera acción de los mediadores, esto satisfacía sus expectativas de sentirse útiles y mejoraba su autoestima como mediadores, sintiéndose protagonistas del programa. Permitió presentar el nuevo rol adquirido por estos internos a sus compañeros.

3. Intervenciones en la prevención del V.I.H. en cada módulo:

La evaluación de estas intervenciones se hicieron por observación directa.

a) En todos los módulos respondieron muy bien a la metodología participativa que les plantearnos.

b) Existe una demanda por parte de los internos para trabajar el tema del VIH/SIDA en profundidad, así mismo, están motivados por otros temas de salud (Hepatitis ... ).

c) Mayor confianza en profesionales no pertenecientes al Centro.

d) La adherencia al programa fue del 75.4%. Podíamos haber evitado parte de los abandonos si las actividades se hubiesen desarrollado en dos días seguidos o si hubiésemos asignado un día de la semana para cada módulo ya que ellos tienen una planificación semanal, solventando con esto algunos problemas de olvidos y despistes; otros factores que nos podían haber ayudado a solventar estos problemas hubiesen sido lograr una mayor participación e implicación de los funcionarios del centro en el desarrollo de la actividad y que no se hubiesen producido ausencias de los internos/mediadores de sus módulos (traslados, permisos ... ).

e) Respecto a las personas que recibieron una de las dos partes de la intervención solamente podemos decir que el programa quedo cojo sin alcanzar en ellos una visión global del problema, pero sin duda respecto a la prevención de la transmisión los conceptos más importantes se trabajaban en la primera fase, con lo cual las 52 personas que asistieron al video-forum exclusivamente habrán recibido una información extremadamente escasa. La incorporación de 52 nuevos internos fue un elemento distorsionador que enlentecía el desarrollo de la intervención. Sin duda es un factor a evitar para posteriores intervenciones; la forma de evitarlo será a través de una mejor coordinación con los funcionarios de forma que sean absolutamente conscientes y partícipes de la filosofía de la intervención.

f) Debemos decir que algunos datos que nos llamaron profundamente la atención y que reforzaron el planteamiento del programa fueron: el hecho de que la mayor parte de los internos refieran no usar el preservativo en sus relaciones sexuales (muchos nunca lo usaron, y algunos lo usaban dependiendo de la pareja), lo que ocurre a pesar de que en el centro les entreguen preservativos en abundancia; este dato coincide con otros estudios (Planes, 1981; Jones y Vlahov, 1989 y De la Fuente, 199 1) que apuntan que los usuarios de drogas por vía parenteral u~ muy poco el preservativo en sus relaciones sexuales. Existía un importante número de usuarios habituales de la prostitución. De las internas que se dedicaron en algún momento a la prostitución un escaso número de ellas exigían el uso del preservativo a sus clientes. Si tenemos en cuenta que normalmente tenían problemas relacionados con las toxicomanías, vemos que este dato es compatible con lo que apunta Ignasi Pons (1992) en un estudio sobre la prostitución en Asturias, donde dice que sólo el 46.7% de las prostitutas . heroinómanas utiliza normalmente el preservativo (Pons, Tejero, 1992); las parejas sexuales son variadas y de variada procedencia (prostitución, compañeras drogodependientes y población general, en principio, sin problemas de drogodependencias ... ). Los internos asumen como vía principal de transmisión de VIH en el interior del centro el intercambio de jeringuillas; hemos de tener en cuenta que el centro no les entrega jeringuillas, aunque si lejía para desinfectarlas. En cambio los internos refieren que esta medida es poco útil y esgrimen dos motivos:

1) La lejía daña la goma del émbolo de la jeringuilla y en consecuencia dura menos, esto es importante al pensar en lo difícil que es conseguirlas en prisión, siendo además una vía de ingresos económicos alquilándola a otros internos.

2) Se tarda mucho tiempo en desinfectarla después de cada inyección y eso significa aumentar la posibilidad de que el funcionario consiga detectar al grupo y por tanto incautar la droga y abrir expediente a los implicados.

g) Las campañas de prevención generales no llegan a este colectivo, aún estando en libertad. No conocían el material que nosotros les entregamos sobre prevención de VIH editado por el Principado de Asturias (a pesar de ser un folleto que se ha reeditado durante varios años). No sólo no les llega sino que no les atrae en absoluto, mostrándose en nuestra experiencia como un medio poco eficaz para aproximar la información a este colectivo.

4. Valoración general del programa.

a) El propio funcionamiento interno del centro hace que se pierda mucho tiempo en trámites burocráticos y en controles de seguridad, esto dañaba por un lado la motivación del equipo y por otro alteraba el correcto desarrollo de la actividad (horarios). La seguridad era en algunos casos difícilmente compatible con el trabajo, educativo (en un primer momento se nos observó por circuitos cerrados de televisión, los internos se dieron cuenta lo que dañó notablemente el china de confianza necesario para hablar de estos temas, gracias al subdirector médico no se volvió a utilizar este método de control).

b) Cuando la filosofía capital del programa era formar a internos que actuasen como mediadores en cada módulo, filosofía que era compartida por el centro, nos encontramos que algunos de los internos formados eran trasladados de módulo, otros poco después de concluir el programa salían del centro en distintos grados de libertad. Al cambiarlos de módulo el rol de líder puede no mantenerse, sin contar con que nos hemos encontrado con módulos donde posteriormente no existía ningún interno/mediador. También es evidente que los internos en algún momento iban a salir del centro y que el objetivo fundamental era trabajar para evitar la transmisión del VIII por vía sexual siendo conscientes de que esto se produce fundamentalmente cuando están en libertad, pero si formarnos mediadores es para influir en el resto del grupo y no simplemente para cambiar sus actitudes y comportamientos. En cierta manera y a pesar de que fuese una actuación coordinada con el centro, nos da la sensación de que la institución realizó su trabajo al margen del desarrollo del programa, asumiéndola como una actividad más que se hace y que concluye al finalizar la intervención.

c) Es necesario destacar que la institución no asume como parte componente de las intervenciones la correcta evaluación de las mismas, mostrando un importante rechazo a las mismas. No sabemos la causa de esto, pero lo que sin duda provoca es que nos encontremos siempre dando palos de ciego.

d) Como comentario final deseamos decir que con alguno de los internos que hemos formado como mediadores seguimos manteniendo un contacto periódico, fruto de ello, sabemos que han introducido el uso del preservativo en sus relaciones sexuales y que este comportamiento se ha mantenido al menos hasta este momento, dos años después de la intervención. Sabemos que este dato no tiene validez estadística pero pensamos que sí orientativa.

DISCUSION

A la luz de nuestro programa nos asaltan numerosas dudas. En primer lugar cuestionarnos si esta intervención ha servido para algo ya que al no hacer una evaluación sistemática nos encontramos sin la certeza de asegurar que nuestro esfuerzo ha logrado algún fin. Esto nos hace planteamos otras preguntas: ¿Debemos intervenir aunque no podamos realizar una evaluación?. Por un lado si la intervención la basamos en la aportación de investigaciones contrastadas y que han demostrado su validez, ciertamente podríamos extrapolar que si ha servido en otros casos porqué no va a servir en el nuestro; pero también se introducen variables circunstanciales nuevas ya que aunque la metodología empleada este contrastada, el resultado puede depender también de la habilidad del profesional, o de otros aspectos materiales que varían de una intervención a otra y que pueden hacer que los resultados cambien.

También debemos reflexionar sobre la población diana de nuestro trabajo y plantearnos la temporalidad del trabajo desarrollado con los internos, ¿tendría mayor permanencia en el tiempo un programa destinado a los funcionarios?, parece a simple vista que sí, pero ¿están los funcionarios motivados para asumir esta nueva responsabilidad?

Otra cuestión que se nos plantea es que si la vía de transmisión fundamental en el interior de la prisión es la parenteral cuándo nos vamos a plantear una política seria de prevención de la transmisión del VIH en las prisiones. Respecto a la entrega de material de inyección en el interior de las prisiones, los Servicios Médicos Penitenciarios se oponen mayoritariamente, y argumentan una serie de razones (Marco, Bedoya, García, 1991) que a la luz de los nuevos planteamientos de reducción de daños pensamos han quedado obsoletas.

Sin más sólo nos queda recordar que la OMS (1987) incide en el hecho de que las prisiones ofrecen la posibilidad de informar y educar a gran número de personas que están llevando a cabo, o pueden hacerlo, hábitos de riesgo respecto a la infección por el VIH (Bayés, 1995), así que ¿cuánto tiempo más vamos a esperar?

AGRADECIMIENTOS

Deseamos agradecer su colaboración al Subdirector Médico del Centro Penitenciario de Villabona, a los profesores del taller de teatro, a los mediadores y responsables políticos del Consejo de la Juventud del Principado de Asturias, al profesorado de INCISEX y a los internos/as del Centro Penitenciario de Villabona.

BIBLIOGRAFIA