INVESTIGACIONES APLICADAS
RESUMEN
La investigación comunitaria adquiere actualmente gran relevancia entre otros factores por el cuestionamiento del Estado de Bienestar y la correspondiente necesidad de priorizar los recursos sociales en programas lo más ajustados posibles a los sistemas ecológicos de las personas. En este sentido, el presente artículo parte de la importancia que para tal fin tiene la definición de uno de estos posibles sistemas de estudio - intervención: el barrio, con una técnica metodológica de investigación cualitativa: los informantes claves que optimiza, los recursos humanos utilizados en un trabajo más amplio: la encuesta de salud del barrio y en un contexto social determinado: Casablanca (distrito de Zaragoza). A modo de ejemplo se plantean los principales resultados Y conclusiones obtenidas con este procedimiento, resaltando las ventajas comunitarias de la metodología utilizada desde el trabajo social.
Barrio, informantes claves, investigación comunitaria necesidades sociales, Estado de Bienestar.
Community research is at present becoming of great relevance, among other reasons, because of the welfare state being questioned and the related need of prioritizing social resources into programs most fit for people's ecological systems. Thus, the present paper starts off from the importance of defining one of these possible study-intervention system: the town quarter; with a methodological technique of qualitative research: key informers; optimizing human resources used at wider works: the quarter health survey; and in an specific social environment: Casablanca (Zaragoza's district). As an example, the main results and conclusions reached through this procedure are stated, making evident the community advantages of the methodology used from the social work point of view.
Quarter, Key informers, community research, social needs, Welfare State.
Teóricamente desde un Estado de Bienestar se debería garantizar a las comunidades en las que se institucionaliza, la provisión universal y básica de una serie de derechos, prestaciones y servicios estatales organizados para casos de situación de necesidad (García Pelayo, 1993). Sin embargo el futuro sostenimiento de este Estado (Gómez Bahillo, 1995) puede estar mediatizado por una serie de cambios sociales (ej. Costa y López, 1989): estancamiento del crecimiento económico sostenido, desempleo, envejecimiento de la población, aumento de las demandas, etcétera) que implican la adaptación y reajuste de los servicios (Calvo, Bujedo, Gil-Lacruz, 1996), la priorización de las necesidades de la población y por tanto la optimización de su investigación.
De esta manera y como plantea Hamilton (1984) optimizar la investigación por ejemplo desde los servicios sanitarios, de las necesidades comunitarias y desde su atención primaría, de cara a darles una respuesta coherente, supone también contar con la participación de los profesionales y de la comunidad en la que se inserta, contribuyendo tanto a mejorar el grado de satisfacción percibido por los ciudadanos del servicio, como a una mayor eficacia del mismo (Mansilla, 1986). Así, el equipo interdisciplinar ej. desde los centros de salud, podría ser el agente promotor de dichos estudios. En el desempeño de dicha tarea, profesionales tradicionalmente no sanitarios (Rodríguez Marín, 1995) como el sociólogo, el trabajador social, el educador o el psicólogo comunitario, etc. tendrían un papel relevante en el estudio de las demandas comunitarias, de los hábitos, actitudes y factores socioambientales que influyen directamente en la relación entre salud y población.
Como expone Villalbi (1994) estos principios suponen una clara apuesta hacia la prevención y la subsidiaridad, o lo que es lo mismo, el reconocimiento de la urgencia de intervenir a un nivel lo más cercano posible a los ciudadanos. En este sentido, el barrio se perfila como una de las unidades de análisis privilegiadas para asegurar tal fin.
Si como se plantea en la introducción se constata desde los servicios sociales, la importancia de situarse en los propios marcos naturales del sujeto, el barrio se definiría como un sistema comunitario fundamental, al ser el lugar donde se desenvuelven las interacciones primarias de los individuos y los procesos de participación y adquisición del sentido de pertenencia e identidad social. (Pons et al .1996).
Elegir una definición de barrio resulta difícil en territorios heterogéneos, al no coincidir todas las acepciones del concepto en un espacio común. Sin embargo, resulta imprescindible contar con una definición operativa de cara a obtener la máxima eficacia de las posibles intervenciones sociales. En este trabajo, con el fin de facilitar dicha conceptualización, se utilizaron los criterios de análisis de Grande et al.,x (1995) que distinguen:
Barrio como unidad administrativa: donde el criterio establecido para delimitar dicho concepto, es el que hacen las instituciones competentes con el fin de operativizar sus funciones.
Barrio como vecindario: donde el criterio diferenciador es su estructura social, respondiendo a las relaciones que se establecen entre sus habitantes y los procesos que de éstas se desprenden.
Barrio como comunidad, donde el criterio que se utiliza es el psicosocial, y en el que la palabra clave es el sentido de pertenencia que pueda compartir el vecindario.
En el presente estudio, el ámbito de investigación coincide en una primera fase con la división territorial realizada desde los criterios administrativos, en los cuestionarios utilizados se exploran los aspectos relacionales del vecindario (ej. utilización del instrumento: Apoyo comunitario de Musitu y García, 1994) y los informantes claves, mediante la observación comunitaria analizarían el sentido de pertenencia y de integración en dichas unidades.
Este estudio se inicia en Zaragoza, concretamente en el barrio de Casablanca en 1994, desde su encuesta de salud y la importancia concedida en su planteamiento, a las variables sociales como el apoyo comunitario y los estilos de vida. Con ello, se intenta avanzar en la elaboración comunitaria de un modelo de salud integrador, en el que se especifique la importancia de las experiencias sociales (integración, participación, apoyo comunitario) en la génesis, incremento y reducción de problemas físicos y psicológicos, y la explicitación del rol desempeñado por otras variables como los recursos (conductas saludables, centro de salud) y estresores físicos y psicológicos.
La relevancia de estas hipótesis residiría, tanto en su importancia teórica al examinar el rol desempeñado por dichas variables en la explicación de la salud, como también por su valor pragmático al poder derivarse criterios más apropiados para la evaluación y proyección empírica en la elaboración de estrategias concretas de intervención en la comunidad.
Para ello y mediante el procedimiento de rutas y cuotas (sexo y edad, García Ferrando, 1980), se seleccionó aleatoriamente una muestra compuesta por 1.032 personas del barrio de Casablanca. Dichos sujetos son mayores de 14 años y empadronados en la zona básica. La muestra es representativa a un nivel de confianza del 95,5% y con un margen de error ± 3 (en el caso más desfavorable p/q = 50/50)ml. La muestra se estratificó en función de dos criterios básicos: edad jóvenes de 15 a 29 años, adultos de 30 a 59 y tercera edad mayores de 60) y sexo (hombre y mujer).
Lógicamente, el carácter comunitario del estudio requería una metodología que combinase la sistematización de los datos cuantitativos obtenidos con la encuesta y la información procedente de las representaciones sociales de los vecinos y de los profesionales que intervenían en la investigación. La utilización de plantillas abiertas (ver anexo) permitía recoger dichos datos de una forma flexible y al mismo tiempo, común para todos los informantes claves.
Esta manera de trabajar fue consensuada por el equipo, estableciéndose un calendario de reuniones con el fin de profundizar en el conocimiento del barrio. En parte la utilización de esta metodología participativa, fue facilitada por la composición profesional de dicho equipo multidisciplinar de informantes claves (concretamente 11 trabajadores sociales), que participó en la realización de las entrevistas y en la interpretación de los resultados.
Y esto fue así, tanto por la sensibilidad social del estudio como por la idiosincrasia del barrio: configurado como tal durante los años 60 (gracias a que en Zaragoza se constituye un polo de desarrollo), presenta una composición demográfica y comunitaria compleja. Frente a un núcleo inicial obrero e inmigrante de la región aragonesa, que con el tiempo se está degradando, conviven zonas urbanizables de alto standing, el problema de la especulación del suelo, la insuficiente dotación de infraestructuras, la degradación del medio ambiente (Federación de Asociaciones de Vecinos, 1981), y por tanto un aumento de la desigualdad social (Diputación General de Aragón, 1993).
De este modo, el objetivo de este estudio pretendía reflejar un diagnóstico del barrio, mediante la experiencia encuestadora previa (dos meses distribuidos desde diferentes rutas), el conocimiento de la zona y la valoración aportada por este equipo. Se les denomina ha informantes claves porque proporcionaron información de primera mano del entorno comunitario y de este modo, una comprensión profunda del escenario.
La información se recogió a través del análisis de unas plantillas diseñadas con este fin y cumplimentadas por todos los trabajadores sociales, una vez finalizado el estudio de campo. Las plantillas (ver anexo) permitían unificar el contenido de dicho discurso pero se dejaron abiertas para su interpretación cualitativa que permitiera una mayor libertad de expresión de los informantes consultados (Gil-Lacruz, Grande, Marín y Pons, 1995). La sistematización y síntesis de estos datos, también fue realizada por una representación de los propios trabajadores sociales que participaran en el proceso (García Lanzuela et al., 1996). A continuación y a modo de ejemplo de la información obtenida se detallan los resultados más relevantes por zonas del distrito con respecto a las cuestiones comunitarias de la plantilla.
1. 1. Viñedo Viejo
1. 2. Las Nieves
Composición demográfica: edad/sexo: fundamentalmente adultos/as. Destacar que en las calles más antiguas encontramos un predominio de población anciana, en su mayoría femenina. La población joven está escasamente representada.
- La calle ubicada junto al canal Imperial de Aragón, constituye una de las vías más largas del barrio. Las aceras se encuentran sin pavimentar en un tramo, y es una zona residencial de reciente colonización. - Urbanizaciones de alto standing en la vía principal de comunicación con la zona de Viñedo Viejo, siendo la barrera natural de separación del canal, que por otra parte se utiliza con fines de recreo.
- La calle que "cierra" el barrio de Casablanca y la zona de Las Nieves es un polígono industrial, quedando el barrio delimitado y sin posibilidades de expansión.
- El resto de las calles se organizan alrededor de una plaza, siendo vías tranquilas y algunas de ellas peatonales.
1.3. Fuentes Claras
El territorio de referencia es una variable de análisis prioritario, en una investigación que pretenda profundizar en la comunidad. En primer lugar por su importancia relativa al diagnóstico de necesidades sociales e indicadores de bienestar y también, como lo han reflejado los informantes claves del estudio, porque es un elemento definitorio de los procesos de interacción y participación vecinal.
Como se aprecia en la descripción de las subzonas, el territorio además de constituirse en las coordenada física primaria de una comunidad, introduce en su análisis una serie de factores socioeconómicos interrelacionados. Por ejemplo, los factores demográficos y la estratificación social se reflejan en el tipo de edificación de la vivienda, la planificación del transporte urbano y la dotación de recursos comunitarios.
Así, en Casablanca, la existencia de barreras naturales (ej. canal Imperial, líneas de ferrocarril, carretera de Valencia, etc.) la trayectoria histórica de la colonización (relativamente reciente), la heterogeneidad de su composición demográfica (núcleo inicial degradado y envejecido, frente a las actuales zonas de urbanización alto standing y procesos especulativos) y las perspectivas de futuro (aumento de la población) condicionan y delimitan, tal y como exponían los informantes claves, las diferentes zonas de análisis.
Como resultado destacable del estudio, encontramos la asociación entre la diferenciación territorial y la estratificación socioeconómica de las tres zonas. En la zona originaria (Viñedo Viejo) encontramos las viviendas más antiguas (más de 30 años) de peor calidad y en las que reside una población más envejecida y con un nivel socioeducativo medio - bajo. La zona intermedia entre este núcleo y los nuevos asentamientos se caracteriza por los contrastes sociales. Así, conviven urbanizaciones en las que predomina un nivel de estudios y de ingresos elevado, junto a zonas en proceso de degradación. La reciente urbanización de Fuentes Claras y el predominio de residentes con un elevado nivel de estudios y de ingresos, lógicamente también se va a reflejar en las características de la vivienda y en el tipo de interacción que entre sí, establecen los vecinos, mucho más cerrada y restringida que en el resto de las zonas.
Durante el proceso de elaboración de este trabajo, se realizó una dinámica paralela de valoración tanto de los resultados obtenidos en sí mismos y su congruencia con la realidad, como de la propia utilización de la técnica de los informantes claves. Al respecto, destacar a modo de conclusión los siguientes aspectos metodológicos (García Lanzuela et al., 1.996):
El ser la zona de estudio restringida y reducida territorialmente, ha favorecido considerablemente el conocimiento de la misma ya que cada informante tenía como trabajo de campo un número reducido de calles no muy extensas. Respecto a los informantes, señalar como elemento facilitador el que la mayoría fueran trabajadores sociales y fueran instruidos en el diseño y objetivos de la investigación de la encuesta, partiendo todos ellos de una misma información y fines consensuados. También se valora como positivo de cara a la objetividad del estudio, el hecho de que ninguno de los informantes residía en el barrio, ni tenía un excesivo contacto preliminar con el mismo, que podrían haber sesgado determinadas conclusiones.
La valoración realizada por los encuestadores se ha visto ayudada por el propio instrumento de estudio, la encuesta, ya que contenía preguntas de percepción subjetiva y de identidad comunitaria, en las que aquí se ha profundizado. Asimismo, las características de la plantilla utilizada para la realización de este estudio, han condicionado el hecho de que las respuestas sean concretas, ya que el espacio era reducido, con el fin de que se anotaran sólo aquellos aspectos relevantes. Sin embargo, esto además de favorecer la concreción de las respuestas, en algunos casos ha podido suponer la pérdida de información relevante. Además se ha constatado que los parámetros empleados por los distintos informantes claves han sido en ocasiones diferentes e influidos por factores externos, como la vivencia del trabajo de campo.
A esta subjetividad interobservadores, habría que añadir la introducida en el proceso de interpretación. La realización de las conclusiones presentaba la dificultad de colocar límites a las dinámicas inferenciales de resumir información dispersa y en ocasiones contradictorias. Otro factor que se debería haber controlado previamente, fue el hecho de que algunos informantes claves rellenaran la plantilla unas semanas después de haber finalizado su trabajo como encuestadores, valorándolo como un tiempo en el que se ha podido olvidar información.
Quedaría pendiente el contraste de esta información con la obtenida en la encuesta general y sobre todo un análisis riguroso de la utilidad comunitaria de este trabajo, en el sentido de poder difundir a los propios vecinos las hipótesis que de estas impresiones se derivan. Se ha previsto como canales alternativos la realización de un buzoneo, la convocatoria a conferencias y grupos de discusión, la utilización de la prensa local y el establecimiento de entrevistas informativas con las entidades de la zona.