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INTERVENCION PROFESIONAL

DETECCIÓN PRECOZ DE PROBLEMAS EN EL DESARROLLO PSICOMOTOR EN ESCUELAS INFANTILES

Cristina Andreu (*), Julia Letosa (**)

(*) Psicóloga Equipo de Atención Temprana 1. Zaragoza
(**) Pedagoga Equipo de Atención Temprana 1. Zaragoza


RESUMEN

ABSTRACT

PALABRAS CLAVE

KEY WORDS

INTRODUCCIÓN

MATERIAL Y METODO

RESULTADOS

DISCUSIÓN

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


RESUMEN

El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficacia, sensibilidad y especificidad, de la Escala Battelle Screening, en niños de 24 y 30 meses, contrastándola con el criterio particular del educador, basado en observaciones no sistemáticas. Los resultados indican una mayor sensibilidad (probabilidad de que un niño sea detectado cuando existe algún problema del desarrollo) de la prueba respecto del criterio del educador.

ABSTRACT

The object of this paper was to assess the efficacy, sensibility and specificity, of the Battelle Developmental Inventory Screening Test, in contrast to the private criterion of the teacher, based on no systematic observations. The results point out a major sensibility (the probability to detect a child having a developmental disorder) of the test in opposite to the teacher's criterion.


Correspondencia: Cristina Andreu. Equipo de Atención Temprana M.E.C. Colegio Público Calixto Ariño. e/ José Galiay s/n. Zaragoza. Tlf: (976) 442 75 26.


PALABRAS CLAVE

Detección Precoz, infancia temprana, Desarrollo psicomotor.

KEY WORDS

Early detection, Early childhood, Developmental, Screening.

INTRODUCCIÓN

La detección precoz de variaciones o retraso en el desarrollo viene siendo defendida y practicada desde instituciones públicas y privadas, por la probada eficacia de los programas de estimulación precoz para evitar o paliar los efectos de posibles trastornos.

Entre los distintos agentes de detección, los Equipos de Atención Temprana tienen asignada como función la detección y tratamiento de alteraciones del desarrollo en edades precoces (entre 0 y 6 años). Por la división de la Etapa Infantil en dos ciclos, las Escuelas Infantiles son el espacio natural dónde se agrupa la población escolarizada entre 0 y 3 años.

La detección de problemas del desarrollo en este ámbito se realiza usualmente bajo el criterio individual del educador, diferente para cada uno de ellos, no objetivado, difícilmente contrastable y bajo la estrategia de "hallazgo del caso" (Sackett, Haynes y Tugwell, 1989; González, Banegas, Martín, Rodríguez y Villar, 1994), es decir, cuando el niño se encuentra en situación de diagnóstico clínico usual.

El objetivo de este trabajo fue evaluar la eficacia de una prueba de screening multicomponente del desarrollo, objetivable y que homogeneizase los criterios bajo los cuales los educadores identifican a un niño como positivo, es decir, que presenta signos de alteración en el desarrollo psicomotor; para ello, se contrastaron los datos obtenidos por ambos métodos, hallazgo del caso y prueba objetiva.

MATERIAL Y METODO

Se aplicó la Escala Battelle Screening (Newborg, Stock y Wnek, 1988) a 44 niños (25 niñas y 19 niños) de 24 meses de edad y a 28 niños (15 niños y 13 niñas) de 30 meses, todos ellos escolarizados en Escuela Infantil por primera vez en el curso 93-94.

La aplicación de la escala la realizaron los educadores de los niños, en el contexto ya familiar del aula, una vez finalizado el período de adaptación de los niños y en el momento en que los niños cumplían 24 o 30 meses de edad, con un intervalo de 10 días anteriores o 10 posteriores a la fecha de cumplimiento. De este modo, se pudieron realizar las observaciones necesarias y establecer posteriormente los puntos de corte para la detección de positividad.

Con el fin de garantizar la homogeneidad en la aplicación, se mantuvieron reuniones con los educadores, en las que se entregaron los protocolos de observación, manuales con instrucciones precisas para la aplicación y material estandarizado para todas las aplicaciones.

La escala contiene 7 subescalas: Desarrollo Personal y Social, Adaptación, Motricidad Gruesa, Motricidad Fina, Lenguaje Receptivo, Lenguaje Expresivo y Cognitiva. Se obtuvo también la puntuación Total de la escala. Cada ítem puntúa como 0, 1 ó 2, en función de la calidad o frecuencia del comportamiento descrito en el protocolo.

Se analizaron las distribuciones de las puntuaciones en las 7 subescalas para los dos grupos de 24 y 30 meses, con el fin de comprobar su normalidad.

Se calcularon las medias y los intervalos de confianza para las puntuaciones con un valor alfa de 0.05. A la vista de la elevada frecuencia de niños que puntuaban bajo en una única subescala, se establecieron varios criterios para establecer la detección de un niño "positivo" en el screening:

1. Valor en puntuación Total por debajo del intervalo inferior de la Media.

2. Escala Cognitiva y Totales por debajo del intervalo inferior de la Media.

3. Lenguaje y Motricidad Fina por debajo del intervalo de la Media, independientemente del valor obtenido en Total.

4. Puntuación por debajo del intervalo de la Media en 3 subescalas, aunque la puntuación en Total de la escala estuviese dentro del intervalo de confianza de normalidad.

Se calculó la sensibilidad (verdaderos positivos o la probabilidad de que la prueba detecte como positivo a un niño en el que el educador también detecta algún problema en su desarrollo) de la escala para el método habitual de detección en las Escuelas Infantiles, en las que hasta la introducción de la prueba de screening objeto de este trabajo, se ha venido utilizando el criterio particular del educador, basado en sus observaciones. Se calculó también la especificidad (verdaderos negativos o probabilidad de que la prueba resulte en normalidad en aquellos niños en los que el educador también informa de normalidad).

Todos los niños que dieron positividad en la prueba de screening, con los criterios señalados, fueron valorados individualmente, con la aplicación de la Escala de Desarrollo Brunet-Lezine y un protocolo completo de desarrollo motor, cognitivo y del lenguaje. Esto fue realizado independientemente de que el educador hubiese informado o no de dificultades en el desarrollo. La valoración no fue, como hubiese sido deseable, ciega para el evaluador, puesto que fue realizada por personal del mismo equipo.

RESULTADOS

Se calcularon los intervalos de confianza para las 7 subescalas y Total de la escala para los grupos de 24 y 30 meses.

Tomando como punto de corte el límite inferior de cada intervalo en cada una de las subescalas, se preseleccionaron los niños cuya puntuación directa se encontraba por debajo de esta puntuación en cada subescala.

Sobre estos niños se aplicaron los criterios descritos en el apartado anterior, para la determinación de la positividad en el test de detección, lo que eliminó a los niños que presentaban puntuaciones por debajo del intervalo de confianza para la media en una o dos subescalas (Total de la escala no incluida).

Se calculó la sensibilidad, especificidad, falsos positivos y falsos negativos del test de detección frente al sistema habitual de demanda de la educadora, comparando los niños sobre los que hubo demanda a lo largo de todo el curso con los niños que dieron positividad en el test. Es decir, se empleó el criterio del educador como "gold standard" o criterio de contraste.

Se comprobó, mediante evaluación individual, el caso de falso negativo del grupo de 30 meses, puesto que en una prueba de detección de retraso del desarrollo nos interesaba reducir esta tasa al mínimo. La niña había puntuado por debajo del intervalo inferior para la media únicamente en la subescala Cognitiva, pero no en el resto de subescalas, por lo que había quedado fuera de los criterios de positividad para el test. Esta cuestión deber ser tenida en cuenta en la elección de criterios para próximas aplicaciones.

Todos los niños señalados como positivos en el test de screening y valorados de forma individual, independientemente de que el educador hubiese detectado un problema, resultaron en la detección de problemas en algunas áreas del desarrollo, como problemas de lenguaje, lentitud en los aprendizajes o inmadurez en el desarrollo.

DISCUSIÓN

El objetivo de este trabajo fue contrastar la eficacia, entendida como sensibilidad y especificidad, de un sistema estandarizado de detección precoz de problemas en el desarrollo psicomotor, la Escala Battelle, con el criterio del educador de Escuelas Infantiles

Los resultados indican una mayor eficacia, especialmente una mayor sensibilidad, en la utilización de la escala Battelle Screening en el grupo de 24 meses. Esto resulta explicable por un criterio más flexible del educador en edades tempranas, en espera de un desarrollo espontáneo de las capacidades del niño. Sin embargo, en los dos cortes transversales de edad, los resultados de prevalencia para el total de problemas encontrados resultan coherentes con los informados por otros autores, siendo constante alrededor del valor 0.1 o el 10% de las muestras para ambos grupos de edad (Wossum, 1991; Phatak, Khurana, 1991).

La escala cuenta además con otras ventajas; por un lado, su facilidad de aplicación y economía de los materiales empleados, habitualmente disponibles en el ámbito de aplicación; por otro, su capacidad para detectar no sólo retrasos importantes en el desarrollo sino otros problemas menores que, aún requiriendo intervención, podrían pasar desapercibidos hasta edades más avanzadas; de hecho, la prueba se mostró eficaz para detectar a 12 niños de 24 meses y a 4 de 30 meses en un momento anterior al del diagnóstico clínico o educativo usual, es decir, con anterioridad a la detección de la educadora. La implicación para la Escuela Infantil es que la edad de 24 meses resulta un momento crítico para la detección precoz de trastornos, particularmente de lenguaje (ver tabla 2), siendo la escala más sensible en este momento que el criterio del propio educador. Desde el punto de vista educativo de la escuela infantil, la detección y tratamiento precoz de estas alteraciones pueden evitar problemas del aprendizaje al inicio de la escolarización obligatoria. Por último, queremos resaltar la importancia de la objetivación y unificación de las observaciones y criterios de detección, que de otro modo resultan no contrastables y de difícil evaluación.

Los elevados porcentajes de positividad obtenidos en ambas edades de valoración apuntan a la capacidad de la prueba para detectar problemas moderados o menores en algunos aspectos del desarrollo, similar a lo que ocurre en otros tests de screening (Page, Byrne, Ashford, Johnson, Chang y Strickland, 1992).

La constatación de que todos los niños detectados por el screening presentaban alguna dificultad en el desarrollo, apunta a una mayor sensibilidad de la prueba a los problemas menores del desarrollo, especialmente en las edades más tempranas. Sin embargo, la ausencia de una valoración ciega de estos niños, que por motivos de personal no pudo realizarse, puede incluir un sesgo que limite la validez de este resultado, a subsanar en futuros trabajos.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS