Manuel R. Abuín
Universidad Complutense de Madrid, España
La obra que se expone y valora es el manual titulado Evaluación Psicológica. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos, en cuya autoría ha intervenido un elenco muy notable de profesionales y académicos, coordinados por las doctoras Carmen Moreno Rosset e Isabel M. Ramírez Uclés, ambas profesoras de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Se ha publicado en la Editorial Sanz y Torres y es, de alguna forma, la continuación, actualización y ampliación de la obra publicada en el año 2005 en la misma editorial con el título Evaluación Psicológica. Concepto, proceso y aplicación en las áreas del desarrollo y de la inteligencia (Moreno-Rosset, 2005). El manual se estructura en 14 capítulos organizados dentro de 3 grandes bloques temáticos, lo que facilita el seguimiento de una obra ambiciosa en sus objetivos y extensa en sus contenidos, dado que aborda tanto conceptualmente como de forma práctica la disciplina de la evaluación psicológica en diferentes áreas y contextos. Además, dispone de una parte online con otros recursos audiovisuales y escritos que complementan el texto en papel. El primer bloque temático describe en su primer capítulo la historia de la evaluación psicológica en España en el siglo XX y el texto se acompaña en la parte online de cuatro vídeos grabados en la excelente exposición itinerante Tests psicológicos en España, exhibida en la UNED y en la Universidad Complutense de Madrid, entre otras universidades españolas. El capítulo 2 de este bloque, titulado El Proceso de Evaluación Psicológica. Un método científico, escrito por la profesora Moreno Rosset, es esencial para entender el desarrollo e integración del resto del manual y en él explica su propuesta de 5 fases del proceso de evaluación: 1ª fase, de especificación de la demanda y objetivos; 2ª fase, de formulación de hipótesis de evaluación verificables; 3ª fase, de comprobación de hipótesis de evaluación, formulación de caso y comunicación de resultados; 4ª fase, de planificación del programa y formulación de hipótesis de intervención; 5ª fase, de aplicación y valoración de la intervención psicológica. El capítulo 3, El informe psicológico, cierra este primer bloque y estudia los diferentes tipos de informes, su estructura y los aspectos éticos y deontológicos. En el segundo bloque se abordan todas las técnicas de evaluación psicológica que habitualmente se encuentran en los manuales clásicos de evaluación psicológica, junto a nuevas propuestas, como la utilización de las “estrategias narrativas” o la descripción de la “entrevista en el proceso de evaluación psicológica”. Así mismo, se realiza una interesante clasificación y apreciación conceptual de los diferentes instrumentos de evaluación psicológica, que permitirá diferenciarlos adecuadamente en base tanto a criterios claros y concretos, como a los distintos modelos de los que parten. Además, es remarcable la información actualizada de las técnicas informatizadas de evaluación psicológica, algunas de ellas creadas desde la teoría de la respuesta al ítem y con importantes aplicaciones en muchos contextos por su eficiencia, así como aplicaciones concretas de la evaluación psicofisiológica, mostrando marcadores biológicos propuestos para una gran variedad de cuadros clínicos. Por último, el tercer bloque se adentra primeramente en la evaluación psicológica aplicada en las áreas de desarrollo y de la inteligencia para posteriormente centrarse en la evaluación de la estructura y rasgos de personalidad, mostrando una revisión actualizada de instrumentos de evaluación. Para finalizar, da cuenta de la aplicación de la evaluación psicológica en diferentes contextos, mostrando de forma pormenorizada diversos casos prácticos, siguiendo todos ellos la mencionada propuesta del Proceso de Evaluación Psicológica1 del capítulo 2. El estudio y consulta del manual, además de ser fundamental para el alumnado de grado o máster en psicología, es un recurso muy útil para cualquier profesional de la psicología, independientemente del enfoque en el que se haya formado y del contexto en el que ejerza su trabajo. En este sentido, el texto adopta un principio de ateoricidad o neutralidad teórica que, aunque pueda parecer insulso desde el punto de vista conceptual, sí se ajusta a un enfoque práctico basado en la formulación de hipótesis verificables de evaluación y en la formulación de casos, que acertadamente la profesora Moreno Rosset vincula con la planificación e implementación de la intervención y su correspondiente valoración. El libro se vertebra así desde este nuevo esquema integrador práctico del Proceso de Evaluación Psicológica. De esta forma, se consigue que el lector esté cómodo, tanto en la complejidad de los conceptos abordados sobre los diferentes instrumentos de evaluación y sus garantías o evidencias de calidad, cuando estos están cuantificados y tipificados, como en todos los casos e instrumentos de evaluación que se manejan en el tercer bloque temático. Siguiendo este carácter práctico de la obra, se hace énfasis en que el lector sepa qué, cómo, cuándo, para qué y dónde se realiza el proceso de evaluación y los diferentes informes. Es muy alentador, amén de enriquecedor, el que las coordinadoras hayan incluido un apartado de habilidades profesionales para recoger información en un proceso de evaluación psicológica a partir de la entrevista, incluyendo las claves a las que prestar atención en la comunicación no verbal del entrevistador y entrevistado, algo fundamental para la praxis profesional. En cierta medida, dejan entrever algo que se antoja fundamental en los procesos de evaluación psicológica: la discrepancia entre las medidas explícitas y las medidas implícitas. Al evaluar los comportamientos y los procesos humanos, una cosa es lo que una persona manifiesta implícitamente desde la kinesia o la paralingüística y otra lo que manifiesta explícitamente a través de un autoinforme o al verbalizar contenidos en una entrevista. La disociación entre medidas explícitas e implícitas ha sido estudiada por ejemplo en el campo de la evaluación de la personalidad y de la clínica (e.g., Bornstein, 2002; Bornstein, Manning, Krukonis, Rossner y Mastrosimone, 1993; Cogswell, 2008; Cogswell, Alloy, Karpinski y Grant, 2010). Igualmente es necesario resaltar la adecuada integración de los diferentes capítulos, con tal cantidad de autores. No es tarea fácil dar un estilo integrado a una obra tan diversa desde la autoría, pero el lector podrá comprobar que se mantiene el esquema del Proceso de Evaluación Psicológica como elemento guía para las diferentes contribuciones, sin que ello resulte en un menoscabo de la riqueza procedente de esta diversidad. Ya más compleja es la selección eficiente de técnicas y de toma de decisiones en el Proceso de Evaluación Psicológica, algo que posiblemente requiere experiencia y, como indica Moreno Rosset, supervisión profesional, Lógicamente, cualquier obra que trate muchos contextos de aplicación siempre es susceptible de enriquecimiento paulatino, dadas las novedades que van surgiendo de forma continuada en el tiempo. Existen constructos complejos, como la regulación emocional o los procesos de apego y vinculación interpersonal, muy vinculados en su origen al modelo psicodinámico, que están desarrollándose desde un punto de vista empírico y psicométrico en la actualidad y que podrían ser merecedores de un hueco en próximas ediciones. Por todo ello, parece muy acertado que la editorial ponga a disposición de los usuarios que adquieran el libro el acceso a contenidos online, donde se podrían ir añadiendo nuevos casos y actualizar el conocimiento de forma continuada, algo que obviamente no es posible en el formato de papel. Además, en la parte online el usuario puede verificar la asimilación de los contenidos teóricos y de los ejercicios prácticos con cuestionarios de autoevaluación con feedback, así como ampliar su conocimiento con contenidos audiovisuales, algunos de ellos realmente enriquecedores sobre la historia de la evaluación psicológica y sobre las diversas técnicas de evaluación, que permiten recordarnos de dónde venimos para así poder orientarnos hacia dónde vamos. Es fundamental saber no sólo desde la ética y la deontología profesional del psicólogo la forma adecuada de evaluar a las personas –algo que recoge muy bien el manual– sino también tener criterios de conocimiento empíricos contextualizados en un eje histórico para que el psicólogo cumpla una función social. Para citar este artículo: Abuín, M. R. (2020). Crítica del libro Evaluación Psicológica. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos, de Carmen Moreno Rosset e Isabel M. Ramírez Uclés (Eds.). Editorial Sanz y Torres, 629 pp., año 2019. Clínica y Salud, 31(1), 67-68. https://doi.org/10.5093/clysa2020a5 Nota 1 Utilizamos el término Proceso de Evaluación Psicológica con mayúsculas iniciales, tal como lo utilizan sus autoras, dándole ese carácter idiosincrásico basado en las 5 fases. Referencias |
Para citar este artÃculo: Abuín, M. R. (2020). CrÃtica del libro Evaluación Psicológica. Proceso, técnicas y aplicaciones en áreas y contextos, de Carmen Moreno Rosset e Isabel M. RamÃrez Uclés (Eds.). Editorial Sanz y Torres, 629 pp., año 2019. ClÃnica y Salud, 31(1), 67 - 68. https://doi.org/10.5093/clysa2020a5
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